¿Suicidio en el pueblo de Dios?

Por Vivian Candelaria

En estos tiempos, muchos que profesan el cristianismo están escogiendo el quitarse la vida, y esto está convirtiéndose en un flagelo en el pueblo de Dios. Debido a la complejidad del tema del suicidio por ser uno serio, vasto y difícil, este libro se centra en exponer causas y apariciones de pensamientos suicidas en el pueblo De Dios bajo el len

• Idioma: Español
• Editorial: ibukku, LLC
• Fecha de lanzamiento: 28 ene 2023
• ISBN: 9781685742928

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¿SUICIDIO EN EL

PUEBLO DE DIOS?

"Me rescató de la muerte; quitó las lágrimas

de mis ojos, y libró a mis pies de tropezar.

¡Así que camino en la presencia del Señor

mientras vivo aquí en la Tierra!"

Salmos 116: 8-9

Vivian Candelaria

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Publicado por Ibukku, LLC

www.ibukku.com

Diseño y maquetación: Índigo Estudio Gráfico

Copyright © 2022 Vivian Candelaria

ISBN Paperback: 978-1-68574-290-4

ISBN Hardcover: 978-1-68574-291-1

ISBN eBook: 978-1-68574-292-8

Índice

Agradecimientos

Introducción

Parte 1 El mundo

Significado bíblico de mundo

Embestidas del mundo y susceptibilidad del creyente

Rol de la Iglesia de acuerdo con las siete iglesias del Apocalipsis

Parte 2 La carne

Definición bíblica de carne

Ataques de la carne e inestabilidad del creyente

El fruto del Espíritu como arma espiritual

Parte 3 Satanás

Descripción bíblica de Satanás

Agresiones de Satanás e instigación de Satanás al suicidio

Arma de la milicia de Dios: la Armadura de Dios

Conocimiento de Dios y sus atributos

Conclusión

Apéndice A

Apéndice B100 versículos RV60 para reflexionar

Bibliografía

Agradecimientos

Agradezco al Señor Jesucristo por ser el Buen Pastor que guía a sus ovejas hacia verdes pastos y aguas de reposo para que puedan descansar. Sin Él no hay camino ni verdad ni vida. También le agradezco a mi hija Gabriela las incontables veces que me dio su apoyo de muchas maneras para que este escrito fuera una realidad.

Introducción

Escrito está: «A los cielos y a la tierra llamo por testigos hoy contra vosotros, que os he puesto delante la vida y la muerte, la bendición y la maldición; escoge, pues, la vida, para que vivas tú y tu descendencia» (Deuteronomio 30:19). Aunque la Biblia evidencia diversos contextos de la vida y la muerte en sus relatos, el Dios de Israel nunca nos dice que escojamos la muerte. Moisés, Jacob, Job, Elías, Jeremías y los mártires cristianos, en algún momento se sintieron sumamente deprimidos y angustiados, mas no terminaron con sus vidas. Sin embargo, hoy en día muchos cristianos se suicidan, y esto se está convirtiendo en una epidemia en el pueblo de Dios.

Como objetivo inicial, este escrito examina procedencias y manifestaciones de pensamientos suicidas que pueden inducir a la muerte, bajo el lente de tres versículos bíblicos sobre los enemigos del creyente cristiano, que son: el mundo (1 Juan 2:15-17), la carne (1 Pedro 2:11), y Satanás (1 Pedro 5:8). El segundo objetivo destaca Escrituras y armas espirituales de las huestes de Dios para derrotar los ataques mortíferos que estos tres contrincantes lanzan constantemente a la mente del cristiano.

Antes de comenzar el análisis, vale la pena especificar lo que es la palabra suicidio, las posturas cristianas sobre este y mi afirmación sobre el susodicho asunto. La consejera cristiana June Hunt (Hunt, 2013, pp.10-18) asevera que el suicidio es el acto de quitarse la vida deliberadamente, ya sea que la persona esté en desesperación, que sea un suicidio asistido, un suicidio simbólico (por honor), un suicidio compartido con otros que también se matan al mismo tiempo o que sea un suicidio/inmolación con el propósito de asesinar a otras personas. La autora también alega que lo que la persona crea sobre el suicidio es crucial, ya que los pensamientos que se tengan sobre el matarse irán formando un juicio sobre eso.

Especificando afirmaciones cristianas sobre el asunto, hay autores como Wilo Vázquez (especialista en salud mental y terapista clínico en Alaska) que alegan que un cristiano que se suicida entra al cielo, basado en Romanos 8:38-39 (Vázquez, 2018). Este autor asevera que las Escrituras dicen que nada ni nadie nos puede separar del amor de Dios y que la Iglesia juzga al suicida condenándolo al infierno, olvidándose de que Dios es juez misericordioso y bondadoso (Vázquez, 2018, p. 6). Por otro lado, existen autores como el Dr. José de la Rosa (De la Rosa, 2021) que dicen que, amparados bajo la doctrina de «salvo siempre salvo», hay líderes espirituales que están dando su bendición al suicidio entre cristianos. Ellos creen que, una vez que alguien es salvo, no puede hacer nada que le haga perder su salvación. De la Rosa arguye que dichos líderes están mandando a esos suicidas al infierno con lo que él llama «una doctrina antibíblica» (De la Rosa, 2021, p.11).

Pese a las diversas perspectivas humanas sobre el tema, es imperante recalcar que como cristianos somos llamados entre otras cosas a no juzgar según las apariencias, sino con juicio justo (Juan 7:24). No es nuestro trabajo cuestionar la salvación del suicida, sino proclamar que Yahvé es el Juez Supremo y Soberano, y «juzgará con fuego y con su espada a todo hombre» (Isaías 66:16). Se afirma en este escrito que es la Palabra del Señor la que juzga. El alma del suicida estará en la presencia del Señor, ya que el espíritu vuelve a Dios que lo dio, y Él hará juicio del destino de esa alma (Eclesiastés 12:7; Mateo 10:28). Asimismo, es menester esclarecer que, como creyentes, el no juzgar la salvación del fallecido no significa que se apruebe el suicidio ni que se nos impida juzgar conductas inapropiadas. Tenemos que procurar la sabiduría (Proverbios 9:10) y el discernimiento del Señor para hacer distinción entre lo santo y lo profano, además de lo inmundo y lo limpio (Levíticos 10:10). De esta forma se pueden juzgar conductas antibíblicas y probar los espíritus (1 Juan 4:1).

Ni la muerte espiritual ni la muerte física a través del suicidio han sido una opción de Dios para su pueblo. El Señor dice: «Porque no quiero la muerte del que muere, dice Jehová el Señor; convertíos, pues, y viviréis» (Ezequiel 18:32). Él quiere que sus hijos le lleven sus cargas y angustias (Mateo 11:28) porque su poder se perfecciona en la debilidad de ellos (2 Corintios 12:9). Es evidente que Dios fortalece al atribulado, como lo dice el profeta Isaías: «Porque lo dice el excelso y sublime, el que vive para siempre, cuyo nombre es santo: Yo habito en un lugar santo y sublime, pero también con el contrito y humilde de espíritu, para reanimar el espíritu de los humildes y alentar el corazón de los quebrantados» (Isaías 57:15). Por lo tanto, Dios espera respeto y obediencia respecto a Su Palabra y a lo que Él manifiesta en ella.

Por otra parte, el Señor sabe que el mundo, la carne y Satanás son enemigos de sus hijos y los llama a estar atentos contra ellos. Jesús cataloga a Satanás como «el artífice de la maldad y el príncipe de este mundo» (Juan 12:31; 14:30; 16:11). Por lo visto, Satanás está constantemente maniobrando en los gobiernos y los sistemas religiosos y políticos del planeta (Franklin, 2013). De igual forma, Pablo llama a Satanás «el príncipe de la potestad del aire… que opera en los hijos de la desobediencia» (Efesios 2:2), dejándonos saber que tiene seguidores. Estos enemigos de Dios también batallan desde lo invisible creando una atmósfera de perversión en organizaciones educativas, comunicación, artes, estilo y culturas de los países (Franklin, 2013, p.38). Asimismo, trabajan al unísono con los otros dos opositores del reino de Dios para desencadenar una guerra espiritual contra el creyente, amputar el propósito de Dios en su pueblo y, si es posible, arrancarlos físicamente de este planeta.

Sin duda alguna, para ser cristianos vencedores hay que batallar a estos adversarios con armas espirituales que no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas (2 Corintios 10:4). Teniendo esto presente, se definirá bíblicamente cada enemigo, también se examinará cómo trabajan contra el creyente para alejarlos de Dios y corromperlos con inmundicia y deseos suicidas. Del mismo modo, en cada capítulo se destacará armamento de la milicia de Dios para el fortalecimiento espiritual del lector con el fin de que persevere en Cristo Jesús y no sucumba ante pensamientos de muerte.

Parte 1

El mundo

No améis al mundo ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos y la vanagloria de la vida no proviene del Padre, sino del mundo.  Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre

1 Juan 2:15-17 RV60

Significado bíblico de mundo

La palabra mundo abarca diversos significados en las Escrituras (Diccionario Bibliatodo en línea, s.f., definición mundo). El término puede referirse, por ejemplo, al Cosmos/Universo (Génesis 1:1), a la tierra habitada/naciones (Mateo 24:14), a la humanidad/que el Padre celestial ama y desea salvar a través de su Hijo Jesucristo (Juan 3:16), al presente siglo/periodo de tiempo/era (Mateo 13:39), al mundo venidero (Efesios 1:21), y al mundo impenitente y perverso que se aparta de Dios y rechaza su Gracia (Romanos 5:12). Esta última definición es la que usaré, por ser el