La Corona De Los Años Dorados

Por Salvador Negrin

LA CALIDAD DE VIDA EN LOS AÑOS DORADOS

Para tener una vida feliz y satisfactoria tiene que haber un conjunto de factores, ingredientes o componentes que no pueden ser ignorados para poder lograrlo. Para esto hay que adoptar una actitud dinámica, optimista y emprendedora ante la vida de una manera proactiva. Tal vez la tercera edad te ha llevado a ser más dependiente que antes, pero no menos feliz, esta es otra etapa de tu vida. El verano y el invierno son diferentes, pero ambos forman parte del ciclo de nuestra vida.

Es necesario analizar y percibir la calidad de vida en esta etapa de los Años Dorados. Con este libro trato de ayudarte a ti, querido lector, a descubrir en este ciclo de la vida, que hay muchas cosas bonitas que están por disfrutar, pero tienes que creerlo, salir en su búsqueda y descubrirlo.

No dejes de ser un guerrero, un luchador, un caminante por los senderos de la vida, asegúrate y esfuérzate en saber quién eres, qué quieres y hacia dónde vas. Creo que ser cristiano hace la diferencia en estas vivencias. En esta etapa hay muchas cosas diferentes, y tenemos mucho que dar para el bien de otros y todo esto lo podremos sacar del caudal de experiencia de nuestra vida.

• Idioma: Español
• Editorial: Page Publishing, Inc.
• Fecha de lanzamiento: 4 jun 2020
• ISBN: 9781643344553

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La Corona De Los Aos Dorados

Salvador Negrin

Derechos de autor © 2020 Salvador Negrín

Todos los derechos reservados

Primera Edición

PAGE PUBLISHING, INC.

Conneaut Lake, PA

Primera publicación original de Page Publishing 2020

ISBN 978-1-64334-454-6 (Versión Impresa)

ISBN 978-1-64334-455-3 (Versión electrónica)

Libro impreso en Los Estados Unidos de América

Tabla de contenido

¿Por qué envejecemos?

La oración de la tercera edad

La vida y la vejez

Teorías históricas acerca de la vejez

Las ventajas de ser viejo

La felicidad en la tercera edad: ¿De qué depende?

Pasos para vivir largos días en completa paz

La soledad y la tercera edad

La memoria: Procesos y fases de la memoria

Identidad en los años dorados

La memoria en los años dorados

Ejercicios para mejorarla memoria

Hoy simbólicamente con honra y respeto

pongo en las sienes de mis padres la bien merecida: Corona de los años dorados. Amén.

Salvador Negrín.

Miami, febrero de 2019.

Agradecimientos

Mis queridos lectores, he escrito este libro para añadirlo a otros que Dios me ha bendecido al poder compartirlos con ustedes para ayudar al prójimo. El deseo de mi corazón, y en oración, es que este modesto esfuerzo, redunde en beneficio y bendición en el trabajo, la familia, el ministerio, la educación, y en el transcurso de la vida de todos los lectores.

Por supuesto, siempre estaré dispuesto para seguir predicando, dando conferencias, enseñando e impartiendo todo aquello que, por su misericordia, Dios ha compartido conmigo.

Agradezco a muchas personas que han hecho su contribución para la publicación de este libro. Primero que todo a Dios, que todo lo hace posible (1 Corintios 12:6).

Mi agradecimiento sincero a Magdalena, mi esposa, a quien amo profundamente, por su abnegación, trabajo y aportes a este manuscrito.

A mis hijos Nora Ester y Jeuel, por el respaldo y apoyo que siempre me dan. Así como a mis nietos, Anthony y Meriah por apoyarme siempre con las cubiertas de mis libros, lo cual hacen con mucha destreza y buena voluntad.

Mi gratitud a Luis Bravo, quien por años me ha ayudado en la impresión y publicación de mis libros y que sin su valiosa cooperación hubiera sido imposible publicar estos.

Y por supuesto, no puedo pasar por alto la intervención de Gilda Cabrera Reyes, escritora y redactora de revistas, quien tuvo la gentileza de revisar el manuscrito, corregir y mejorar el mismo con sus acertados comentarios lo cual, sin reservas, agradeceré siempre.

También agradezco al Rev. Francisco G. Quiñonez Tückler, compañero en el ministerio y presidente de la Conferencia de Pastores Bautistas de Miami, Florida, USA, el cual con sus habilidades periodísticas enriqueció este manuscrito tanto en la revisión como en la corrección.

Aprecio el comentario y contribución a esta publicación de mi hermano y compañero Rev. Natanael Vicent, director del Ministerio Hispano de la Asociación Bautista de Miami, Florida.

Mi reconocimiento por la valiosa cooperación a este manuscrito de mi amigo y compañero Dr. Ernesto Maisonet.

Asimismo, expreso mi gratitud a Mairelys Cué, mi colaboradora por mucho tiempo y correcta de texto, al igual a Mariela Sarduy..

A esta lista debo sumar la intervención, revisión, corrección y asesoramiento de mi amigo, compañero ministerial y distinguido terapeuta, el Rev. Dr. Mark E. Rivera CET–CCI, quien ha sido de gran ayuda también con otros libros de este autor.

A todos: ¡Muchas Gracias!

Prólogo

Doy gracias a Dios por el privilegio de conocer desde mis años mozos al Rev. Salvador Negrín.

Le llamo privilegio porque en el día de hoy es bueno reconocer a aquellos que aportan y a los que no ofrecen nada.

El pastor Negrín tiene una trayectoria de aportaciones, predicador del evangelio de Jesucristo, conferencista nato, y más que todo facilidad para expresar y poner en blanco y negro asuntos importantes de la vida diaria.

Me complace recomendar este nuevo libro La Corona de los Años Dorados, pocos se interesan en la tercera edad, y muchos desconocen las situaciones, por las que algún día, si es que llegamos, nosotros podremos estar atravesando.

El material es interesante y ameno, pero más que todo creo es una herramienta para aquellos que apoyan, dirigen, ministran o que de una manera u otra tienen que ver con esta etapa después de los cincuenta, los años dorados.

Gracias pastor Negrín, gracias por dejarse usar por Dios para bendecirnos con esta obra que pone a nuestro alcance.

Dios le bendiga y continúe usando y escribiendo. ¡Amén!

Natanael P. Vicens,

10 de abril de 2019.

Introducción

La edad es solo un número, algo para poner en los registros. El hombre no puede retirar su experiencia, debe usarla. Con la experiencia se logra más con menos energía. Bernard Baruch (1870–1965).

Propósito y objetivos

En este libro se pretende humildemente proveer alguna información bíblica, social demográfica, histórica, así como el papel que ha representado en la historia la psicológica relacional acerca de los años dorados, sus características, vivencias y experiencias. No soy un experto en gerontología, ni pretendo serlo. Sin embargo, me motiva escribir de este tema porque yo mismo estoy dentro de la clasificación de los años dorados.

El pensador y escritor Víctor Hugo, dijo:

En los ojos de los jóvenes vemos llamas,

pero es en los ojos de los mayores

donde vemos la luz.

Pienso que la mayoría de los lectores de este libro estarán dentro de este rango de los años dorados. He querido plasmar aquí una historia y un tributo a los que están en esta edad y a los que nos han precedido, de los cuales guardamos lindas memorias, así como honra y respeto por toda su labor y lo que ellos significaron en nuestra vida.

Me gusta el título de esta obra, me gusta la experiencia, me gusta vivir esta etapa que ahora vivo y que deseo compartir con cada lector. Espero que puedan usar algunas de estas distintas experiencias, con información que le podrá ser de utilidad en diversas situaciones; y que usen este libro como una herramienta y un estímulo fortificante en todas las áreas de su vida. Que le conforte y anime a vivir una vida victoriosa, sin olvidar la realidad de aquel día en que le daremos un adiós a nuestra familia, después de haber cumplido nuestra misión, habiendo hecho lo mejor que pudimos, y nos vayamos a reunir con Dios, quien es el autor y sustentador de nuestra vida.

Quiero solo recordarle que Dios es quien nos dio la vida. Lea Génesis 2:7: Y sopló en su nariz aliento de vida. Dios también nos sustenta para que vivamos la vida felices y agradecidos a Él. (Lea Juan 10:10). La vida en el cuerpo es como un juguete que Dios ha puesto en nuestras manos y hay algunas cosas que no podemos perder de vista; hay que disfrutarlas, compartirlas y cuidarlas, mientras la vida esté en este cuerpo, y vivirlas en abundancia.

Hay mucho que aprender y estudiar acerca de los años dorados. Me propongo en esta obra hacer un análisis y proveer alguna información, así como sugerencias prácticas, útiles y curiosas acerca de los años dorados, y también acerca del papel que jugamos (los de la edad dorada) en la sociedad presente. Quiero proveerles información de lo que usted y yo somos en los años dorados y un análisis de lo positivo y negativo de esta etapa. Siempre lo miraremos a través del lente de haber llegado a los años dorados. Ya, en sí, eso es un triunfo, una bendición, y una victoria. Dios nos dio la vida; nosotros aprendemos y buscamos la manera de vivirla felices y agradecidos a Él.

Envejecer no es una maldición; es el proceso que Dios creó a través del cual disfrutamos de las cosas que hemos cultivado; de cosas que podemos arreglar que han sido dañadas, y aceptamos los sucesos y las experiencias en las que no pudimos hacer nada.

La vida es la experiencia de vivir cada día. Es un continuo presente, aunque parece ser que vamos de día en día. Pero, vivir en un planeta en relación con un sol hace que tengamos días, que a su vez nos hace parecer que vamos de día en día cambiando para ser una persona distinta. Pero seguimos siendo la misma persona siempre. Sí hay cambios, pero el ser en sí no cambia.

Solo se vive hoy, no mañana, ni ayer. Hoy usted es la suma de muchos días vividos, y será la suma de otros días por venir; disfrútelos, aprenda y de gracias a Dios, perdonando a los que le han hecho daño, o a los que usted cree que le han hecho daño, aunque esa otra persona no lo sienta así. Y, por supuesto, perdónese a usted mismo por haber lastimado a otros. Recuerde siempre que Dios le ama tal y como usted es y le creó a imagen y semejanza suya.

Sección I

Capítulo 1

¿Por qué envejecemos?

De los cuarenta para arriba no te mojes la barriga. Refrán.

El envejecimiento humano

Hay varias teorías del porqué envejecemos, algunas orientadas y clasificadas biogenéticamente, otras teológicamente y otras psicosocialmente. Envejecer, de acuerdo a la ciencia de la gerontología, es un cambio genético–biológico, a nivel molecular y celular, que se observa a lo largo del tiempo y que siempre termina en el mismo final. Ese final es totalmente inevitable, por más dietas y ejercicios físicos y mentales que se hagan.

La experiencia de envejecer es universal, cruzando toda especie viviente en este mundo y en la dimensión en la cual vivimos. No se sabe si los seres espirituales en otra dimensión envejecen, aunque hay ciertos indicadores que señalan que no lo hacen. Pero, en este mundo físico, criaturas grandes y pequeñas, desde microorganismos hasta la ballena azul, todas sufren los estragos de los años que van pasando y los cambios que ese proceso trae.

El envejecimiento de la población humana, y su aumento, no tienen precedentes. El enfrentarlo no es lo mismo en todas partes del mundo. En muchos países hay mucha miseria, pobreza y abandono de la tercera edad. En los países más afortunados y progresistas, hay diversas ayudas tanto de las familias y la sociedad, como del gobierno. Por ejemplo: luego de los sesenta años de edad, las personas no tienen que pagar por sus medicamentos en el Reino Unido. En los Estados Unidos por lo general las personas de edad más avanzada tiene ciertos privilegios. Pero, por más ayuda y privilegios, eso no le quita que de todas maneras se envejece y las personas se van desgastando cada día.

Se puede mirar el envejecer como un arte que requiere una preparación mental. La gran pregunta es: ¿Se siente usted preparado? ¿Cómo se puede uno preparar? Las etapas bellas de la vida no son solo la niñez y la juventud, sino también está incluida la etapa de la vejez o tercera edad. Es en esta etapa donde se está en la recta final del escenario de la vida, en la cual se ha corrido sobre la pista puesta por Dios; siempre con el noble empeño de dar, solo a cambio del deber cumplido. En esta generación, en muchos países, se ha mejorado el trato a la tercera edad y se les honra por todo lo que ellos hicieron en el pasado.

El acúmulo de años, y todos los cambios que eso trae, es un fenómeno generalizado, afectando a todos los países del mundo. No existe el lugar ficticio o similar de cero envejecimiento. La población de personas mayores ha estado paulatinamente aumentando. La razón para el aumento de la tercera edad —tal vez la principal razón— es la reducción de la fecundidad de esta generación. Hoy nacen menos niños a nivel global y viven más años los adultos en comparación a siglos recientes antes del nuestro. Por esa razón, vemos el creciente numérico de la tercera edad en el mundo, cosa que