Equipaje para un sueño: Decídete a escribir la historia de tu vida

Por Héctor Forero

Cuando te propongo escribir la historia de tu vida, no me refiero solamente a tu vida pasada ni a la vida que llevas ahora, sino a la vida que quieres de aquí hasta el final de tus días. Una historia en la que tú seas el personaje principal. Te estoy invitando a tomar el riesgo más importante que un ser humano puede tomar: soñar. [...] Si lees este libro es porque la última página de tu vida no se ha escrito, y es importante reconocer esa verdad como un gran milagro que te pone en las manos la posibilidad de escribir tu historia con lujo de detalles, sin que se te quede nada pendiente, de manera que, cuando ya no puedas escribir más, esa última página sea el broche de oro con el que cierras una de las mejores historias que la humanidad haya conocido: tu historia.

• Idioma: Español
• Editorial: eLibros
• Fecha de lanzamiento: 12 ago 2020
• ISBN: 9789585277663

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ella.

¿Quién quieres ser?…

Uno de los grandes problemas que enfrentan las personas hoy al diseñar un proyecto de vida, es que no saben lo que quieren ser. Están tan llenas de información que terminan bloqueadas y no sienten que pueden hacer algo por evitarlo.

En la vida de una persona intervienen muchas opiniones de todo tipo. Estamos rodeados de gente que se niega a centrarse en sí misma y prefiere organizarles la vida a los demás, al punto que quieren decirles lo que deben hacer con sus vidas. Este ejercicio es una forma de desbloquearse, de ser honestos con nosotros mismos. Una vez marcado tu cuaderno, deja muchas páginas en blanco y escribe, en la página final, quién quieres ser. Esa página será la meta, el lugar en el que todos tus sueños son una realidad. Es tu oportunidad para crear en imágenes lo que quieres ser dentro de uno, dos, tres años o toda la vida.

¿Cómo lo vas a hacer? Piensa por unos minutos que se te aparece Dios y te dice que tu única misión en la vida es ser feliz y que para eso te dará todo lo que le pidas. Que tienes un corto periodo para imaginarte lo que tú quieres que sea ese milagro en tu vida, y que esa nueva realidad que seas capaz de imaginar, con todo lo que deseas, Él te lo va a proporcionar. Solo te pedirá que seas totalmente honesto(a) y que eso que pides esté acorde con los deseos de tu corazón y no con los deseos de los demás. Dios quiere que tú SEAS, no que dejes de ser por tener contentos a quienes te rodean.

Este es el momento para comenzar a diseñar tu milagro y es importante que te entregues a él con veneración. La gente que fracasa, que no llega a ninguna parte, que vive quejándose y que lleva una vida miserable, termina dándose cuenta de que lo que le faltó fue entregarse con amor a sus ideales. Ante un ejercicio de simple imaginación, como el que te estoy proponiendo, se sienten ridículas y se burlan de la sola propuesta sin darse cuenta de que se están burlando de sus propias posibilidades. Es ahí donde comienza el fracaso, porque antes de darse una oportunidad, la critican, la cuestionan y le restan todo su valor. Cuídate de esto y cuídate de la gente que lo hace. Muchos de ellos han quedado relegados en el camino, matándose poco a poco en un diario vivir lleno de infelicidad, alejados totalmente de lo que Dios quiere para ellos, TOTALMENTE ciegos a cualquier perspectiva de cambio simplemente porque no creen que sea posible.

No te estoy planteando a un mago, ni a una hada madrina, te estoy planteando algo muy real, un encuentro con Dios para cambiar tu vida; eso lo haces en tu mente y tendrá valor en la medida que tú creas.

¿Entonces?

Si no quieres usar esa última página de tu cuaderno, busca un cuaderno de borrador y piensa que vas a prepararte para ese encuentro. Escribe allí lo que quieras, bórralo, cámbialo, arranca las hojas pero, al final, encárgate de tener un diseño listo de lo que tú quieres ser, de lo que quieres que Dios te dé a todo nivel. No olvides que te concederá todo lo que seas capaz de pedirle en ese encuentro.

¿Cómo empezar a escribir la meta?

Por ejemplo, a mí me gustaría que el día de mi muerte, apareciera en todos los periódicos del mundo un titular que dijera: Ha muerto uno de los mejores escritores del mundo, un escritor que logró plasmar historias capaces de cambiarle la vida a millones de personas, una autoridad en literatura, televisión, cine y medios de comunicación, pero ante todo, uno de los seres humanos más maravillosos con que contaba la humanidad. Muere rodeado no solo del cariño de los seres que amó, sino que el mundo entero le rinde un tributo de amor y admiración.

¿Qué tal? ¿Demasiado alta la meta?

Y qué importa qué tan alta esté mi meta, si Dios prometió darnos todo lo que le pidamos. ¿Qué importa, si el universo nos ayudará a lograr ese sueño? Vamos, escribe en tu cuaderno lo que quieras y ten la certeza de que se hará realidad.

No esperemos más, escribe las últimas páginas de tu libro, palabra a palabra, diseña lo que tú quieres ser, lo que eres capaz de ver en tu mente. Imagínate que estás allá, en esa nueva realidad.

¿Cómo te gustaría que fuera?

¿Qué te gustaría sentir en ese momento?

¿Qué quieres tener?

¿Cómo es el mundo que has creado?

No tengas miedo, imagínalo, tal cual lo quieres, siéntelo, deséalo y comienza desde ya a actuar como si fuera real. Lo estás comenzando a materializar a través de la tinta y el papel. ¿Te das cuenta de que ya no es un sueño solamente, sino un compromiso que estás dejando por escrito? Es un compromiso contigo, es un lugar hacia dónde caminar, imagínatelo tan hermoso como quieres que sea. No se te olvide que quien sabe para dónde va, sabe si va bien o mal.

¿Ya escribiste lo que quieres ser? ¿Describiste el lugar al que quieres llegar? Si lo hiciste, ya existe, solo vas a caminar para llegar a él y de eso hay que convencerse.

Si miras en tu pasado, quizá te des cuenta de que has conseguido cosas que parecían difíciles, trabajando para ello y con el firme convencimiento de que lo lograrías.

Alguna vez quise cambiar mi auto, económico, y quería uno mejor. Cuando estuve en la agencia, la vendedora me dijo que lo podía cambiar por uno deportivo mucho mejor que el mío. Me lo mostró en una foto, pues aún no lo habían lanzado al mercado, y yo quedé fascinado con él; me parecía muy lindo, pero no tenía el dinero para comprarlo y opté por cambiar mi auto económico por otro similar, pero último modelo. Sin darme cuenta, en mi mente me había negado la posibilidad de tener el auto que me propuso la vendedora, entre otras cosas, porque costaba tres veces lo que costaba el mío e implicaba una deuda muy grande, además de que no tenía un trabajo lo suficientemente rentable como para poder