¿Por qué una Constitución de la Tierra?: Fundamentos y proyecto de Constitución
Por Luigi Ferrajoli
()
Información de este libro electrónico
En este pequeño libro se recogen los fundamentos empíricos, filosóficos y pragmáticos para salvar a la humanidad y su hábitat, la Tierra. No se trata de la construcción de una nueva utopía, dice Ferrajoli. Al contrario, es la única respuesta racional y realista al mismo dilema al que se enfrentó hace cuatro siglos Thomas Hobbes: la inseguridad generalizada determinada por la libertad salvaje de los más fuertes, o el pacto de convivencia pacífica basado en la prohibición de la guerra y la garantía de vida. En cualquier caso, Ferrajoli piensa que los riesgos son ahora mayores, primero, porque la humanidad ha logrado avances tecnológicos que la convierten en una fuerza destructiva incomparablemente mayor que cualquier arma del pasado. Y, segundo, porque las catástrofes de hoy, en particular las ecológicas y nucleares, son en gran medida irreversibles y no tendremos otra oportunidad para decir "Nunca más". La Constitución de la Tierra no es pues una alternativa, sino la única.
Luigi Ferrajoli
Nacido en Florencia en 1940, obtiene en 1969 la habilitación en Filosofía del derecho con el trabajo titulado Teoría axiomatizada del derecho. Parte general. Entre 1970 y 2003 es profesor en la Università degli Studi di Camerino, impartiendo Filosofía del derecho y Teoría general del derecho, y donde, entre otros cargos, es director del Instituto de estudios histórico-jurídicos, filosóficos y políticos. A partir de 2003 enseña en la Università Roma Tre, de la que actualmente es profesor emérito de Filosofía del derecho.
Lee más de Luigi Ferrajoli
Iura Paria: Los fundamentos de la democracia constitucional Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesDerechos y garantías: La ley del más débil Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl Garantismo y la filosofía del derecho Calificación: 4 de 5 estrellas4/5La construcción de la democracia: Teoría del garantismo constitucional Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesGarantismo global Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesManifiesto por la igualdad Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Por una Constitución de la Tierra: La humanidad en la encrucijada Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Constitucionalismo más allá del estado Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificaciones
Relacionado con ¿Por qué una Constitución de la Tierra?
Libros electrónicos relacionados
El león enfermo y los zorros: La crisis y el Estado de Derecho en Chile antes y después del 18/O Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa hora del Gobierno Democrático del Planeta: Razones, objeciones y propuestas relativas a la gobernabilidad de la Tierra Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificaciones¿En nombre de quién?: Una teoría de derecho público sobre la actividad judicial internacional Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesInfirmitas sexus: La construcción jurídica de la "inferioridad" de la mujer Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesPosontológico, posfundacional, posjurídico: Más allá de la filosofía y la teoría del derecho colonial en la sociedad GloCal Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesTolerancia y modernidad jurídica: Serie Teoría Jurídica y Filosofía del Derecho n.º 100 Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesReformas constitucionales: Elaborar, romper y cambiar constituciones Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesPluralismo jurídico estatal: entre conflicto y diálogo: Enseñanzas de un caso colombiano Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLas audiencias públicas de la Corte Suprema: Apertura y límites de la participación ciudadana en la justicia Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesConfines del constitucionalismo Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesTiempo y Constitución: Ámbito público y jurisdicción constitucional Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesTeoría de la Constitución y bases de la institucionalidad Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa clase: Discurso Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesGobernar con los jueces: La política constitucional en Europa Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesDerecho y política en la deconstrucción de la complejidad Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLo jurídico como categoría del espíritu.: . Ensayo sobre el pensamiento de Nicolás Gómez Dávila. Serie Teoría Juridica y Filosofía del Derecho N. 99 Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa dignidad humana: Como valor y como derecho constitucional Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesCorrupción en Colombia - Tomo II: Enfoques Sectoriales Sobre Corrupción Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesGarantías judiciales de la Constitución Tomo II: Acción pública de inconstitucionalidad, procedimiento y sentencia. Libro de Investigación Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesInjusticias epistémicas: Análisis y contextos Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesConstitucionalismo más allá del estado Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa solución constitucional. Plebiscitos, asambleas, congresos, sorteos y mecanismos híbridos Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La Justicia en el banquillo Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesDisonancias: Críticas democráticas Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Entre pueblo e Imperio: Estado agonizante e izquierda en ruinas Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl asalto a las fronteras del Derecho: Revolución y Poder constituyente en la era de la ciudad global Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa felicidad en los tiempos del capitalismo: Un análisis desde la obra de Max Horkheimer Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLibertad de expresión: Debates pendientes Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificaciones
Derecho constitucional para usted
Lecciones de derecho constitucional: Tomo I Calificación: 3 de 5 estrellas3/5Derecho procesal constitucional Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Derecho constitucional chileno. Tomo IV Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesBrevísimo curso de derecho para no abogados: La Constitución aplicada para entender nuestra vida en común Calificación: 3 de 5 estrellas3/5Curso de Derecho Constitucional. Tomo I: Bases conceptuales y doctrinas del derecho constitucional Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Constitución Política del Perú 1993: Comentarios, reformas, índice analítico Calificación: 3 de 5 estrellas3/5La crisis de la separación de poderes en la Democracia Peruana Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesCurso de Derecho Constitucional Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El Dnu De Javier Milei: Bases Para La Reconstrucción De La Economía Argentina Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLos derechos en el Estado constitucional Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesManifiesto por un derecho de izquierda Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Historia constitucional de Chile Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesDerecho al sufragio Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl derecho frente al poder: Surgimiento, desarrollo y crítica del constitucionalismo moderno Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La sociedad unipersonal: La importancia de su regulación en el derecho societario Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Derecho constitucional Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Constitución de Cádiz Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesManual de derecho procesal constitucional Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Repensar los derechos humanos Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLos derechos del imputado y de la víctima de un delito Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa palabra de la Corte Suprema: Cómo funciona, piensa y habla (y algunas ideas para debatir su futuro) Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesAsuntos comparativos: El renacimiento del derecho constitucional comparado Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa derrota del derecho en América Latina: Siete tesis Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La ordenación constitucional de la economía: Del Estado regulador al Estado garante Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Garantías judiciales de la Constitución Tomo V: Acción de tutela Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesDiccionario de memoria histórica: Conceptos contra el olvido Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa tradición constitucional en México (1808-1940) Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesTercero en discordia: Jurisdicción y juez del estado constitucional Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesTransmutaciones del vacío: El problema de la soberanía y el estado de excepción Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesIntroducción a la historia del derecho peruano Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificaciones
Comentarios para ¿Por qué una Constitución de la Tierra?
0 clasificaciones0 comentarios
Vista previa del libro
¿Por qué una Constitución de la Tierra? - Luigi Ferrajoli
¿por qué una constitución de la tierra?
Fundamentos y proyecto de Constitución
directores
Roberto Gargarella
Pedro P. Grández Castro
¿Por qué una Constitución de la Tierra?
Fundamentos y proyecto de Constitución
Luigi Ferrajoli
primera edición digital
setiembre de 2024
© Luigi Ferrajoli
© 2024: Palestra Editores S. A. C.
© de la traducción: Tatiana Effer y Perfecto Andrés Ibáñez
Plaza de la Bandera 125, Pueblo Libre, Lima, Perú
Príncipe de Vergara 33 / 5°IZDA. 28001, Madrid, España
Telf. (511) 6378902 – 6378903
palestra@palestraeditores.com
www.palestraeditores.com
cuidado de edición
Hilda Rojas Sinche
diagramación
Raúl Morales Herrera
Hecho el Depósito Legal en la Biblioteca Nacional del Perú N.° 2024-09306
isbn
: 978-612-325-499-5
Todos los derechos reservados. Queda prohibida la reproducción total o
parcial de esta obra, bajo ninguna forma o medio electrónico o impreso,
incluyendo fotocopiado, grabado o almacenado en algún sistema informático,
sin el consentimiento por escrito de los titulares del copyright.
Contenido
¿Por qué una Constitución de la Tierra?
Los fundamentos
1. La humanidad en una encrucijada: afrontar o soportar las emergencias globales. ¿Qué enseña la pandemia del COVID-19?
2. El proyecto de una Constitución de la Tierra. Los desastres globales como efectos de crímenes de sistema que consisten en violaciones sistemáticas de los derechos fundamentales y de los bienes comunes
3. Las razones de una Constitución de la Tierra: la realización del universalismo de los derechos humanos y la supervivencia de la humanidad
4. Dos innovaciones del constitucionalismo global en comparación con el constitucionalismo estatal: la imposición de instituciones globales de garantía y la expansión del paradigma constitucional a los poderes de los Estados soberanos y de los mercados globales
5. La posibilidad, obligatoriedad, necesidad y urgencia de una Constitución de la Tierra. La verdadera utopía, el verdadero realismo
Referencias bibliográficas
Necesidad y urgencia de una Constitución de la Tierra.
Respuestas para los escépticos
1. Escepticismo y realismo. Plazos cortos y espacios reducidos de las políticas nacionales
2. La necesidad y la urgencia de un constitucionalismo más allá del Estado. Instituciones de gobierno e instituciones de garantía
3. La adveración del constitucionalismo por efecto de su expansión a escala mundial, frente a los poderes privados y para la protección de los bienes fundamentales. La verdadera utopía, el verdadero realismo
3.1. La emergencia ambiental, las posibles catástrofes ecológicas y las garantías de los bienes comunes
3.2. La emergencia nuclear. Las guerras y la producción y venta de armas. Garantías de la paz
3.3. Un apartheid mundial. Las muertes por hambre y enfermedades no tratadas. Por una garantía social mundial
4. La alternativa posible: Constitucionalizar la globalización, globalizar la garantía constitucional. Optimismo metodológico
Anexo
Proyecto de Constitución de la Tierra
¿Por qué una Constitución de la Tierra? Los fundamentos¹
1. La humanidad en una encrucijada: afrontar o soportar las emergencias globales. ¿Qué enseña la pandemia del COVID-19?
Hay momentos que consisten en una encrucijada de la historia, en los cuales la humanidad se encuentra ante una bifurcación: la involución o el progreso, la barbarie o la civilización, la catástrofe o la refundación. En la era moderna, tales fueron las revoluciones de los siglos XVIII y XIX que pusieron fin al absolutismo real y dieron origen al Estado de derecho. Una nueva encrucijada de la historia consistió en la liberación del nazi-fascismo y en el quinquenio constituyente que dieron origen a las actuales constituciones rígidas y a los nunca más
que se deben pronunciar ante los horrores de las guerras y los totalitarismos. Es nuevamente una encrucijada, quizás la más dramática y decisiva de su historia, la que enfrenta la humanidad hoy: sufrir y sucumbir las múltiples amenazas y emergencias globales, u oponer a éstas la razón jurídica y política mediante la construcción de garantías constitucionales idóneas y capaces de enfrentarlas.
Una de estas emergencias, la pandemia del COVID-19, estalló de manera terrible el año pasado y tal vez está provocando un despertar de la razón. No es la emergencia objetivamente más grave: basta pensar en el calentamiento global, destinado, si no se hace nada para detenerlo, a tornar inhabitable el planeta; o en la amenaza nuclear, que en un mundo poblado por miles de ojivas nucleares capaces de destruir a la humanidad varias veces, también pesa sobre nuestro futuro. Ni siquiera es la emergencia sanitaria más grave. Cada año, desde hace varias décadas, mueren alrededor de ocho millones de personas por enfermedades que, a pesar de ser curables, no fueron tratadas, mientras que otras tantas murieron por la falta de agua potable y de alimentación básica².
Lo que hizo de la pandemia una emergencia global, vivida de una manera más dramática que cualquier otra, son cuatro características específicas. La primera es el hecho de que ha afectado a todo el mundo, incluidos los países ricos, paralizando la economía y perturbando la vida cotidiana de toda la humanidad. La segunda es su espectacular visibilidad: su terrible saldo cotidiano de infectados y fallecidos en todo el mundo, hace evidente e intolerable, mucho más que en cualquier otra emergencia, la falta de adecuadas instituciones supranacionales de garantía, que deberían haberse implementado como actuación del derecho a la salud establecido en tantas cartas internacionales de derechos humanos. La tercera característica específica, que hace que esta pandemia sea una señal de alarma respecto de todas las demás emergencias globales, es que ha resultado ser un efecto colateral de los múltiples desastres ecológicos —deforestación, contaminación del aire, calentamiento global, cultivo y agricultura intensiva— y, por tanto, ha revelado los nexos que enlazan la salud de las personas a la salud del planeta. Finalmente, el cuarto aspecto global de la emergencia COVID-19 es el altísimo grado de integración e interdependencia que revela: el contagio, incluso en países distantes, no puede ser indiferente a nadie dada su capacidad de propagarse rápidamente por todo el mundo.
Al afectar a toda la humanidad sin distinción de nacionalidad y riqueza, poniendo de rodillas la economía, alterando la vida de todos los pueblos de la Tierra, y mostrando la interacción entre emergencia sanitaria y emergencia ecológica y la interdependencia planetaria entre todos los seres humanos, a lo mejor esta pandemia está generando conciencia de nuestra fragilidad común y nuestro destino común.
Por tanto, ésta nos obliga a repensar la política y la economía y a reflexionar sobre nuestro pasado y nuestro futuro. En primer lugar, sobre nuestro pasado. Esta tragedia ha llevado al fracaso de las políticas liberales. Sacó a la luz la miopía de las políticas gubernamentales que han recortado —en Italia, como en muchos otros países— el gasto público en salud, comportando que se cierren hospitales, se supriman habitaciones para pacientes y se reduzca el personal sanitario, todo esto para reducir impuestos y beneficiar el sistema sanitario privado. Además, tomó a todos los gobiernos desprevenidos, revelando así que no son para nada precavidos. Aunque un informe del Banco Mundial había previsto el peligro de una pandemia ya en septiembre de 2019, no se hizo nada para enfrentarlo. En vista de las guerras se realizan ejercicios militares, se construyen búnkeres, se ponen en acto simulaciones de ataques y técnicas de defensa, se acumulan armas, tanques de guerra y misiles nucleares. Contra el peligro anunciado de una pandemia no se hizo absolutamente nada. El COVID-19 nos hizo descubrir la increíble falta de las medidas más básicas para afrontarlo: desde la escasez de unidades de cuidados intensivos y de respiradores, de instrumentos para detectar el contagio y de tapabocas hasta la absurda insuficiencia de médicos y enfermeras, y la ausencia de una apropiada y adecuada organización para la atención domiciliaria. La insensatez de la política se ha revelado de manera más dramática en aquellos países que carecen de un sistema de salud pública, comenzando por los Estados Unidos. La mayor potencia del mundo siguió produciendo armas cada vez más mortíferas contra enemigos inexistentes, pero se encontró sin respiradores ni pruebas que permitieran detectar el contagio, lo cual provocó la muerte de cientos de miles de sus ciudadanos, muchos más que todos los estadounidenses caídos en la Segunda Guerra Mundial.
De ahí la necesidad, sobre todo, de una reflexión sobre nuestro futuro. Hay dos lecciones que se pueden aprender de la pandemia: una relativa al carácter público y la otra al carácter global de las garantías capaces de prevenirla y afrontarla.
La primera lección consiste en reconocer el valor vital de la salud pública. Con su carga diaria de fallecidos y de contagiados, la pandemia ha mostrado el inestimable valor de la salud pública y de su carácter universal y gratuito, en actuación del derecho constitucional a la salud, así como la superioridad de los sistemas políticos que cuentan con ella respecto de aquellos en los que la salud y la vida son confiadas a las pólizas de seguros y a la asistencia sanitaria privada. La actual emergencia ha instado y promovió el fortalecimiento de los sistemas de salud, la multiplicación de camas y unidades de cuidados intensivos, el aumento del número de médicos y enfermeros y la producción de equipos de salud idóneos. Por último, mostró la irracionalidad —y, en mi opinión, la inconstitucionalidad, en contraste con el principio de igualdad— de la existencia, en Italia, de veinte sistemas de salud diferentes en las veinte regiones. De hecho, solo la salud pública puede garantizar la igualdad del derecho a la salud. Solo la gestión pública es capaz, en caso
