Fútbol, goles y girasoles
()
Información de este libro electrónico
Así, estas historias nos presentan a un portero que sigue tapando incluso después de quedarse ciego; un hombre que viene de un país formado por una cancha de fútbol, un niño que conoce al Pibe y otro que conoce al Tino; un chico que se enamora de una hincha de un equipo contrario, otro que desea ser árbitro…
Estas y otras historias conforman este homenaje de Jairo Aníbal al deporte que mueve los corazones de aficionados de todo el mundo, con poesía, ingenio y, sobre todo, mucha pasión.
Lee más de Jairo Aníbal Niño
Razzgo, Indo y Zaz Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesDalia y Zazir Calificación: 5 de 5 estrellas5/5De las Alas Caracolí Calificación: 1 de 5 estrellas1/5
Relacionado con Fútbol, goles y girasoles
Libros electrónicos relacionados
Martina Futbolista Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesCinco modos para deshacerme de mi hermanito: Cinco modos para deshacerme de mi hermanito Calificación: 1 de 5 estrellas1/5Poptrópica 2: Expedición perdida Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificaciones¡Hola buenos hábitos, adiós virus!: Lucas y Maya aprenden sobre la COVID-19 Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesPoptrópica 3: La sociedad secreta Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificaciones1.000 datos locos de los Juegos Olímpicos Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesAmateur Yo Soy Fútbol Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesSegunda amarilla Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEn mi mente sigo jugando futbol: Cuentos de balompié Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesMutantes en el techo y otros rivales Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesHasta los **** de la polarización Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Mambrú perdió la guerra Calificación: 4 de 5 estrellas4/5El mundo de Max: La ciencia para todos Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La cancha de los deseos Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Monstruo bajo la cama solicita niño que asustar Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl Capitán Flúo Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl profesor Zíper y las palabras perdidas Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesBarraca y tangana: Crónicas Calificación: 2 de 5 estrellas2/5Releer lo vivido: Selección de reflexiones de Felipe Berríos Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesFelicia y Odicia: Felicia y Odicia Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesPanthera leo Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesMaría está enamorada Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEn estado de gol Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Videojuegos en redes sociales: Perspectivas del edutainment y la pedagogía lúdica en el aula Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesConoce el Mundial de Fútbol en 10 pasos Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesPoptrópica 1: El misterio del mapa Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesMurciélagos en apuros Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Chilenos de corazón. Grandes deportistas de nuestra historia Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesSiete brujas y el bebé más feo del mundo Calificación: 5 de 5 estrellas5/5¡Yo tengo la evidencia! Cuentos policiales para niños Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificaciones
Ficción general para usted
Crimen y castigo Calificación: 4 de 5 estrellas4/5La Divina Comedia Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La milla verde (The Green Mile) Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La matriz del destino: El viaje de tu alma Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Soy toda oídos Calificación: 3 de 5 estrellas3/5Collide Calificación: 4 de 5 estrellas4/5El mito de Sísifo de Albert Camus (Guía de lectura): Resumen y análisis completo Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Años de perro Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEstoy bien Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEsposa por contrato Calificación: 3 de 5 estrellas3/5Pedro Páramo de Juan Rulfo (Guía de lectura): Resumen y análisis completo Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Vaya vaya, cómo has crecido Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La insoportable levedad del ser Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLas gratitudes Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Una familia moderna Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificaciones¿Cómo habla un líder?: Manual de oratoria para persuadir audiencias Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Ciudad Láser Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Jerusalén. Caballo de Troya 1 Calificación: 4 de 5 estrellas4/5La Dama azul (The Lady in Blue): Novela Calificación: 4 de 5 estrellas4/5La próxima vez que te vea, te mato Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Colección de Edgar Allan Poe: Clásicos de la literatura Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Arsène Lupin. Caballero y ladrón Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Sólo era sexo Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Yo, el Gato Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesNo estás en la lista Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa baraja española Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesSanta Biblia - Reina-Valera, Revisión 1909 (Con Índice Activo): Biblioteca de Grandes Escritores Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Las vírgenes suicidas Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Largas noches de lluvia Calificación: 3 de 5 estrellas3/5Demian Calificación: 5 de 5 estrellas5/5
Categorías relacionadas
Comentarios para Fútbol, goles y girasoles
0 clasificaciones0 comentarios
Vista previa del libro
Fútbol, goles y girasoles - Jairo Aníbal Niño
Contenido
El crack
Arte mágica
Franciscana
Perseguidores
De nación
Domínica
El equipo de fútbol más malo del mundo
Los hinchas
La camiseta
Hermanal
La Copa Universal
Los dinosaurios
El árbitro
El guardameta
El ángel
Sinfonía del fútbol
La estrella
Correverás
Abendmusik
Historia
El crack
El estadio, desde hace un par de semanas, no tiene nada que hacer. El campeonato nacional de fútbol ha terminado y se reanudará después de la pausa que imponen las festividades de fin de año. El estadio está solo y nada es más solo que un estadio solo.
El viento es un recuerdo lejano de la voz de los hinchas, y empieza a caer una llovizna que cala los huesos, similar a la lluvia que recorre las manos de un portero ante la inminencia del trueno terrible que súbitamente estalla desde el punto del tiro penalti.
De manera extraña, la solitaria figura de un hombre ocupa un lugar en la tribuna. Y nada es más solo en un estadio solo que un hombre solo.
La soledad la rompe otra figura que aparece en la parte baja del estadio. Es un joven. Pasea su mirada a lo largo y ancho de la cancha. En la portería norte han florecido los dientes de león. Las florecillas amarillas parecen solecitos celebrando un gol. El joven descubre al hombre lejano de la tribuna. Sube ágilmente los escalones. De repente se detiene tocado por un extraño temblor.
El hombre sentado es el Pibe Valderrama. La melena rubia del legendario jugador ha cambiado con el paso del tiempo. Ahora es de un brillante color blanco. El futbolista acaba de cumplir setenta y tres años de edad. El joven lentamente se le acerca y se sienta a su lado. La llovizna ha cesado. El Pibe Valderrama no aparta sus ojos de la cancha.
—Pibe —dice el joven—, ¿qué hace aquí, solo, a esta hora, en el estadio?
—Juego. Juego al fútbol —exclama el Pibe Valderrama.
Arte mágica
—¿Usted ha visto una alfombra mágica? —le preguntó Aladino al camellero.
—No. No la he visto.
—¿Alguien ha visto una alfombra mágica recientemente? —preguntó Aladino a los habitantes de una aldea situada en lo alto de las rocas.
—No, no la hemos visto —contestaron los aldeanos.
Aladino continuó su marcha. Estaba desconsolado. La alfombra mágica no solo era un medio de transporte sino un lugar al que llegaban fácilmente los sueños y en el que el corazón era una estrella en las manos del tiempo. En la alfombra el aire creaba un tejido de ilusiones, un territorio para echar a rodos la alegría. Allí, el cuerpo se encontraba de manos a boca con movimientos sabios pertenecientes a la danza. Aladino no se conformaba con su pérdida. Su ausencia no solo lo afectaba a él, sino que estaba convencido de que era una pérdida para todos los seres humanos. Aladino no canceló jamás la búsqueda de la alfombra voladora. Tiempo después llegó a una gran ciudad y, al doblar una esquina, se encontró con un niño.
—¿Usted ha visto recientemente una alfombra mágica? —le preguntó Aladino.
—Sí, la he visto —dijo el niño.
—¿Y en qué lugar se encuentra? —preguntó Aladino con ansiedad.
—Está muy cerca de aquí —explicó el niño.
—Por favor, lléveme a ese sitio —rogó Aladino.
El niño guió al viajero a través de las calles y finalmente llegaron frente a una edificación enorme.
—Ahí adentro está la alfombra mágica —dijo el niño.
Aladino y su acompañante penetraron en el lugar. Subieron por unas anchas escaleras y desembocaron ante un paisaje que parecía la sala de recibo del sol. Toda la luz cantaba en el aire.
—Ahí está —dijo el niño.
Aladino sonrió y no pudo contener las lágrimas de su alegría, al contemplar la enorme alfombra de intenso color verde. La alfombra había crecido. Ahora era una mágica cancha de fútbol.
Franciscana
Dicen que cuando san Francisco —en su humildad y en su sabiduría— inventó la pelota de trapo, la chutó con
