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El trato de Argel (Anotado)
El trato de Argel (Anotado)
El trato de Argel (Anotado)
Libro electrónico129 páginas1 hora

El trato de Argel (Anotado)

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El tema central de la comedia El trato de Argel gira en torno al cautiverio sufrido en las prisiones sarracenas; se nos presentan los azares y sufrimientos del cautiverio de los cristianos Aurelio y Silvia. La trama está desarrollada según el procedimiento de los amores cruzados: las pasiones de Zara por Aurelio y de Izuf por Silvia. Aún con su for
IdiomaEspañol
EditorialeBookClasic
Fecha de lanzamiento7 dic 2021
El trato de Argel (Anotado)
Autor

Miguel de Cervantes

Miguel de Cervantes (1547-1616) was a Spanish writer whose work included plays, poetry, short stories, and novels. Although much of the details of his life are a mystery, his experiences as both a soldier and as a slave in captivity are well documented; these events served as subject matter for his best-known work, Don Quixote (1605) as well as many of his short stories. Although Cervantes reached a degree of literary fame during his lifetime, he never became financially prosperous; yet his work is considered among the most influential in the development of world literature.

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    El trato de Argel (Anotado) - Miguel de Cervantes

    El trato de Argel

    Miguel de Cervantes Saavedra

    Criterios de edición

    La Comedia llamada trato de Argel o El trato de Argel se nos ha conservado, básicamente, en dos testimonios textuales:

    1.- Ms. 14.630 de la Biblioteca Nacional de Madrid.

    2.- Ms.. Sancho Rayón de la Hispanic Society de Nueva York.

    A ellos habría que añadir un tercero, representado por la transcripción que del segundo hiciera don Antonio de Sancha en su edición del Viaje del Parnaso... (Madrid, 1784); transcripción más que fiable, aunque siempre fue tenida como edición caprichosa y libérrima de algún original antiguo.

    Con esos testimonios a la vista, la presente edición del Trato parte de una comparación concienzuda de los dos manuscritos conservados (al Sancho Rayón sólo hemos tenido acceso, de momento, a través de la copia que da Sancha en su mencionada edición del Viaje al Parnaso), de la que se desprende, al contrario de lo que ocurre con La Numancia, la evidente superioridad y mayor corrección del primero. En consecuencia, reproducimos con todo escrúpulo la «versión» ofrecida por el Ms. 14.630 de la B.N.M., corrigiéndola y completándola -eso sí- con el texto de Sancha.

    En todo caso, parece evidente que se trata de copias autónomas y textualmente equipolentes, a las que hay que otorgar la misma autoridad ecdótica, sin que ello permita fijar un texto de compromiso crítico, fruto de la intersección de ambas, como ha venido haciéndose tradicionalmente (Valbuena, Ynduráin, etc.). Por eso precisamente, lo mismo que en el caso de La Numancia, a la vista de las insalvables diferencias existentes entre ambos testimonios, hemos optado por incluir íntegramente, aprovechando las posibilidades que ofrece la Biblioteca Virtual, el texto de los tres testimonios básicos, de modo que el lector contemporáneo pueda compararlos cómodamente.

    Por lo demás, tratamos los originales con los criterios textuales más comunes en la edición de nuestros clásicos de los Siglos de Oro: modernizamos la ortografía, pero sin rebasar el plano gráfico (siempre y cuando el cambio no afecte a las peculiaridades fónicas de la lengua áurea). Por eso, se actualiza lo puramente gráfico u ortográfico: uso de s/ss, c/q, c/z/ç, u/v/b, x/j/g, h-,...; arcaísmos gráficos latinizantes, separación de palabras, signos suprasegmentales, resolución de abreviaturas, acentuación, puntuación, etc. En la misma línea, se respetan puntualmente todos y cada uno de los rasgos significativos propios de la lengua clásica: vacilaciones en el timbre de las vocales átonas, empleo anárquico de los grupos consonánticos, aglutinaciones de la preposición de con pronombres y demostrativos, asimilación de la -r del infinitivo con la l- de los pronombres enclíticos... y, por supuesto, cualquier otro rasgo de mayor alcance, sea del tipo que fuere: concordancias, regímenes preposicionales, usos etimológicos, etc.

    Jornada primera

    Interlucutores:

    - AURELIO.

    - FÁTIMA,

    - ZAHARA,

    - YZUF,

    AURELIO

    ¡Triste y miserable estado!

    ¡Triste esclavitud amarga,

    donde es la pena tan larga

    cuan corto el bien y abreviado!

    ¡Oh purgatorio en la vida,

    infierno puesto en el mundo,

    mal que no tiene segundo,

    estrecho do no hay salida!

    ¡Cifra de cuanto dolor

    se reparte en los dolores,

    daño que entre los mayores

    se ha de tener por mayor!

    ¡Necesidad increíble,

    muerte creíble y palpable,

    trato mísero intratable,

    mal visible e invisible!

    ¡Toque que nuestra paciencia

    descubre si es valerosa;

    pobre vida trabajosa,

    retrato de penitencia!

    Cállese aquí este tormento,

    que, según me es enemigo,

    no llegará cuanto digo

    a un punto de lo que siento.

    Pondérase mi dolor

    con decir, bañado en lloros,

    que mi cuerpo está entre moros

    y el alma en poder de Amor.

    Del cuerpo y alma es mi pena:

    el cuerpo ya veis cual va,

    mi alma rendida está

    a la amorosa cadena.

    Pensé yo que no tenía

    Amor poder entre esclavos,

    pero en mí sus recios clavos

    muestran más su gallardía.

    ¿Qué buscas en la miseria,

    Amor, de gente cautiva?

    Déjala que muera o viva

    con su pobreza y laceria.

    ¿No ves que el hilo se corta

    desa tu amorosa estambre,

    aquí con sed o con hambre,

    a la larga o a la corta?

    Mas creo que no has querido

    olvidarme en este estrecho,

    que has visto sano mi pecho,

    aunque tan roto el vestido.

    Desde agora claro entiendo

    que el poder que en ti se encierra

    abraza el cielo y la tierra,

    y más que no comprehendo.

    Una cosa te pidiera,

    si en esa tu condición

    una sombra de razón

    por entre mil sombras viera;

    y es que, pues fuiste la causa

    de acabarme y destruirme,

    que en el contino herirme

    hagas un momento pausa.

    Yo no te pido que salgas

    de mi pecho, pues no puedes;

    antes, te pido que quedes,

    y en este trance me valgas.

    Mira que se me apareja

    una muy fiera batalla,

    y que no he de atropellalla

    si tu consejo me deja.

    Del lugar do me pusiste,

    me procuran derribar;

    pero, ¿quién podrá bajar

    lo que tú una vez subiste?

    Ya viene Zahara y su arenga;

    ¡ay, enfadosa porfía;

    cómo que me falta el día

    antes que la noche venga!

    ¡Valedme, Silvia, bien mío,

    que, si vos me dais ayuda,

    de guerra más ardua y cruda

    llevar la palma confío!

    (Entra agora ZAHARA, ama de AURELIO, y FÁTIMA, criada de ZAHARA.)

    ZAHARA

    ¡Aurelio!

    AURELIO

    Señora mía...

    ZAHARA

    Si tú por tal me tuvieras,

    a fe que luego hicieras

    lo que ruega mi porfía.

    AURELIO

    Lo que tú quieres yo quiero,

    porque al fin te soy esclavo.

    ZAHARA

    Esas palabras alabo,

    mas tus obras vitupero.

    AURELIO

    ¿Cuál ha sido por mí hecha

    que en ella no te complaces?

    ZAHARA

    Aquellas que no me haces

    me tienen mal satisfecha.

    AURELIO

    Señora, no puedo más;

    por agua me parto luego.

    ZAHARA

    Otra agua pide mi fuego,

    que no la que tú trairás.

    No te vayas; está quedo.

    AURELIO

    De leña hay falta en la casa.

    ZAHARA

    Basta la que a mí me abrasa.

    AURELIO

    Mi amo...

    ZAHARA

    No tengas miedo.

    AURELIO

    Déjame, señora, ir,

    no venga Yzuf, mi señor.

    ZAHARA

    Quien queda con tanto amor,

    mal te dejará partir.

    AURELIO

    No hay para qué más porfíes,

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