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Perú: desarrollo, naturaleza y urgencias: Una mirada desde la economía y el desarrollo humano
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Libro electrónico295 páginas4 horas

Perú: desarrollo, naturaleza y urgencias: Una mirada desde la economía y el desarrollo humano

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Perú: desarrollo, naturaleza y urgencias se divide en dos partes. La primera estudia los fenómenos geológicos, atmosféricos e hidrológicos de la naturaleza, y su observación permanente y mejorada por parte de las poblaciones humanas, con el objetivo de aproximar al lector a la idea fundamental del desarrollo; esto es, la creación de condiciones, instituciones e infraestructura que permitan resolver problemas reales con carácter definitivo o generador de dinámicas favorables. La segunda parte revisa el aporte de las disciplinas que conceptualizan y elaboran políticas para promover el desarrollo, como la teoría económica, y sostiene que, aunque estas abren nuevas posibilidades, aún presentan serias dificultades teóricas y empíricas.
IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento23 nov 2023
ISBN9786123179076
Perú: desarrollo, naturaleza y urgencias: Una mirada desde la economía y el desarrollo humano

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    Perú - Máximo Vega-Centeno

    Portada.jpg

    Máximo Vega-Centeno es doctor en Economía por la Universidad Católica de Lovaina, magíster en Urbanismo y Acondicionamiento del Territorio por la misma universidad e ingeniero civil por la Universidad Nacional de Ingeniería. Vinculado desde 1964 con la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP), actualmente dicta el curso Deontología, Ética y Economía y el de Ética del Arquitecto, como profesor emérito. Ha ejercido la docencia en las áreas de econometría, teoría del crecimiento, teoría del desarrollo y, más recientemente, ética en economía y arquitectura. Ha incursionado también en las condiciones y efectos de fenómenos naturales como sismos, inundaciones o sequías; pero su preocupación mayor y permanente ha sido el desarrollo, cuya comprensión y logros han orientado sus diversos trabajos. Ha sido jefe del departamento de Economía de la PUCP y decano de la Facultad de Ciencias Sociales y de la Escuela de Posgrado, en diversos periodos. Asimismo, ha sido un activo participante en la Asamblea Universitaria, de la que formó parte como representante de los profesores principales durante quince años.

    Entre sus publicaciones destacan los libros Ética y deontología. La universidad, la ética profesional y el desarrollo (2017); Del desarrollo esquivo al desarrollo sostenible. Ensayos sobre la innovación, el desarrollo, el crecimiento y la sostenibilidad (2015); Ética personal y profesional: la economía y los economistas (2007); El desarrollo esquivo. Intentos y logros parciales de transformación económica y tecnológica en el Perú (1970-2000) (2003) y Desarrollo económico y desarrollo tecnológico (1993).

    Máximo Vega-Centeno

    Perú: desarrollo, naturaleza y urgencias

    Una mirada desde la economía y el desarrollo humano

    Perú: desarrollo, naturaleza y urgencias

    Una mirada desde la economía y el desarrollo humano

    © Máximo Vega-Centeno, 2023

    © Pontificia Universidad Católica del Perú, Fondo Editorial, 2023

    Av. Universitaria 1801, Lima 32, Perú

    feditor@pucp.edu.pe

    www.fondoeditorial.pucp.edu.pe

    Diseño, diagramación, corrección de estilo y cuidado de la edición: Fondo Editorial PUCP

    Primera edición digital: noviembre de 2023

    Prohibida la reproducción de este libro por cualquier medio, total o parcialmente, sin permiso expreso de los editores.

    Hecho el Depósito Legal en la Biblioteca Nacional del Perú Nº 2023-10594

    e-ISBN: 978-612-317-907-6

    Índice

    Introducción

    Primera parte

    .

    Ocupación y uso de la naturaleza. Beneficios, riesgos y vulnerabilidad de los establecimientos humanos

    Capítulo 1. Características del territorio del Perú y de su poblamiento

    1.1. Características del territorio en el Perú

    1.2. La población y la ocupación del territorio

    Capítulo 2. Los fenómenos naturales, las amenazas y los riesgos

    2.1. Las amenazas y los riesgos de origen atmosférico e hidrológico

    2.2. Los fenómenos de origen geológico

    2.3. Los fenómenos de origen antrópico

    2.4. Los fenómenos de origen biológico y sanitario

    Capítulo 3. La vulnerabilidad, las comunidades humanas y la institucionalidad

    Capítulo 4. La emergencia, la reconstrucción y el desarrollo

    4.1. La aspiración y los requerimientos del desarrollo

    4.2. Algunos aspectos concretos e inmediatos de la dinámica del desarrollo y las opciones de reconstrucción

    4.3. Algunos problemas propios y desafíos de la reconstrucción

    Segunda parte

    .

    El desarrollo. Una revisión de enfoques, conceptos y finalidades

    Capítulo 5. La sostenibilidad y el desarrollo humano

    Capítulo 6. El desarrollo humano y el enfoque de las capacidades

    Conclusión

    Anexo. El análisis de condicionamientos, hechos o decisiones y consecuencias en el enfoque de Leonard Savage

    Referencias

    Introducción

    En oportunidades anteriores, en artículos de revistas y en libros, he mostrado mi interés por los temas referentes al desarrollo entendido como el estado y perspectivas de vida de la población humana. Asimismo, tanto de los alcances del concepto como de los logros y fracasos en su búsqueda y, sobre todo, las consecuencias para las poblaciones, es decir, para grupos humanos concretos. Mi interés continúa y se amplía en lo académico, social y humano, por consiguiente, a revisar las novedades o avances que resultan de la contribución de diferentes experiencias académicas y profesionales en los diferentes campos que abarca el desarrollo, tal como lo iremos explicitando a lo largo del texto. La preocupación permanente y de fondo en nuestro trabajo y reflexión académica, es por la vida y las condiciones de vida de las comunidades humanas ubicadas en algún lugar del planeta y también en momentos históricos identificables o diferenciables, con referencia específica y por ser lo más inmediato a nuestro país, el Perú.

    Desde las primeras referencias que se tiene noticia, pasando por las más recientes, los problemas concretamente aluden a carencias e insatisfacción que tienen que ver con requerimientos de la vida humana, desde las más elementales hasta las más refinadas, así como con intensidades o urgencias variadas, como ilustra la conocida pirámide de Abraham Maslow (1991). Las más urgentes están en la base y de manera decreciente se ubican las que no tienen ese carácter y pueden ser relativa o temporalmente prescindibles. Los humanos tienen que alimentarse y defenderse de la intemperie, por ejemplo, pero para satisfacer esas necesidades es necesario considerar las posibilidades de que las personas obtengan bienes y servicios, y para procurarlos, en una economía de mercado, eso significa tener ingresos. Por otro lado, para que existan los bienes capaces de ser utilizados para satisfacer necesidades, debe existir previamente organización y medios para la producción (capital y capacidad técnica), de acuerdo con la forma y los principios de la sociedad que se trate. Ahora bien, en esta apretada e incompleta síntesis solo se trata de mostrar la complejidad de los temas que involucra el desarrollo: la frecuencia y facilidad con que se pueden formular diagnósticos y proponer soluciones y, muchas veces, la insatisfacción con los resultados que se obtienen. El desarrollo no es un evento que ocurre aisladamente, aunque hay hechos cuyas consecuencias pueden ser duraderas, pero no indefinidamente. Por eso, tenemos que asumir una afirmación bastante generalizada a estas alturas; es, más bien, un proceso que resulta de esfuerzos y capacidades humanas para su concepción y está sujeto al ejercicio de libertades humanas, en lo que toca a la habilitación de medios, y a su destino o empleo.

    Por otra parte, el proceso de desarrollo siempre es usuario de la naturaleza y, por eso mismo, también es pasible de sufrir las consecuencias de fenómenos naturales y del propio comportamiento de las colectividades humanas. Estas alteran, en el corto y sobre todo en el largo plazo, los ritmos y la dinámica de la naturaleza y son, por lo tanto, condicionantes y hasta impedimentos más que fuente inagotable de recursos o seguridad de que toda iniciativa o esfuerzo pueda ser coronado con el mejor éxito y contribuya a superar las condiciones de vida de las poblaciones.

    Por todas estas razones, en una primera parte, presentaremos las condiciones o dificultades e incluso los impedimentos de afrontar proyectos interesantes o aparentemente prometedores, examinaremos los riesgos de encontrar impedimentos o de sufrir daños o destrucción en etapas de algunos por dificultades de algunos proyectos y, por tanto, el problema de las previsiones que se deben o se pueden tomar. En la siguiente, veremos la situación de vulnerabilidad de las poblaciones y sus correlatos. En un siguiente capítulo, consideraremos las exigencias y el carácter de los esfuerzos en casos de daño, destrucción o interrupción de proyectos en marcha. Dentro del esquema de análisis que adoptamos y que presentamos en detalle al final y como anexo, el del profesor Leonard Savage (1954) corresponde a una visión inicial o bien a las hipótesis que se pueden formular sobre las condiciones y dinamismo de la naturaleza, que no son infinitas ni fácilmente accesibles o seguras para cualquier uso o circunstancia. Esto, por su parte, cuestiona la común idea de abundancia y accesibilidad de todos los recursos naturales, en nuestro país. La variedad ciertamente es real, pero no necesariamente la abundancia ni accesibilidad fácil o inmediata. Un posterior capítulo discute los problemas de esta visión optimista, con el apoyo de la información acumulada y recogida en curso de los propios trabajos exploratorios que debimos realizar y también conjuntamente con nuestra necesaria apertura a la abundante, aunque difícil de procesar, literatura técnica de las ciencias de la tierra, cuando no se ha adquirido una formación específica y sobre sus contenido, métodos y sus conexiones con el mundo de las ciencias sociales y específicamente la Economía.

    En una segunda parte, de corte más académico pero inspirada en referencias empíricas y en nuestras propias observaciones, discutiremos los recientes esfuerzos para superar las limitaciones que se encuentran en no pocos trabajos consagrados a temas del desarrollo, la mayor parte circunscritas a algún problema o proyecto importante. Mayormente se trata de enfoques valiosos pero parciales, y por eso limitados, entre los que destacan los que abordan los problemas económicos que, siendo esenciales, en opinión muy influyente de Amartya Sen, no agotan requerimientos que juzgamos fundamentales como son la posibilidad de alcanzar una vida plena y satisfactoria. Por esa razón, nos detendremos algo más en dos cuestiones que son, a nuestro juicio, esenciales: la sostenibilidad o la continuidad razonable del esfuerzo que suponen y el carácter humano y libre del desarrollo en función de que todos, en principio, puedan alcanzar una real plenitud humana.

    Como anexo presentaremos el esquema de análisis que adoptamos, esto es el que propone Leonard Savage y que toma en cuenta las decisiones humanas con la información probabilística que es la única que pueden disponer las personas que deben tomar o proponer soluciones o proyectos sobre fenómenos que pueden ocurrir en el futuro y sobre las consecuencias, positivas y negativas, que pueden generar. Esperamos que la presentación más completa del enfoque de Savage pueda ser de mayor utilidad para técnicos y para dirigentes o líderes.

    * * *

    El presente trabajo se apoya básicamente en mi experiencia personal y universitaria como integrante del Departamento de Economía de la Pontificia Universidad Católica del Perú. Por tanto, de los intercambios que he podido tener con colegas y con estudiantes a lo largo de cincuenta años, en el marco de investigaciones parciales o sobre cuestiones específicas; así como en las visitas, inspecciones y consultorías que he podido realizar a zonas afectadas en alguna forma por fenómenos de la naturaleza. Los lectores evaluarán el resultado que, personalmente, ha sido muy enriquecedor.

    Mi formación básica es la de Ingeniería Civil, en la Universidad de Ingeniería en Lima, complementada por tres años de experiencia como miembro del equipo técnico de la Oficina Nacional de Planeamiento y Urbanismo, y los estudios de Economía en la Universidad Católica de Lovaina, en Bélgica. La primera me formó en el campo de la Física Aplicada y la segunda en el campo de las Ciencias Sociales, concretamente de la Economía y su vínculo con el desarrollo que comenzaba a imponerse como expresión de lo esencial de las preocupaciones sociales y humanas en el mundo. Igualmente, planteaba la extensión mayor de los campos que un proyecto de desarrollo suele considerar e incorporar otros, como se puede comprobar en el trabajo pionero y sustancial de Adam Smith, que data de 1776: Una investigación sobre la naturaleza y causas de la riqueza de las naciones, trabajo que asume el carácter global del fenómeno y la voluntad humana o social de realizarlo y más aún la complejidad y ciertos riesgos. Esta visión ha planteado, más adelante, la necesidad de un progreso significativo de lo que ahora percibimos como fundamentales, es decir, la multiplicidad necesaria de diferentes aportes y que solo puede disponerse en la medida en que ciencias técnicas evolucionen y ofrezcan información y medios de acción.

    La preparación del texto que ahora presento ha recibido aportes que es justo mencionar como expresión de mi reconocimiento. En primer lugar, la acogida y apoyo permanente de mi Departamento, ya que al ser un jubilado desaparecen no pocas obligaciones institucionales que debe cumplir el conjunto de profesores de una especialidad y también la renuncia que implica el cambio de situación administrativa. Sin embargo, los respectivos jefes de los Departamentos con los que estaba vinculado, José Rodríguez, y Janina León, en Economía, así como Paulo Dam, en Arquitectura y Urbanismo, han brindado facilidades y apoyo en todo momento, desde la propuesta y la elección del tema. En curso de elaboración del texto que presento ahora he recibido críticas y sugerencias sumamente valiosas de mis lectores, para comenzar mis hijos Pablo, sociólogo y urbanista, y Rafael, arqueólogo, ambos profesores en la PUCP, que han revisado la mayor parte del texto y más allá de sus observaciones profesionales, me han mostrado las posibles reacciones de lo que pueden ser las de otros lectores. Marta Vilela, arquitecta y urbanista del Departamento de Arquitectura y Paola Moschella, geógrafa del Departamento de Humanidades, esta última destacada en el CIAC (Centro de Investigaciones de la Arquitectura y la Ciudad), han comentado y propuesto ideas sumamente valiosas en los temas de su competencia. Paola y sobre todo Marta me han ayudado en la elaboración de gráficos, indispensables para una mejor comprensión de algunas cuestiones. Por último, mi nieto Matías, sociólogo, me ha ayudado con eficiencia, agudeza y buen humor en la recolección y elaboración de información demográfica y hoy ya graduado como sociólogo y con sus calidades técnicas e ingenio en cuestiones computacionales ha sido una ayuda esencial para la preparación de este texto. Por último, last but not least, debo mencionar el aporte de mi nieta Sara Vega-Centeno Aldave, graduada de la Facultad de Letras y Ciencias Humanas de la PUCP, con mención en Literatura que muy profesionalmente, con rigor e interés personal, ayudó a cubrir la ausencia de los apoyos que a veces se hacían difíciles en período de pandemia, para la presentación actual del texto.

    Al pedir estos apoyos esperaba cubrir las lagunas de mi conocimientos e información sobre algunos temas y mi limitado dominio de la amplia literatura existente, pese al valor de la excelente biblioteca de la Universidad y su capacidad de servicio. Si no lo he logrado, se debe exclusivamente a mis limitaciones y a las que impone el confinamiento debido a la pandemia de 2020 a 2022. A pesar de todo eso, espero que el tratamiento de conjunto que he intentado realizar pueda ser útil para quienes como actores o como generadores de opinión deben correr los riesgos de proponer ideas y orientaciones en la indispensable y delicada tarea de formar opinión para el desarrollo. Debo recordar que lo esencial del presente trabajo fue elaborado durante el año académico de 2019 y que en lo sucesivo debimos afrontar el cierre del campus universitario y no pudimos contar con algunos servicios y apoyos como los del Fondo Editorial y los Centros de Documentación anexos que nos obligaron a una forzosa interrupción del trabajo. Es cierto que, pasado algún tiempo, he podido dedicarme a una calmada revisión del texto y la inclusión de alguna información adicional e incluso consideraciones útiles y actualizaciones.

    Me he extendido algo más en las cuestiones referentes a la economía en el desarrollo, pese a advertir que, en mi opinión, no es correcto sobredimensionar su importancia hasta caer en el justamente resistido economicismo. Justamente es necesario situar mejor su importancia porque, a diferencia de lo que ocurre con otras disciplinas, desde el comienzo de las preocupaciones específicas por el desarrollo, se busca responder a cuestiones nuevas y muy concretas, y también, a falta de instrumentos teóricos adecuados, se llegó a construir algo así como una subdisciplina económica más adaptada al análisis de los problemas que se debía confrontar. Esto era correcto, pero esto no ha dado un resultado como el deseado, por lo que se puede observar que, tanto en la economía del desarrollo, como en la economía en general, sobre todo en lo que toca a la del crecimiento, se vive una etapa de revisión con nuevos aportes, de forma que parece iniciarse una saludable convergencia y, tal vez una sana integración. Cierta y afortunadamente a nadie se le ocurrió, al comienzo de los trabajos sobre el desarrollo y el subdesarrollo, pensar en la propuesta con ideas e instrumentos propios de, por ejemplo, una «sismología del desarrollo», a pesar de los graves problemas sismológicos, de mantenimiento, conservación, reparación y hasta de evacuación de poblaciones, todos planteando problemas no solo económicos, tanto en países subdesarrollados como desarrollados y de las deficiencias de conocimiento y de interés por ampliarlo y aplicarlo a la prevención, hasta donde es posible, de los efectos de destrucción, así como de las complejas y costosas tareas de reconstrucción, una vez producido un fenómeno adverso. Se trata de afrontar tareas complejas con equipos o con especialistas con formación adecuada y competencias probadas como para contribuir a la comprensión y el eventual tratamiento de los fenómenos que se trate, las precauciones que aconseja y la orientación de lo que puede ser la recuperación. Lo importante era y es comprometer lo mejor de las posibilidades humanas, para ganar eficiencia en una materia y responder a la urgencia de medios de acción que se requieren.

    Ahora bien, si las posibilidades de encontrar personas, con competencias en nivel avanzado, es real en mundo de hoy, la posibilidad de obtener algunas que aseguren liderazgo o asuman la dirección de esfuerzos que exigen amplitud y apertura a diferentes disciplinas simultánea o conjuntamente, es mucho menor o nula. En el caso de nuestro país esto se puso en evidencia por el impacto y destrucción con el sismo y aluviones ocurrido durante los años setentas, luego del terremoto en el centro y norte del Perú. En ese período pudimos tener diversos y enriquecedores encuentros del director de Ceresis (Centro Regional de Sismología para América del Sur), el ingeniero Alberto Giesecke con el autor de este trabajo, al comprobar lo concreto de la destrucción de todo tipo propósito de la realidad y de las consecuencias del sismo y sus efectos perturbadores de la vida social, como la destrucción y agudización de problemas de todo tipo, y por eso estuvieron de acuerdo en que era necesario ampliar los estudios e integrarlos con una visión que asumiera tanto los asuntos propiamente geofísicos con los sociales y económicos. Pero esta vez, el problema que parecía insalvable fue rotundo, es decir que ni en el área del Ceresis, ni en otras partes, se encontraban las personas capaces y dispuestas a emprender el trabajo, aún en un nivel exploratorio.

    El muy dinámico director del Ceresis, en su intensa participación en reuniones internacionales, sus contactos y prestigio, luego de diez años en que pudo escuchar los mejores comentarios a la idea que se trataba de investigar, recibió también finalmente, el sentimiento de que en ese momento no podían ofrecer ayuda alguna. Así, a los diez años, a su retorno a Lima, con gran satisfacción me llamó para contarme que gracias a alguno de sus contactos había podido obtener una pequeña ayuda para realizar tres o cuatro estudios de caso, en otros tantos países del área andina en que habían ocurrido sismos importantes en fechas bastante próximas, en Caracas (julio de 1967), Perú (mayo de 1970) y Caucete, en San Juan, Argentina (noviembre de 1977) sismo en que no se registraron daños en edificios o instalaciones urbanas, pero sí en el sistema de canales de regadío, ya que es una zona de intensa actividad vinícola, y el terremoto del centro y norte del Perú en mayo de 1970. Su llamada en lo fundamental me proponía encargarme del estudio de este último, es decir, sobre el terremoto de 1970 en el norte del Perú. Por mi parte, transcurridos diez años de haber estado en las conversaciones que he mencionado antes, era real mi cambio de condiciones en asumir lo que se me proponía era más complejo que al comienzo y le comuniqué a Alberto, que, en ese momento, con nuevas responsabilidades en la Universidad, me sería imposible asumir, por lo menos en lo inmediato, su propuesta y obtuve como respuesta un verdadero reto, es decir «si tú no lo asumes, entonces yo devuelvo la subvención y quedamos en nada». Supongo que en forma parecida se comprometió a quienes asumieron los estudios en los otros países. Partimos con muchas deficiencias y desorientación, propios del debutante, pero conscientes de la importancia de las cuestiones en juego y las vidas humanas que resultan amenazadas y justifican la audacia y donde domina el pánico. Es necesaria gente competente y con experiencia pero, curiosamente, luego de las experiencias relatadas de inexistencia para conformar ese tipo de cuadros, digamos que cerca de 40 años después de nuestras conversaciones, la situación no ha cambiado sea porque el tema no atrae a que los nuevos candidatos realicen una especialización como la que sugerimos y las renuncias que supone con respecto a disciplinas con mayor experiencia y disposición de instrumentos de análisis y fuentes de información propias. Un economista puede afrontar un estudio de problemas muy complejos, con tradición y referencias orientadoras accesibles (revistas, estadísticas, etc.), pero estrictamente si es que no exclusivamente económicas. En el caso que nos ocupa es necesario reelaborar la información existente, crear indicadores adecuados y redefinir los criterios de eficiencia requeridos. Se trata pues de exigencias importantes y a veces, el ingreso en terrenos escabrosos de otras disciplinas que explican en no pocos casos el poco interés o las nuevas y complejas tareas que supone pueden ser una razonable explicación, pero el problema existe. Puedo mencionar el caso de quien fuera mi asistente María A. Remenyi cuyo desempeño en curso del primer estudio, sobre el terremoto de 1970, fue simplemente excelente pero que concluido el trabajo y realizado su posgrado, se ha desvinculado totalmente del tema. Es cierto que emigró a los temas de la economía y la salud, con los cuales encuentro alguna semejanza en lo que toca a información y a objetivos, pero la ausencia de interés por el tema es todavía real y notoria.

    Una cuestión positiva ha sido el progreso en diferentes direcciones y ya se pueden reivindicar algunos logros. Un desafío pendiente es el integrar en el análisis y en la política a la población no solo como masa y eventual beneficiaria, sino como personas y agentes del proyecto, como entendemos la propuesta de Amartya Sen y en un capítulo final, sobre el desarrollo humano y las capacidades.

    Primera parte

    .

    Ocupación y uso de la naturaleza. Beneficios, riesgos y vulnerabilidad de los establecimientos humanos

    Capítulo 1

    .

    Características del territorio del Perú y de su poblamiento

    Si bien es poco usual mencionar en el título varios conceptos (que se convierten en temas a tratar) en este trabajo resultó inevitable y nos lleva a producir, en el curso del documento que iniciamos, un examen relativamente completo de lo que es la preocupación fundamental de nuestro trabajo. No se trata de una preocupación exclusiva de especialistas en alguna materia y por tanto limitada o incompleta para unos, y que es suficiente y está al alcance de otros, sino de una invitación al esfuerzo de colaboración y tal vez confrontación de diversos puntos de vista que están concernidos y que afectan a una población. Esta es la búsqueda del

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