Los desafíos de la integración civilizacional de los musulmanes: Islam - Civiltà - Cultura - ensayo

Por Ahmed Sarirete

Dado que el mundo se interesa cada vez más a los comportamientos de los musulmanes, y que todas las miradas desconfiadas apuntan sobre el origen de su cultura que es el islam, este ensayo está destinado en primer lugar a los musulmanes para darles nuevos elementos de reflexión para que puedan revisar su visión del mundo al mismo tiempo que su verdadero papel esperado en el concierto de las naciones.  

Como también está destinado a cualquiera, que muestre un interés a la cultura de la fe y al islam en particular, con el fin de aclarar e invitarle a más comprensión, y a la vez cambiar su actitud de desconfianza hacia la gente de esta nación de fe. 

• Idioma: Español
• Editorial: BadPress
• Fecha de lanzamiento: 10 mar 2022
• ISBN: 9781667427904

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Introducción

La integración de la cultura de los musulmanes en el proceso de desarrollo civilizacional en curso, de manera útil y como herencia humana sacada de un islam rico en cultura especifica alrededor de la fe ¡no es todavía una realidad tangible!

Cierto es que, en el campo de la cultura económica, los musulmanes han evolucionado mucho, gracias a su riqueza en recursos naturales en los países árabes del golfo, o también en recursos humanos en la parte asiática del mundo musulmán.

Pero aún queda que el impacto de las consecuencias de la caída de su nación, y de la decadencia de su modelo civilizacional sobre su realidad contemporánea, no sea todavía medido y analizado con pertinencia y objetividad.

Un siglo después de esa caída efectiva, los análisis de la situación del mundo musulmán no parecen resolverse sobre las verdaderas causas de esa caída histórica, y los musulmanes se encuentran sin proyecto cultural real alrededor de su fe, que les permita contribuir como creyentes en la obra civilizacional humana y superar los diferentes retos de la realidad civilizacional moldeada por la nación occidental.

Desafortunadamente la situación cultural y social de los musulmanes no mejora, a pesar de la facilidad y de la riqueza de muchos de los países musulmanes.

Parece que una maldición ha golpeado estos musulmanes contemporáneos, sobre todo los países árabes donde sus logros esperados se alejan aún más para dejar sitio al desorden, sino al caos.

Las primicias de una nueva situación prometedora para todos los musulmanes en el mundo, no son todavía perceptibles, y solamente podemos deducir que hay que buscar aún más e indagar en el fondo del mal que recome esos pueblos musulmanes, y hacen que la situación en la que sus estados se han precipitados sea muy difícil.

Es innecesario recordar la naturaleza de estos análisis[1], dado que el resultado es amargo. Parece que los musulmanes no captan demasiado el cambio extraordinario de la situación del mundo moderno, y de su enorme impacto sobre su realidad y sobre la naturaleza de nuevos retos que tendrán que relevar específicamente.  De hecho, su presencia se echa en falta en el aspecto del dialogo civilizacional deseado entre las grandes naciones.

Sin embargo, el papel del islam en esta situación y los retos a los cuales los musulmanes están enfrentados, para hacer frente a las exigencias y a las condiciones de su integración en el proceso civilizacional actual, merecen de igual manera una mirada lejos de los prejuicios y un nuevo enfoque realista.

El pasado glorioso de la religión islámica que ha permitido a un pueblo sin un real anclaje civilizacional, construir, por primera vez en la historia un modelo civilizacional basado en la fe, y que con el paso de los siglos parecía dirigirse hacia una universalidad sin terminar, no dejará de llamarnos la atención para entender las causas de la decadencia de la nación que fue su obra, y que tanto dio a la humanidad.

En este contexto, como intelectual argelino musulmán, propongo reflexionar profundamente sobre el mejor enfoque posible que permita a nuestra élite de replantear toda la actuación de desarrollo civilizacional musulmán.

Es importante llevar esta reflexión de manera serena y de situar su entorno, redefiniendo las prioridades y los verdaderos desafíos contemporáneos a los cuales tendríamos que dedicar nuestros esfuerzos de comprensión.

Como es cuestión de mostrar a los que piensan que el islam no puede permitir a los creyentes lograr su integración en la civilización contemporánea de una manera pacífica, y que sus dudas sobre las capacidades de esta religión a contribuir una vez más al progreso de la humanidad son infundadas, sobre todo en los campos donde el modelo civilizacional occidental no ha logrado desarrollarse o convencer las otras naciones en búsqueda del salvación moral y espiritual.

Dado que el mundo se