Descubre millones de libros electrónicos, audiolibros y mucho más con una prueba gratuita

Solo $11.99/mes después de la prueba. Puedes cancelar en cualquier momento.

Ámate, respétate, valórate… Antes que a nada ni nadie.
Ámate, respétate, valórate… Antes que a nada ni nadie.
Ámate, respétate, valórate… Antes que a nada ni nadie.
Libro electrónico233 páginas2 horas

Ámate, respétate, valórate… Antes que a nada ni nadie.

Calificación: 0 de 5 estrellas

()

Leer la vista previa

Información de este libro electrónico

Deseo que lo disfrutes mucho, cada artículo, lo escribí pensando en conciliar, modificar, armonizar, pensar que nosotros debemos amarnos, respetarnos y valorarnos antes que, a nada ni nadie, para así poder amar, respetar y valorar a los demás.
Lo más sano y recomendable es vivir en plena armonía, solo que esa armonía es generada por nosotros y no debemos permitir que esta se desgaste, se rompa por el gusto de otros.
Al amarnos, respetarnos y valorarnos, no permitimos que nada ni nadie pretenda hacernos daño, simplemente cuando lo detectamos, nos alejamos y con eso termina el conflicto.
Deseo que disfruten cada uno de los artículos y tal vez en su momento ponerlos en práctica, recomendarlos y sobre todo vivir los cambios en sus vidas.
Prepárense un café o un té y dispónganse a disfrutar de este libro.

Con mucho cariño
Adela Gil

IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento28 abr 2023
ISBN9798223894278
Ámate, respétate, valórate… Antes que a nada ni nadie.

Relacionado con Ámate, respétate, valórate… Antes que a nada ni nadie.

Libros electrónicos relacionados

Memorias personales para usted

Ver más

Artículos relacionados

Categorías relacionadas

Comentarios para Ámate, respétate, valórate… Antes que a nada ni nadie.

Calificación: 0 de 5 estrellas
0 calificaciones

0 clasificaciones0 comentarios

¿Qué te pareció?

Toca para calificar

Los comentarios deben tener al menos 10 palabras

    Vista previa del libro

    Ámate, respétate, valórate… Antes que a nada ni nadie. - Adela Gil

    DEDICATORIA

    Hasta este momento estos son los tres libros que he escrito, con el entusiasmo, las ganas y la pasión que dicta mi corazón.

    Principalmente agradezco a Dios por permitirme expresar todo aquello que siento que en ocasiones hace falta para que las personas aprendan a amarse, a respetarse y a valorarse antes que a nada ni nadie.

    Con mucho cariño dedico este libro a todas aquellas personas que en algún momento han leído con interés mis artículos que han sido los que han conformado lo que he escrito hasta el día de hoy.

    RECONOCIMIENTOS

    A Dios por permitirme servir con mis escritos a los demás.

    A mi esposo Rodolfo, que me ha procurado una vida llena de paz y de amor, en donde encontré el momento y el espacio para escribir.

    A María Rodríguez por darme la oportunidad de crear un hermoso vínculo de hermandad.

    A todos mis alumnos, clientes y pacientes.

    A mis hijos Raúl y Karina, que me dieron el privilegio de ser madre, a mi yerno Felipe y mi nuera Rocío por su cariño y por darme el privilegio de ser abuela de mis encantadores nietos Samuelito, Fanny y Adriancito.

    A mi querida Tía Lupita, por su eterno cariño y atenciones que me ha procurado desde mi niñez, y por apoyo y halagos que recibo en cada uno de mis artículos.

    A mis Tío Javier, por haberle dado tan especial trato a mi primer libro.

    A mi tía Maru Araiza, por sus maravillosos halagos cuando lee algo que yo escribí.

    A mi tía Martha Elena Hernández por sus palabras tan halagadoras.

    A Arturo de la Vega por esa gran amistad de tantos años.

    A Cris Sanz por su cariño que me demuestra diariamente y sus hermosos comentarios de mis artículos.

    A Felipe Sánchez por sus hermosas palabras cada vez que recibe alguno de mis artículos.

    A Doris Benítez por sus atenciones y cariño.

    CONTENIDO

    Amate, respétate, valórate antes que, a nada, ni nadie

    Siento un compromiso profundo con todas aquellas personas con las que tengo trato. Ya sea porque leen mis artículos, porque me han seguido a lo largo de muchos años, porque han leído mis libros, porque son mis pacientes, porque tengo amistad entrañable, porque son mis familiares y todos ellos saben la importancia que le doy a que las personas deben amarse antes que a nada ni a nadie.

    En la vida para evitarnos problemas debemos siempre manejar tres principios básicos que nos harán conducirnos de una forma digna y con orgullo de quienes somos.

    Estos principios básicos son amarnos, respetarnos y valorarnos antes que a nada ni a nadie.

    Amarnos, no, con un egocentrismo enfermizo, sino con ese amor puro que debo tener al ser que soy y reconocer que Dios me creo con amor.

    Respetarnos en cada cosa que pensamos, en todo lo que hacemos, y lo que decimos, tomando responsabilidad de nuestros actos.

    Y, por último, valorarnos en lo que somos, por como fuimos creados y asumir que tenemos una misión y por ella estamos trabajando desde que llegamos a este mundo.

    Debemos tener siempre una autoestima elevada, esta, siempre marcara en nosotros aquello que no nos hace sentir bien y lo que no debemos permitir. Al aprender a amarnos nuestra vida cambia por completo y nosotros cambiamos hacía los demás.

    Cuando por alguna circunstancia nosotros permitimos que se nos falte al respeto, eso cae en una tremenda consecuencia que las personas consideran que pueden tratarnos mal cuando se les antoje y no piensan que en ocasiones por prudencia y no tener problemas no quisimos generar una discusión a un problema mayor

    Las consecuencias de darnos un respeto es lo que menos nos debe importar mientras nosotros nos demos el lugar que nos corresponde, porque hay personas que no conocen ni saben respetar jerarquías, ni lugares, ni edades solo les gusta faltar al respeto y no les importa las consecuencias.

    Al no permitir esto, es un claro ejemplo del amor que nos tenemos, de ese modo marcamos un límite de lo que no estamos dispuestos a tolerar y si, las personas no lo comprenden cerramos nuestro ciclo con esas personas, porque jamás debemos permitir que se nos agreda y se pase por encima de nosotros en ninguna circunstancia.

    Es claro que las personas que no nos respetan, tampoco nos valoran, entonces no hay ni que perder tiempo con esas relaciones no son para nosotros. Dejemos a un lado todo aquello que no respeta ni valora nuestro ser.

    Si, en el pasado permitimos circunstancias que no fueron gratas para nosotros, no hay que sentir molestia contra nosotros, tal vez lo hicimos por prudencia, por demasiada tolerancia, o por dar equivocadamente el poder a las personas que no debíamos, porque el poder solo es nuestro y nunca debemos otorgarlo a nadie.

    Aceptar que nos equivocamos nos hace mejores personas, solo dejemos eso atrás y continuemos nuestra vida mejorando día a día, en el orgullo de sabernos personas integras y valiosas.

    Lo que otros piensen de nosotros nos tiene sin cuidado mientras siempre apliquemos los tres principios básicos de amarnos, respetarnos y valorarnos... antes que, a nada, ni a nadie.

    Este es el artículo que la revista mujer y poder,

    publicó sobre este tema.

    Sin pendientes

    En la vida es necesario tener algo de estrés, pero no estar todo el tiempo preocupados porque esto daña nuestra salud y nos hace sentir incomodos.

    De todo aquello que vamos preocupándonos sin sentir, es necesario dedicarnos a limpiarlo para así poder tener una vida de calidad y no encontrarnos sobreviviendo día a día.

    Cuando hemos vivido por mucho tiempo incertidumbre y la preocupación de algo no nos deja estar, y se nos ha ido el sueño y no podemos tener concentración en alguna situación porque la mente se encuentre dispersa, tenemos que tomarnos un tiempo y reflexionar sobre aquello que nos tiene mal y decidirnos a actuar.

    Si, tuviste una experiencia incomoda con una persona y esto te está haciendo mucho daño, busca a la persona aclara el mal entendido y continua tranquilo. Fuere lo que fuere, no lo hagas más grande, solo busca a la persona y dile: Deseo estar bien. Perdón por lo que vivimos, continuemos nuestro camino en paz. Esto no quiere decir que tengas que volver a tener relación con esa persona, solo es que tengas la paz que tu alma necesita para continuar libre sin remordimientos. No importa con cuantas personas tengas algún pendiente, lo que sí importa es que no exista en nuestra vida algo que nos llene de culpas, de frustración, o, de enojo.

    Debemos vivir sin pendientes, cualquier situación que este dañando nuestra mente hay que sacarla de ahí de inmediato.

    Si, esto fuera por una enfermedad de cualquier índole, debes aprender a vivir y no desperdiciar los momentos hermosos en preocuparnos has tu mejor parte para remediar lo que estás viviendo, llevando bien las indicaciones del médico, si, fuera una enfermedad de otra persona en la cual tú no puedes hacer nada apóyala en todo momento, dale tu atención y cariño, pero no tu preocupación, eso no le hace bien a nadie.

    Si, se tratará de algo que solo se encuentra en tu imaginación, pero no está sucediendo, suéltalo, no atraigas desgracias, procúrate una vida alegre con las cosas más simples que vives.

    Tal vez estuvieras pasando por una mala economía, desempleo, alguna pérdida, dale un tiempo razonable a lo que vives y trata de pensar que tu salud está en juego, si es la preocupación de otra persona dale alegrías y hazlo sentir bien con risas y momentos de cariño, eso aliviana en gran parte la preocupación o malestar que se esté viviendo. Siempre hazle sentir a una persona que cuenta contigo.

    Hay que recordar que con darle tiempo a las personas o solo escucharlas puedes cambiarle mucho su estado de ánimo y ayudarles a comprender mejor lo que viven. 

    Aprender a vivir sin pendientes es aminorar las cargas naturales del vivir, de lo cotidiano, de aquello que no podemos arreglar y que hay que tolerar, sin que esto afecte mi salud y mi estado de ánimo.

    Una persona siempre debe aprender a vivir sin pendientes, solo tener aquellos que son los que componen nuestro diario vivir, como citas, pagos, encuentros, trabajo, compras, eventos. Si, algo de lo que hacemos nos causa estar con estrés y sentir que no podemos tolerarlo hay que colocarlo en los pendientes y terminar con ello.

    Nunca debemos aprender a vivir tolerando algo que va en nuestra contra y que daña nuestra forma de ser. Debemos enfrentar, si, se trata de cerrar un ciclo, hay que hacerlo de inmediato y tratar de no volver atrás en ningún momento para que tengamos una vida sin pendientes.

    Experiencia, más experiencia

    En el momento en que nos encontramos viviendo hasta el día de hoy, es importante darnos cuenta que todo lo que hemos vivido se ha convertido en experiencia, más experiencia. Esto es lo que hace que nosotros avancemos en la vida, las experiencias vividas por las cuales tomamos ciertas decisiones, en ocasiones buenas y en otras muy malas ¿Y, a que se debe esto?

    Cuando tomamos muy malas decisiones es porque no hicimos caso a nuestra experiencia.

    Todo lo vivido hasta lo más mínimo se va acumulando en nosotros, no hay nada que quede fuera, está en nosotros tomar provecho de ello para continuar haciendo cada cosa con un propósito y provecho.

    ¿Qué es lo que todos buscamos? El hombre siempre está en busca de la PAZ. Eso es lo que anhelamos y pasamos por tantas experiencias en busca de ella. 

    Terminamos relaciones, iniciamos otras, nos enamoramos, nos desenamoramos, nos enojamos, somos felices, dejamos un trabajo, nos contratamos en otro, todos, absolutamente todos, estamos en busca de la PAZ.

    Esta solo se encuentra dentro nuestro, así estemos viviendo muy difíciles momentos podemos estar en paz, porque sabemos que todo eso pasará y no me afectará, solo quedará en mi la experiencia de lo vivido y es ahí en donde debo de poner todo mi aprendizaje, mi conocimiento, mi intuición, mi astucia, mi entusiasmo y sobre todo mi experiencia, más experiencia para que las cosas cada día mejoren más.

    Recuerden en este momento: ¿Cuantas veces no han tenido momentos en su vida en que no supieron que deberían hacer?, porque les faltaba la experiencia. Y, esta una vez vivida ya queda en nosotros para siempre. 

    Lo que es de suma importancia es en verdad poner nuestra experiencia en práctica de lo contrario pasaremos la vida, dando tras pies, cayendo y levantándonos en lo mismo, sin avanzar, pretendiendo y haciendo sentir a los demás que en realidad soy feliz, cuando solo me estoy engañando y tolerando una y otra vez aquello o aquellos que no soporto y que arruinan mi existir.

    Cada experiencia es única, pero, si vamos tomando un poco de cada una para dar el siguiente paso menos veces nos equivocaremos y de ese modo seremos seres más auténticos y felices.

    En ocasiones, por no poner en primer plano nuestra experiencia, pagamos un alto costo volviendo a vivir algo que, si bien ya sabíamos, lo repetimos de nuevo una y otra vez, hasta terminar por cansarnos por no poner atención a los mensajes recibidos de lo que no nos estaba gustando y tal vez pretendíamos que las cosas iban a cambiar, aunque nuestra experiencia nos dictaría que nunca debimos permitir lo que nos hizo sufrir.

    En algunos momentos, tenemos experiencias muy semejantes y esto nos ayuda para que nos conduzcamos con más asertividad en cualquier asunto que se nos presente. 

    Otras veces, tristemente vivimos una experiencia muy fuerte por primera vez y esta nos marca para siempre y cada vez que algo semejante se nos presenta, la experiencia vivida nos avisa para que no volvamos a repetir algo que sabemos que no fue bueno para nosotros.

    A determinada edad, casi todas las decisiones que hacemos ya pasaron por el filtro de nuestra experiencia. No en vano, las hemos vivido al paso de los años y, esto nos ayuda a tomar mejores decisiones y a vivir más plenos y felices, poniendo en práctica la experiencia, más experiencia.

    Lo que dejamos en el camino

    Hay momentos en nuestra vida que hacemos una remembranza del pasado y vamos recordando a personas que fueron muy importantes para nosotros y de pronto se quedaron en el camino.

    Hay muchas de esas personas que si sabemos a ciencia cierta qué fue lo que nos separó, pero en otras se queda confuso el pensamiento y no podemos recordar porque la relación se quedó en el pasado. 

    Hay personas que de solo recordarlas nuestro cuerpo tiene una reacción, porque fueron muy especiales y en su momento dieron a nuestra vida alegrías muy grandes. Los malos entendidos no deberían de existir, pero desafortunadamente son situaciones que vivimos constantemente y que es muy complicado que estos no aparezcan.

    Esas relaciones rotas que jamás podrán reconstruirse, porque se perdió la confianza, el respeto, la gracia, la alegría y el enorme cariño.

    ¡Qué pena! Estoy segura que hay relaciones que jamás hubieran deseado perder, pero, se sintieron orillados por el comportamiento, por la falta de interés y de atención y debemos pensar que así ya no es posible continuar. Y, es así como esas personas se fueron quedando en el camino y ya no podemos regresar.

    En ocasiones, les confieso, he sentido el impulso y la necesidad de escuchar sus voces, de decirles cuanto las he extrañado y la falta que me han hecho, pero cuando recuerdo la realidad de lo que termino la relación, la tristeza se pasa y regreso a lo que sucedió, aun así, algunas veces, busque a las

    ¿Disfrutas la vista previa?
    Página 1 de 1