Lo que habita en nosotros

Por Deyanira Morales Tamayo

En "Lo que habita en nosotros", el autor nos invita a un viaje fascinante hacia las profundidades de la condición humana. En una exploración que abarca desde la evolución hasta la neurociencia, este libro revela la complejidad del ser humano y cómo nuestro cerebro, esa materia asombrosa, ha dado forma a nuestra comprensión del mundo.

Nos sumergimos en la paradoja de ser tanto criaturas de carne y hueso como portadores de un órgano tan complejo como el cerebro. ¿Cómo es que, a pesar de nuestras limitaciones evolutivas, hemos alcanzado logros asombrosos en ciencia y tecnología? ¿Cómo es que creamos realidades y patrones de pensamiento que a menudo nos engañan pero que, al mismo tiempo, nos permiten entender y dar sentido al mundo?

Este libro desafía nuestra percepción del conocimiento, la realidad y la mente humana. Desde la intuición hasta los sesgos cognitivos, explora cómo nuestro cerebro trabaja incansablemente para descifrar el enigma de la existencia. Descubre cómo la ciencia y la filosofía se unen para arrojar luz sobre las incógnitas de nuestra especie y cómo, a pesar de nuestras limitaciones, siempre buscamos comprender lo que habita en nuestro interior.

"Lo que habita en nosotros" es un viaje enriquecedor hacia lo desconocido, una búsqueda de la verdad en medio de la complejidad de la mente humana. ¿Estás listo para embarcarte en este fascinante viaje y descubrir qué habita en ti?

• Idioma: Español
• Editorial: Appie Ebook & Ecommerce
• Fecha de lanzamiento: 2 nov 2023
• ISBN: 9798223425731

Vista previa del libro

La complejidad del ser humano.

Sabemos de sobra que para hablar del ser humano no es cosa sencilla, aunque así lo parezca. Es más, ni todas las imprentas del mundo, ni todo el mundo literario en general, han hecho describir de manera exacta que es y quien es el ser humano. Aquí solo hablaremos tan solo un poco al respecto. Primero, todo lo que definen al ser humano está atrapado en una masa gelatinosa con la consistencia parecida a la de un flan, que pesa ente 1,200 y 1,400 gramos. Responsable de la creación de cosas eminentes como el amor, la música, la pintura o la poesía. Con millones y millones de conexiones de neuronas. El cerebro, es el producto maravilloso de la naturaleza que hace que seamos como somos: somos sociales, amamos estar en grupo, nos apasiona abrazarnos, nos besamos, nos juntamos unos con otros en espacios reducidos ya sea para compartir una buena anécdota, para vivir, escuchar una sinfonía o para ver jugar a Messi, castigamos a los malos con el aislamiento, la cárcel, el exilio. Somos hábiles fabricantes de herramientas, hemos puesto naves fuera del sistema solar y hemos inventado las hachas, las vacunas e internet. Somos divertidos: nos encantan las bromas, reír, los chistes, los juegos. También somos sexuales: estamos dispuestos hacer el amor, pero tenemos pudor y nos escondemos para realizar el acto sexual donde no puedan vernos. Nos vuelve un poco locos o tal vez mucho la belleza, nos encanta el arte, la decoración. Somos imaginativos: imaginamos todo el tiempo, con mucha frecuencia, pensamos escenarios posibles, anticipando futuros, pensando como reaccionaríamos si sucediera esto o lo otro. Soñamos despiertos, futuros improbables. También, somos muy buenos profesores: educamos a los más pequeños durante años, les transmitimos usos y costumbres, conocimientos, les enseñamos nuestros valores. También somos habladores, parlanchines. No callamos, nos encanta preguntar "¿Por qué?, incluso hablamos con nosotros mismos, nos encanta, nos fascina contar y contarnos historias. Ponemos ideas en el mundo junto con las de los demás. Somos curiosos, queremos saber todo, todo el tiempo, cómo funcionan las cosas, queremos saber que hay detrás de aquella montaña en el horizonte. Disfrutamos la música, nos genera placer y bienestar bailar y cantar.

Nuestras neuronas nos llevan a descubrir bacterias y virus, mismas que construyen cuentos de hadas. Todo eso y más, en una limitada masa gelatinosa que crea mundos, sueños y realidades. Activada por circuitos neuronales que solo hacen algo muy sencillo: generar y transportar pequeñas corrientes eléctricas, que en menos de un milisegundo, puede estar codificada tu personalidad, tus recuerdos de la infancia, tus proyectos, tus deseos.

Es muy curioso lo que hace este órgano, nos parece un derroche absoluto, fabricar un millón de conexiones por segundo y luego dejar la microglia acabe con aquellas que sean poco activas. Generan miles de millones de neuronas para luego ordenar que la mayoría se destruyan por apoptosis. ¹ Todo esto es energéticamente caro. El cerebro nos habla de muchas cosas: el olor de los perfumes, nos cuenta historias raras y muchas veces inexistentes pero lo único que ha recibido son pequeñas descargas eléctricas. Un milímetro cubico de la corteza podría guardar todas las películas hechas en la historia del cine y la música.

Aunque con mucha probabilidad no te conozca e ignore los detalles de tu vida, tus intereses y tus miedos, tengo, sin embargo, una certeza absoluta de que eres un individuo que posee un cerebro muy desarrollado, pues eres de la especie Homo Sapiens. Por la simple razón de que aún no se sabe de ninguna otra criatura en el universo que posea tal extraordinaria habilidad de la que estás haciendo uso ahora mismo para leer, comprender y analizar o escuchar un texto. Posees una habilidad única entre todas las especies. Perteneces a una especie hipersocial que está formada hoy en la actualidad por casi 8,000 millones de individuos y, con todo, eres una persona única e irrepetible. Puede parecer obvio pero muchos individuos, no se ponen a pensar en estas cosas.

Somos exploradores e innovadores por naturaleza, nos inventamos trabajo y luego entre todos decidimos cual es el más digno, cual vale más, cual merece tener mejor remuneración. Inventamos las cosas que después nos terminan fastidiando, le adjudicamos valor para que después no podamos vivir sin ellas. Somos una especia extremadamente ambiciosa, tenemos más dopamina que cualquier especie. Para la dopamina lo importante es conseguir algo, lo que nos hace siempre buscar nuevos estímulos. Es una bendición y una maldición a la vez. Es muy responsable de nuestros deseos y nuestras adicciones, pero también de nuestro progreso, y de nuestra motivación, ¿Por qué nos obsesionamos con algo que deseamos y cuando lo conseguimos nos aburrimos?, ¿Por qué nunca estamos del todo satisfechos con nuestras situaciones actuales? ¿Por qué somos tan susceptibles a las adicciones que solo nos pueden perjudicar la existencia? La respuesta reside en una sustancia química del cerebro. Adivinaste, la dopamina². Pero no pasa nada, tan solo ocupa el 0,0005% de nuestras células, es decir, el 99,999% de células no segregan dopamina.

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1 Este es un método que el cuerpo usa para deshacerse de células innecesarias o anormales.

2 Conocida como la hormona del placer y de la ambición que constituyen a la naturaleza humana.

Somos criaturas de sentido.

Temes como el mortal que eres pero deseas como si fueras un Dios.-Seneca (4 a.C- 65 d.C)

El ser humano es el único que se pregunta por el sentido de la vida y así mismo es el único que se revela a él. Todo lo que hace es con ese fin, el ser humano necesita de abrazarse de un sentido para defenderse de si mismo y para afrontar la vida. La corteza pre frontal es clave para imaginarnos un futuro, hacer planes que den sentido a nuestra existencia. Pero ¿Qué es la corteza pre frontal y para que nos sirve? Recordemos que si algo caracteriza al ser humano: el lenguajes, tener la noción del tiempo y así mismo, planear y pensar a futuro. La corteza pre frontal es el facilitador de la agenda humana. Es la encargada de moldear el futuro del ser humano, superando radicalmente los límites de cualquier animal anterior a lo largo de la evolución. En la historia filogenética de la humanidad ha liberado al ser humano de su pasado, lo ha empujado al futuro y lo ha vuelto capaz de inventar libremente ese futuro. El máximo fundamento de la libertad consta de dos funciones cognitivas que distinguen claramente a los seres humanos de los demás organismos: el lenguaje y la capacidad de predecir el futuro, y perfilar nuestras acciones en consecuencia. Tanto el lenguaje como la predicción se basan firmemente en el funcionamiento de la corteza pre frontal. Es por ello que la corteza surge de la evolución como la cuna de la libertad. Es indispensable a la hora de tomar decisiones de manera consiente, las decisiones trascendentales, es decir, las que determina el futuro (relativas a la profesión, a las inversiones financieras, la maternidad, la migración) son estas decisiones trascendentales las que pertenecen claramente al ámbito de la corteza pre frontal. También se engloban innumerables tipos de actividad creativa o innovadora en todas las esferas del empeño humano: la artística, la social, la profesional, la científica, la filantrópica o la deportiva.

Aplazar la gratificación es obra de las capacidades del ser humano, la capacidad de inhibir la conducta y deseos actuales en pos de obtener un mayor beneficio o ventaja. Esta capacidad nos permite controlar impulsos básicos y ajustarla para después. Un ejemplo cotidiano es que no te comes toda la comida que tienes a tu alcance, en primera, porque probablemente no tengas almacenamiento suficiente y en segunda porque sabes que más tarde probablemente no tendrás que comer, en cambio, un animal se comerá todo lo que pueda porque su instinto así se lo indica, no tiene la capacidad de pensar a futuro, o mejor dicho, no tiene la capacidad de pensar que comerá para después. Mucho se nos ha dicho que los que sobrevivieron son los que mejor se adaptaron los más aptos que se les asocia con la fuerza, pero en realidad, los que se adapten mejor no al entorno, sino al proceso de la vida, son los que han demostrado mejores resultados. Porque la vida es un proceso, un proceso inteligente.

Ocupamos de la corteza pre frontal para seguir siendo criaturas con razonamiento abstracto, para poder comunicarnos, para la resolución de problemas, para la planificación y ordenamiento. Pero también para alcanzar nuestras metas, cumplirlas y seguir dándole sentido a nuestra vida. Vivir con propósito y darle sentido a nuestra existencia es de las mejores cosas que te puedan pasar, se ha dicho mucho en el área de la psicología, psiquiatría, neurociencia. Como lo planteaba Nietzsche que si uno tiene una razón por la cual vivir lo puede soportar casi todo. Quien tiene un porque para vivir, encontrará casi siempre un cómo. Una vida con sentido puede ser muy satisfactoria, incluso en medio de penalidades. Revelarte al sin sentido de la vida es construirle un sentido, decía Albert