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Características y necesidades de atención higienicosanitaria de las personas dependientes. SSCS0108
Características y necesidades de atención higienicosanitaria de las personas dependientes. SSCS0108
Características y necesidades de atención higienicosanitaria de las personas dependientes. SSCS0108
Libro electrónico547 páginas4 horas

Características y necesidades de atención higienicosanitaria de las personas dependientes. SSCS0108

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Libro especializado que se ajusta al desarrollo de la cualificación profesional y adquisición del certificado de profesionalidad "SSCS0108. ATENCIÓN SOCIOSANITARIA A PERSONAS EN EL DOMICILIO". Manual imprescindible para la formación y la capacitación, que se basa en los principios de la cualificación y dinamización del conocimiento, como premisas para la mejora de la empleabilidad y eficacia para el desempeño del trabajo.
IdiomaEspañol
EditorialIC Editorial
Fecha de lanzamiento13 sept 2022
ISBN9788411031967
Características y necesidades de atención higienicosanitaria de las personas dependientes. SSCS0108

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    Características y necesidades de atención higienicosanitaria de las personas dependientes. SSCS0108 - Ana Rosa Muñoz Sánchez

    Capítulo 1

    Identificación de las características y necesidades de las personas dependientes

    Contenido

    1. Introducción

    2. El proceso del envejecimiento

    3. La enfermedad y la convalecencia

    4. Las discapacidades

    5. Resumen

    1. Introducción

    El paulatino envejecimiento de la población está creando en la sociedad un aumento en la demanda de los servicios relacionados con los sectores sociológicos y sanitarios.

    La enfermedad conlleva en nuestro cuerpo unos cambios que interfieren en nuestra actividad, e influye en cómo el envejecimiento provoca una afectación en nuestro estado físico y psicológico.

    En el presente capítulo, entre otras cosas, vamos a estudiar las causas más comunes de las discapacidades y las diferentes características que tienen, según el tipo de discapacidad del individuo, y abriendo la cuestión de las necesidades de calidad de vida y autodeterminación de las discapacidades.

    2. El proceso del envejecimiento

    En este punto, vamos a ver los efectos más directos del envejecimiento en la población. Desde un punto de vista demográfico, se exponen los diferentes indicadores de la ancianidad, que muestra el progresivo aumento de la edad media de nuestra colectividad, y, desde un punto de vista sanitario, se definen las características biológicas del envejecimiento.

    La consideración psicosocial del anciano, nos lleva a plantear que los cambios propios del proceso de envejecimiento, ocurren desde tres perspectivas:

    Cambios biológicos: son todos los cambios orgánicos que afectan sobre sus capacidades físicas y asociadas a la edad.

    Cambios psíquicos: son los cambios que se producen en el comportamiento, autopercepción, conflictos, valores y creencias.

    Cambios sociales: en ellos se estudia el papel del anciano en la comunidad.

    2.1. Desarrollo de la persona

    En la vida del individuo se pueden distinguir diferentes etapas bien definidas con características específicas:

    Infancia: etapa donde se produce el primer contacto con el mundo y la sociedad, que ofrecerá al individuo pautas básicas para un desarrollo adaptado.

    Adolescencia: el individuo se presenta con inquietud y rebeldía ante las reglas establecidas, llevado por la ambición de cambiar el mundo a su forma. Su cuerpo se identifica y madura con su sexualidad.

    Juventud: se desarrolla su personalidad. Al finalizar esta etapa se alcanza el equilibrio, para llegar a una estabilidad social y personal.

    Madurez: la persona comienza a vivir con mayor independencia, rodeado de una familia o círculo cercano que le ofrece una necesaria tranquilidad.

    Tercera edad: es la última etapa del ser humano. El individuo comienza a sufrir los trastornos propios de su edad, perdiendo gran parte de sus habilidades físicas e intelectuales.

    Cuando la persona envejece, sus sentidos (vista, oído, olfato, gusto y tacto) se deterioran, igual que sus capacidades físicas e intelectuales.

    Para realizar el cuidado del anciano, el personal que lo realiza necesita tener unos amplios conocimientos y unas habilidades específicas a nivel de enfermería, gerontología, de cuidadores, de asistentes sociales, etc.

    2.2. Aspectos demográficos del envejecimiento

    El estudio del envejecimiento poblacional y su repercusión en la sociedad se basa fundamentalmente en los métodos epidemiológicos, a diferencia del estudio del envejecimiento individual basado en la biología y la medicina.

    En un principio, la epidemiología era la ciencia dedicada exclusivamente al estudio de las epidemias, pero actualmente el concepto y el alcance de la epidemiología se han ampliado hasta incluir, no solo el estudio de las enfermedades, sino también el de los factores que condicionan el estado de salud.

    Residentes durante la comida

    Indicadores demográficos del envejecimiento

    Pirámide poblacional

    Consiste en una representación gráfica de la situación demográfica de una población determinada, distribuida por grupos de edad y sexo.

    La forma de la pirámide determinará cómo es la mayoría de la población en ese momento determinado, pudiendo distinguirse entre hombres y mujeres, en función del tramo de edad al que pertenezcan. Pero, para poder obtener conclusiones más significativas y poder hacer predicciones sobre el futuro, los resultados de esta pirámide deben estudiarse en conjunto, durante aproximadamente un siglo. Si de este estudio comparativo se infieren tendencias negativas para nuestra sociedad, se pueden establecer medidas correctivas antes de que se llegue a ese momento anunciado.

    El gran valor de la pirámide poblacional radica en que es muy gráfica, por lo que puede determinarse el tipo de población con una simple observación de la forma que adopta la pirámide. Así, puede concluirse que:

    Si la forma de la pirámide es expansiva, representa una población joven. La base de la pirámide es ancha debido a las altas tasas de natalidad y su cúspide es estrecha a causa de una elevada mortalidad. Este tipo de pirámides corresponde a zonas poco desarrolladas y con un elevado sector primario.

    Si la forma de la pirámide es estancada o de campana, muestra que tiene gran cantidad de población adulta. La base de la pirámide es menos ancha que la anterior, ya que la natalidad ha ido disminuyendo de forma paulatina, aunque permite el relevo generacional. La disminución de la población se produce al final de la pirámide, de forma muy lenta. Esto explica que las tasas de mortalidad son bajas y se ha producido un aumento de la esperanza de vida. Aquí encontramos gran cantidad de adultos y un porcentaje elevado de jóvenes. El índice de dependencia aún no presenta problemas. Este tipo de pirámide corresponde a zonas que han iniciado un proceso de desarrollo.

    Si la forma de la pirámide es decreciente o tiene forma de bulbo, revela que corresponde a una población envejecida. La base de la pirámide está metida hacia dentro y se ensancha por los grupos de edades de adultos y ancianos. Aquí las tasas de natalidad y mortalidad son muy bajas y la esperanza de vida muy larga. Esta situación conllevará en el futuro que el relevo generacional no esté garantizado, y que el grado de dependencia de sus integrantes aumente considerablemente. Este tipo de pirámides corresponde a regiones industrializadas, que ya han pasado a la fase de desarrollo post-industrial.

    Si la forma de la pirámide es regresiva, demuestra una situación de regresión demográfica, en base a unas tasas de natalidad mínimas y unas tasas de mortalidad bajas, pero mayores que las de natalidad y con crecimiento vegetativo negativo. Este tipo de pirámides corresponde a zonas consolidadas, situadas en el proceso posterior a la industrialización, y también a aquellas áreas rurales que han sufrido una intensa emigración.

    Sabía que...

    Durante 2017 nacieron en España 391.930 niños, con un descenso del 4,5 % respecto al año anterior (18.653 nacimientos menos). Desde 2008, cuando nacieron 519.779 niños (lo que supuso el máximo en 30 años), el número de nacimientos se ha reducido un 24,6 %.

    Las pirámides poblacionales se construyen a través de datos recogidos en censos o a través de proyecciones estadísticas a partir de muestreos. Generalmente se utiliza una misma pirámide para representar ambos sexos, uno hacia la derecha y el otro hacia la izquierda. La cantidad de pobladores se representa en el eje horizontal en valores absolutos o porcentajes del total de pobladores. El semieje vertical indica los rangos de edades.

    Recuerde

    La pirámide poblacional, según su forma, puede ser:

    Expansiva

    Estancada

    Decreciente

    Regresiva

    Ejercicio práctico

    Observe las siguientes pirámides poblacionales correspondientes a la situación de España en los años 1991 y 2017. ¿Qué conclusiones pueden extraerse tras su análisis?

    SOLUCIÓN

    Se puede observar que la pirámide de 1991 es más ancha en los tramos de edades comprendidas entre los 15 y los 30 años, mientras que en la pirámide de 2017 la edad de la población aumenta, al ser el grupo mayoritario el correspondiente al intervalo de 30-45 años.

    Otro dato importante se extrae del descenso de la natalidad, situándose en 2017 por debajo del millón de personas, tanto en nacimientos de niñas como de niños. Además del importante aumento de la esperanza de vida, incrementándose notablemente el número de personas mayores de 85 años.

    Estos datos, analizados en conjunto, muestran una imagen clara del progresivo envejecimiento de nuestra sociedad: nacen menos niños, aumenta el número de personas de la tercera edad, y la edad media del número de personas en edad activa también se ha incrementado.

    Índice de envejecimiento

    El índice de envejecimiento expresa la relación existente entre personas adultas mayores y la cantidad de niños y jóvenes. Es el cociente resultante de las personas mayores de 65 años y los niños menores de 15 años, multiplicado por cien. Es un indicador muy sensible a las variaciones de la edad de la población y se considera el mejor indicador de envejecimiento.

    Observe el siguiente mapa de España que refleja el índice de envejecimiento en el año 2017:

    Según este, las provincias que tienen un menor índice de envejecimiento están situadas en la costa meridional española (las provincias andaluzas y Murcia), así como en las provincias insulares. Por el contrario, las más envejecidas se localizan en la parte noroccidental de España, así como en varias provincias de Castilla y León.

    El envejecimiento demográfico es un concepto que está relacionado con un cambio en la estructura por edades, es decir, con el mayor o menor peso de unas edades respecto a otras, en el conjunto de la población.

    Factores que intervienen en el envejecimiento poblacional

    Es fundamental tener en cuenta la infinidad de factores que influyen en el envejecimiento poblacional y que están determinados en gran medida por la zona geográfica a estudiar.

    Descenso de la tasa de natalidad

    La tasa de natalidad es una medida de cuantificación de la fecundidad, referida a la relación que existe entre el número de nacimientos ocurridos en un cierto período y la cantidad total de efectivos del mismo período. El lapso de tiempo de estudio es generalmente un año, y se interpreta como el número de nacimientos en un lugar concreto por cada mil habitantes de ese lugar.

    La tasa de natalidad en España ha descendido progresivamente desde los años 70, identificándose en los últimos años un sensible crecimiento; sin embargo, nuestro país presenta hoy día la tasa de natalidad más baja de Europa. Si esto sigue así, la población para el año 2020 habrá crecido un 10-20 % por nuevos nacimientos, y en ese mismo período la población mayor de 65 años pasará de 3,5 millones a 7 millones, es decir, experimentará un incremento del 50 %.

    Es necesario impulsar medidas que promuevan la natalidad.

    Descenso de la tasa de mortalidad infantil

    La tasa de mortalidad infantil se calcula relacionando el número de niños menores de un año fallecidos a lo largo de un año, con el total de niños nacidos en ese año.

    Sabía que...

    La reducción de la mortalidad infantil es uno de los 8 Objetivos del Milenio de las Naciones Unidas.

    La reducción de la mortalidad infantil en España ha sido asombrosa, ya que en los años 50 la tasa de mortalidad infantil era de más de 100 fallecidos por cada 1.000 nacimientos, cifras parecidas a las que pueden determinarse en algunos países del África subsahariana en la actualidad.

    En las tres últimas décadas la mortalidad infantil en nuestro país se ha reducido en un 80 %, situándose entre las más bajas del mundo, gracias a la mejora y generalización de los cuidados obstétricos y perinatales.

    Por provincias, Lugo presenta la tasa más baja de mortalidad infantil (0,48 por cada 1000 nacimientos), mientras que Melilla es la que presenta la mayor tasa de fallecidos con una significativa diferencia (8,15 por cada 1000 nacimientos). Se debe resaltar que la tasa de mortalidad infantil en 2017 a nivel nacional es de 2,57 fallecidos por cada 1000 nacimientos, según el Instituto Nacional de Estadística.

    La principal causa de muerte en menores de cinco años en nuestro país se encuentra en las afecciones originadas en el período perinatal, representado por un 43,43 %. La mayor parte de estas afecciones se producen en bebés prematuros, cuyo nacimiento se ha duplicado en los últimos diez años. La siguiente causa de fallecimiento más frecuente son los accidentes domésticos (consecuencias por caídas, ahogamiento, etc.), seguidos por los accidentes de tráfico.

    Sabía que...

    El primer año de vida es el más crítico en la supervivencia del ser humano: cuando se sobrepasa el primer cumpleaños, las probabilidades de supervivencia aumentan drásticamente.

    El descenso en la tasa de mortalidad infantil de España garantiza a las nuevas generaciones una mayor esperanza de vida.

    Este factor se considera un claro diferenciador entre las poblaciones desarrolladas, en vías de desarrollo y subdesarrolladas.

    Avances tecnológicos

    Durante el siglo XX los avances tecnológicos evolucionaron a un ritmo vertiginoso, especialmente en el campo de la medicina. Esta situación ha posibilitado el aumento de la esperanza de vida de los individuos y el descenso de la mortalidad, tanto infantil como de edades intermedias. Estos avances han influido en la mejora de las condiciones de vida, higiene y alimentación, así como en la erradicación de algunas enfermedades infecciosas y en el desarrollo de tratamientos adecuados.

    Factores ambientales

    Entre los factores ambientales que influyen en el aumento de la esperanza de vida pueden determinarse la dieta alimenticia, el clima, las condiciones de trabajo, etc. Es decir, todos aquellos factores que influyen en la evolución del ser humano y no dependen exclusivamente de factores genéticos. Estos factores ambientales también han mejorado en las últimas décadas: las condiciones climatológicas pueden combatirse fácilmente con los electrodomésticos actuales, las condiciones laborales han mejorado notablemente, gracias al desarrollo de la tecnología, las condiciones higiénico-sanitarias ofrecen una mayor seguridad para la salud, etc.

    Sabía que...

    Las personas que sobrepasan los cien años no son solo del interés científico, sino también del público en general interesado en alargar de manera saludable sus años de vida.

    Aumento de la duración de la vejez

    Como se ha venido enunciando, el número de personas ancianas de nuestra sociedad está aumentando considerablemente. Pero, además, esos ancianos viven más años, incrementándose la esperanza de vida en nuestro país hasta los 85 años de vida en el caso de las mujeres y los 80 en el caso de los hombres. Estas elevadas tasas de longevidad provocan que el alto número de personas con edades comprendidas entre los 75 y los 80 años comiencen a sufrir alguna discapacidad, e incluso pueden llegar a encontrarse en una situación de dependencia.

    España es uno de los países con mayor esperanza de vida en el mundo.

    Los anteriores factores desarrollados (avances médicos, mejora de los factores ambientales, etc.) provocan que el colectivo de mayores de 65 años sea un grupo diverso y heterogéneo, que requiere diferentes atenciones. Es evidente que la demanda de prestaciones sociales del grupo de edades de 65 a 79 años será muy diferente de las solicitadas por el grupo mayor de 80 años. Esta es la razón de que se empiecen a usar términos específicos para cada subgrupo: Tercera edad y Cuarta edad.

    Consecuencias del envejecimiento de la población

    EI envejecimiento de la población en los países desarrollados se ha convertido en un tema de atención permanente. Más allá de su dimensión estrictamente demográfica, el envejecimiento preocupa por sus efectos sociales, políticos y económicos. La redefinición del papel del Estado, el crecimiento del gasto social y el descenso de la población activa parecen ser sus consecuencias directas y las que hacen considerar al envejecimiento, desde este punto de vista, como un grave problema social.

    Nunca en la historia de la Humanidad se había asistido a un envejecimiento de la población tan pronunciado. Esta situación presenta a nuestra sociedad el desafío de hacer frente al volumen de cuidados que se necesitarán en un futuro inmediato. Incluso, aunque las tasas de discapacidad y de enfermedades crónicas se mantuviesen o disminuyesen, el volumen de personas ancianas desbordaría las peticiones de servicios y cuidados especializados actuales.

    Recuerde

    Debido al aumento de la esperanza de vida, se ha creado un subgrupo poblacional en las personas mayores:

    Tercera edad: de 65 a 79 años.

    Cuarta edad: más de 80 años.

    Vivir más años constituye un logro en sí mismo. Sin embargo, el hecho de que en promedio tengamos menos hijos representa un problema. El aumento de la edad de los individuos de una población establece una problemática que pone en entredicho las diferentes estructuras sociales y la necesidad de nuevos planteamientos para solucionarlos.

    El envejecimiento de la población a nivel mundial es un problema al que nos enfrentamos.

    De esta forma, el envejecimiento de la población es considerado un problema social, en tanto que plantea la necesidad de respuestas sociales adicionales a las consideradas hasta ahora:

    Exige un aumento del gasto económico en pensiones.

    Necesita de una mayor inversión para gastos sanitarios.

    Genera una demanda de servicios de atención psicosocial, que, hasta la generalización de la incorporación de la mujer al mercado laboral, eran cubiertos por la estructura familiar tradicional.

    Pero, antes de pasar a analizar las principales consecuencias que el envejecimiento poblacional tiene en nuestra sociedad, debemos tener en cuenta que el envejecimiento en sí, entendido como el aumento del número de personas mayores, no es más que un determinado fenómeno demográfico, que como tal requerirá de la consideración de medidas específicas. El problema surge cuando las nuevas demandas no encuentran respuesta en una estructura social ideada para otra realidad. Es decir, el problema no radica en el aumento de un colectivo, sino en la dificultad de encontrar un sistema adaptado a esa nueva situación.

    Entre los problemas que surgen del envejecimiento de la población y la actual organización del sistema sociosanitario destacan los siguientes:

    Déficit de estructuras socioeconómicas

    Los responsables de las políticas económicas se interesan principalmente por los retos que estas tendencias plantean a las finanzas públicas. Las consecuencias, en términos de gasto público relacionado con el envejecimiento, podrían ser graves. A este respecto, los diferentes estudios realizados afirman que, de acuerdo con las simulaciones basadas en las tendencias demográficas esperadas, a menos que se reforme el sistema de pensiones, el gasto público de España por este concepto se situará en el 16 % del PIB (producto interior bruto) antes del año 2050. Este porcentaje es superior al previsto para muchos otros países de la zona euro y es significativamente más elevado que la tasa actual. La insuficiente cobertura social de la población está ligada al sistema de distribución de recursos económicos, ya que los producidos por la población activa serán escasos, frente al aumento de la demanda. Es evidente que el gasto económico en pensiones ha aumentado considerablemente en los últimos años, pero es importante considerar que este aumento no responde únicamente al incremento de mayores de 65 años, sino también al, en muchas ocasiones, abusivo empleo de las prejubilaciones.

    El aumento de la población pasiva respecto a la activa crea un desajuste cada vez más importante, que no permite distribuir equitativamente los recursos sociales entre la población que debe consumirlos.

    Aumento de la demanda de servicios sanitarios

    El envejecimiento de la población representa un importantísimo reto para el sistema sanitario, a la vez que es, en parte, resultado de éste.

    En diciembre de 2006 fue aprobada la llamada Ley de Dependencia (Ley 39/2006, de 14 de diciembre, de Promoción de la Autonomía Personal y Atención a las personas en situación de dependencia), que garantiza la cobertura universal de determinadas prestaciones a aquellos individuos en situación de dependencia, de los cuales una gran mayoría son personas de más de 65 años.

    Debe tenerse presente que el principal objetivo de un sistema eficiente de salud se traduce en una mayor esperanza de vida y una mayor calidad de vida, es decir, vivir más años, pero sin que esto conlleve necesariamente vivirlos con incapacidades.

    Se puede afirmar que el envejecimiento poblacional requiere de un cambio cualitativo en materia sanitaria. La demanda de servicios sanitarios para este colectivo incita a una transformación de base en el concepto de atención sanitaria, que la desplace desde una perspectiva meramente curativa, a una más preventiva y generalizada de servicios no necesariamente sanitarios, consistentes en una atención integral al mayor y al dependiente.

    Sabía que...

    A nivel mundial, el número de personas de la tercera edad se espera que supere el número de niños por primera vez en 2045.

    Esta demanda de servicios asistenciales se sumará a los que acompañan al envejecimiento de la población, que presumiblemente se asocian a una mayor prevalencia de enfermedades crónicas, y, en ocasiones, degenerativas, que necesitan servicios sanitarios complejos y especializados. La multimorbilidad, entendida como la presencia de múltiples trastornos crónicos en una misma persona, es un fenómeno frecuente en la vejez. La coexistencia de trastornos crónicos en un mismo sujeto supone una mayor complejidad en la evaluación de riesgos.

    Por otro lado, aunque el aumento del estado de salud de las personas mayores de 65 años es claramente superior al de este mismo colectivo hace algunas décadas, no debemos olvidar que la esperanza de vida se ha incrementado considerablemente, y que los miembros de la denominada Cuarta edad presentan frecuentemente algunas discapacidades, ya

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