El cambio está en la mirada

Por Matías Muñoz

Un libro para reflexionar sobre la crianza, los vínculos y la manera de comunicarnos con nuestros hijos e hijas. Los problemas y las dudas que se presentan en la crianza, desde la primera infancia hasta la adolescencia, bajo la experiencia de su autor, padre y psicólogo de familia, con ejemplos, visualizaciones y propuestas para generar una nueva mirada.

• Idioma: Español
• Editorial: AZ Editora
• Fecha de lanzamiento: 1 jun 2021
• ISBN: 9789873506215

Matías Muñoz

Psicólogo de profesión, con amplia experiencia en las relaciones de familia, siempre ha buscado la integración sobre las diferentes miradas de quienes la componen. Nació en Buenos Aires, Argentina, en 1968. Cursó la Licenciatura en Psicología en la Universidad de Salvador. Posteriormente se dedicó a estudios orientados al psicodiagnóstico y al conocimiento de teorías psicoanalíticas, sistémicas y humanísticas y realizó un posgrado en terapia sistémica relacional en la Fundación Familias y Parejas de Buenos Aires. Actualmente se dedica a la docencia universitaria, a la psicología clínica, y a actividades de prevención y acompañamiento a familias en instituciones educativas y empresas.

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Introducción

Con la magia que produce la experiencia de la lectura, vamos a encontrarnos en las páginas de este libro sin mirarnos a los ojos. Quizá nos una la experiencia de ser padres, madres, educadores o apasionados por las relaciones humanas. Sea cual fuere tu realidad, mi deseo es que, al leer esta obra, puedas hacerte preguntas que te lleven a ampliar la mirada sobre la realidad de tus vínculos. Iniciar juntos un diálogo invisible.

El hecho de interrogarnos y de tomar conciencia de lo que sucede nos llevará, a través de nuevas acciones, a conectarnos de buena forma con aquellos a quienes queremos. Buscaré brindar palabras de despegue y, con ellas, crear imágenes que inicien movimientos hacia un mayor crecimiento relacional. La lectura nos transforma si nos despierta una experiencia emocional significativa.

Leer, sentir, darse cuenta y hacer. Con ese anhelo te doy la bienvenida.

El siglo XXI nos encuentra con una vasta y diversa conformación de las familias. Familias monoparentales, biparentales, adoptivas, homoparentales y ensambladas. Más allá de sus modalidades, la familia es el escenario privilegiado para que se forme y despliegue la identidad. Es el espacio en el que se pueden transmitir y desarrollar dos facultades fundamentales para el crecimiento de nuestros hijos hacia su salud psicofísica: el amor a sí mismos y el amor a los demás.

En la familia nace el amor. Es el cimiento sobre el cual se asienta la subjetividad, y la comunicación entre padres e hijos es uno de los grandes pilares en esta tarea. ¿Habrá alguna unión más intensa y condicionante que la relación entre padres e hijos? Es el vínculo que sirve como matriz de inicio de la historia relacional; luego, con el crecimiento, vendrá la construcción de otros tipos de intimidad, como las relaciones de amistad o de pareja, pero es en la relación paterno-filial donde se juegan las identificaciones fundamentales para ser quien cada uno es. Padres, madres, hijos, hijas, amor e identidad, un entramado dinámico que nos habitará toda la vida.

En esta cultura en constante transformación en la que vivimos nos resulta ardua la experiencia de educar, y a diario nos encontramos con limitaciones al momento de intentar una comunicación fluida en nuestros hogares. Con nuestros comportamientos, pensamientos y emociones (enunciados o silenciados), instalaremos, habilitaremos o desestimaremos la comunicación como un valor familiar. Las palabras se dejarán ver o jugarán a las escondidas en nuestras familias.

El diálogo entre padres, madres e hijos busca el conocimiento mutuo y la demostración del afecto. Así, permite que cada hijo o hija crezca, se expanda y confíe en sus potencialidades. Es una base sólida que afianza, protege y anima, pero para que eso suceda tenemos que buscar una palabra clara. Este libro trata acerca de ello: de buscar una mirada y una conversación que les brinde a nuestros hijos caminos de claridad.

Podemos transformar el silencio que niega y oculta las emociones en conversaciones que generen conexión afectiva. Cabalgamos sobre una cultura inmersa en un cambio vertiginoso y educamos hijos nacidos en la era digital. Hoy en día asistimos a una de las mayores revoluciones en la historia de la cultura: la cibernética. Como consecuencia, observo en mi trabajo con familias un sentimiento de perplejidad y desconcierto en algunos padres ante los cambios generacionales que se ponen de manifiesto en la forma de vivir. De esta perplejidad y de su relación con la educación hablaré en los capítulos 1 y 2.

Educar es preparar a los hijos para su partida. Nos adentraremos en las herramientas que podemos brindarles para cuando nosotros no estemos. Recorreremos esas capacidades que podemos transmitir en el capítulo 3.

Ante el desconcierto parental, y sin intención consciente, en la comunicación familiar puede haber dobles mensajes o paradojas que podrían obstaculizar el crecimiento de nuestros hijos. Abordaré estos aspectos y sus consecuencias en los capítulos 4 y 5; presentaré paradojas construidas a partir de mi trabajo con familias y que pueden incidir negativamente en el crecimiento emocional de los hijos, en la posibilidad de búsqueda de los propios deseos y proyectos, en la tolerancia de la espera y de la frustración, y en la aceptación de sí mismos, actitud tan necesaria para la felicidad y la realización personal.

El capítulo 6 se abre con esta pregunta: ¿Qué implica vivir en una familia nutritiva de la que un hijo o una hija pueda tomar lo que necesita para ser quien es? Hablaremos del clima emocional, de la importancia de las emociones positivas en una familia, sobre la necesidad de lugares relacionales claros y sobre el amor incondicional hecho palabras y gestos.

Al final desarrollaré una de las pocas claves que considero imprescindible aplicar en la crianza familiar: la aceptación incondicional del ser de cada uno de los hijos; llamado de otra forma, el amor parental.

A través de la escritura de esta obra también tuve como objetivo armar redes entre padres; este podría ser un libro para leer en grupos, porque en cada grupo de padres que se reúne en los talleres confirmo que el trabajo es más fácil cuando es compartido. Mirar a un hijo es una tarea artesanal, y cuando se piensa en red, todo se enriquece. Es por esta razón que el libro incluye preguntas y ejercicios que pueden ser útiles para abordarlos tanto personalmente como en forma grupal.

Hablaremos de identidades, hablaremos de comunicación, y en lo más profundo hablaremos del amor sublime entre padres, madres e hijos.

Capítulo 1

¿Quién ha llegado a nuestras vidas?

Un prejuicio es enemigo de lo nuevo. La mayor parte de los prejuicios los tienen los padres sobre sus hijos, y más tarde los hijos sobre sus padres. Ambos se conocen poco y los prejuicios se alienan mutuamente. A veces incluso intentan corresponder a esos prejuicios, a menudo inconscientemente, dándoles a posteriori la razón.

Bert Hellinger

De hijos a padres y madres. Nacimiento y sorpresa

Con cada nacimiento comienza una experiencia profundamente humana. La llegada de un hijo o una hija es un momento difícil de narrar; es un acontecer único. Irrumpe en la vida de los padres con una fuerza irreverente y así comienza una singular historia relacional de lealtades, identificaciones y emociones intensas. Nace alguien, con su impronta, con la fuerza suficiente para desafiar al mundo y buscando ser contenido, aceptado y cuidado. Nace un ser vulnerable que nos interpela. Algunas especies pueden sobrevivir sin ese vínculo inicial de protección, pero no sucede en el humano. Vivimos gracias al cuidado del otro y morimos sin