Vida, Costumbres, Olores Y Sabores

Por Amalia Camila Ortiz Sánchez

Amalia narra sus vivencias en una familia de campesinos sin recursos, que han luchado incesantemente para conseguir mejores oportunidades; con una infancia tan precaria, aprendi a ser feliz con lo que tena. Pese a todo, su curiosidad le exige investigar que hay detrs del horizonte que alcanza a ver, impulsndola a salir a toda costa de su pueblo para prepararse, lo que utiliza tambin para catapultar a otros miembros de su familia.
Pero su esencia, los olores y sabores que disfrut de nia los ha conservado y desea preservarlos para la posteridad a travs de su historia.

• Idioma: Español
• Editorial: Palibrio
• Fecha de lanzamiento: 28 feb 2015
• ISBN: 9781463399481

Amalia Camila Ortiz Sánchez

La autora nació en Ixcapuzalco, Guerrero, México, el 9 de julio de 1948. Es licenciada en educación primaria, ejerció su actividad profesional en el estado de Querétaro, se jubiló como supervisora escolar de ese nivel en 1998. Ocupa el doceavo lugar de la familia Ortiz Sánchez. Entre sus actividades alternativas están la pintura, dominando las técnicas de oleo, acuarela y pastel además del gusto por la poesía, la música y la lectura

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Copyright © 2015 por Amalia Camila Ortiz Sánchez.

ISBN:   Tapa Blanda            978-1-4633-9947-4

            Libro Electrónico   978-1-4633-9948-1

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Fecha de revisión: 27/02/2015

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INDICE

1 Dedicatoria

3 Prologo

4 Familia Ortiz Sanchez Y Sus Ancestros

5 Infancia

6 El Pueblo Y Primer Contacto Con La Escuela

7 Primera Empresa

8 Salida Del Pueblo

9 Primeras Experiencias Como Maestra

10 Incursionando Como Luchadora Social

11 Conociendo México

12 Turistas En El Extranjero

13 Mis Experiencias Como Directora

14 Debut Como Madre

15 Mi Experiencia Como Supervisora Y La Jubilación

16 Tres Suertudos En Europa

17 Paseando A Los Ingleses

18 Compitiendo Con Velasco

19 La Etapa Como Constructora

20 Debut Como Abuela Y Escritora

Anexos Recetas De Mi Familia

ÍNDICE DE RECETAS

Introduccion

Atole De Ciruela

Atole De Elote Con Anis Y Panili O Con Leche

Atole De Elote Con Leche

Atole De Frijol

Atole De Guayaba (Rinde 6 Tazas)

Tamales De Calabaza

Tamales De Carne De Puerco En Salsa Verde (80 A 100 Pizas)

Tamales De Ciruela

Tamales De Elote

Tamales De Frijol

Tamales Nejos (Corundas Para Los Michoacanos)

Albóndigas De Res, O De Conejo En Adobo (Rinde 8 Porciones)

Aporreado (6 Porciones)

Carne De Puerco En Clemole (8 Porciones)

Carne De Puerco En Salsa De Jitomate

Codornices, Pichones O Güilotas En Salsa

Champiñones Con Crema (Rinde De 6 A 8 Porciones)

Chicharron En Salsa De Jitomate (6 Porciones)

Chorizo Casero

Gordas De Frijol Chino (Puede Ser De Otro Pero Que No Se Bata Fácilmente)

Guajes Rojos Frescos Con Carne De Puerco

Guajes Rojos Secos (Efeses) Con Huevo

Huazontles Con Queso (6 Porciones)

Mole Poblano (12 Porciones)

Mole Verde (8 Porciones)

Patitas De Puerco Lampreadas En Guajillo (4 Porciones)

Pollo O Cocido De Res En Caldo Rojo (8 Porciones)

Pollo En Especie (8 Porciones)

Pozole Blanco Estilo Guerrero (Rinde 25 Porciones)

Pozole Verde

Queso En Salsa De Jitomate

Suales Con Huevo

Tlaxcales De Camagua

Tortas De Frijol Chino O De Haba

Tortas De Garbanzo

Cajitas De Harina De Arroz

Pan De Levadura Casera

Tamales De Horno De Harina De Arroz

Tlaxcales De Horno

1

DEDICATORIA

A Dios por darme la oportunidad de ser parte de su creación.

A mis padres que además de darme la vida, me dieron las bases para vivirla.

A mi hermano y a mis hermanas que han sido mi ejemplo y orgullo.

A todos mis sobrinos y sobrinas por tener el privilegio de ser parte de su familia.

A mi compañera de trabajo, profesora María Bustillos Aguilar, que ha acompañado todo mi andar, brindándome apoyo y comprensión

A mi hija Anahí, que vino a complementar mi vida.

A mi nieto José Luis Porque con su ternura, carisma y amor ha dado luz a mi ocaso.

A las familias Bustillos y Aguilar, que me adoptaron como uno más de sus miembros.

A los amigos y amigas que en el trayecto de mi existencia, han compartido conmigo el sabor de disfrutarla.

A todos los que pusieron obstáculos en mi camino. Sin ellos, nunca hubiera enfrentado los retos.

3

PROLOGO

El objeto de escribir estos apuntes, no es para inflar mi ego, es para que los descendientes de mi familia y las personas que se interesen en leerlos, conozcan un poco de cómo viven las personas en un medio rural, alejados de los más básicos servicios y con todas las carencias, esta historia no es obra de la fantasía, es una mínima parte de lo que esa gente tiene que soportar, y lo que cuesta salir avante. Si bien las comunidades tienen algunos recursos como fruta o excedentes en su cosecha que pudieran generar algún ingreso, la falta de medios para transportarlos a un mercado y la voracidad de los intermediarios, hacen imposible e incosteable hacerlo.

El estado de Guerrero se caracteriza por ser uno de los más pobres de la república y gran parte se debe al poco interés de los gobiernos estatales en promover e impulsar el desarrollo de todas sus regiones, todo lo enfocan en las ciudades de Acapulco y Taxco, como si lo demás no fuera importante, nuestro estado tiene una inmensa gama de tradiciones y cultura, producto de la diversidad de sus pobladores, que dan como resultado una riqueza enorme en gastronomía, artesanía, folclor y costumbres, que pareciera que somos de países distintos.

Si conocer nuestras raíces y la forma en que la familia ha logrado ir saliendo adelante, sirven para motivar a alguno de sus miembros, me sentiré muy satisfecha de haber podido hacerles llegar este libro, solo quiero que sepan que todo lo que somos capaces de soñar, es factible de lograr y que las cosas que verdaderamente valen la pena son aquellas que más esfuerzo nos cuestan. Seguramente no todos seremos profesionistas, pero sí podemos ser los mejores en el oficio o actividad que elijamos.

Amalia.

4

FAMILIA ORTIZ SANCHEZ Y SUS ANCESTROS

Era una noche obscura, lluviosa como casi todas las de julio, todo transcurría como siempre en una pequeña choza enclavada en la montaña del municipio de Pedro Ascencio Alquisiras en el Cerro de Zacahuixtepec, Estado de Guerrero.

La familia Ortiz Sánchez dormía sin mayor preocupación, sólo papá dormitaba inquieto velando a ratos el sueño de su compañera que desde la tarde se daba vueltas en la cama, presintiendo que había llegado el momento del arribo de un miembro más de la familia, por la experiencia que da el haber tenido diez partos anteriores. Salió mi padre por la tía María Arizmendi que además de su tía, era la partera del rancho. Con la urgencia que el caso ameritaba regresó casi de inmediato. La tenue luz de un candil de petróleo iluminaba débilmente la estancia, mi padre tratando de ayudar, mi madre colaborando diligente en la labor de parto.

Y en ese entorno de penumbra y humedad, el silencio fue roto por mi llanto, mi padre sonreía seguramente, pocos hombres pueden presumir de ser padre de 12 hijos a sus casi sesenta años, mi madre desfalleciente a sus 46 suspiró aliviada, mientras la tía María, orgullosa de su éxito anunciaba que era una niña y que al parecer no había de qué preocuparse, tenía ojos, orejas, podía llorar y a simple vista no le faltaba nada.

Mi padre llevó a la partera a su casa, mientras escudriñaba el cielo para encontrar algún indicio que le indicara la hora del alumbramiento de la más pequeña de sus hijas (claro que en ese momento él no sabía que era la última), buscó el lucero atolero, no lo vio por ningún lado, los gallos seguían dormidos, son las once se dijo para sí. Era la hora que le indicaba su reloj biológico. De regreso pensaba seguramente en la conveniencia que hubiera representado el haber tenido un hijo varón para que le ayudara en las labores del campo pero otra hija también estaba bien.

Por la mañana todo era alegría, mis hermanas querían conocer a la nueva hermanita, -le toca el nombre de Amalia-, -aquí dice en el calendario Galván - (claro que ellas veían el 10 de julio de 1948, no sabían que yo había nacido el 9) y como había cosas más importantes que atender, nadie se ocupó de aclararlo.

Así la vida y mi familia me dieron la bienvenida. Nunca supe lo que era un pañal desechable, ni siquiera uno de tela nueva, mis pañales como los de todos mis hermanos, fueron de la ropa que por estar ya muy usada era desechada y con ella los hacían, la cobija: el cálido rebozo de mi madre que también servía como cuna cuando era necesario.

Los pechos de mi madre, mi alimento favorito, ahí no había biberones, ni papillas, un taquito con sal mojado de machigües (agua con masa donde se lava las manos la que está haciendo las tortillas) es lo que todos los niños empiezan a comer para iniciarlos en la comida sólida.

Para dormir, una hamaca hecha con una cobija enredada en un mecate que como columpio se sostiene de dos horcones o de alguna viga.

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Mis padres: Sixta Sánchez Bastián y

Florentino Ortiz Arizmendi

Mis padres: Florentino Ortiz Arizmendi, Hijo de Andrés Ortiz y Luisa Arizmendi, campesino de 60 años, huérfano de padres desde los 8 años con dos hermanos Pedro el mayor y Febronio el más chico y una hermana Joaquina, menor que mi padre.

El tío Pedro se casó con Ángela y tuvo dos hijos: Florencio y Godeleva, muriendo muy joven.

La tía Joaquina fue madre soltera de Ana María Castañeda y Román Neri.

El Tío Febronio vivió con mis papás hasta que se casó con María Cruz, teniendo a sus hijos: Edilberta, Aurelio, Pedro y Alfonso.

Mi padre se hizo cargo de sus hermanos menores siendo un niño. Platicaba que se iba a trabajar con algunos campesinos a cambio de maíz y comida para él y sus hermanitos, una de esas personas con quien más trabajó fue el señor Benjamín Flores, quien además fue su benefactor porque le regaló un pedazo de terreno, como lo de una hectárea y cuando él se fue a vivir a otra parte, le vendió sus terrenos y su casa a precio accesible y con ciertas facilidades para pagarle, de esa forma el matrimonio aseguró su patrimonio.

Mi madre: Sixta Bastián Sánchez hija de Amado Bastián y Marcelina Sánchez. (No sé si porque no les gustaba o por ignorancia ella y varios de sus hermanos, siempre usaron el apellido Sánchez como apellido paterno y Bastián como materno), de ahí que nos apellidemos Ortiz Sánchez, tuvo seis hermanos: Sóstenes, Fausto, Felipe, Modesta, Bruna y Rafaela.

Sóstenes se casó con Aurora y sus hijos fueron: Filemón, Delfino, Abimael, Evencia, Asunción, Pedro, Manuel, Engracia y Aurelia.

Fausto se casó con Digna Arizmendi y sus hijos: Francisco, Margarita, Fernando, Andrés, María, Julia, Francisca y Juana.

Felipe se casó con María Bahena y sus hijos fueron: Serafín, María, José Guadalupe, María de Jesús y Margarita.

Modesta se casó con Francisco Ocampo y sus hijos fueron: Modesto, Pedro, Armando y Juana.

Bruna se casó con Leopoldo Sánchez y tuvieron un hijo: Pablo.

Rafaela se casó con Waldo y no tuvo hijos.

La edad exacta de mis padres no la sé porque en ese tiempo los registros eran muy irregulares y dadas las condiciones de orfandad y pobreza de sus familias, dudo que hayan acudido al registro civil. Como muchas personas, calculaban su edad con base a algunos acontecimientos que recordaban, por ejemplo, mi madre contaba que cuando los Pronunciados (revolucionarios) caían en las casas a robar, violaban mujeres, por lo que los padres las llevaban a algunas cuevas a esconder, tal era el caso de ella y sus hermanas, por ello calculo que ella nació en 1903. Ella contaba que se casó a los 18 años y que mi padre era como 12 años mayor, por lo tanto él habría nacido en 1891. Tuvieron doce hijos: Ausencio y María gemelos en el primer parto, Ma. Félix, María Eustolia, Florentino, Micaela, Habacuc, Sirina, Jesús, Ignacia, Edilberta y Amalia Camila. De los cuales solo sobrevivieron siete. Ausencio, Ma. Félix, María Eustolia, Sirina, Ignacia, Edilberta y Amalia Camila.

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María Eustolia, Edilberta, Sirina, Ausencio, Amalia, Ignacia y María Félix

María, Micaela, Habacuc, Florentino y Jesús, murieron siendo pequeños, uno de ellos por tosferina, otra murió al nacer y los demás: víctima de la picadura de alacrán, muy común en la región, debido a la peligrosidad de este arácnido y lo difícil de trasladarse para obtener atención médica, ya que la cabecera municipal distaba de la casa aproximadamente cuatro kilómetros, Eso donde yo nací, pero algunos de mis hermanos nacieron en Cajinicuila, un lugar alejado de muy difícil acceso por encontrarse en un barranco y donde mis padres fueron a cuidar una huerta propiedad del señor Elías Aranda, ya que ellos aún no contaban con una casa de su propiedad; en esas fechas era difícil conseguir el suero antialacránico, amén de que las familias carecían de recursos económicos para sufragar esos gastos.

Ausencio se casó en octubre de 1948 con Lidia Beltrán Velázquez y tuvieron 10 hijos: Bartolomé Antonio, Belem, Enrique, Arturo, María, Juan, Andrés, Romelia, Estela y Naucelia. Juan falleció a los 2 años a causa de piquete de alacrán. (Para variar)

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Ausencio Ortiz Sánchez y Lidia Beltrán Velázquez

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Ausencio, Lidia, Enrique, B. Antonio, Estela, Arturo, Andrés, María, Naucelia, Belem y Romelia Ortiz Beltrán.

Ma. Félix se casó con Crisóforo Pérez Domínguez y no tuvieron hijos.

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Crisóforo y Ma. Félix

María Eustolia se casó con Juan Basave Torres y tuvieron cinco hijos: Genaro, Silvestre, Dalilia, Juan y Eliazín.

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Juan Basave Torres y María Eustolia Ortiz Sánchez

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Eliazin, Juan, Silvestre, Dalilia y Genaro Basave Ortiz.

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Sirina se casó con David Salgado Soto y tuvieron siete hijos.

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José Luis, Roque, Modesto, Flor, Magdalena, María Dolores y Elizabeth. Al frente David y Sirina en sus bodas de Oro.

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Ignacia se casó con José Salgado Flores y tuvieron cuatro hijos: María Félix, Evelia, Alfredo y Rocío.

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Evelia, María Félix, Ignacia, José, Rocío y Alfredo

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Edilberta se casó con J. Félix Abarca Bahena y tuvieron cinco hijos, Araceli que falleció de dos años, Noelia, Antonio, Omar y Araceli II.

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Edilberta con sus hijos: Noelia, Omar Araceli y Antonio Abarca Ortiz

Yo no me casé pero adopté una hija: Anahí

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Amalia y Anahí 21 de julio de l990

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Amalia y Anahí Marzo del 2014

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INFANCIA

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