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Yo también perdí un hijo
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Libro electrónico293 páginas4 horas

Yo también perdí un hijo

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Información de este libro electrónico

Es un relato conmovedor, sobre las experiencias sobrenaturales y espirituales que han acompañado a la familia de Karol ANDREA tras su prematuro fallecimiento a los catorce años a causa de fibrosis quística.
Desde el primer día de su partida, Andrea ha encontrado formas extraordinarias de comunicarse con sus seres queridos, ofreciéndoles consuelo y demostraciones de su presencia continua.

Desde la aparición de una estrella verde cayendo al mar cuando me entregaron sus cenizas, hasta el día en qué decidimos que era ya tiempo de su liberación total y que depositamos sus cenizas en el mar, su hermosa manifestación fue el encuentro con un pequeño delfín que nos acompañó en el trayecto.
Andrea ha dejado claro que su espíritu sigue presente, sus manifestaciones han sido diversas música, aromas y muchos más y lo increíble es que se ha manifestado tanto a su familia como amigos, todos coincidiendo en la inconfundible sensación de la presencia de Andrea.
Andrea incluso ha intervenido en el desarrollo literal del libro, esto ha sido algo extraordinario.
Una de las experiencias más impactantes es la descripción de un viaje astral en el que Andrea llevó a su padre a conocer el lugar donde reside, revelando que se encuentra en el CUARTO NIVEL del más allá.
Así como también se ha manifestado a varias personas dentro de una burbuja , vestida de blanco y rodeada de niños, ya que uno de sus trabajos en el Cuarto nivel es el de recibir a los niños fallecidos cuando regresan al cielo. Y el mensaje que le dio a su padre es:
"PAPÁ DILES QUE NO TENGAN MIEDO"
Otro hermoso mensaje y tal vez fue el parte aguas para que tanto su padre como su madre encontraran la aceptación fue la de que una noche Andrea le dijo a su padre literalmente,
"PAPÁ NUESTRAS ALMAS ESTÁN ENTRELAZADAS".
Cada manifestación ha sido un paso para la aceptación y el amor, permitiendo a sus padres y a aquellos que la han percibido ver la vida desde una nueva perspectiva.
Este libro es un testimonio de amor eterno y una fuente de consuelo para aquellos que buscan entender el misterio de la vida después de la muerte.
IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento11 jun 2024
ISBN9788410685970
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    Yo también perdí un hijo - Daniel Arturo Mendoza Mena

    Portada de Yo tambien perdi un hijo hecha por Daniel Arturo Mendoza Mena

    YO TAMBIÉN PERDÍ UN HIJO

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    Papá nuestras almas están entrelazadas

    .

    YO TAMBIÉN PERDÍ UN HIJO

    PAPÁ NUESTRAS ALMAS ESTÁN ENTRELAZADAS

    Basado en

    Mis increíbles experiencias con mi amada hija Karol Andrea

    Daniel Arturo Mendoza Mena

    Coautora

    Anécdotas recopiladas por:

    Isabel Lara De Mendoza

    .

    © Derechos de edición reservados.

    Letrame Editorial.

    www.Letrame.com

    info@Letrame.com

    © Daniel Arturo Mendoza Mena

    Diseño de edición: Letrame Editorial.

    Maquetación: Juan Muñoz Céspedes

    Diseño de portada: Rubén García

    Supervisión de corrección: Celia Jiménez

    ISBN: 978-84-1068-597-0

    Ninguna parte de esta publicación, incluido el diseño de cubierta, puede ser reproducida, almacenada o transmitida de manera alguna ni por ningún medio, ya sea electrónico, químico, mecánico, óptico, de grabación, en Internet o de fotocopia, sin permiso previo del editor o del autor.

    «Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta obra solo puede ser realizada con la autorización de sus titulares, salvo excepción prevista por la ley. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos) si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra (www.conlicencia.com; 91 702 19 70 / 93 272 04 47)».

    .

    EN HONOR A TODOS AQUELLOS PADRES QUE HAN SUFRIDO LA GRAN PÉRDIDA DE PERDER UN HIJO

    Y A TODO AQUEL QUE ESTE VIVIENDO UN PROCESO DE DUELO,

    EN ESPERA DE QUE ENCUENTREN PAZ Y TRANQUILIDAD EN ESTOS TAN ACIAGOS MOMENTOS.

    EN ESPECIAL A MI QUERIDO AMIGO MUNDO

    .

    Si tú pudieras ver adonde he ido.

    Si tú pudieras ver adonde he ido,

    si conocieras la belleza de este lugar,

    si supieras qué se siente saber que estás en casa

    viendo la cara de nuestro Salvador;

    despertar a la paz y desconocer completamente el temor y la enfermedad

    y solo sentir un gozo incomparable.

    A pesar de que en el mundo ustedes me extrañan;

    no me querrían allí,

    si pudieran ver adonde he ido.

    Si tú pudieras ver adonde he ido, y haber hecho el viaje conmigo,

    sabrías que no estaba sola, que mi Salvador venía conmigo.

    Cuando desperté, Él estaba a mi lado y extendiendo hacia mí su mano, me decía:

    «Apúrate hija, vamos de regreso a casa, a un lugar ilimitado y glorioso.

    No te aflijas por los que amas, porque Yo estoy, no solo contigo, sino también con ellos, y estando tú en casa conmigo, ellos anhelarán venir también».

    Si tú pudieras ver adonde he ido y lo que me ha sido mostrado,

    no volverías a tener temor, no volverías a sentirte solo,

    te maravillarías del afán de Dios, verías su mano en la vida de todos,

    y te darías cuenta del amor que tiene por nosotros.

    Cómo carga el peso de nuestra pena, cómo su corazón le duele

    y llora cuando alguno se pierde...

    ¡Ah, pero cuánto goza cuando uno de sus hijos regresa a casa!

    Si tú pudieras ver adonde he ido, y pudieras quedarte un rato conmigo

    a compartir las cosas que Dios ha hecho con su gracia eterna.

    Pero no, nunca podrías regresar, una vez conocido el gozo del Cielo,

    una vez que el Cielo fuera tu casa, no soportarías caminar

    por las veredas del mundo otra vez.

    Si tú pudieras ver adonde he ido

    y ahora que estoy en casa con Él, segura y sana en toda forma

    Estoy esperando aquí en la puerta del Cielo, para un dulce día, darte una tierna bienvenida.

    ¡Ah, si tu pudieras ver adonde he ido!

    Anónimo

    AGRADECIMIENTOS

    A DIOS

    A TI, MI DIOS, GRACIAS POR HABER SIDO TAN

    MAGNÁNIMO DE COMPARTIR CONMIGO A ÉSE GRAN SER QUE FUE Y ES, MI AMADÍSIMA HIJA KAROL ANDREA.

    A ANDREA

    A TI, MI AMADÍSIMA HIJA, GRACIAS POR HABER SIDO EL SER MÁS LUMINOSO QUE CONOCÍ, GRACIAS POR TUS MIRADAS, POR TUS BESOS, POR TODO ESE GRAN AMOR QUE SIEMPRE ME OBSEQUIASTE.

    A TI, AMADÍSIMA HIJA, GRACIAS POR TODOS ESOS MARAVILLOSOS AÑOS QUE NOS REGALASTE

    A TU MADRE Y A MÍ.

    GRACIAS PORQUE POR TI CONOCÍ LA VERDAD,

    EL AMOR, EL AMOR,

    EL AMOR, EL AMOR

    A TI, MIS INFINITAS GRACIAS, AMOR.

    A MI GÜERA

    A TI, MI AMADÍSIMA ISABEL, GRACIAS, YA QUE TÚ ME ENSEÑASTE UN NUEVO Y HERMOSO SIGNIFICADO DE LA PALABRA MADRE.

    SI YO, EN OTRA VIDA TUVIERA LA OPORTUNIDAD DE ESCOGER, SIN LUGAR A DUDAS TE ESCOGERÍA A TI COMO ESO, COMO MI MADRE.

    PARA QUE A TRAVÉS DE TI, CONOCER ESE AMOR TAN MARAVILLOSO QUE LE BRINDASTE A NUESTRA

    AMADA ANDREA

    PRÓLOGO

    Hasta siempre lo diré; que nadie llega a tu vida por casualidad, definitivamente todo tiene un sentido y un propósito. Conocí al autor de este libro inesperadamente. Y en medio de una plática circunstancial referente al trabajo que él realiza, de repente ya estábamos platicando de la muerte, y de lo que nos había venido a enseñar, a él como padre y a mí como hija y esposa; Yo por el dolor de perder a mi padre y esposo decidí estudiar Tanatología y él inició con la aventura de escribir los sucesos que le estaban pasando a él y a su gentil esposa.

    El emotivo testimonio que han plasmado en cada una de estas letras, fue una tarea en la que revivieron algunos momentos y sentimientos que tal vez hubieran querido no traer a la memoria, así como los hermosos momentos en los que supieron identificar las señales y manifestaciones de su queridísima hija Karol Andrea; es más, al sumergirme en las páginas de este escrito llegó un momento en que casi sentía y veía a Andy. Este libro me dejó muy emocionada, con cada historia que leí lloré de emoción con cada una de sus palabras. Estoy segura que a través de su experiencia tan profundamente redactada podrán ayudar a otros padres que han sufrido por tan desgarradora pérdida. Para Isabel y Daniel el plasmar con tanto amor sus experiencias ha sido una catarsis de emociones para transformar su dolor en un Tributo de Amor.

    El dolor de la pérdida es un gran maestro aunque a veces no lo veamos de esa forma, sentimos que moriremos de tanto pesar, es por ello que trabajar en el duelo es imponderable y sólo empezaremos a vivir de nuevo cuando aceptemos que la muerte es inherente a la vida, que morir es lo únicamente seguro cuando nacemos, es ahí cuando entendemos que todos venimos a cumplir un propósito y cuando éste se ha llevado a cabo habremos de llegar puntuales a la cita para dejar este plano terrenal y así continuar nuestra evolución a otras dimensiones, a otros niveles.

    Después de la pérdida tan importante como lo es la de un hijo no debe ser nada fácil reconstruirse con Amor y evitar el destruirse con el dolor de ya no tenerlos entre nosotros, es ahí donde radica la importancia de hacer un buen trabajo de duelo. Para Daniel e Isabel el identificar las señales y manifestaciones de Andrea les ha allanado el camino a la aceptación y es por ello que decidieron compartir ese sendero para que otros dolientes encuentren la paz de la aceptación. Dejar de extrañarles y comenzar a entrañarles en el corazón y en nuestro diario vivir; con la alegría de ahora sentir su esencia más cerca y viva que nunca.

    El terrible dolor con el que vemos partir a nuestros seres queridos nos deja una cicatriz imborrable en el alma pero nuestros seres queridos nos regalan momentos de amor que trascienden el tiempo y con ello los seguiremos sintiendo junto a nosotros ayudando a cicatrizar nuestro dolor. Daniel e Isabel nos muestran en esta obra un Hermoso prontuario de Amor, el que han decidido hacer en memoria de su «Flaquita» que tanto Amor vino a darles a ellos, a quienes la conocieron y a las personas que hoy a través de estas letras nos permite casi el poder verla y sentirla con la emotividad con las que sus padres nos permiten el conocer de sus experiencias para que con ello nosotros nos podamos abrir a las señales de nuestros seres queridos. Mi reconocimiento para ambos, ya que no se perdieron en el dolor y antes bien lo convirtieron en Amor con letras que sanan, y que dan esperanza a los padres que, como ellos, también están viviendo el dolor de también Perder un Hijo.

    Blanca Azucena Manríquez del Rio

    Noviembre 2023.

    COMENTARIO DEL AUTOR

    Este libro está escrito con Amor, espero el poder reflejar ese amor a los lectores, quienes tal vez estén pasando por un doloroso proceso de duelo. Ya que aún sin conocer a las personas a las que está dirigido, desde aquí, desde este escrito les mando eso, mi amor. Pero sobre todo a los padres que han sufrido esta gran pérdida, ya que los considero hermanos del mismo dolor. El gran dolor de haber perdido a un hijo. Por enfermedad, por accidente o por algún otro terrible motivo. Este libro está basado en fantásticos, mágicos y hermosos hechos reales y verídicos, los cuales se han suscitado desde que falleció mi adorada hija Karol Andrea.

    Como preámbulo a las siguientes narraciones, con respecto a los hermosos e increíbles sucesos que se han presentado antes y después de la partida al cielo de mi adorada hija Karol Andrea, tengo que acotar que jamás podría yo profanar ni su memoria, ni su nombre, con acontecimientos vanos, mentiras o exageraciones. Las siguientes narraciones se basan en hechos reales, fantásticos, pero sobre todo llenos de AMOR. Ese amor que nos entregó en vida y aún nos sigue brindando desde el cielo mi amadísima hija.

    Los personajes que aparecen en estos relatos existen en la vida real, todos ellos me han permitido amablemente el nombrarlos en el mismo, y aceptaron que sus nombres aparezcan en él. Muchos de ellos me dijeron que era un honor para ellos el aparecer en este libro, sobre todo por tratarse de las hermosas experiencias que ellos mismos han tenido a través de Andrea, ya que son vivencias de amor, las cuales a ellos también los han cambiado en su manera de ver ahora la vida. Cada uno de ellos me platicó sus experiencias de una manera limpia, clara, sencilla y así trataré de transcribirlas. Para mí es un honor el que me hayan permitido nombrarlos en estos relatos, a todos ellos mi más sincero agradecimiento.

    Yo era una persona totalmente escéptica a todos estos temas de lo paranormal.

    Sobre todo en el sentido, de que las personas fallecidas se pudiesen comunicar con la gente que seguimos aquí en la tierra. Mi escepticismo llegaba a tal grado que, cuando en alguna plática se tocaba ese tema, yo en son de burla les decía «A mí, que me manden un fax». Qué equivocado estaba yo. Desde el momento en que me di cuenta que los hermosos hechos que estaban sucediendo a nuestro alrededor eran sumamente reconfortantes me dediqué a recopilar estas increíbles experiencias. Las cuales me han comenzado a sanar de esta gran pérdida. A mí, como a ustedes, la desolación, el dolor, la furia, la culpa, la incredulidad, la desorientación, el desasosiego, me llenaban los días.

    Al principio, los amigos y familiares están al pendiente de nosotros, pero poco a poco sus vidas van retomando su rumbo y así también nosotros nos vamos quedando más solos, enfrentando este dolor. Y para ello, para poder enfrentarlo, es que me atrevo a compartir estas hermosas vivencias. Así como tú, mi esposa y yo hemos recorrido pasillos repletos de estantes de libros en búsqueda del apoyo, de la mano amiga que necesitamos en esos momentos, momentos en los que nuestra única compañía es el inconmensurable dolor que nos ha dejado la partida de esos seres tan maravillosos que fueron nuestros amados hijos. A mí me ha reconfortado el encontrarme con varios libros serios con los cuales reconfirmé que los maravillosos sucesos que estaban sucediendo a nuestro alrededor y aún más allá, no eran alucinaciones producto de mi imaginación, de obsesión alguna, ni resultado de nuestro tremendo dolor. En esos libros hemos encontrado que no somos los únicos en estar viviendo estas hermosas señales, las cuales están documentadas por estudiosos y científicos que se han dado a la labor de recopilar sucesos similares a los que nos sucedió y siguen sucediendo. La Sociedad de Investigaciones Síquicas se da a la labor de recopilar estos sucesos paranormales, por así calificarlos de alguna manera. Como son las comunicaciones que se reportan, desde sutiles señales hasta hermosas e increíbles manifestaciones.

    «YO TAMBIÉN PERDÍ UN HIJO» está basado en los relatos y testimonios auténticos de personas allegadas a nosotros, amigos entrañables que conocieron y quisieron a mi adorada hija, así como también de nuevos amigos a los que sin conocerla, de una forma u otra han tenido contacto con estos maravillosos hechos. No pretendo que al leer este libro tu dolor desaparezca, no, eso sería muy pretencioso de mi parte. Lo que espero es que a través de su lectura encuentres un remanso de paz, un refugio de tranquilidad, al saber que nuestros amados hijos alcanzaron el milagro de la luz eterna, de su curación y que al mismo tiempo tienen la oportunidad de demostrarnos que están junto a nosotros todos los días.

    Por medio de la narración de estos increíbles sucesos, espero llevarte de la mano para que aprendas a reconocer esas hermosas señales de amor, que día a día nos regalan nuestros amados hijos desde el lugar donde se encuentran. Y si las podemos ver, las percibimos y las identificamos con nuestros sentidos, quiere decir que no están lejos ¿verdad? sólo está en nosotros, el saberlas reconocer. Dejar que esos centellantes momentos llenen ese gran vacío que nos dejaron al partir. El ¿por qué?, es una pregunta inalcanzable que en este libro no puedo responder, ya que su cuestionamiento no nos llevará a respuesta lógica alguna, únicamente nos encontraremos con los dolorosos «Si yo hubiera…» que solamente alimentan sentimientos de culpa, los cuales ya no tienen cabida en nuestro corazón, porque éste está inmensamente herido. El dolor más grande ya lo vivimos y no es válido el incrementarlo con otro que no tiene razón, y con el cual nos herimos a nosotros mismos y sin quererlo herimos a los nuestros.

    En cada narración de este libro, por pequeño que este sea, se refleja esa luz que nos ha querido regalar Andrea, para que nos sirva como guía de esa búsqueda incansable del Para qué, que a manera muy personal es la verdadera pregunta que debemos formularnos. La respuesta solo nos la dará el corazón.

    En este libro he tratado de plasmar con toda veracidad los extraordinarios sucesos y experiencias que nos ha tocado vivir a mi amada esposa Isabel (La Güera), a Abraham hijo de Isabel y amado hermano de mi adorable hija, a familiares, amigos y a mí en lo particular. Basado en «Mis increíbles experiencias con mi amada hija Karol Andrea», narración por narración, trataré de ayudarte a reconocer esas hermosas señales de amor, que iluminan aunque sea por un instante este profundo pozo de oscuridad en el que nos encontramos.

    Seguro estoy que si únicamente con tan solo una persona logro mi objetivo, entonces habré cumplido con el deber de externar mi necesidad de compartir esta maravillosa certeza de saber que definitivamente existe la vida eterna.

    Y ahí, en la vida eterna, sin prisas, sin apuros nos esperan esos maravillosos seres de luz, quienes iluminaron nuestras vidas con sus miradas, con sus sonrisas, y ahora con sus destellos iluminan nuestro camino hacia el agradecimiento a Dios.

    Solo si somos agradecidos seremos recompensados con el maravilloso reencuentro, pero no apures el paso, porque el camino está ahí, y no necesita ser transitado con desesperación, necesitamos recorrerlo con la tranquilidad y la paz, que solo puede darnos la fe. Y en ese andar estarás acompañado día a día de nuestros eternos compañeros, ellos que recorren el camino de la luz, y la comparten con nosotros en pequeños destellos con los cuales encontraremos el camino donde se encuentran.

    Y al estar de nuevo juntos serán ellos los encargados de mostrarnos la hermosa presencia de Dios. Yo no soy, ni pretendo ser escritor, es por ello que te ofrezco una disculpa por los errores que tiene este escrito, son errores de un neófito en la materia del buen escribir, espero que no juzgues por ese motivo lo escrito en él. Ya que, como lo dije al principio, fue escrito con Amor, y espero que ese amor lo encuentres en él. Que al leer este libro tus miedos, y tus tristezas encuentren una mejor vía de liberar tu alma.

    Tú, como yo, hemos sufrido el dolor más intenso que pueda existir, ahora solo nos corresponde el saberlo canalizar, tal vez encontremos poco a poco nuestra nueva razón de vivir. Vivir es hermoso y eso nos los enseñaron ellos, nuestros hijos, recuerda con qué alegría nos lo demostraban y ahora esperan que los hayamos entendido. Si tienes la fortuna de contar con más hijos, ahora es el momento de entenderlos, de gozarles, no interrumpas tu amor por ellos, no lo bloquees, demuéstrales que no son invisibles a tu amor, demuéstrales que ahora los valoras más, demuéstrales que no son culpables por seguir vivos, sígueles demostrando tu amor.

    LA LIBERACIÓN… UN DÍA MÁGICO

    Ya pasaron casi nueve años desde que mi flaquita tomó su camino, han sido años de soledad, de intensa soledad, no lo puedo negar. Mi esposa y yo hemos pasado por épocas muy duras, muy difíciles. Desde que mi flaquita se fue hemos mantenido sus cenizas con nosotros. Al principio tanto la Güera como yo queríamos tenerlas cerca y cuidarlas. Pero desde hacía unos años le decía a la Güera que deberíamos arrojar las cenizas de Andrea al mar. Que teníamos que darle su libertad total.

    Pero ella había sido muy renuente a ello, yo siempre respeté esa decisión, pero la verdad me sentía muy triste al ver esa urna ahí, en un improvisado altar en la otra recámara de la casa en Querétaro. Pero ahora que Dios nos ha dado la oportunidad de volver a vivir en Acapulco para la realización de un importante trabajo, le volví a tocar el tema; por fin aceptó el liberar por completo a nuestra amada hija. Todo lo planeamos con cuidado, el día que elegimos para ese tan especial evento fue precisamente el 23 de noviembre, día de su cumpleaños, y las cosas mágicas comenzaron a hacerse presentes.

    Ahora que regresamos a Acapulco nos acompañó Abraham el hijo de la Güera para ayudarnos en el trabajo. Una noche en que la Güera y yo llegamos al edificio donde rentamos un departamento, la luz del cubo de las escaleras que conducen al departamento no servían y teníamos que bajar con mucho cuidado, ya que nuestro departamento se encuentra en el último piso de arriba hacia abajo, y el cubo de las escaleras por la noche estaba totalmente a oscuras. Esa noche tratábamos de iluminar los escalones con nuestros celulares para poder bajar, ya que estábamos como a un piso de llegar al departamento, le gritamos a Abraham para que prendiera la luz de la sala y que abriera la puerta y así entonces podíamos bajar con más seguridad.

    La luz de la sala se prendió inmediatamente, pero encontramos la puerta cerrada, al entrar Abraham salió de su recámara para preguntarnos cómo nos había ido. Nosotros le dimos las gracias por prender la luz, pero nos dijo que él no lo la había prendido, ya que apenas acababa de salir de su recámara cuando abrimos la puerta y aseguró que él no nos había oído cuando le gritamos y reiteró que no había sido él quien había prendido la luz de la sala; la verdad se nos hizo muy divertido lo que había pasado. Ahí comenzaron a pasar los mágicos momentos. Noches antes del día veintitrés la Güera había tenido un sueño. En él, ella vio que cuando una persona moría salían dos palomas blancas y un ángel, entonces nos dimos a la tarea de buscar dos palomas blancas para ese día tan especial.

    En fin, le avisamos a Zaira, a Sergio y sus papás Sergio y Paty, a la familia Soto, mi compadre Carlos, Katina, Don Carlos, Doña Violeta, quien no nos pudo acompañar pero sabemos que nos acompañó de corazón, Mónica, Pita (nuestra familia de Corazón) también a Tere; la de las cartas y sus hijas Montse, y Allison, mi amigo Toño, y su amable esposa Sandra, nuestros primos Malú, Emmanuel, sus hijos Scarlett, Anthuann, los primos Toño y Gloria. Rentamos un yate por tres horas para poder llevar las cenizas cerca de la casa don de habíamos vivimos tan felices con nuestra amada hija. Ella amaba ese mar. Le encantaba ver a lo lejos los delfines, las ballenas, tortugas, en fin, ese mar le encantaba a Andrea. Para esa tan bonita y especial ocasión pedimos que todos fuésemos vestidos de blanco.

    Un día antes habíamos comprado las palomas y unos globos blancos y morados. Yo le pedí al capitán del yate que primero diera un recorrido por la bahía y luego se enfilara hacia la playa La Angosta para ahí esparcir las cenizas.

    Días antes habíamos comenzado a hacer una pequeña remodelación en el departamento que rentamos y por azares del destino unas noches antes le dije a la Güera, ¿ya viste quien está acompañándonos? En el tocador de nuestra recámara estaba la urna, ni la Güera ni yo la habíamos colocado ahí intencionalmente, igual la había puesto ahí Delfina, la chica que nos ayudaba en la casa. Parecería como si Andrea quisiera pasar esas últimas noches acompañándonos.

    Por la madrugada de esa noche me paré y fui por la urna para que nos acompañara como aquella primera noche en la que nos entregaron sus cenizas y la tuvimos con nosotros abrazándola sentados en el sillón de la

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