Como decia la abuela cuando no sepas hacer, un refran te lo puede resolver

Por Marrita Jimenez Arreola

La autora refiere diversos refranes en esta obra, con sus múltiples acepciones, para ofrecernos una fiesta de luz, color, alegría, sabor, recuerdos y nostalgia de cara a cualquier situación.

• Idioma: Español
• Editorial: Instituto Politécnico Nacional
• Fecha de lanzamiento: 30 nov 2023

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Como decía la abuela: cuando no sepas qué hacer, un refrán te lo puede resolver

Compiladora:

Margarita Jiménez Arreola

Instituto Politécnico Nacional

—México—

Como decía la abuela:

cuando no sepas qué hacer,

un refrán te lo puede resolver

Compiladora: Margarita Jiménez Arreola

Primera edición: 2009

Primera reimpresión: 2014

D. R. © 2009

Instituto Politécnico Nacional

Luis Enrique Erro s/n

Unidad Profesional Adolfo López Mateos

Zacatenco, Deleg. Gustavo A. Madero

CP 07738, México, DF

Dirección de Publicaciones

Tresguerras 27, Centro Histórico

Deleg. Cuauhtémoc

CP 06040, México, DF

ISBN 978-607-414-069-9

Impreso en México / Printed in Mexico

http://www.publicaciones.ipn.mx

…Que no hay refrán que no sea verdadero, porque todos son sentencias sacadas de la misma experiencia, madre de las ciencias todas…

Don Quijote a Sancho, Cap. XXI

Gracias a mis hijas, a mi esposo, a mi mamá,

a mi familia y a mis grandes amigos

por su ayuda y cariño.

Mi agradecimiento a la familia Jiménez

González, por su apoyo, consejos

y por su maravillosa amistad.

Y gracias a todas las personas

que con sus valiosas aportaciones

contribuyeron para enriquecer

este modesto trabajo.

Contenido

Prólogo

Introducción

A falta de pan, buenas son tortas

Brillar por su ausencia

Cargar con el muerto

Dorar la píldora

Entrar con el pie derecho

Favor con favor se paga

Gajes del oficio

Hacerse agua la boca

Ir de punta en blanco

Juventud, divino tesoro

Las paredes oyen

Llévate un buen consejo y serás sabio cuando viejo

Meterse en camisa de once varas

No dejar títere con cabeza

Otro gallo cantaría

Poner las manos en el fuego

¿Quién te ha visto y quién te ve?

Rasgarse las vestiduras

Saber dónde le aprieta el zapato

Tanto quiere el diablo a su hijo, hasta que le saca un ojo

Una de cal y una de arena hacen la mezcla buena

Vender gato por liebre

Yo me lavo las manos

Zapatero a tus zapatos

Bibliografía

Prólogo

Además de ser fuente de derecho, el referente mas importante de los refranes es sin duda Miguel de Cervantes Saavedra, quien en la boca de Sancho Panza pone sabiduría a través de dichos, proverbios, adagios y sentencias, los cuales menciona como llenos de verdad, portadores de verdad. Y a pesar de que se mencionan los refranes en La celestina como sentencias propias de honorables ancianos y reverendas mujeres, y el Marqués de Santillana los atribuye a las ancianas llamándoles ensiemplos de la vieja, es sin duda Cervantes quien al heredarnos la magnificencia de la más majestuosa obra de la lengua española, incluye un apartado especial para enriquecer el idioma y la vida con los refranes que ahí se ilustran.

¿Cuánta sabiduría pueden encerrar un dicho o un refrán? Esta incógnita la pude ir desdibujando a partir de la lectura de este maravilloso texto, de cada frase, de cada recuerdo, de cada página pletórica de eso que le da sabor a nuestra vida y a nuestra identidad mexicana: la sabiduría popular. Algo que la autora nos ofrece como si fuera la misma mexicaneidad, una fiesta de luz, color, alegría, sabor, recuerdos, nostalgia, pasado y a la vez, como diría Elena Garro, de Recuerdos del porvenir.

Como decía la abuela: cuando no sepas qué hacer, un refrán te lo puede resolver es el fruto de estudio y esfuerzo por parte de su autora para investigar, no sólo en lo escrito, sino en lo hablado, los dichos y refranes que serían los ideales para integrar este interesante libro.

Margarita Jiménez Arreola registra los refranes, los define y los refiere con sus múltiples acepciones. A pesar de que muchos de ellos provienen de otros países, el encanto y la fuerza del uso y la costumbre los ha podido mexicanizar, estilo que acompaña cada página de esta singular obra.

La intención de Jiménez Arreola no se queda solamente en la investigación literaria y de campo: es un esfuerzo por salvar nuestras tradiciones y costumbres; es una intención constante de rescatar lo que a veces el tiempo, las modas y las nuevas conductas condenan a muerte, una muerte lenta, pero al fin muerte, y que de no ser por esfuerzos como este, perderíamos en la intangibilidad del olvido y el desuso.

Para la autora hay una intención muy clara y que se percibe línea a línea: recuperar el pasado. Por ello, los sentimientos se reflejan y en cada página vamos encontrando un testimonio vivo de un tiempo pasado, lo que hace de este volumen un acto de recuento, una mirada atrás, una toma de conciencia, un puente entre los ancestros y nosotros, entre la abuela y usted, distinguido lector.

El presente texto no es únicamente un refranero con el cual el pueblo refleja sus intereses y experiencias, mismas que ha traducido en pequeñas gotas de saber; más bien es un cúmulo de expresiones que se han forjado de boca en boca, de generación en generación y que son un faro visible que nos guía a puerto seguro.

Así podemos ir página a página, leyendo y releyendo cada dicho, aplicando en nuestro andar diario la enseñanza que cada uno de ellos guarda y, al final, disfrutar la oportunidad de compartir, tal como lo hizo conmigo mi madre y ella con mi abuela, y ella con su madre, y así un sinfín de veces desde los orígenes, lo que incluso ha variado el idioma o las expresiones de alguna frase que aquí leemos, pero que en esencia sigue conservando la misma intención, la misma lección infinita, tan infinita como lo es la vida misma y la tendencia humana de repetir los errores y los aciertos.

No imagino mi vida sin los refranes. Este libro es un catálogo de sabiduría donde la autora nos ha permitido reencontrarnos con lo que somos, abrir un espacio que para muchos se ha cerrado y que al paso de lo años se nos va revelando como verdades comprobadas y más aún vividas.

La autora propone que parte del encanto actual que tienen los refranes y proverbios radica en el sentimiento de nostalgia. Aclaro, si hay un