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Viviendo Cada Día En El Reino de Dios: Experimentando En Tu Vida Diaria La Promesa De Juan 10: 10
Viviendo Cada Día En El Reino de Dios: Experimentando En Tu Vida Diaria La Promesa De Juan 10: 10
Viviendo Cada Día En El Reino de Dios: Experimentando En Tu Vida Diaria La Promesa De Juan 10: 10
Libro electrónico424 páginas7 horas

Viviendo Cada Día En El Reino de Dios: Experimentando En Tu Vida Diaria La Promesa De Juan 10: 10

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Reseña de Kirkus


Una serie apasionada, capítulo de largo, de reflexiones sobre la verdadera naturaleza del llamado cristiano.


En su debut en no ficción

IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento2 mar 2021
ISBN9781954341425
Viviendo Cada Día En El Reino de Dios: Experimentando En Tu Vida Diaria La Promesa De Juan 10: 10
Autor

Melvin A. Zelaya

MELVIN A. ZELAYA launched his career in the mid 60's after graduating from The San Francisco Computer Academy as a System Analyst and later in the 70's, did a seven-year stint with the IBM Corporation. Now retired, he worked the rest of his career as a sales and marketing manager with some of the major corporations in America. He holds a BBA degree business and accounting from the University of Alaska, and an MBA in marketing from the University of Phoenix. Not a theologian by trade, Zelaya found it curious how today's church became so weakened as to be changed by today's culture as compared with a vibrant Book of Acts church who conquered theirs. After four decades of searching, he has found that the problem is not the message itself, but its delivery method. "While churches filled me with head knowledge," he says, "it was only God's '[ חוּר ] (ruwach)' the Spirit that transformed it into a heart knowledge making for a faith that's impossible to be derailed or deceived." He considers himself as a walking question mark and on the premise that God is the same yesterday, today, tomorrow, and forever he embarked on a search and discover mission after meeting and receiving Christ Jesus as his Savior in 1975, determined to find out what God has actually said, rather than what the religious establishment has disseminated for the last 1700 years or so, that has made it more of a tradition, than a way of life. However, in order to do this, he had to find out which of the "holy" books out there, are actually Holy. After several years of research he settled for the Bible as the only real supernatural book and the rest, like the saying goes, is history. While some may think these are serious assertions, the compelling evidence is presented in this book. He currently lives with his wife Miriam in the greater Metro Phoenix area living that life within that the Father offers freely, to anyone who comes to His Beloved Son for deliverance from the things about to come.

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    Vista previa del libro

    Viviendo Cada Día En El Reino de Dios - Melvin A. Zelaya

    EBOOK_COV.jpg

    Contents

    Prefacio

    Reconocimientos

    Introducción

    Fundación del Reino

    La Promesa de un Rey

    La Constitución del Reino

    Los Enemigos del Reino

    Los Mitos Religiosos Acerca del Reino

    La Médula del Reino

    La Vida del Reino

    Logrando la Vida del Reino

    Nuestros Paz En El Reino

    Estorbos en la Vida Diaria del Reino

    Estableciéndose en el Reino de Dios

    Ciudadanía del Reino

    Eliminando los Obstáculos de Entrar al Reino

    Permaneciendo en el Reino

    Epílogo

    Referencias

    Prefacio

    Este narrativo comenzó una noche en agosto de 1975 en Boise, Idaho, cuando por primera vez encontré en una reunión del Movimiento Internacional de Empresarios por un Evangelio Completo Hasta ese entonces, mi vida había sido mundana y convencional, donde todo era relativo y me había autonombrado árbitro de lo correcto y de lo incorrecto, independiente de cualquier autoridad superior, pero esta actitud comenzó a cambiar después de presenciar el nacimiento de mi primera hija en septiembr e de 1974.

    No sé cuál fue la verdadera razón de haber asistido a esa reunión, pero desde luego, sé que no era por tener un sentido de culpabilidad o desear ser perdonado por mis pecados. Estaba allí para agradar a un amigo y también por curiosidad, ya que sólo unos años antes, cuando vivía en el Área de la Bahía de San Francisco en California, llegué a conocer a varias personas con interés en lo oculto que reavivaron mi interés en las cosas espirituales que había adquirido en mi mocedad. Mi observación de las actividades de esas personas y los resultados de estas confirmaron a mi juicio la existencia de un mundo invisible que me demostró un poder tangible que yo no había visto en la iglesia de mi juventud sugiriendo la existencia de un universo paralelo que conocemos como la esfera espiritual. Después de que el conferenciante invitado a esa reunión terminó su charla sobre a cómo su vida cambió cuando el encontró a Cristo, preguntó si alguien estaría interesado en conocer a Jesús y recibirlo como su Salvador. Después de una breve lucha interior, me encontré al frente de la plataforma junto al conferenciante, algo inusual en mí y que ahora considero una acción audaz pues desafió a mi soberbia, el intelectualismo y el cinismo que profesaba hacia todas las religiones. Sin embargo, por alguna razón el relato acerca de ese hombre llamado Jesús, de quien yo tenía algo de conocimiento y entendido a sólo ser un ícono en mi escuela católica, y en la iglesia a la que yo asistía cuando era joven y si, para mí, fue muy conmovedor y una lección de humildad y que rompió en pedazos la concha de cemento que envolvía mi corazón. Después de este evento emocional y once años más tarde, me encontré viviendo una vida religiosa, en un callejón sin salida en términos de tener una vida espiritual real, pues la vida y las actividades de Iglesia no eran más que otra adición a mi calendario social activo dentro de una vida muy ocupada hasta que un día me di cuenta de lo que yo escuchaba desde el púlpito, lo que miraba en este mundo, y lo que Su Libro la Biblia decía, había una gran desconexión. En ese momento empecé, de poco a poco, a desechar la vida y la mentalidad religiosa sin saber a qué sendero esa decisión me encaminaría. No obstante, ahí fue donde empecé a estudiar Su maravillosa Palabra por mí mismo rechazando a cualquier intermediario como lo enseña 2 Timoteo 2:15. Habiendo hecho estos estudios en más de treinta años, ha sido como encontrar ese eslabón perdido que personal e individualmente une cada creyente al Salvador en una maravillosa e íntima relación personal. Esta conexión es la misma experiencia que Él dio a sus discípulos a disfrutar cuando Él caminó en esta tierra. Jesús nos ha dado a cada uno de nosotros, no una vida estéril de iglesia, sino la misma experiencia exacta que los cristianos del primer siglo gozaron. Es bajo ese punto de vista que ahora entiendo que, si Jesús regresara hoy, Él encontraría el ambiente espiritual en el mismo estado en el que Él experimentó entre los fariseos y de los saduceos. Este trabajo es la revisada edición de mi libro La Vida Real que Dios Ha Dado al cristiano escrita en 2013 esta revisión es escrita con la esperanza de compartir este conocimiento después de experimentar esta vida por los últimos siete años. Lo he escrito evitando repetir, regurgitar lo que muchos expertos y eruditos bíblicos han proclamado a solo como una postulación. Trato de citar la Palabra cruda y pura de Dios, ofreciendo una prueba de una vida real que ha sido velada por aquellos que prefieren, buscan, o siguen la vida religiosa", a como lo hicieron aquellos judíos que rechazaron la Palabra Viviente cuando estaba al frente de ellos.

    Reconocimientos

    Sin duda alguna, a mi Señor Jesucristo le pertenece mi más profunda gratitud, alabanza y elogio por confiar en mí con este trabajo. Pero más allá de eso, estoy agradecido y maravillado por sus discernimientos asombrosos que Él me ha dado en Su Palabra y en abrir mi mente a un nuevo entendimiento de Su plan de redención. Por esa razón le dedico plenamente a Él este trabajo, ya que sé que yo nunca podría haber escrito este libro por mi propia cuenta. A Él le doy la Gloria por tener un año tan extraordinario durante el cual he llegado a conocer más acerca de mi Padre, el Espíritu Santo y la Persona de Él incluyendo la manera del involucramiento de Ellos, no sólo en mi vida, sino en las vidas de cada creyente.

    Mi agradecimiento también a un maestro que verdaderamente revolucionó mi caminar con mi Señor, Bob George, quien sin ayuda asesinó a la bestia del legalismo que me había hecho un prisionero en el calabozo de la religión. También quiero dar gracias del fondo de mi corazón a mi querida esposa, Miriam, a quien Dios la envió para enseñarme con su ejemplo de paciencia y amor incondicional. Gracias por aceptar miles de horas fuera de otras actividades sin ninguna palabra de resentimiento o reclamo, sino siempre teniendo palabras de ánimo y un apoyo amoroso a este trabajo.

    A mis hijas, Érica, Nereida y Jesarah, y Kelle, su mamá, que observaron y soportaron los defectos de mis primeros pasos en Cristo. No hay palabras para expresar el orgullo que yo siento por sus logros y por ser su padre y, por tanto, validar el Salmo 102:28 en mi vida. Gracias por aceptarme, entenderme y quererme aun a pesar de todos mis fallos.

    Gracias a Bill y Sharon, Joe y Maxx, Dan y Sophia y a todos sus niños, que cariñosamente me han aceptado en sus familias. El cariño de ellos y la bondad de todos ustedes han sido un regalo deleitoso e inesperado que ha hecho mucho más agradable mi vida.

    Para Shane, Vincent, y Cooper, por ser parte de mi familia y por darme la misma calidad de aceptación como la del resto de la familia, gracias por el amor y apoyo.

    A mis hermanos, hermanas y sus hijos, que han extendido igualmente el mismo amor incondicional, apoyo y aceptación, a pesar de todos esos años de mi ser a medida que era la oveja alejada de la familia. Gracias por el regalo de sentirse querido y aceptado a pesar de los bultos.

    Una gratitud para mi querida sobrina Olivia por su indispensable ayuda en editar esta obra con el cariño que siempre está presente en ti. Te lo agradezco y pido una bendición para tus deseos en tu corazón.

    Y, por último, pero nunca menos importante, a mis compañeros en las prisiones que están en Cristo Jesús, esforzándose a alcanzar a aquellos que son inalcanzables por los que están libres. Recuérdense de apoyarse, confiar en el Señor con todo tu corazón y mente y no te apoyes en tu propia vista o tu entendimiento. En todos tus caminos conócelo, confiesa y reconócelo, y Él dirigirá y hará rectas y lisas tus veredas (Proverbios 3:5-6).

    Gracias a todos por ser como el sol, el viento y la lluvia, que han esculpido y moldeado mi vida presente, que hizo posible este trabajo.

    Introducción

    Cualquier estudiante de profecía bíblica sabe que la palabra mar es un símbolo y una representación que describe la suma de relaciones humanas entre países y entre personas. Esto es relativamente correcto, ya que los océanos son fuentes de perturbaciones climáticas en la Tierra, y en ese sentido, el mar se asemeja a la humanidad en su conjunto. Como una de esas criaturas marinas que viven en las profundidades y que muchas veces se encuentran atrapadas en tormentas, yo también me encontré entrampado en la turbulencia de una disputa casera, dándome la semilla que germinó en este libro y que floreció en el otoño de 2009 como resultado de un estallido del cónyuge. Sería demasiado largo el tratar de describir la cadena y la sincronización perfecta de esos acontecimientos que me llevaron a una aparición ante una corte de justicia. El incidente se originó en la forma de dos oficiales de la corte que abusaron de su autoridad mediante el tratamiento de un delito menor, como si se tratara de una violación grave. Más tarde, cuando aconsejaba a prisioneros en medio de un ministerio de prisión, encontré que esto es un fenómeno común en todo el proceso judicial, donde la verdad no importa, pero indudablemente sí, una gran cantidad de fondos de dinero para los Abogados. Así como los tentáculos del aparato legal de Arizona empezaron a alterar mi vida normal, las contradicciones e injusticias de esta configuración legal se convirtieron en un abuso del poder vulgar. Esto pronto se convirtió en algo ofensivo para mí y para cualquier otra persona con un sentido de equidad y civilidad. Aunque podría ser una fuente de inspiración el destacar las complejidades de todas las coincidencias de este evento, basta con decir que me convirtió a ser un testigo en la veracidad de Romanos 8:28 en mi vida. Hasta este momento, esta escritura no era diferente a cualquier otra que yo había escuchado infinidad de veces, sentado en una congregación. Pero esta vez, yo la estaba viviendo por mí mismo. Mientras estaba sentado en una celda por muchas horas, finalmente me decidí a frenar la furia que sentía y dejé de preguntarme ¿Por qué yo? Entonces le pedí al Señor que me mostrara su propósito de estar en este lugar. Su pronta respuesta suprimió mi inclinación natural de tener el deseo de vengarme de los responsables de hacerme este daño. Yo no sabía que mi elección de repudiar la injusticia de la situación y decidir a favor de la dirección del Espíritu de Dios iba a traer un cambio increíble y radical en mis actitudes y entendimiento espiritual. Hasta ese momento, yo ya había sido un cristiano por más de treinta y cuatro años, pensando que todo estaba bien con mi estado espiritual. Sin embargo, este episodio resultó en cambios más substanciales que aquellas en la noche de mi nuevo nacimiento. Así como Dios dio a conocer su plan detrás del trato injusto, yo fui capaz de acertar su propósito acerca del asunto. Por lo tanto, el daño previsto contra mí se convirtió en una bendición excepcional, no sólo para mí, sino para alguien más a quien yo nunca había visto ni personalmente conocía. El resultado de todo esto fue que Dios usó esta experiencia horrible con el único propósito de ministrar a un preso que previamente había seguido la religión hindú. Él había llegado a experimentar la pérdida de su familia y su fortuna después de ser arrestado, así como también la confianza en su fe recién descubierta cuando nadie le respondió a sus súplicas en la religión mormona de ayuda. En medio de esta experiencia, yo me sentí atraído posteriormente a un ministerio en las prisiones, que multiplicó aún más las bendiciones que ya había experimentado al confortar a esta preciosa alma. Esta fue mi primera experiencia del ambiente de las prisiones, y yo estaba consciente que cada prisionero era un desconocido, así que le pedí a mi Señor la seguridad de que cada palabra que salía de mi boca, mientras yo estaba aconsejando, vendría directamente de Su Espíritu. Hasta ese momento, nunca pensé ni consideré a cómo practicar Romanos 12:1 en mi vida. Esta escritura nos pide a nosotros a presentar una dedicación decisiva de nuestros cuerpos [presentando todos sus miembros y facultades] como un sacrificio vivo, santo (dedicado, consagrado) y agradable a Dios, que es nuestro deber razonable (racional, inteligente), y por eso, yo confié en el Señor a aceptar y honrar mi petición. A partir de entonces, yo esperaba con toda confianza que el Espíritu, no yo, eligiera cada palabra que estaba hablando a cada una de esas preciosas almas. La justificación para pedir a Dios esto era para transmitir un mensaje individual para cada prisionero que yo aconsejaba, ya que cada conversación con ellos estaba basada en el conocimiento de Dios sobre cada corazón que desesperadamente necesitaban la esperanza y la fe. Mi objetivo fue no ser otro consejero de cárcel común, llegando solamente a moralizar con unas homilías redundantes a personas desesperadas que necesitaban respuestas válidas para problemas reales. Mi deseo era darles a conocer y ayudarles a comprender al Jesús de la Biblia, que yo conozco—no el que vive en una iglesia, sino el que le da una mano de ayuda cuando más lo necesitamos, un Salvador que nos ampara aun a través de las consecuencias de los delitos que los mandaron a esa cárcel y el que proporciona el poder necesario de salir de este lugar hecho un hombre cambiado. El Señor demostró su fidelidad en el cumplimiento de mi petición, porque lo que siguió fue una asombrosa demostración de cómo el Espíritu Santo ministra a aquellos a quienes Dios ama y cuida, sin importar quiénes son o dónde viven. Mientras el ministerio avanzó y se expandió a otras tres instituciones de cárceles, llegué a la conclusión de que a medida que yo ministraba a cientos de almas desesperadas, en realidad yo era el que se beneficiada más que ellos. Esto corrobora la veracidad de las palabras de Jesús mencionados en Hechos 20:35. También hace a uno consciente que, al igual que a esos presos, los fracasos experimentados por todos nosotros en esta vida son el resultado de nuestra falta de conocimiento acerca de las herramientas que el Señor ha provisto a todos sus niños por medio de su Palabra. Esta falta de información es lo que nos sitúa fuera de Su providencia, porque en lugar de confiar en Él para todo, terminamos solamente practicando una religión que, en realidad, es un pobre sustituto de la verdadera relación personal que Jesús desea tener contigo a medio del nuevo nacimiento desde ese primer día de Pentecostés. Si uno adopta la vida religiosa es seguro que no producirá los frutos del Espíritu Santo y por lo tanto, tampoco incluirá el poder que Jesús nos promete en Lucas 24:49. Con todo el posible perjuicio, la mayoría de los cristianos han renunciado a la dirección y el poder del Espíritu Santo porque han sido intercambiadas por opiniones religiosas redundantes e ideas que, en el caso de la religión católica, tienen su origen en el paganismo que fueron cristianizadas a principios del siglo III. Independiente de ideas preconcebidas sobre el cristianismo en nuestros días, la percepción de la mayoría de los creyentes es que la atmósfera espiritual en las iglesias de hoy no es tan diferente a como esa de los Judíos Fariseos desde ese día cuando Jesús se fue en las nubes hacia el cielo. Cuando Jesús ministró en Judea, los judíos tenían una de dos opciones: escuchar las palabras de Jesús, obedecerlas y ser uno de sus discípulos, o rechazarlo e ir a escuchar a las instituciones religiosas, y practicar los juegos religiosos que los fariseos y los saduceos jugaban. Si nos fijamos en el paisaje de las prácticas de la religión organizada de hoy en día, vemos las mismas mercancías religiosas que se ofrecían en los días de Jesús. Se incluyen las mismas distracciones piadosas, pero ahora vienen de la mano con el entretenimiento, bajo la bandera del cristianismo, en lugar del judaísmo. Pero aquí está una sorpresa: todos los creyentes del cristianismo de hoy están enfrentados con la misma serie de circunstancias y condiciones que esos judíos tenían, y con las mismas dos opciones. En los tiempos de Jesús, los judíos religiosos tenían sólo la Palabra escrita en la forma de la Torá, leída e interpretada a las multitudes por aquellos que eran los únicos que podían leer en el templo y en las sinagogas. En marcado contraste, los discípulos de Jesús tenían el autor de la Torá en la carne. Ellos tenían la Palabra viva, presente y activo frente a ellos, hablando y dando el espíritu de la Palabra, no la letra de esta como el sistema religioso. Este mismo principio sigue vigente hoy en día, donde cada creyente posee la Palabra Viva en forma de la Biblia y el Maestro viviendo dentro de la persona en la forma del Espíritu Santo, recreando las mismas condicione s que los judíos tuvieron mientras seguían y creían en Él. Estos nuevos creyentes de hoy en día también tienen la misma opción de rechazar el plan de Dios e ir a escuchar a la religión organizada, que también les van a leer e interpretar la Biblia para ellos. Estos creyentes cristianos, en su conjunto, han perdido el hecho de que Jesús, además de ser el Cordero que quita y borra el pecado del mundo, es también el modelo de la vida cristiana que hemos de vivir y duplicar después de Pentecostés ya que cada creyente tiene el poder de duplicar la misma vida que Él vivió de acuerdo con Juan 5:30, Yo no soy capaz de hacer nada de mí mismo [independientemente, de mi propia voluntad, sino sólo como estoy enseñado por Dios y a como lleguen Sus órdenes]. Aun a como yo oigo, juzgo [decido a la manera en que me pide que decida. A medida de la voz que viene a mí, así yo doy una decisión], y mi juicio es justo (justo, recto), porque yo no busco ni consulto mi voluntad [no tengo ganas de hacer lo que me agrada a mí mismo, o mi propio objetivo, mi propio propósito], sino sólo la voluntad y el placer del Padre que me envió. Además de vivir así, Él es claro y nos da un ejemplo a duplicar en Juan 14:15-18; 25-26, donde nos dice que Él se reemplazó a sí mismo con el Espíritu Santo, para que Él pudiera ocupar su ministerio, e inversamente, nosotros tomamos el lugar de los discípulos que lo rodeaban (lea Isaías 54:13 y Juan 6:45). Éste es el único tipo de la enseñanza que Él diseñó para erigir Su iglesia, a como se menciona en Mateo 16:18. Él vino a este mundo a restablecer el reino de Dios en esta tierra—en el plano espiritual primero y el físico cuando Él regrese. Ésa es la implicación en sus palabras a Pilato sobre no tener un reino físico. Sin embargo, este reino espiritual está todavía aquí, abierto para cualquier persona que lo desea, donde uno puede entrar como un verdadero discípulo. Si la vida de uno no se ha transformado después de renacer en la misma forma y manera como lo fue para los primeros discípulos, entonces uno necesita tener una conversación seria con el Señor, y revaluar su posición en Él, y a esforzarse por entrar al reino como se aconseja en Lucas 1 3:24 -25.

    Este libro tomó su forma a partir de una colección de folletos escritos para los presos para que pudieran archivar algo tangible para estudiar las Escrituras. Estos folletos les daban la oportunidad, con nada más que sus Biblias y el Espíritu Santo dentro de ellos, de verificar por sí mismos la realidad de las promesas de Dios. Estas visitas y la enseñanza de las Escrituras trajeron a la superficie esta narración como el resultado de mi deseo de suministrar al lector lo que yo he descubierto. Detalla la transición de ser un creyente mediocre en Cristo, yendo a la iglesia, no tan diferente de un jugador que va a un club de campo o a pertenecer como un asociado de una `fraternidad. En cambio, una vez que nos convertimos en un miembro de la familia de Dios. Debemos de crecer del alumnado a nuestro nuevo traslado a ser Su discípulo (Isaías 54:13; Lucas 6:40; Juan 6:45) y experimentar por ti mismo la vida que Él compró para nosotros. Como un alumno ya nacido de nuevo que había asistido a muchas iglesias cuando vine a conocer a Cristo, es un misterio para mí cómo una congregación sensata puede frecuentar una iglesia, lee la Biblia, escucha a sus predicadores y no obstante arregla para perder la claridad del mensaje y la advertencia de nuestro Señor acerca de que tan difícil es de entrar al reino de Dios. Nosotros tenemos la tendencia de interpretar esta implicación inequívoca como si esta amonestación sólo se aplica a los judíos y no a nosotros. Es como si fuéramos a pretender que hay un Evangelio para el judío y otro para los gentiles. Yo desde luego asumí lo mismo y conducía mi vida en ese sentido en mis primeros años como cristiano. Sin pensar, yo cometí el mismo error que millones antes de mí lo hicieron, en delegar el ministerio del Espíritu Santo a los pastores, maestros, y la iglesia. En retrospectiva, como recuerdo esa etapa inicial mía, parece que la mayor parte del cuerpo de Cristo está en un sueño profundo al pensar que uno es un cristiano de buena fe si uno solo cree. Aunque este acto de asentimiento intelectual a la verdad del Evangelio puede ofrecer a uno un amparo contra la ira de Dios en el Día del Juicio Final, las Escrituras son explícitas en que el acto de solo creer no es lo suficientemente adecuado para entrar en Su reino. Así como Dios puso este concepto en mi corazón, lo coloco en el tuyo. Así que lo primero que hay que aclarar es que este libro no es un libro de cómo-hacerlo, ni un manual con un conjunto de instrucciones que le llevará a un nivel más alto en su diario caminar con el Señor. Sin embargo, estoy seguro de que un nuevo capítulo en tu relación con Él será el producto final, si usted decide tomar el reto de empeñarse en ser un discípulo de Él. Debe tener en cuenta, sin embargo, que, sin la mentalidad y el comportamiento necesario para apoyar esta decisión, esta evolución de vida no va a suceder para usted. Este libro se esfuerza por llamar la atención sobre lo que Dios ya ha dicho acerca de la manifestación de Su reino que Él ya ha establecido en esta tierra. Jesús nos dijo todo esto en Lucas 17:20-21, donde Él nos revela: El reino de Dios está dentro de vosotros [en tu corazón] y entre vosotros [alrededor de ustedes]. Sin embargo, este reino sólo está disponible a ti si estás dispuesto a aceptar a Él como tu Señor y Salvador y a obedecer y practicar sus mandamientos a como se indica en Juan 14:15 y 1 Juan 5:2. Ahora, una vez que usted se compromete a cumplir estas dos condiciones, entonces ya puedes entrar a Su Reino en ese momento, y cuando lo haces, debes dar tu consentimiento a su Espíritu a tomar Su lugar legítimo y su posición como tu tutor y Maestro en todos los asuntos de tu vida. Es necesario que Él sea el único que te aconseje y te guíe en cuanto a los cambios que necesitas hacer en tu persona para modificar tu vida diaria. Esta es la forma en que mantenemos una constante comunión con Él, que es indispensable si queremos cumplir los términos del reino, mientras existimos en este mundo. Además, Él te indicará cómo vas a llevar a cabo los pasos necesarios y la clase de conducta en tu vida para eliminar esa inclinación de ser sólo un creyente del cristianismo y en su lugar, convertirte en el discípulo que Él quiere que seas. Una búsqueda activa del discipulado es la marca de un sujeto en Su reino. Una vez que estás adentro, se puede lograr, no sólo un nuevo nivel de intimidad en tu relación con nuestro Salvador, sino un mayor nivel de autodisciplina. Una vez aquí, nosotros llegamos a experimentar que ustedes son de Dios [tú perteneces a Él], y ya los has derrotado [vencer] a ellos [a los agentes del anticristo], porque el que está en vosotros es superior (más fuerte) que el que está en el mundo (1 Juan 4:4). Esta transición de lo ordinario a lo extraordinario es la experiencia de una vida guiada por el Espíritu en sus asuntos diarios y es lo que nos motiva a examinarse, probarse y evaluarse a sí mismos para ver si estáis firmes en su fe y mostrar los frutos propios de la misma. Prueben y comprueben por vosotros mismos ¿No te das cuenta de vosotros mismos y a saber [a fondo por una experiencia cada vez mayor] que Jesucristo está en vosotros, a menos de que seáis simulados [falsos], desaprobados en su ensayo y rechazados?" (2 Corintios 13:5). Esta autoevaluación es su indicador indiscutible que mide el progreso de su conversión al discípulo que está destinado a ser. El discipulado debe ser la primera ambición para cualquier persona en el momento de la decisión de venir a la cruz y renacer. Al llegar a esta nueva coyuntura, a continuación, puede disfrutar de lo que Dios tenía en mente desde el principio de la creación para cada uno de sus hijos a como Pablo escribió:

    (Yo siempre rezo a) el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de gloria, para que Él os conceda un espíritu de sabiduría y de revelación (el conocimiento de misterios y secretos) en el (íntimo y profundo) comprensión de Él, en tener los ojos de su corazón inundado con luz, para que pueda conocer y comprender la esperanza a que Él os ha llamado, y que tan opulento es su herencia gloriosa en los santos (sus apartados unos), y (para que puedan conocer y comprender) lo que es la grandeza inconmensurable e ilimitado y la superación de su poder en, y para nosotros los que creemos, según a la demostración de su faena de su gran poderío (Efesios 1:17-19).

    El axioma de que la percepción es la realidad es certera y una verdad en el caso de los cristianos, ya que la mayoría de las percepciones de los creyentes acerca del plan de salvación de Dios, han sido definidas a ellos por cualquier religión organizada que ellos siguen, y no por la Palabra de Dios, hablada en persona a ellos a través del Profesor designado por Jesús, como es definido para nosotros en Juan 16:13. Este libro se esfuerza en exponer los resultados en total de la cruz de Jesucristo, así como la manera de cómo la salvación conecta cada uno de nosotros con el pacto original de Dios con Abraham. Hay que llegar a comprender que nosotros tenemos un pacto de sangre individual con Jesús, que es una réplica de su pacto original con Abraham. A manera de como el discernimiento exacto de su Palabra se desarrolla en su mente a lo que significa la salvación, nuestra comprensión del modo en que afecta y cambia nuestra vida, comenzará a desarrollarse en su mente. Al detectar este nuevo aspecto y sus implicaciones, tenemos una nueva comprensión de lo que Jesús nos está diciendo a través de los Evangelios. Muchas de sus palabras transmiten asociaciones distintas a sus discípulos que puntualiza su relación con ellos, así como en la nuestra. Una de estas correlaciones se encuentra en Juan 15:15, donde Él dijo a sus discípulos: No os llamo siervos (esclavos) por más tiempo, porque el siervo no sabe lo que hace su Señor (su trabajo). Pero os he llamado mis amigos, porque les he dado a conocer todo lo que yo he oído de mi Padre, este versículo será discutido en un capítulo posterior. Estas inferencias acerca del resultado real de su obra en la cruz eran—y siguen siendo—adulteradas y suprimidas por la cristianización de la antigua religión pagana de Babilonia a principios del siglo III, que introdujo el culto pagano, supersticiones y tradiciones como una parte del cristianismo. Esta absorción se convirtió en un caballo de Troya dentro de la iglesia verdadera, dándonos una falsificación de lo que Jesús enseñó y estableció. También descubriremos que Su Palabra destruye las pretensiones de legitimidad de las tres principales religiones de hoy que disfrutan de millones de seguidores, en simplemente mediante la aplicación de la Palabra de Dios no adulterada a cada una de estas afirmaciones de que ellos hablan por Dios. El sentido común y la llanura de una lógica simple, junto con su Palabra, disipan la fachada religiosa para mostrar el carácter espiritual verdadero detrás de estas enseñanzas.

    Este libro también explora las muchas advertencias hechas por Jesús mismo y confirmado a lo largo en las Escrituras del Nuevo Testamento acerca de quién es salvo y quién no lo es. Después de un análisis cuidadoso de la Palabra de Dios en su idioma original, la alarmante realidad es que Jesús dice a menudo que sólo un remanente será encontrados dignos de escapar la tribulación que ya se está mirando en el horizonte, transmitido en Lucas 21:36, y en el Apocalipsis 3:10. Estas inquietantes certezas han sido enmascaradas por las enseñanzas, tradiciones, y creencias de las religiones organizadas, pero que son evidentes al estudiar la Palabra a través de nuestro Maestro en su contexto original. Éste es el propósito en usar la traducción amplificada de la Biblia en todo este libro como la fuente de toda la escritura. Sin embargo, la porción más sorprendente de la verdad al escribir este libro surgió a través del estudio y la comprensión del significado del acto de lavar los pies de sus discípulos la víspera de su arresto y cómo Él todavía está realizando este trabajo hoy a todos sus discípulos para que podamos tener un vínculo inexpugnable entre la Trinidad y nosotros. Si vamos a experimentar la vida que Él nos ha dado, debemos replicar fielmente la unión continua que Jesús tuvo con Su Padre durante toda Su vida (Juan 5:30 y seis versos más). Un verdadero cristiano imita y duplica esta misma relación con el Padre, ya que Él nos ha proporcionado todas las herramientas necesarias para hacerlo. Si lo Hace de otra manera, es cortar nuestros lazos con Él, dejando un hueco en nuestro flanco hacia al enemigo, haciendo imposible experimentar su Vida en la nuestra. El encubrimiento y ocultación de Satanás a través del engaño religioso acerca de esta parte vital de nuestra redención en nuestro caminar diario ha sido un golpe magistral del genio en mantener el cuerpo de Cristo castrado y débil. Esto se ejemplifica y se mira en las vidas derrotadas que la mayoría de los cristianos viven hoy en día, así como la impotencia absoluta de la iglesia en su influencia de las costumbres no solamente en la sociedad estadounidense, sino en el resto del mundo que rápidamente están llegando a la descomposición. Mi sincera esperanza es de que los lectores hagan el esfuerzo de leer y comprobar por sí mismos cada versículo citado aquí y que el Espíritu de Dios les inunde sus ojos, la mente y su espíritu con su Luz, porque es sólo a través del Tutor, no a través de las homilías en una iglesia, donde podemos de apoderarnos de las gloriosas promesas y las garantías dadas a los creyentes para que la consigamos, y para probarlas en nuestras propias vidas individualmente, y no solo por venir a una iglesia para que alguien to los recite, pero a lo contrario, a ser una realidad en tu propia vida a como está prometida por su Palabra para todos aquellos que están dispuestos a escucharlas y obedecerlas. Él nos advirtió contra la búsqueda del hombre en vez de Él cuando Él nos dijo: Si el Señor no construye la casa, en vano trabajan los que la edifican; si el Señor no guarda la ciudad, el centinela se despierta, pero en vano (Salmo 127:1), e incluso con más claridad que esto en Zacarías 4:6. Por lo tanto, reconozcan que el estudio de nuestro manual, la Biblia, debe estar continuamente en la cima de sus prioridades en su vida diaria si queremos lograr y a tener el provecho de sus instrucciones y consejos.

    Para concluir, quiero relatarles a cómo yo llegué a desarrollar este tipo de relación íntima con la Deidad, a como es prometida en Efesios 3:19. Hace muchos años, me di cuenta de que las más intrínsecas relaciones que yo realmente disfruté en toda mi vida solo surgieron cuando yo hice el esfuerzo por pasar tiempos de calidad con esa persona que yo amaba. Esto no es diferente en el mundo espiritual, si uno quiere experimentar la vida del Reino. No hay atajos, ni ninguna forma fácil de hacer esto. Desde entonces, tomé una decisión que fue inquebrantable, donde yo decidí a leer Su Libro desde Génesis hasta Apocalipsis, al menos una vez al año. El resultado fue que en menos de dos años, mi relación con Él fue acelerada a una velocidad inesperada y en una forma que yo siempre pensaba que iba a ser imposible. No fue con relámpagos, fanfarreas, o tambores pero si no, como un susurro, no tan diferente a cuando Elías se encontró con Dios en 1 Reyes 19:12. En cuanto a la manera de cuánto tiempo le llevará a usted mi lector, no lo sé porque será tan individual, a como sus propias huellas dactilares. Al principio, empecé despacio, de a poco a poco, leyendo Génesis capítulo 1 y 2 en el Viejo Testamento, y Mateo 1 en el Nuevo en el primer día; el segundo día, Génesis Capítulo 3 y 4 y Mateo 2 y así, sucesivamente cada día consecutivo permitiendo a Su Espíritu para iluminar lo que estaba leyendo y no estudiando lo que yo quería, sino más bien, permitir a Él, lo que Él decidiera, en su propio gusto, a enseñarme a mí acerca de lo que yo, necesitaba a saber. Hoy en día, he doblado ese régimen y ahora estoy leyendo todo su Libro, de cubierta a cubierta, aproximadamente cada seis meses con una determinación que es más dura que un diamante, y no se detendrá hasta el día en que muera, o Él regrese para llevarme a mi Casa. Seré franco con usted, al principio fue una tarea, luego se volvió tolerable pero por el segundo año, fue un placer y hoy, es un verdadero deleite y el cambio en mi relación con Él, están más por encima de la marca asombrosa. ¿Esto puso un halo alrededor de mi cabeza, o me veo como un monje en un monasterio? No, soy como cualquier otra persona excepto que ya no tengo preocupaciones, ansiedades, el miedo, o cualquiera de los muchos otros dones que el diablo les da generosamente a todos aquellos que prefieren la vida de este mundo, ya que sean religiosos, o no. Pero, además de todo esto, lo más asombroso es que cada necesidad en mi vida no importa lo que sea, se recibe con una generosidad y de maneras asombrosas y sin que yo me involucre de ninguna manera, sino que simplemente sucede. Las recompensas de esta rutina son tantas y tan profundas, que ni siquiera puedo darle una justicia para comenzar, y expresar, los maravillosos resultados en mi presente vida, llena de fe y confianza en todas sus promesas para mi existencia en este mundo hasta que muera, o Él viene de regreso validando su promesa en Mateo 6:33 y media docena de otras escrituras: "Pero primero y más importante, busque (apunte, esfuércese por) Su Reino y Su justicia [Su manera de obrar y ser recto: la actitud y el carácter de Dios],

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