Las Comarcas De Duen

Por Marisol Machado Iglesias

Este libro trata de regresar la fantasía a todos aquellos que de una forma u otra han perdido toda ilusión de continuar la vida, dejando a un lado la esperanza y constancia de persistir en lo que creemos.
En él encontrarás valores que hemos visto perdiéndose a lo largo de los años, recuperando así en su lectura la importancia de ellos, como son el respeto a la amistad, el amor hacia las personas y naturaleza que nos rodea. Es la magia que nos falta. Si tuviéramos un poquito de esa magia el mundo en su total degeneración respirara con plena y total felicidad. En toda la degeneración humana existe un poco de todo ello, solo quiero mostrar a los lectores cómo de tal maldad podemos sacar un poco de amor y bondad.

• Idioma: Español
• Editorial: Palibrio
• Fecha de lanzamiento: 13 sept 2019
• ISBN: 9781506530086

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Copyright © 2019 por Marisol Machado Iglesias.

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Esta es una obra de ficción. Todos los personajes, nombres, incidentes, organizaciones y diálogos en esta novela son o bien producto de la imaginación del autor o son usados de manera ficticia.

Palibrio

1663 Liberty Drive

Suite 200

Bloomington, IN 47403

ISBN:     Tapa Blanda             978-1-5065-3007-9

               Libro Electrónico      978-1-5065-3008-6

Fecha de revisión: 13/09/2019

Sin fantasía e imaginación nuestro mundo pierde color y alegría. Es por eso por lo que quiero contarte algo sobre un reino donde los duendes y las hadas son felices.

En nuestro mundo existen pequeños seres fantásticos que conviven diariamente con nosotros, nunca nadie los ha visto, pero están ahí en nuestras casas, jardines, bosques y en todo lo que nos rodea, de quien les hablo es de los duendes y hadas. Té contare como fue que estos seres fantásticos nacieron.

Hace tiempo existió un hombre de alta estatura ojos color café y cabellos castaños oscuros. Era muy rico conocido por sus grandes bodegas de vinos, tenía cosechas de uvas con las cuales hacia sus vinos.

Pues este hombre llamado Crisper se enamoró de una mujer llamada Esmeralda de cabellos negros largos ondulados como la noche y ojos azules. Ella amaba la naturaleza y a pesar de que vivía en la ciudad soñaba con una casa rodeada de árboles y flores lejos de la ruidosa ciudad….

Crisper buscó un lugar cercano a un pueblo rural de Trancel adentrado en el bosque donde no pasaban ni coches, ni personas y ahí hizo construir una casa muy bonita.

La casa tenía un jardín donde centraba un árbol que él había dejado por lo imponente que era. Este jardín interior estaba rodeado de portales que conducían al interior de la casa, una de las puertas de los portales daba a la cocina, comedor salón principal y habitación de estudio. En esta habitación se acomodaban grandes estantes de libros en toda la pared, que se recorrían a través de una escalera movible.

Al entrar por la puerta principal de la casa había un pequeño saloncillo. Con dos butacones; uno a la mano derecha con su respectiva mesilla y adornos, el otro butacón a mano izquierda también tenía su mesilla con un candelabro y sus velas. Al frente un arco de puerta que daba a una escalera, esta llevaba las habitaciones la primera para ellos, la siguiente para el hijo que vendría y a continuación la de los huéspedes, seguido de estos las habitaciones de los sirvientes, que en total eran siete.

Fuera de la casa preparo las tierras para sus cultivos de uvas. De vez en vez iba a la ciudad y compraba otras necesidades que guardaría en la bodega.

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Preparada la casa se casaron y fueron a vivir para ella con ellos llevo los más fieles y antiguos sirvientes, Malena una mujer de unos treinta años, de ojos negros, cabellos risos negros que rosaban sus hombros, de baja estatura y gruesa, Teresa delgada, alta de ojos verdes y cabellos rubios trenzados hasta mediados de espalda, de unos veinte años las dos ayudaban en la cocina.

Josefino de unos treintaicinco años, sobre lo delgado, de cabellos castaños, barba y bigote, y ojos color miel.

Su hijo

Henser de ojos color miel, de cabellos castaño oscuro de unos seis años de edad que siempre lo acompañaba. Crisper le pagaba los estudios a Henser en tanto su padre Josefino trabajaba a sus servicios en la limpieza.

Un ebanista llamado Ronald el más antiguo de los sirvientes con unos cincuenta y nueve años que a pesar de su avanzada edad se veía muy fuerte de ojos rasgados y verdes, con bigote entre canosos y cabellos blancos.

Por último, José de treintaiocho años ojos color gris, bajo de estatura muy enérgico, de cabellos cenizos con bigotes y las gafas para ver le hacían una apariencia muy graciosa, este ayudaría en las bodegas que había acoplado en una parte del sótano, al lado de la bodega de los víveres.

Pasaron unos meses y de ese amor nació una pequeña de ojos grises, cabellos castaños y ondulados, a la cual le llamaron Duen.

El nacimiento de la niña aumentó el amor de la pareja; a la que juraron que darían todo su amor para que su infancia fuese feliz.

La pequeña era muy inteligente. A los cuatro años aprendió a leer y a escribir. Con tan solo cinco años comenzó a relatar su primera historia, donde describía un mundo lleno de seres muy pequeños que tenían ciertos y determinados dones. Cada uno con signos marcados en su piel que determinaban su poder.

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Ella les llamó duendes y hadas. Todas las noches la pequeña habría el gran ventanal de su alcoba, miraba la luna y las estrellas, pintaba dibujos que significaban el sello de su mundo.

Por las mañanas iba hasta el árbol que encentraba el jardín. Ahí junto a Henser su cómplice de infancia, que a pesar de que era ocho años mayor se sentaba junto a ella en el jardín, en un banco de madera que estaba frente al árbol. Duen le narraba como nacerían sus criaturas y que algún día sus seres vivirían en ese árbol. Él la escuchaba y hasta le daba de vez en ves alguna que otras ideas de cómo crear la comarca.

Pronto cumpliría nueve años su padre preguntaría como todos los años que querría de regalo, ese día aprovecharía.

Así fue, ese día el padre preguntó.

¿Hija que quieres que te traiga de regalo?… él tenía que ir a la ciudad.

La niña saco un papel del bolsillo de su falda donde se encontraba un dibujo y le dice.

Quiero que me hagan un dije que tenga este dibujo. Los padres sonríen y la miran con ternura. Sus ojitos denotaban gran ilusión y prosigue… Es la medalla de mi mundo quiero llevarla siempre colgada a mi cuello.

El padre se inclina hacia ella y la abraza.

Esmeralda le da un beso y le dice… Yo también encargue un regalo para ti, pero es una sorpresa.

Duen hace una expresión de alegría inmensa en su rostro.

Crispes toma las llaves de la casa y va hasta la puerta, la abre da un beso a Esmeralda y uno en la frente a Duen.

Afuera se encontraba Marcus un amigo de la casa que esperaba a Crisper dentro del auto y las saludaba desde dentro agitando su mano sonriente. Crisper entra y Marcus mueve el volante poniendo en marcha el auto.

Las dos observan como se pierde el auto ante sus ojos y entran a casa.

Bueno mi niña ahora hay que esperar. Le dice Esmeralda.

La niña pasó todo el día y la noche inquieta esperando a su padre. Sabía que llegaría al día siguiente pero no podía dormir.

Esmeralda toca la puerta de su alcoba y la abre, seguido de ello pregunta.

¿¡No puedes dormir!?

Ella asiente con la cabeza y Esmeralda exclama….

Yo tampoco… ¿Puedo acompañarte?

Ella le sonríe dando espacio a su lado. Esmeralda se acomoda y la abraza acurrucándola hasta que se duerme ...

Los rayos del sol atravesaban el gran ventanal de la habitación despertando a Duen, que entre despierta y dormida buscaba a su madre estirando sus manitas, pero ella ya no estaba a su lado.

Un repentino pensamiento la hizo ponerse en pie… su padre… ya estaría de vuelta.

Sin calzado salé de la habitación tomando las escaleras siguiendo por el pacillo que la llevaba al comedor.

Como en efecto ahí estaba conversando con su madre, sentados en las sillas de la mesa.

Crisper nota la presencia de Duen y va a su encuentro tomándola en sus brazos, la niña lo abraza y exclama ...

Te extrañe mucho papá.

Yo a ti mi pequeña. Responde y agrega… te he traído tu regalo.

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La posa en el suelo y se inclina sobre sus rodillas, saca de su bolsa una pequeña cajita envuelta con un lazo de color rosa que la adornaba y agrega colocándola en sus manitas.

Felicidades mi pequeña.

Duen toma la cajita y la comienza a abrir con ansiedad; al fin termina.

En su contenido estaba su ansiado dije con su colgante. Crisper la toma y se dispone a colgarla alrededor de su cuello.

Ella la comienza a palpar con sus pequeños dedos como si la acariciara y dice.

Es hermosa. Lo abraza con lágrimas en los ojos.

Esmeralda se acerca la besa y le dice.

Ahora me toca a mí.

La toma por la mano y caminan los tres rumbo al árbol central del jardín interior, donde se encontraban todos los sirvientes sonrientes acercándosele para felicitarla, abrazándola cada uno.

Al llegar a Ronald y Henser ellos la abrazan igualmente y Ronald le señala con el dedo hacia el árbol agregando. Todos hemos colaborado con el regalo…

La niña queda perpleja, era increíble lo que sus ojos observaban, Ronald había construido una ciudad grande con hogares, todo esto en dimensiones muy pequeñas. Una fuente adornaba el centro de dicha ciudad, esta fuente tenía una gárgola en forma de un extraño dragón que vertía agua por la boca abasteciéndola. En esta comarca los duendes y las hadas se alimentarían de uvas frescas cosechadas por los propios moradores y saciaban su sed con aguas puras de la fuente de Gárgol, así le llamaría ella a la gárgola de la fuente. Después que terminaban su ardua labor se podían ir a sus barraquitas. En la entrada de dicha ciudad un letrero que decía, BIENVENIDO A LA COMARCA DUEN.

Este se inclina sobre la pequeña que observaba sin parpadear he inmóvil y en vos muy baja dijo.

Puedes acercarte. No muerde. Y sonríe a la vez.

Respira hondo la pequeña y exclama emocionada. Gracias, ha sido el mejor cumpleaños que he tenido. Nunca lo olvidare.

Corre hacia la pequeña ciudad que se acomodaba en las raíces curioseando todos los detalles.

Todos se acercan, Esmeralda se adelanta señalando unos pequeños baúles que se encontraban delante de cada casita y agrega… En esos baúles pequeños se encuentran los atuendos de los personajes de tu historia, las confeccionaron Teresa, Josefina y Henser. Los accesorios de las cocinas, las hicieron entre Ronald y Malena. Las casitas más jardines y tierritas de cultivos, Ronald y Charles.

Como puedes ver tus Duen no carecerán de nada. Todo es pequeño acorde a tus criaturas.

Felicidades mi pequeña… seguido de ello pregunta…

¿Te ha gustado?

La abraza dándole un beso en la mejilla. Sus ojos se llenaban de lágrimas y moviendo sus deditos nerviosos repetía una y otra vez.

Gracias, muchas gracias. Los quiero mucho a todos, este día no lo olvidaré jamás.

La pequeña iba todos los días para percatarse de que todo estuviera en orden en la pequeñísima comarca.

Así pasaba un año pronto se quedaría sola sin su gran amigo y cómplice Henser, que se iría para la ciudad a estudiar y después a la universidad.

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Crisper y Esmeralda comenzaron a replantearse volver a la ciudad, no era por no querer seguir viviendo ahí, sino porque Duen necesitaba relacionarse con otros niños estudiar en otras escuelas y ver otros lugares.

¿Pero cómo decirle a Duen de irse de ahí? Ella tenía adoración con ese lugar y separarse de su comarca sería algo muy difícil, pero había que hacerlo. Sufriría un tiempo, pero al final relacionándose con otros niños calmaría su dolor.

Así mismo lo hicieron, hablaron con Duen. Ella no lo tomo muy bien lloro mucho y hasta dejo de hablarle a sus padres, pero al final volvieron a la ciudad.

Les costó mucho trabajo adaptarse de nuevo, aún más a la pequeña que cada vez que recordaba su pequeña comarca lloraba. Por las noches se arrodillaba ante su cama y rezaba porque su comarca no se destruyera con el paso de los