Prosa y verso de Belaborda: [Un nick en la blogosfera]
Por Belaborda
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Información de este libro electrónico
Amor, dolor, humor... vida, multiforme y única.
Este libro recoge numerosos y variados comentarios de un nick, Belaborda -con algún que otro avatar-, escritos en los blogs Nickjournal, de Arcadi Espada, con el añadido de un Nickjournalarcadiano hecho por habituales del primero, Apuntes en sucio, de [M]anuel Jabois y El blog de Santiago González, aún activo, los otros ya desaparecidos. Tres magníficos blogs amén de ser sus responsables periodistas señeros.
En ese comentar en los blogs referidos, y que aquí se recoge tras selección obligada, hay de todo un poco, como en botica, y desde luego hay prosa y hay verso; hay amor y otras pasiones; hay erotismo y puro sexo; hay humor y aun humor negro; hay, en definitiva, la manifestación de una forma de pensar y de sentir, las del autor, sobrela vida en general, y los hombres y mujeres ante ella, en particular.
Belaborda
Belaborda, autor de Belaborda en su espejismo que es el segundo que publica y el precedente lleva por título Prosa y verso de Belaborda -un nick en la blogosfera-. En la breve biografía que figura en el primero publicado hace constar que sus datos personales son irrelevantes en el ámbito de lo literario y por lo mismo los omite, y en este mantiene el mismo criterio. Solo quiere ser Belaborda, ese nick -que es seudónimo y máscara también- que escribió en diversos blogs, el mismo que coprotagoniza el episodio que origina el presente volumen y en el que si no se dice quién es, sí se dice y mucho de cómo es, en lo emocional al menos. Y en el presente caso en verdad que es suficiente.
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Prosa y verso de Belaborda - Belaborda
Esta es una obra de ficción. Cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia. Todos los personajes, nombres, hechos, organizaciones y diálogos en esta obra son o bien producto de la imaginación del autor o han sido utilizados de manera ficticia.
Prosa y verso de Belaborda
[Un nick en la blogosfera]
Primera edición: julio 2018
ISBN: 9788417483043
ISBN eBook: 9788417505783
© del texto:
Belaborda
© de esta edición:
, 2018
www.caligramaeditorial.com
info@caligramaeditorial.com
Impreso en España – Printed in Spain
Quedan prohibidos, dentro de los límites establecidos en la ley y bajo los apercibimientos legalmente previstos, la reproducción total o parcial de esta obra por cualquier medio o procedimiento, ya sea electrónico o mecánico, el tratamiento informático, el alquiler o cualquier otra forma de cesión de la obra sin la autorización previa y por escrito de los titulares del copyright. Diríjase a info@caligramaeditorial.com si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra.
Dedicado a José Juan, maestro de primaria.
Porque habiendo tenido conocimiento de forma incidental de algunas de las cosas que yo había escrito en blogs, no solo le parecieron buenas sino que las ha utilizado, las que son utilizables, como material para trabajo con sus alumnos. No se me puede honrar más ni mejor. Gracias.
Comentando en los blogs:
− Nickjournal, de Arcadi Espada
− Apuntes en sucio, de [M]anuel Jabois
− El blog de Santiago González, de S. González
Con lágrimas me puse ante el espejo
y vi un demonio riendo en su reflejo.
¡QUIA! Espejo al borde del vertedero
Arcadi Espada 14/07/2016 03:04
Entre los años 2004 y 2007, por mérito y nómina de la editorial Espasa, llevé un blog que tuvo un cierto éxito de público. Una noche inolvidable los más habituales se conjuraron y llegaron a los tres mil comentarios; pero lo cierto es que cada día se escribían a cientos. Mientras duró leí todos los comentarios, no censuré ni el más abyecto y jamás utilicé un nick para escribir allá abajo. Fui grato testigo de la inteligencia y de la delicadeza humanas, y también de su vileza. Una de las razones que me llevaron a evitar la censura fue la de disponer de un recuento impagable del insulto moderno en España: de sus modalidades, de sus estrategias y de sus honduras. Me insultaban a mí y se insultaban entre ellos, y había noches en que me asombraba la fiereza y el retorcimiento. Tenía en cuenta los atenuantes, por así decirlo. El principal, el anonimato. Pero también el alcohol y las drogas, la herida narcisista, los descalabros de la madrugada, la juventud siniestra; y el principal, que siempre era el deseo de ser alguien. Pero aún teniendo en cuenta todo eso, y la evidencia, tantas veces comprobada, de que un mismo sujeto podía embozarse en media docena de nicks para insultarse incluso a sí mismo, nunca olvidaba que detrás de cada letra tecleada había un hombre, o como se dice ahora, un hombre o una mujer. No era una máquina, un robot, un fantasma: era un hombre tecleando. Ya no era joven, llevaba años dedicándome a un oficio que consiste en conocer gente y había leído bastante literatura realista y visto todo Shakespeare, incluso el más infumable. Pero hasta entonces no supe del todo bien en qué consistía eso que con tanta seguridad −cuña de la misma madera− llaman la gente. Esta experiencia personal, pero transferible, se ha multiplicado de modo notable, puramente exponencial, en los últimos años, a través de lo que llaman las redes sociales, un nombre que yo utilizo siempre con distancia dado su carácter ennoblecedor. De pronto la gente ha quedado desvelada. Los que se alegran de la muerte del torero, para citar el último ejemplo, existen y teclean. Estoy dispuesto a discutir cada una de las presuntas virtudes que se atribuyen a las redes. Excepto la de que facilitan una aproximación afinadísima a la naturaleza humana. No hay discusión posible: jamás la humanidad había dispuesto de un similar espejo. Todo ello tiene que redundar en el provecho de la especie, por dentro y por fuera. A psiquiatras y a policías se les están agotando las excusas.
Prólogo
Este libro es lo que se dice en la cubierta: un nick, el mío de Belaborda como principal aunque no único, en bitácoras o blogs de la blogosfera. Elegí los tres que se indican –que comenté en otros también– por dos razones: la primera, la de ser los más importantes, la otra porque en ellos es donde puse lo mejor de mi comentar. Tres blogs de tres excelentes blogmásteres, cada uno a su manera, amén de ser periodistas señeros.
Cómo era y aún más qué era el Nickjournal
de Arcadi Espada lo dice él mismo en el ¡QUIA! Espejo al borde del vertedero que he puesto precediendo a este prólogo por cuanto fue, su lectura, razón poderosísima para moverme a hacer el libro, sin más y aun con el añadido estímulo de la persona a quien lo he dedicado. Y sí, ese título stendhaliano es apropiado para lo que se dice. Y lo que se dice, verdad. Estuve allí y no como testigo sino comentando con otros muchos, muchísimos en ocasiones, coparticipantes en comunión alrededor de la entrada de cada día; y con ellos, igualmente atado al pozo de las horas que era la bitácora y a veces potro del tormento, del hastío y del aburrimiento. Lo escribí en uno de mis comentarios que él puso luego en portada como ‘Advertencia del Nickjournal’, que he incluido en la parte correspondiente a ese blog y que firmé con el nick Pico de la Mirandola. También incluyo unos poemas que hice suscribiéndolos con el de Mirarse al espejo, en la jornada del 3 de julio que fue conjura original y nombrada. Es suficiente por lo que respecta al Nickjournal y para lo que pretendo y no necesito más; aparte de que, aunque lo necesitara, no está ya a mi alcance por haber desaparecido de Internet –para mí, al menos– y no tomar en su día apuntes. Lo que he incluido, advertencia y poemas que hice en esa señalada jornada del 3 de julio, lo he tomado de fuentes fiables.
Como adenda al apartado Nickjournal de AE, para suplir en lo posible lo que en él no he podido incluir, por lo dicho, he puesto comentarios escritos en lo que fue continuación del mismo bajo la denominación de Nickjournalarcadiano
, a cargo de unos beneméritos nicks. Ahí, análogas fiereza y retorcimiento, y sí, humana vileza… pues éramos la misma gente en ámbito similar. He procurado no obstante, al seleccionar mis textos, evitar aparezcan esas formas indelicadas de manifestarse, atenuantes considerados y por más que sean lo que las originaban humanas pasiones.
Respecto al "Apuntes en sucio" de Manuel Jabois fue algo semejante pero con la diferencia de que si AE en lo suyo ejerció como testigo, Jabois salía a la palestra con frecuencia como M., un nick más. Y de este blog sí tuve el cuidado de guardar todo lo que escribía e incluso de lo que escribían otros de mí o sobre lo mío. Lo consignado es una selección de aquello que me ha parecido más apropiado para figurar en este libro, selección exigida por motivos fáciles de entender. Ello conlleva de forma inevitable el que en ocasiones y por este tener que hacerlos figurar aquí en el libro, los comentarios, fuera de contexto no aparezcan en toda su verdadera intención y efectos éticos y hasta estéticos; lo que lamento pero que no tiene remedio sino en el buen entender de quienes los lean.
El Blog de Santiago González
nada tiene que ver con lo que fueron los anteriores, ni por la forma de llevarlo el responsable ni por la de comentar quienes en él lo hacen. Sigue activo en la blogosfera al contrario del Apuntes y Nickjournal que fueron cerrados.
Debo señalar, por lo insólito, que si no dejó de producirme alguna perplejidad el que se me permitiera en el Apuntes en sucio escribir lo que escribía –además de poemas, siendo el único en hacerlos, posts con frecuencia muy extensos−, en lo de S. González, bitácora en la que tanto las entradas como los comentarios son de clara temática político/social, la perplejidad mía y, supongo, la de los habituales del blog, pasa y pasó a ser mucha cuando el titular del mismo, designado como patrón, consentía el que en mis aportaciones figuraran relatos de alto y aun muy alto contenido erótico. Se lo agradecí y lo hago de nuevo ahora, como lo suyo a Jabois.
En ese postear mío en los blogs referidos y que aquí se recoge hay de todo un poco, como en botica, y desde luego hay verso y hay prosa; hay amor y otras pasiones; hay erotismo y puro sexo; hay, creo, humor y aun humor negro; y hay, en definitiva, la manifestación de una forma de pensar y de sentir, las mías, sobre la vida en general y los hombres y mujeres ante ella en particular.
Respecto a su calidad literaria, ha estado condicionada un tanto por razón de las circunstancias en las que se escribía, casi siempre con prisa, y para lo que se escribía que era no pocas veces el simple mantener una controversia, el sostener polémica quizá desaforada, más de una vez el defender ideas propias y atacar las contrarias en bronca dialéctica; y esto referido en especial a lo que aparece en el Apuntes de Jabois, por más que en lo que he transcrito, quizá una tercera parte o menos de lo que allí escribí, no se aprecien tales circunstancias. Lo recogido del Blog de Santiago González ofrece un tenor muy distinto, con relatos de más extensión y propios para mejor expresarse en lo literario. Y decir –otra vez pues ha quedado manifestado y agradecido en la dedicatoria– que me encanta el que guste a los demás lo que escribo y por eso escribía en los blogs y para eso he recogido en este libro lo que he puesto.
Para finalizar: la forma en que aparecen en el libro los comentarios y la selección de los mismos son los que he considerado apropiados para conseguir lo que persigo y que es el hacerlo interesante, inteligible por completo, el que se lea por el mayor número posible de personas y que se conozcan mis cosas. Señalo, así mismo, que ya en ese comentar mío en las bitácoras adopté formato bastante parecido con un título en mayúsculas a poemas o relatos o simples comentarios que lo merecieran. Y hago constar que he recogido todo tal cual está o estaba en los blogs con únicamente necesarias modificaciones para corregir errores gramaticales o de estilo evidentes o aclarar sentido equívoco en alguno de los comentarios; originado lo primero, si no siempre muchas veces, por la urgencia con la que en ellos se comenta y en cuanto a lo otro, como he significado, al haberlos sacado de contexto. Y ya por último que habiendo prosa o verso que puse en más de uno de los blogs con, quizá, alguna o algunas variaciones, aquí lo he tomado del que más conveniente me ha parecido.
Santa Cruz de Tenerife, mayo de 2018.
Belaborda.
BLOG Nickjournal, de Arcadi Espada
[Comentando en los años 2006 y 2007 con los nicks Pico de la Mirandola, Mirarse al espejo, Belaborda y algún otro].
Advertencias legales del Nickjournal Noviembre 5, 2006
El Nickjournal segrega un tedio interior y específico que debería hacernos huir a los nickjournalistas mientras nos quedara un hálito de vida intelectual. Pero tiene al mismo tiempo una poderosa virtud que reside en la comunión alrededor de la anotación de cada día conjuntamente con otros muchos, muchísimos en ocasiones, coparticipantes; y a lo largo de todo el día, amigable y siempre disponible. Y son esos ‘otros’, generalmente desconocidos en su identidad real, ignotos, enigmáticos también, los que nos atan a este pozo de las horas, a este, a veces, potro del tormento del hastío y del aburrimiento.
Pico de la Mirandola.
Jornada del 3 de julio
[Conjura original y nombrada]
La rebelión de unos nicks
Unos nicks se han rebelado, airados,
de vocablos sonorosos y rimas van armados.
Broquel de prosa, de versos son sus flechas,
es su día más que un día y en él todas las fechas.
La Tierra ya no gira y al Sol hemos parado,
y al 3 de julio como El Día coronado.
Por más que incruenta esta revuelta,
se ha cohesionado y jamás será disuelta.
Si por fuerza se nos fuerza y se nos debilita,
león herido es menos fiero que un sitiado hoplita.
Se hace fuerte cuando al débil se le acosa,
y se hace loba la tímida raposa.
De vieja Bíblia tomemos como ejemplo,
que al tiempo de morir se puede hundir el templo.
¡Nosotros somos los hermanos Macabeos,
somos también Sansón y hasta los filisteos!
Mirarse al espejo.
Grandes momentos del Nickjournal
Mientras Arcadi Espada meditaba,
clavados en el tiempo los momentos,
sin flechas en su aljaba,
parían juramentos;
que nada ya ocultaba,
crujir el Nickjournal en sus cimientos.
Y tal espanto daba,
que a lo alto hay quien envía sus lamentos:
−¡Señor ¿Cuándo se acaba,
este vivir con tan grandes sufrimientos?
Y como Dios callaba,
el webmaster, bailando sobre vientos,
del hilo journalesco se colgaba.
Mirarse al espejo.
Soneto a la clonclónica locura del 3 de julio
El 3 de julio es fecha y es locura,
es río que remonta su corriente;
la montaña en que es cima la vertiente,
un jinete que trota sin montura.
No es un día vivido con cordura,
ni el descender el agua mansamente;
no es cumbre que ladera desaliente,
ni caballo que sienta amarradura.
Es el tiempo en el tiempo detenido,
una nota no más en un concierto,
latir un corazón solo un latido.
Es no ver el presente como cierto,
advertir el futuro indefinido...
¡es profeta clamando en su desierto!
Mirarse al espejo.
Acróstico
3 de julio es el agua con memoria,
derrota de mis naves sin poniente;
el rumbo de esos barcos hecho historia
juicio a sus estelas permanente.
Un girar y girar siempre la noria
(los versos son el líquido corriente),
impulsión de esa linfa ondulatoria
o su fluir por siempre, eternamente.
Mirarse al espejo.
Lamento apócrifo del webmaster del blog de AE
Desastre como el mío pocos he visto. Vean,
asómense a esta honda sima de los días
que es del 3 de julio la ventana.
Para qué voy a decir lo que ha ocurrido.
El tiempo todo lo aclara.
Para qué voy a hablar de ese nombre,
Clonclón que es el nick que he maldecido,
cuando hay tantos esperando blogggahogándose
en las sábanas de agua de mi cama deshecha
o colgados como acróbatas en mis hilos locos.
Mas no esperen que me dé por vencido.
Con los ojos doloridos y los dedos yertos
sigo empujando la pesada roca que el dios colérico
devuelve a su sitio, y ofreciendo a voraces los buitres
y sus picos inmisericordes mi hígado inocente.
Porque es mucho lo que está en juego
la apuesta he de subirla hasta los cielos,
hasta el mismo firmamento blogosférico
surcado por los ángeles del infierno,
y donde se acaba el tiempo.
La jugada está sobre el tapete,
de la arcadiespadesca mesa:
a un lado, ellos, rebeldes sin causa, perversos;
al otro lado, mi silencio.
¡Malditos sean por estrujarlo, por retorcerlo!
Mirarse al espejo.
El 3 de julio no amanece
¿La fecha, el 3 de julio, ha amanecido?
No. Es sólo de los días el vampiro,
de piratas del blog oculto nido;
la pena del webmaster, un suspiro
de inútil esperanza y su plañido.
Mirarse al espejo.
Quejas del soneto
¡Por los clavos de Cristo! ¡No hay derecho!
Me han tomado poetillas en antojo
y exhiben cual trofeo y por despojo
soneto si no muerto muy maltrecho.
Me abortan y no alumbran pues soy hecho
a lo manco, a lo tuerto y a lo cojo,
me llevan como a puta por rastrojo
y los doctos me toman por desecho.
Al webmaster le clamo que en justicia,
armado de valor, no ceda al miedo
y extirpe el tresjulismo, esa cizaña;
y si ha de examinar tanta estulticia,
se inspire en Lope, Góngora y Quevedo
o tantas otras glorias de mi España.
Mirarse al espejo.
Vivir (spleen)
Ya me he enfundado el cuerpo pues que vivo,
si es vivir el estado en que me encuentro,
instante sobre instante que derribo,
cada punto a distancia de mi centro;
un sentir sin sentido y excesivo,
el estar sin quererlo bien adentro,
y asomarme sin ganas al espejo,
a un espejo que veo roto y viejo.
Mirarse al espejo.
Orgullo y belleza del 3 de julio
Es este 3 de julio un estampido
que ha desgarrado el blog en dos pedazos;
sus comentarios son aldabonazos,
en verso y prosa un golpe ya expandido.
Eterno bucle de horas, fue nacido
como todos; cumplidos ya sus plazos,
viene a morir feliz en nuestros brazos
y al morir, nuevo fénix, concebido.
Y si ha de ser un látigo o su tralla
fustigante de espaldas de dormido,
de yerbas embelecas ruda dalla,
glorioso día a día transcurrido...
Que sea nuestro orgullo y su belleza
el llevarlo en el pecho y la cabeza.
Mirarse al espejo.
Escribir y escribir
¡Escribir y escribir! Nunca sabremos,
sino por ecos, que este eterno día
se va en el golpeteo de unos remos
de barca de Caronte que sombría
se lo lleva; los posts son crisantemos
y el último será nuestra elegía:
cumplamos, tresjulistas, la jornada
que marcha, como todo, hacia la nada.
Mirarse al espejo.
A Clonclón
Ay, que voy a parirle mi cloneto
y Erato ha enmudecido, envidiosa
de su tersa, su pulcra y clara prosa
y dominio del clásico conceto.
Luego ¿cómo labrar otro cuarteto
y seis versos cual pétalos de rosa?
No con musa; con fe tan candorosa
que nace del asombro como reto.
Es nick y sólo un nick; y aunque dijera
¡ya soy yo! tras rasgar el tenue velo
(una máscara incierta o verdadera)
para fundar sus pies en vuestro suelo...
seguiría en mi espejo y en mi esfera
hollando estrellas y triscando cielo.
Mirarse al espejo.
Gesta
¿Quién sabe de los Hados el decreto?
¡Que viva el 3 de julio hasta su muerte!
(del webmaster hermético, el secreto).
Mas antes de seguir la negra suerte
de los hijos espurios de la Historia,
habremos de grabar un aguarfuerte
−con oro puro, plata y basta escoria−
rebeldes a tambor y a su redoble,
quedando para siempre en la memoria
la gesta tan inútil como noble.
Mirarse al espejo.
A Clonclón y su locura en el 3 de julio
Hombre con alma de niño
y un su tambor de hojalata,
le hace al cruel Tiempo ese guiño
que es inconsciencia insensata,
pues que en Tiempo no hay cariño
y a quien no sigue lo mata.
Mirarse al espejo.
Al poeta muerto el 3 de julio en el metro de Valencia
Cuando nos vamos,
ya sólo somos lo que dejamos.
Ese poeta dejó jirones de alma en cada verso
y lo demás llevose con su universo
a la nada, al recuerdo que mengua, a ser todo
lo que queda tras un recodo.
Recodo de la muerte en el camino del olvido,
cuando por él nos vamos como los otros antes se nos han ido.
Mirarse al espejo.
Elegíaco adiós al 3 de julio
Adiós, Nickjournal del 3 de julio, pues parece cierto
que te mueres; o que te matan y viene a ser lo mismo, viejo amigo.
En todo caso, sea que te acabas o sea que deciden acabar contigo,
quiero que por ti doble mi campana a muerto.
Su grave son se expanda en ondas hasta el mar abierto;
y luego en olas de pesar por océano infinito, mudo testigo.
Ay, que navegas firme hacia el lugar donde llegar es el castigo;
a la nada en el rumbo del creciente olvido, a ese puerto.
Adiós definitivo; mas algo de ti como de todo lo vivido, irá conmigo.
Adiós, día solista: tocaste por completo tu parte del concierto.
Adiós [cenizas de ave fénix]. Adiós sin dios te digo.
Mirarse al espejo.
[Adenda al Nickjournal]
BLOG Nickjournalarcadiano
[De abril de 2007 a septiembre de 2010 con los nicks Belaborda y Memoria histérica].
I
[A pecho descubierto]
Broncíneo el pecho mío, descubierto,
tatuado en él un Cristo, legionario,
al aire y lo canalla, perdulario,
tostado en soles y de fríos yerto.
De vientre sangre al suelo, desconcierto,
acabo el hombre a hierro, adversario,
pené los doce años, presidiario,
ahora pido paz y anhelo huerto.
Y cuando nada espere, ni la suerte,
mis ojos solo a ti, postrera amante,
con sudario y guadaña querrán verte;
que a pecho descubierto, y petulante,
matar mi vida quiero, doña Muerte,
eligiendo yo el cómo y el instante.
II
[Verso y poesía]
¡Amo el metro, la rima y la cadencia
como el esclavo ama sus cadenas!
III
[Labrando el Nickjournal]
¿Por qué labras este predio?
[ni te engañes ni engañes, sé sincero]:
Sí, es que a gusto y como quieras
se puede ser rufián o un caballero;
y porque lee lo que tú escribes
quien ha escrito lo que lees, compañero.
IV
[¡Eh, tú! ¿No oyes que tocan...?]
¡Eh, tú! ¿No oyes que tocan a rebato?
¿Que hasta el pensar