Uno de los problemas a los que nos enfrentamos de manera más frecuente todos los que nos dedicamos al espacio público es el de la GESTIÓN. Parece que al momento de planear, diseñar y construir nos hace falta contar con un proceso mucho más transversal y holístico. No se diga al momento de administrar y operar. 
Hoy vamos a cubrir un tema que no solo es recurrente como una necesidad, sino que se conoce poco en nuestra región. Los Modelos de Gestión para la administración y operación de espacios públicos son relativamente nuevos en América Latina pero poco a poco van ganando terreno en la co-administración de los parques urbanos como una medida de apoyo a los gobiernos locales y estatales, pero sobre todo como una respuesta a la pregunta más importante del proceso: ¿Cómo garantizamos el legado de todo lo que planeamos, diseñamos y construimos?… es decir, ¿cómo vamos a mantener y operar nuestros espacios en el largo plazo?
 Antecedentes
Cuando hemos tenido la oportunidad de hablar de temas de finanzas en este espacio -que han sido muchos los episodios donde lo hemos hecho, siempre mencionamos el tema de las responsabilidades. Cada uno en su rol tienen una responsabilidad sobre la gestión de los espacios, o por lo menos debería tenerla. El hecho es que no se sabe qué se tiene o no se sabe cómo hacerle frente.
Continuamente platico con autoridades de muchas ciudades de América Latina y la constante es la oportunidad del diseño y la construcción. La utilización del recurso público para poder crear infraestructuras e instalaciones que satisfagan las necesidades de las comunidades y sus oportunidades de recreación. Hasta aquí creo que lo hacemos bien. 
El problema viene un poco después cuando el espacio se inaugura, se corta el listón y comienza la pesadilla. No he encontrado aún una municipalidad en la que estén ansiosos por recibir más tierra, por parte de las desarrolladoras de vivienda, para equipamiento urbano - específicamente para parques - y que se sientan muy felices de hacerlo. A final de cuentas les va a costar.
La fórmula para poder arreglar el problema viene o puede venir a partir de las siguientes acciones:
El qué.
1. Definir a profundidad el inventario de nuestros espacios. Qué tenemos, donde están, cómo llegamos a ellos y dentro de ellos qué hay o qué debería de haber.
El cómo.
2. Alinear los servicios municipales que tienen relación con los parques en una coordinación, dirección o agencia. Que podamos tener un capitán que dirija los esfuerzos.
El cuánto.
3. Saber cuánto tenemos para invertir y cómo podemos aumentar esas inversiones con el paso del tiempo.
Estas tres acciones deben de ser apoyadas por la columna vertebral de un sistema, y esto es, el talento humano. Aquí hay dos componentes importantísimos… contar con el personal calificado y permitirles construir una historia de vida y carrera en la industria - esto significa: continuidad- para que, con esto, podamos sostener el talento y no lo cambiemos cada que un ciclo político sucede. Ojo, esto tiene que estar soportado por la capacitación continua, es decir, la educación.
La ANPR ha emprendido esfuerzos importantes en toda nuestra región para poder brindar herramientas que nos permitan llevar a cabo los pasos antes mencionados; pero hay que decirlo claramente, esto va a tomar muchos años. 
Mientras esto sucede y como complemento fundamental a esta ecuación social, la sociedad civil organizada tiene que ayudar a los gobiernos. Vuelvo a mencionar que la responsabilidad es compartida, siempre tiene que ser del gobierno, pero también los ciudadanos nos debemos de involucrar. Debemos de participar… debemos de ayudar a gestionar los espacios, porque son nuestros y porque ya agotamos el modelo. Nos hemos dado cuenta de que no funciona y que tenemos que arreglarlo. Parte de la solución está en nuestra participación.
Modelos de Gestión
Como este episodio se...