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Te Quiero Hasta El Cielo
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Libro electrónico314 páginas4 horas

Te Quiero Hasta El Cielo

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Te quiero hasta el cielo, es una novela con un tema de amor, fe y perseverancia. Es romance, aventura, drama y ms. Es realidad y fantasa.
La historia de la joven Nenia se desarrolla remontndose a la vida de los antepasados y est basada en hechos acontecidos en la vida real, que combinados con imaginacin y leyenda, por supuesto le dan a la novela ms colorido e inters. Tienen lugar en un pas muy pequeo de Amrica, sus personajes, la vida de los antepasados y sus experiencias en la montaa, las guerras civiles, la vida de las jvenes maestras y sus aventuras, as como las descripciones de los lugares donde suceden los acontecimientos, han sido relatados con bastante veracidad, tratando de presentarlo lo ms cerca posible de la realidad de los hechos, haciendo as justicia a los mismos.
Es mi esperanza de que los lectores de esta obra la disfruten en grande tanto como lo hice yo al escribirla.
IdiomaEspañol
EditorialXlibris US
Fecha de lanzamiento8 abr 2016
ISBN9781514472668
Te Quiero Hasta El Cielo
Autor

Nydia Yock

Nydia Yock nació en Costa Rica. Estudió en la Universidad de Costa Rica donde se graduó como profesora de enseñanza primaria. Se trasladó a los Estados Unidos con su familia y se estableció en Connecticut. Aquí completó su educación. Asistió a la Universidad de Connecticut y a la Universidad de Bridgeport donde obtuvo su maestría en educación. Antes de jubilarse ejerció su profesión como educadora en varias escuelas públicas de nivel elemental, intermedio y secundario en el estado de Connecticut. Ella vive con su familia en Florida.

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    Te Quiero Hasta El Cielo - Nydia Yock

    Copyright © 2016 por Nydia Yock.

    Todos los derechos reservados. Ninguna parte de este libro puede ser reproducida o transmitida de cualquier forma o por cualquier medio, electrónico o mecánico, incluyendo fotocopia, grabación, o por cualquier sistema de almacenamiento y recuperación, sin permiso escrito del propietario del copyright.

    Fecha de revisión: 04/07/2016

    Xlibris

    1-888-795-4274

    www.Xlibris.com

    737400

    ÍNDICE

    PRÓLOGO

    SUCEDIÓ EN UN HERMOSO DÍA DE VERANO

    EN UN PUEBLO LEJANO

    TRES AÑOS DE VIDA MATRIMONIAL

    SALIERON CON MUCHO SIGILO

    SE DIRIGIÓ A LA MONTAÑA

    DESPERTÓ A MUY TEMPRANAS HORAS

    PRIMER DÍA EN EL BOSQUE

    LLEVABA UNA CANTIDAD DE PRODUCTOS

    LLEGARON MEJORES NOTICIAS

    ALGO VINO A PERTURBAR LA TRANQUILIDAD

    ERA EL ÚLTIMO SÁBADO DEL MES DE MAYO

    UNA OFERTA QUE NO PUDIERON RECHAZAR

    SE ACERCABA EL TIEMPO PARA OTRO CAMBIO

    SE PRESENTARON MÁS CONFLICTOS

    HABÍA QUE TOMAR NUEVAS DECISIONES

    UN LUGAR LOCALIZADO AL PIEDE UNAS MONTAÑAS

    NO TENÍA AMISTADES

    DESEABAN RECUPERAR LA PAZ

    PASARON HORAS REUNIDAS

    MÁS ESPERANZAS

    TODO IBA MARAVILLOSAMENTE

    SE SINTIÓ MUY AFLIGIDA

    LA JOVEN INICIÓ SUS LABORES EN OTRO LUGAR

    UNA GRAN ALEGRÍA

    HABÍA GRANDES EXTENSIONES DE JARDINES

    MUY CERCA DE SU META

    TRABAJO INCANSABLEMENTE

    OTRO NUEVO COMIENZO

    UNA REUNIÓN DE PERSONAL

    SU TRABAJO SE CONVIRTIÓ EN SU PRIORIDAD

    SIGUIERON DÍAS DE MUCHA SOLEDAD

    SE ACERCABA LA CONCLUSIÓN DEL CURSO LECTIVO

    MÁS SORPRESAS

    LOS INFANTES SE VEÍAN HERMOSOS

    NUEVO INCENTIVO

    OTRO DÍA FELIZ

    LA CONTESTACIÓN

    AMBOS JÓVENES ERA MUY APRECIADOS

    LA HISTORIA CONTINÚA

    MÁS DE CUATRO AÑOS HABÍAN PASADO

    UN DÍA MUY LLUVIOSO

    UN MENSAJE SUBLIME

    EPÍLOGO

    APÉNDICE

    Te quiero

    hasta el cielo

    Te%20quiero%20manuscript%20FINAL_Page_243_Image_0001.tif Nydia Yock

    A mi esposo y mis hijos,

    por mis alegrías.

    RECONOCIMIENTOS

    A Dios en primer lugar

    A mis abuelitos en el cielo.

    A mis sobrinos, Juan Diego por su tiempo, su asesoramiento en tecnología, sus ideas y valiosas sugerencias,

    mi más profundo agradecimiento.

    Y a Ivannia por su paciencia.

    Gracias

    No te rindas, por favor no cedas

    aunque el frío queme

    aunque el miedo muerda,

    aunque el sol se esconda

    y se calle el viento

    aún hay fuego en tu alma

    aún hay vida en tus sueños.

    ––-

    Fragmento de No te rindas

    Mario Benedetti. Poeta Uruguayo

    PRÓLOGO

    Nenia es una joven damita que ha pasado por una cantidad de experiencias interpretadas por ella como extraordinarias. Recientemente, ha vivido la más hermosa de su vida y que ha sido el mayor premio de su existencia, al convertirse en una orgullosa mamá.

    Obviamente en la nueva etapa, pasa el tiempo demasiado agobiada, pero hoy aprovechando que su niño duerme y está siendo atendido por la niñera, se ha dedicado como en viejos tiempos a trabajar en su jardín. Éste es algo admirable, hermoso, que le ha llevado años en cultivar y está colocado adornando los alrededores y la parte posterior de la propiedad que ocupa la casa donde habita ella con su adorada familia. Este jardín tiene una historia muy particular.

    Nenia se encuentra acompañada de su viejo amigo don Fermín Bolaños, un vecino que la ha adiestrado en su labor y en la realización de aquella obra maestra. Están sentados descansando después de haber dedicado precioso tiempo al cuidado de las valiosas plantas y flores que decoran el lugar haciéndolo tan especial.

    Admirando la naturaleza y el cielo muy bello cubierto por colores que hacen impresionar a cualquiera ante aquella vista tan hermosa, hacen recuerdos y añoranzas de las anécdotas pasadas. Y dadas las circunstancias del momento, de pronto sus memorias se han vuelto hacia la época de la abuelita María Concepción, cuando ellos dos planearon crear el lugar tan llamativo que es aquel lindo jardín. Y Nenia no ha podido evitar el sentirse melancólica al recordar el día inolvidable en que ambos dieron por terminada la labor en aquel lugar que sorprendería a la mamita y la iba a hacer tan feliz. Se siente muy satisfecha porque recuerda los últimos años de la ancianita a quien ella debía tanto.

    En su mente Nenia recrea la imagen amada paseando por aquel jardín que era de su mamita, como ella lo había querido siempre. Don Fermín también siente satisfacción porque él se considera parte de ese lugar tan acogedor que él mismo hubiera soñado algún día.

    Al despedirse su amigo, Nenia observa el firmamento lindísimo y en su mente se recrea el día que con ese mismo escenario se sentía muy cansada pero tremendamente feliz por haber concluído su proyecto. Ha cerrado los ojos y en su mente retrocede los años reviviendo el desarrollo de los hechos como si estuviera en el momento de los acontecimientos y vuelve a vivir los recuerdos de la historia que tuvo origen en aquel día.

    Te%20quiero%20manuscript%20FINAL_Page_060_Image_0001.tif

    CAPÍTULO UNO

    SUCEDIÓ EN UN HERMOSO DÍA DE VERANO

    Estaba ya bien avanzada la tarde y Nenia después de un tiempo de muy arduo trabajo en el jardín, se ha sentado a admirar el resultado de un proyecto maravilloso, en el que ha trabajado tantos días con mucha dedicación y hoy con gran satisfacción ve finalizado. Su hermoso jardín. En el diseño y combinación de colores la adiestró el viejo amigo de la familia, don Fermín Bolaños que aún a su avanzada edad disfruta de lo que él describe como labor para los ángeles. El resultado es de admirar. A Nenia le parece que está fuera de la realidad, en una semana celebrará su cumpleaños número veintiuno y por ese motivo su abuelita adorada estará de regreso de su corto viaje a la casa de una de sus hijas. Debido a esa razón, la chica ha trabajado tan tenazmente hasta llegar al cansancio exagerado pero gustosa con el propósito de sorprender tan maravillosamente a ese ser que tanto ama, su mamita, como ella la llama cariñosamente. Nenia se ha ido a descansar recostándose en una hamaca en la terraza que está situada en la parte trasera de su casa. La tarde luce muy hermosa, y son espectaculares los celajes que embellecen el firmamento y se reflejan en la pequeña laguna que se encuentra al lado derecho del jardín.

    El cielo luce un color azul violeta profundo, indescriptible, combinado con el sol de matices anaranjados y amarillos encendidos que escondiéndose a veces por entre los árboles, asemejan inmensos llamarones lejanos. Es un paisaje espectacular! …Ella no puede más que regocijarse ante la belleza de esa naturaleza inigualable. Contempla los pequeños arbustos llenos de flores de colores, moradas amarillas y blancas que alternándose con otras combinaciones de tonos y matices adornan en diferentes secciones el lugar, formando diseños de franjas y semi círculos decorados en patrones matizados por las plantas y piedras colocadas tan magistralmente, y en una parte muy visible desde el corredor hacia el lado derecho de la propiedad, aquella sección especialmente dedicada a una docena de plantas de rosas de variadas clases, hermosas y fragantes. Con su vista sigue el rumbo sobre el caminito de piedra adentrándose desde la casa hasta la parte final del solar. Ahí, se encuentra una fuente de concreto de forma circular, decorada con motivos de figuras en relieve, y en cuyo centro, la estatua de un ángel niño que con sus manos extendidas hacia arriba, parece alabar al cielo.

    Nenia siente que ha realizado un deseo de muchos años, porque aquel bello jardín ha sido su gran sueño planeado y dibujado en su mente repetidas veces.

    Y ahora ha trabajado en compañia del viejo jardinero don Fermín que poniendo todas sus habilidades de floricultura y mucha devoción se ha dedicado a complacerla para sorprender a la amada abuelita a quien la deleitan las flores. La anciana ha pasado toda su vida imaginando tener un gran jardín hermoso sobre todo, con rosas de diferentes colores que le encantan y siempre ha tratado de cultivar, un logro que la pobre debido a los constantes cambios y tribulaciones en sus vidas, nunca ha podido disfrutar.

    Nenia admira el trabajo terminado, y en su mente eleva una dedicatoria a esa persona tan linda, su adorada abuelita María Concepción. A ella silenciosamente le dedica su proyecto, aquel sueño que ha ido forjando por años con la idea de proporcionarle esa sorpresa inimaginable.

    Aspira con los ojos cerrados tratando de analizar esa fragancia que se siente en el aire. Se le antoja que es de flores silvestres. Le parece que el aire es portador de aromas conocidos que le causan una sensación maravillosa al provocar en su mente una copiosa lluvia de viejos recuerdos.

    Se escuchan variados cantos de pájaros que pasan volando muy bajito contribuyendo al encanto que se percibe en esos alrededores de paz y de ensueño..

    Qué sensación más agradable! Qué ambiente tan maravilloso, casi le parece sobrenatural. Respira profundamente. Se siente rodeada de belleza y de misterio. Se siente casi feliz, piensa, porque a pesar de su satisfacción, no la abandona cierta melancolía que la ha acompañado desde su temprana niñez.

    Y de pronto con ese grato sentimiento, se remonta a viejas memorias que acompañan en su mente la imagen de aquel ángel de bondad que ha significado tanto en su vida. Con ella ha compartido la mayor y más importante parte de su existencia, su amada abuelita, María Concepción o Conchita como la llaman cariñosamente sus seres queridos. Nenia recordaba sus palabras: Si yo pudiera algún día sembraría por lo menos una docena de matas de rosa .

    Y la chica con sus ojos cerrados deja los recuerdos adueñarse de su tiempo. Y da campo a sus memorias perdidas dejándolas volar libremente, añorando los relatos maravillosos de aquella ancianita, que la ha hecho tan feliz con su cariño inmenso, tan desprendido, y con su sabiduría y su guía. Ha aprovechado los días de ausencia de la anciana para prepararle esta gran sorpresa, el hermoso jardín.

    A pesar de haber sufrido tantas vicisitudes, Nenia lucha por ser feliz. En pocos días celebrará su cumpleaños y varias semanas después, deberá prepararse para la celebración del acontecimiento más memorable e importante de su vida. Con que ilusión se prepara para ese evento tan significante para ella y para su adorada abuelita que ha soñado con esta ocasión como el triunfo más grande de su existencia y el más feliz. La próxima boda de su nieta. Su boda, que sabe sin lugar a dudas será para Conchita lo más preciado de sus años de sacrificio.

    Han pasado tantas cosas en la vida de Nenia!…Hechos novelescos y maravillosos que han formado una trama increíble.

    Mirando al cielo eleva una oración de agradecimiento hacia el Creador por tanta bondad hacia ella. Piensa en su niñez y como por una magia inesperada se transporta de nuevo a un pasado lejano colmado de acontecimientos maravillosos que mezclados con amarguras la unen a toda una red de personajes que de una u otra manera, directa o indirectamente han llegado a formar su presente.

    Desea seguir con sus recuerdos, tan tiernos en muchas ocasiones y tan amargos en otras pero siempre colmados de tonalidades interesantes y hasta muy extrañas. Piensa que en todos sus instantes tuvo un Espíritu Divino que la acompañó en cada uno de esos momentos. Y recuerda y sueña… y sueña, recordando…

    De pronto, con aquel ambiente encantador envolviéndola, le ha llegado a su mente una idea maravillosa. Alegre y optimista se decide a ponerla en práctica. Siente gran entusiasmo. Hay mucho dolor en sus recuerdos pero también hay mucho amor y mucho bien, e inspirada por las añoranzas de aquellas personas que le han proporcionado la oportunidad de conocer estas historias tan maravillosamente humanas, de las que formaron parte sus antepasados y no desea olvidar, además de las vidas ejemplares y sacrificios vividos, se decide a llevar a cabo su idea como homenaje a todos esos seres que le proporcionaron tan extraordinarias experiencias.

    De pronto se siente muy feliz.

    Escribirá sus memorias.

    Te%20quiero%20manuscript%20FINAL_Page_060_Image_0001.tif

    CAPÍTULO DOS

    EN UN PUEBLO LEJANO

    Fue en un pueblo lejano llamado Florencia, donde nació Ernesto Coronado, el hijo menor de don Juan José Coronado y doña María Gamboa, un matrimonio muy formal, respetado y querido en el pueblo, que tuvo como descendientes tres niños y una niña.

    Ernesto creció bajo una enseñanza religiosa de mucho rigor y con mucha disciplina en general.

    Muy estricto y honesto en sus costumbres. Era alto muy apuesto, muy valiente y varonil. Se había formado y propuesto un ideal y era exigente en creerlo y seguirlo en lo posible, inspirándose en su moto: El hombre por la palabra… Y se repetía la enseñanza de sus padres, el honor por las buenas acciones, es primordial en la vida de las personas. No aceptaba una traición y cuando se enojaba, se enojaba de verdad.

    Era muy codiciado por las jóvenes del pueblo y algunas veces envidiado por sus mismas amistades.

    Por todos esos méritos y otros más, Ernesto fue nombrado en el pueblo como Sargento de la Policía que en aquella época significaba gran honor, gran cargo y mucha responsabilidad.

    A pesar de que el principal objetivo de los señores Coronado era la educación de sus hijos y con sus posibilidades los estimularon para que siguieran sus estudios después de la enseñanza primaria, no llegó a suceder esto con su hijo menor.

    A Ernesto le fue muy difícil seguir una carrera de medicina como eran sus más profundos anhelos, pues las circunstancias no lo ayudaron a asistir a un centro de enseñanza superior. Así es que por lo pronto, se conformó con dedicarse a estudiar medicina natural, hierbas curativas y sus propiedades para ayudar en las enfermedades que podían aquejar a las personas en general. Se dedicó con ahínco a leer e investigar al respecto y llegó a tener gran conocimiento sobre la materia. Por supuesto que su trabajo como Sargento de la Policía le era primordial y de mucha seriedad. Lo llevaba con gran responsabilidad y dedicación y en poco tiempo se supo ganar el respeto y cariño de las gentes de aquella pequeña comunidad, donde llegó a relacionarse muy bien con cada familia y a la vez se dió a conocer y querer por muchos personajes. Eso también le proporcionó algunas envidias que no faltaban y enemigos que estaban en desacuerdo por la mano dura con que se castigaba a los delincuentes a pesar de que se usaran métodos legales y justos.

    En el pueblo casi la mayoría de los ciudadanos era de agricultores pero también había una gran cantidad de personas que se dedicaban a las letras y a las artes.

    Varias familias se reconocían por su honorabilidad y costumbres así como la de los Coronado. Personas muy religiosas y de sistemas muy sanos para la crianza de sus hijos. La educación era una meta principal.

    Y en este ambiente fue como Ernesto tuvo la oportunidad de relacionarse con el señor y la señora Ugalde, don Alberto y doña Josefa. Un matrimonio muy reconocido, no por su situación financiera pero sí por sus forma de vida, su humanidad y su conducta en general que transmitieron sin ningún problema a todos sus descendientes.

    Sus hijos eran dos jóvenes varones y una señorita llamada María Concepción, a quien por cariño le decían Conchita.

    Eran asiduos asistentes a la iglesia y profesaban con gran devoción la religión católica.

    Conchita creció también bajo la tutela de sus dos hermanos y sus padres que le inculcaron muy altos principios morales, muchos conocimientos y educación en el hogar. Su progenitora la instruyó en el arte de la costura de prendas femeninas y masculinas, en general ropa muy fina y también la enseñó a cocinar platos deliciosos y sobre todo a ser muy económica. La preparó con mucha habilidad en esta área, cosa que a ella fascinaba, e impresionaba a sus familiares y amistades. Era una joven de muy buenos sentimientos, compasiva siempre de su prójimo a quien ayudaba cuando fuera nescesario. Poseía una belleza especial en su aspecto físico lo que se complementaba con sus modales, sin pasar desapercibidos sus atributos morales.

    Por motivos de salud, enfermedades infantiles que la afectaban a menudo y las circunstancias de esa época María Concepción, no pudo concluir su enseñanza primaria ni seguir una educación superior como había sido su mayor deseo. Nadie podía adivinar esa inconveniencia porque además de su vocabulario fino y educado, su comportamiento su aspecto y su sabiduría le daban la apariencia de una joven de mucha preparación.

    Porque Conchita además de su origen era ávida del saber, y se educó también a sí misma, leyendo, leyendo cuanto libro podía conseguir y le llegaba a sus manos.

    Y fue de María Concepción Ugalde, Conchita, que Ernesto Coronado el hijo menor de don José Manuel y doña María de Coronado se enamoró perdidamente siendo correspondido a la vez por la joven tan especial hija de don Alberto y doña Josefa de Ugalde y con la que contrajo nupcias, según los relatos de los familiares, en una tarde muy fría pero de un tiempo maravilloso y cielo lleno de celajes, en un día del mes de Diciembre en la Iglesia Católica de aquel pueblo tan lindo llamado Granadilla.

    Fue enorme el regocijo de aquellas dos familias que se habían encontrado por esos arreglos del destino. Teniendo tantas similaridades en sus costumbres, sus creencias y su fe, se unieron más que todo por el cariño fraternal que nació entre ellos. Se formó una gran parentela unida por el afecto. Un nuevo grupo familiar muy grande, que llegó a ser de una enorme unidad, hasta que después de algún tiempo se fue separando uno a uno por diferentes causas, como el trabajo, el tiempo y las leyes de la vida.

    Hubo muchos años de cercanía entre todos los integrantes de aquel núcleo y por lo tanto sinnúmero de variadas historias y sucesos.

    Aún después de pasados muchos años, no era raro escuchar a alguno de la familia recordando cierto hecho significativo para ellos, anécdotas propias o de algún otro miembro de la misma sin importar a cual parte pertenecía.

    Porque entre esa gente siempre había celebraciones.

    Eran comunes las lunadas familiares en ocasión de un cumpleaños, la celebración del día del santo patrón, un aniversario u otra fecha importante para ellos.

    Generalmente las fiestas se realizaban en noches de luna llena, a veces sin ningún otro motivo que pasar un buen rato de amistad. Eran famosas las Fiestas de melcochas que realizaban. Así se llamaban las reuniones en las que la actividad típica era repartir a cada uno de los invitados una clase de dulce que generalmente con muchísimo trabajo preparaban las señoras y consistía de un arreglado del dulce moreno de caña que cocinaban siguiendo cierta receta y destreza para elaborarlo hasta darle cierto punto de cocción. Luego a ese dulce lo trabajaban moldeándolo con las manos en forma especial como un tubo delgadito al que después cortaban en pedacitos de dos o tres pulgadas para arrollarlos en espiral y al final colocarlos en una hoja de limón o naranja que también les daban cierto aroma y sabor. Así en esa hoja de cítricos lo servían a los asistentes. Y eran deliciosas aquellas melcochas.

    Algunas veces acompañaban las melcochas con refrescos o bebidas de limonada. Casi siempre había música de guitarras y también mandolinas otro instrumento parecido pero más pequeño y de distinguida forma redondeada y que tenía un sonido más agudo. Además les gustaba mucho el baile. Pero casi siempre terminaban cantando, cosa que los mayores disfrutaban enormemente. Tiempos muy lindos y de mucha camaradería. Una vida muy sana. De ahí salieron varias parejas.

    En ese ambiente fue donde Ernesto y Conchita pasaron sus primeros años de matrimonio. No tenían abundancia en bienes materiales. Su trabajo en el resguardo no le proporcionaba gran remuneración pero eran felices porque entre ellos había gran amor.

    Nunca dejó Ernesto de pensar en su pasión por la medicina, pero ya en este tiempo, para él era imposible realizar este sueño. Por esa razón canalizó su vocación con más dedicación hacia la medicina alternativa, y se dedicó a estudiar y experimentar aún más con sus hierbas curativas. Con el apoyo de su esposa Conchita indagaba constantemente, investigaba y leía libros de referencia que le proporcionaban abundante información. Así, llegó a tener un amplio conocimiento sobre plantas medicinales.

    Tenía una gran visión y con aquella habilidad e intuición nativa componía jarabes, extractos naturales, tónicos reconstituyentes, pomadas curativas, elixires, etc. Un sinnúmero de medicinas que mantenía en un botiquín muy cuidado. Así de esa manera, cuando alguna persona presentaba una dolencia o se enfermaba de seriedad, él estaba apto para aconsejar y muchas veces proporcionar la medicina correcta. Era muy acertado en sus indicaciones. La gente ya lo consultaba y lo consideraba como doctor, y lo llamaban a menudo para que revisara a algún enfermo y aconsejara la medicina. Y él se dirigía hacia donde lo necesitaran cabalgando siempre su caballo que era su medio de transportación. Nunca recibió remuneración por sus consejos pero él siempre estaba a la disposición para ayudar. A veces, le traían los enfermos a la casa y él con toda su buena voluntad los atendía, especialmente si eran niños. Se enternecía muy fácilmente.

    Además de estudiar las hierbas medicinales Ernesto tenía otros pasatiempos, cultivaba vegetales comestibles, hortalizas y plantas ornamentales que fascinaban a su querida Conchita. Ella era feliz con el jardín y él le proporcionaba más alegría al mantenerlo muy cuidado y con abundancia de flores que eran su orgullo.

    Ernesto tenía grandes habilidades artísticas le fascinaban el dibujo y el diseño y además le gustaba mucho la carpintería.

    Aprendió a hacer muebles de madera y elaboraba con mucho detalle, delicadeza y esmero todo lo que hacía, por lo que sus trabajos eran muy finos y de gran calidad.

    Con todas esas habilidades artísticas ingenio y tanta creatividad era muy capaz de fabricar un mueble fino como de construir una casa.

    Llegó a ser conocido y respetado como el doctor, una gran persona. Y es que Ernesto era una gran persona, a pesar de que tenía un carácter muy fuerte. No aceptaba una traición y cuando se enojaba y sentía estar en la razón, mejor era apartarse de él.

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    CAPÍTULO TRES

    TRES AÑOS DE VIDA MATRIMONIAL

    Ernesto y Conchita cumplieron sus tres años de vida matrimonial y como de costumbre celebraron con una linda reunión amistosa. Fue una recepción sencilla

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