Temas Importantes De La Fe Cristiana

Por Lorenzo Mondragón

Para algunas personas estos temas sern el catalizador para ir ms a fondo en sus estudios doctrinales. Para otros, posiblemente, sea el aperitivo que logre despertar el hambre para cosas espirituales. Dios se ha revelado a la humanidad y nosotros tenemos el privilegio de recibir, entender y someternos a esa revelacin - revelacin escrita (la Biblia) y revelacin encarnada (Cristo Jess).

• Idioma: Español
• Editorial: Palibrio
• Fecha de lanzamiento: 5 dic 2016
• ISBN: 9781506517889

Lorenzo Mondragón

Nacido en Estados Unidos, Lorenzo Mondragón se graduó de la Universidad Nazarena del Sur y la Universidad Central de Oklahoma. Su trayectoria ministerial lo ha llevado al trabajo pastoral en Ohio, California, Texas, y como profesor en la Universidad MidAmerica de la Iglesia de Dios en Oklahoma. Él y su esposa laboraron en el campo misionero en Venezuela durante los años 1994-2005. Lorenzo y su esposa Margaretha Penner son pastores de la Iglesia de Dios en Corpus Christi, Texas.

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Copyright © 2016 por Lorenzo Mondragón.

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Fecha de revisión: 28/11/2016

Palibrio

1663 Liberty Drive

Suite 200

Bloomington, IN 47403

ÍNDICE

1     Llamados A Servir

2     Santidad

3     Los Dones Del Espíritu

4     Sanidad Divina

5     La Ética Cristiana

6     Apologética Cristiana

7     Seguridad Espiritual

PRÓLOGO

Vivimos en tiempos en que a la gente poco le interesa las doctrinas de la Biblia. El apóstol Pablo le escribió a Timoteo: llegará el tiempo en que no van a tolerar la sana doctrina, sino que, se rodearán de maestros que les digan las novelarías que quieren escuchar (2 Timoteo 4:3). Luego a Tito, Pablo lo insta a exhortar con sana doctrina (Tito 1:9). La meta de la sana doctrina es guiarnos para vivir vidas santas y agradables a Dios.

Para muchos creyentes cristianos lo que cuenta no es la doctrina si no la experiencia. Para ellos la experiencia es el criterio mayor de la verdad. La experiencia subjetiva la colocan sobre la verdad revelada por Dios. Winston Churchill escribió: Los hombres se tropiezan con la verdad de vez en cuando, pero la mayoría simplemente se levanta, se sacude el polvo y sigue como si no hubiese pasado nada.

El mundo está lleno de ideologías falsas y extrañas al evangelio de Cristo. Muchos han salido a transformar el mundo y el mundo los transformó a ellos. Tal vez olvidaron o nunca aprendieron que Las armas con que luchamos no son del mundo, si no que tienen el poder divino para derribar fortalezas, destruir argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios y llevar cautivo todo pensamiento para que se someta a Cristo (2 Corintios 10:4-5). La verdad divina es poderosa para destruir las mentiras del mundo y para avergonzar a los que mienten sin pestañear.

Nuestro Señor Jesucristo se declaró ser el camino, la verdad, y la vida (Juan 14:6). La iglesia que Él estableció sólo alumbra cuando arde con la verdad. La iglesia no tiene luz propia, más bien es portadora de la luz de Cristo. Otros brillos jamás podrán sustituir la luz de Dios.

En una sociedad donde los sentimientos subjetivos y las emociones reciben más atención que los conocimientos, la frase más ensalivada en asuntos de opiniones suele ser, Yo siento que… en vez de Yo sé que…. Aunque es cierto que el pecado dañó emociones y pensamientos, no obstante, Dios invita a Israel a usar su mente en Isaías 1:18, Vengan, vamos a razonar juntos.

En este libro la invitación es, vamos a leer y reflexionar sobre unos temas doctrinales considerados importantes para el desarrollo espiritual del cristiano. Dios se ha revelado a la humanidad dándonos la capacidad mental para recibir, entender, y someternos a esa revelación - revelación escrita (la Biblia) y revelación encarnada (Cristo Jesús).

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LLAMADOS A SERVIR

Vengan, síganme … (Mateo 4:19). El llamado a servir en el reino de Dios es uno de los privilegios más grandes que Dios nos concede. Pedro y su hermano Andrés fueron los primeros seguidores del Señor Jesús. Después, a lo largo de la historia cristiana, una innumerable multitud de hombres y mujeres han escuchado y obedecido el ven y sígueme del Señor Jesús.

De esa multitud de seguidores el Señor Jesús ha separado, comisionado y enviado a muchas personas para llevar el mensaje de buenas nuevas por todo el mundo. La fiel proclamación de la palabra de Dios requiere entera consagración y dependencia continua en el Espíritu Santo para recibir la iluminación divina y la sabiduría necesaria para entender no sólo la palabra de Dios, sino también conocer el mundo y la cultura en la cual esa palabra es predicada.

Todos somos prisioneros de nuestra propia cultura y cuando leemos la Biblia solemos leerla con lentes culturales. Por ejemplo, ¿cómo lee el hombre rico que nunca ha tenido necesidad económica los pasajes sobre la pobreza en comparación al pobre indígena? La gente suele leer con sus propios prejuicios y convicciones, es decir, el anciano, el joven, el capitalista, el socialista, etc.

Muchas personas leen la Biblia en busca de lo que quieren oír y no lo que Dios les dice. Quieren escuchar lo que ya están acostumbrados a practicar. En ese sentido muchas personas han sido influenciadas más por el mundo que por la palabra de Dios. En vez de rechazar los valores morales y modas del mundo, los asimilan y siguen la corriente del mundo. Si la música rock está de moda, simplemente se le bautiza rock cristiana y la meten en la iglesia. No son las cosas del mundo lo que nutre al cristiano, sino como dijo el Señor Jesús, toda palabra que sale de la boca de Dios (Mateo 4:4). El creyente florece cuando escucha la palabra de Dios, pero se marchita cuando ya no la escucha.

La Biblia es inspiración de Dios. Dios también habla por medio de su creación, pero supremamente nos habla por su palabra encarnada: Cristo Jesús. La Biblia da testimonio de Jesús. Dios ha hablado. Nosotros como siervos de Dios tenemos que hablar lo que Él nos comunicó en las Sagradas Escrituras. No podemos callar. Como dijo el profeta Amos, Habla el Señor omnipotente; ¿quién no profetizará? (3:8). El Apóstol Pablo cita Salmos 116:10 para decir en su segunda carta a los Corintios, creí y por eso hablé. Con ese mismo espíritu de fe también nosotros creemos y por eso hablamos (4:13). Dios nos da el privilegio de tener en nuestras manos y en nuestros labios su Santa Palabra. Este privilegio impone obligaciones, y una obligación es ser fiel al texto bíblico.

Hay una diferencia cultural bastante grande entre el mundo antiguo cuando Dios inspiró a profetas y apóstoles a escribir su palabra y el mundo de hoy día. Existe la obligación de compartir fielmente lo que Dios dijo y a la vez ser sensible al mundo moderno. La fidelidad al texto antiguo requiere que seamos conscientes de la necesidad de regresar nuestros pensamientos al tiempo cuando se escribió la palabra de Dios tomando en consideración al autor, su historia, geografía, cultura y lenguaje. Hay que evitar usar los pensamientos del siglo 21 para manipular lo que