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The Beatles: Su historia en anécdotas
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The Beatles: Su historia en anécdotas
Libro electrónico320 páginas3 horas

The Beatles: Su historia en anécdotas

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Alrededor de The Beatles han surgido toda suerte de leyendas sobre su música y sobre la vida de cada uno de los componentes del grupo. Se ha analizado con lupa la trayectoria de Lennon, se ha especulado con la personalidad de McCartney, y se ha dicho de todo de las vidas de Ringo Starr y George Harrison. Pero hasta este momento no se había hecho un ejercicio de recopilación anecdótica de quien fue parte esencial de la banda sonora de tantas generaciones.

El encuentro, el camino, el éxito, la separación, la muerte y el mito se dan de la mano en este libro y nos ofrecen lo mejor (y lo peor) de quienes perdurarán para siempre en nuestra memoria.

• ¿Cuáles fueron los nombres del grupo antes de adoptar el definitivo Beatles?

• ¿A quién le escribía Lennon sus primeras canciones de amor?

• ¿Qué ocurrió en el show de Ed Sullivan cuando desembarcaron en los EE.UU.?

• ¿Grabaron alguna canción en un idioma diferente al inglés?

• La aventura española de The Beatles.

• La última aparición de John Lennon en un escenario.

• Las canciones de los Beatles y la publicidad.
IdiomaEspañol
EditorialMa Non Troppo
Fecha de lanzamiento29 oct 2020
ISBN9788499176093
The Beatles: Su historia en anécdotas

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    The Beatles - William Blair

    diferentes.

    uno:

    Quarrymen, Beetles, ¡Beatles!

    (1957-1963)

    Entre 1957 y 1963 asistimos a los primeros tiempos de lo que serían The Beatles. El punto de partida es algo muy típico de finales de los años cincuenta en el Reino Unido. Los jóvenes escolares no han vivido la guerra o no la recuerdan porque eran demasiado pequeños, las ciudades industriales como Liverpool, Manchester o el mismo Londres son un hervidero de conflictos sociales, de ruptura con los viejos esquemas y de búsqueda de nuevos caminos a la creatividad. Entre los jóvenes quinceañeros triunfa el skiffle, una mezcla de influencia norteamericana a ritmo de jazz y blues y de música tradicional inglesa o irlandesa. Se sigue a Donegan, a Buddy Holly y mucho menos a Elvis o a Carl Perkins. Todo empieza de un modo natural, como toda pandilla juvenil de aquellos años; se oye música en la radio, se reúnen al salir del colegio y los chicos que se siente más afines se van juntando entre ellos. Les une la música, un lugar donde tocar, unas guitarras, la mayoría de las veces de segunda mano, muchas horas de pulsar las cuerdas, ruido, alguna cerveza que otra y a partir del momento en que toman la decisión de hacer de la música un modo de vida, todo cambia para ellos. John, Paul, George, Stu, Pet, Ivan, Ken… hijos de la clase obrera de Liverpool que sientan las bases de un movimiento que llegaría a todo el mundo.

    El niño camino del fracaso

    A finales de los años cuarenta, cuando John Lennon estaba a punto de cumplir los diez años era frecuente encontrar en su libreta de evaluaciones escolares la frase: «[…] este niño va camino del fracaso…». El pequeño John era hijo de Alfred y Julia Lennon y él mismo declaró en una entrevista que nació en 1940 durante un bombardeo alemán sobre Liverpool, algo absolutamente cierto pues hay constancia de que esa noche, 9 de octubre, la Luftwafe estaba bombardeando la ciudad. En una entrevista John afirmaba: «En Liverpool había tres clases de chicos, los que habían perdido a su padre en la guerra, los que lo habían recuperado tras la guerra y yo». Su originalidad radicaba en que su padre, aunque vivo, desapareció de la vida familiar y John se pasaba horas sentado en los malecones del puerto esperando verle aparecer. Huyendo de la guerra y de las responsabilidades familiares, Alfred Lennon se había enrolado en un mercante de bandera norteamericana y aunque posteriormente se ocupó durante algún tiempo de él, el pequeño John acabó viviendo con su tía Mimi, sería y autoritaria, porque su madre, Julia, se unió a un hombre que no deseaba ocuparse de un niño, aunque Julia nunca dejó de estar cerca de él. Esas circunstancias hicieron de John un muchacho rebelde y siempre enfrentado a sus profesores de los que escribía hirientes historias y les hacía caricaturas. John tenía ya una opinión de sí mismo muy diferente a ese «va camino del fracaso…» y no entendía cómo nadie había descubierto ya, a sus ocho o diez años, que era un genio. Nadie salvo quizá su madre, la que le inculcó el amor a la música y ejerció, de hecho, como la tía soltera y libre que era la alternativa a la vida rígida y burguesa de su tía Mimi y del colegio.

    Cuando John Lennon escuchó por primera vez la canción «Long Tall Sally», de Little Richard, se sintió identificado con la alegría que desprendía y fue uno de los primeros temas que el grupo adaptó en sus actuaciones:

    I’m gonna tell Aunt Mary ’bout Uncle John

    he said he had the misery but he got a lot of fun

    Baby, yeah now baby

    Woo baby, some fun tonight.

    Os voy a contar tía Mary Tío John,

    Qué tiene el blues que es tan divertido.

    Oh pequeña,

    Ye-e-e-eh,

    Woo-o-o-oh nena,

    Haz que me divierta esta noche.

    Un jovencísimo John Lennon delante de la casa de su tía Mimi y su tío George, con quienes pasó su infancia.

    El emperador del escenario

    La primera vez que el pequeño Richard (Ringo Starr) se atrevió a hacer de actor, su oculta afición, fue en el colegio Saint Silas de Liverpool donde estudió hasta los seis años. La guerra estaba a punto de terminar y el colegio presentó la obra The Emperor’s Carpet (La alfombra del Emperador), en el que Richard tenía un discreto papel que le hizo sentir el gusanillo del escenario. Ringo Starr sintió desde entonces siempre atracción por la profesión de actor y lo demuestra su participación en una treintena de películas y episodios de televisión, algunos muy conocidos. Debutó para la pantalla, con The Beatles, en Qué noche la de aquel día, en 1964 y ha actuado en títulos interesantes como Si quieres ser millonario no malgastes el tiempo trabajando, con Peter Sellers o en Listzomanía, de Richard Lester, donde interpretaba nada menos que al papa Pío IX. En 1981 hizo un divertido papel en Cavernícola junto a Dennis Quaid y participó en The Last Waltz de Martin Scorsesse con Bob Dylan, Eric Clapton y Neil Young.

    George, el virtuoso

    Un día de la primavera de 1955, en el patio del Liverpool Institute donde estudiaba, Paul McCartney, que a la sazón tenía catorce años, escuchó a la guitarra el riff «raunchy», de Bill Justis, tan bien ejecutado que se quedó impresionado.1 Detrás de unos arbustos, semiescondido huyendo de los profesores a los que odiaba, estaba tocando George Harrison, un muchachito de doce años al que Paul conocía porque, aunque no iban a la misma clase, coincidían en el autobús escolar. George tenía instinto para la música y para la rebeldía; llevaba el pelo más largo de lo autorizado, se vestía como le daba la gana y era la estrella de los castigos de su clase; su pasión por Lonnie Donegan,2 el rey del skiffle, le impulsó a dejar los estudios y seguir su instinto musical, algo que tenía desde pequeño cuando disfrutaba con Little Richard, Bill Haley o Fats Domino. De hecho ya había formado un grupo musical con su hermano Pete, The Rebels, que no pasó de la primera actuación. George, dos años menor que Paul, le aportó sus horas de trabajo con la guitarra, técnica, acordes e incluso el manejo de las cuerdas y a George le impresionó sobre todo el hecho de que su nuevo amigo Paul ¡sabía afinar la guitarra!, algo que le impactó.

    George Harrison a los doce años.

    Hijo de…

    John era hijo de Alfred Lennon que, además de desaparecer de la vida y la educación de John ejerció como empleado, portero de hotel y sobre todo marino mercante, muy adecuado para ausentarse largas temporadas e incluso para desaparecer. Paul era hijo de James McCartney, empleado en una empresa algodonera y pianista profesional, siempre al lado de su hijo y de sus tendencias musicales. El padre de George era Harold Harrison, librero, empleado en un barco de cruceros, chofer de autobús la mayor parte del tiempo, profesor de danza y sindicalista, cariñoso y muy cercano también a las ilusiones de su hijo. Ringo era hijo de Richard Starkey, divorciado muy pronto de su madre con la que el pequeño Richard vivió su infancia. Era trabajador en los muelles y esporádicamente limpiacristales o panadero.

    En su canción «Mother», John Lennon vertía explícitamente los sentimientos hacia sus padres de los que siempre se había sentido abandonado.

    Mother, you had me but I never had you,

    I wanted you but you didn’t want me,

    so I got to tell you,

    goodbye, goodbye.

    Father, you left me but I never left you,

    I needed you but you didn’t need me,

    so I got to tell you,

    goodbye, goodbye.

    Madre, me tenías pero yo jamás te he tenido,

    yo te quería, pero sé que tú no,

    así que tengo que decirte,

    adiós, adiós.

    Padre, me dejaste, pero yo jamás,

    te fuiste y ahora me necesitas, pero sé que no,

    así que tengo que decirte,

    adiós, adiós.

    Unidos por la desgracia

    El 31 de julio de 1956, Mary McCartney, la madre de Paul, muere a consecuencia de un cáncer de pecho. Paul tiene sólo catorce años y la muerte de su madre, sostén de la familia y el nexo de unión entre todos ellos, le causa un profundo trauma, tal vez por eso al poco de conocer a John Lennon se establece entre ellos una comunicación indestructible pues un año después de su primer encuentro, John pierde también a su madre. El 15 de julio de 1958 un conductor bebido, policía por más señas, atropelló a Julia Lennon, que resultó muerta a causa de las heridas. A pesar de sus carencias como madre, la pérdida de Julia fue un duro golpe para John pero resultó uno de los hechos que más marcó e intensificó la amistad de John y Paul.

    La primera guitarra

    La primera guitarra de John Lennon fue una Gallotone Champion, acústica, que le compró su madre, Julia, pero que le regaló con una sentencia: «Es una buena guitarra, pero no te ganarás la vida con ella», tal vez se equivocó Julia o tal vez se refería a que debería comprarse una eléctrica cuanto antes. El caso es que la Gallotone se vendió en 1999 en subasta por 251.700 dólares.

    La caja de té

    En mayo de 1957, John, que actuaba como líder de facto del grupo de jóvenes músicos del colegio Quarry Bank, decidió cambiar —otra vez— el nombre de su grupo por Quarrymen. John tenía diecisiete años, era el mayor de la pandilla, y el resto de componentes eran Eric Griffiths, guitarra; Colin Hanton, batería; Len Garry, improvisado bajo con una lata de te; Pete Shotton a la tabla de lavar3 y Rod Davis que tocaba el banjo. Tan original y caótico grupo daba conciertos al aire libre para sus amigos y hasta se presentaron al concurso Star Search, de la ABC TV, pero no pasaron la prueba de admisión.

    « Te presento a Paul»

    El 6 de julio de 1957 tuvo lugar un acontecimiento capital en la historia de la música pop británica. Ese día, en la feria de Woolton en Liverpool, el joven Ivan Vaughan presentó a dos de sus amigos que no se conocían entre sí. Uno de ellos era John Lennon, amigo de su infancia y miembro de los Quarrymen, el grupo musical donde Vaughan tocaba el bajo en algunas ocasiones y Lennon cantaba y tocaba la guitarra. El otro amigo presentado era Paul McCartney al que Ivan había conocido en el Liverpool Institute y con el que había conectado muy bien, en parte por la casualidad que Vaughan y McCartney habían nacido el mismo día, el 18 de junio de 1942 y habían empezado al mismo tiempo en el Instituto. Ivan estaba seguro que Lennon, a pesar de su carácter individualista e introvertido, haría buenas migas con su compañero de clase y no se equivocó; Lennon se quedó enganchado a su nuevo conocido cuando este interpretó a la guitarra «Twenty Flight Rock» y le enseñó un nuevo acorde. A partir de entonces, Quarrymen tuvo un nuevo miembro, esporádico como todos, y Lennon un amigo y colaborador que sería inseparable al menos durante los siguientes veinticinco años. La sintonía de Lennon y McCartney apenas acababa de empezar pero quedaría plasmada en decenas de temas musicales, algunos los de más alta calidad en la historia de la música pop. Las primeras canciones firmadas Lennon/McCartney las compusieron en la casa número 20 de Forthlin Road, en Liverpool, donde vivían los McCartney. Hoy en día esa casa forma parte del circuito turístico de la vida de The Beatles en la ciudad británica.

    6 de julio de 1957, feria de Woolton, el día que Paul encontró a John.

    Paul Calamidad

    John Lennon y Paul McCartney se acababan de conocer y Lennon decidió invitar a Paul a participar en la actuación de The Quarrymen en un club de Liverpool. Fue el día 20 de julio de 1957 y el resultado fue una auténtica calamidad cuando Paul intentó interpretar «Guitar Boogie» con una guitarra típica con las cuerdas para diestros cuando él es zurdo. Dos días después repitieron actuación en Roseberry Street, en Liverpool, tocando en la parte trasera de un camión a modo de escenario.

    «This Boy» fue una de las primeras canciones de Lennon/McCartney y de las más destacadas de su producción:

    That boy took my love away,

    He’ll regret it someday,

    But this boy wants you back again.

    That boy isn’t good for you,

    Tho’ he may want you too,

    This boy wants you back again.

    Ese chico se llevó a mi amor

    Algún día lo lamentará

    Pero este chico quiere que vuelvas

    Ese chico no te conviene

    Aunque quizá también te desee

    Este chico quiere que vuelvas

    El maldito rock

    Fue el 7 de agosto de 1957 cuando los chicos de The Quarrymen pisaron por vez primera The Cavern, el mítico club de jazz de Liverpool donde se admitían a los grupos de skiffle. Tocaron «Come Go With Me», un tema de Clarence Quick popularizado por Gloria Jones y siguieron con varios temas de rock hasta que el dueño del local les paró los pies con una nota «¡Basta del maldito rock!».

    George, John, Paul y un tal Dennis a mediados de 1958 tocando en una boda.

    Debut de Paul

    En el verano de 1957, Paul estaba de vacaciones con su familia en un campamento en Butlin’s de Filey, en Yorkshire por lo que no pudo actuar en The Cavern con Quarrymen a pesar de que ya había sido admitido en el grupo. Pero sí se pudo inscribir en un Concurso Nacional de Noveles con su hermano Michael. Por primera vez, Paul se subió a un escenario interpretando «Bye Bye Love» y la legendaria «Long Tall Sally» de Little Richard. Al no tener la edad mínima, dieciséis años, no les permitieron participar en el concurso pero sí actuar en el escenario. Poco después, el 18 de octubre, Paul se sumó a Quarrymen sobre el escenario del Conservative Club de Liverpool, aunque su debut en The Cavern con Quarrymen fue el 24 de enero del año siguiente, 1958.

    Segunda mano

    La primera guitarra que usó George Harrison, fue una española de la marca Egdmon que su madre, Louise, le compró en 1956 a un compañero de clase, Raymond Hughes, por algo más de tres libras. La guitarra, expuesta actualmente en el Museo de The Beatles en Liverpool, está tasada, si se vendiera, en unos 800.000 dólares. Dos años después, Louise le compró una acústica Hofner por 30 libras, ahorrando dinero de la compra y George mismo la modificó, como hacen los grandes guitarristas, y la volvió a cambiar en 1959 por un modelo Club de la misma marca Hofner. Esta también era usada y se la compró a Ray Ennis de Swinging Blue Jeans, un grupo que todavía a mediados de 2010 seguía en activo.

    Piano Duff

    Durante un tiempo, unos meses de 1958, The Quarrymen tuvo un pianista, un chico llamado John Lowe a quien llamaban Duff.4 Tocaba bien el piano y era un valor añadido para el grupo, pero tenía un problema, su padre no le dejaba llegar tarde a casa y dejaba siempre los ensayos a medias, por lo que al final tuvieron que prescindir de él.

    Estos chicos hacen mucho ruido

    A principios de 1959, mientras los Quarrymen grababan la canción «That’ll Be the Day», de Buddy Holly y Jerry Allison, tuvieron una discusión con el encargado del estudio que creía que el sonido de la batería, demasiado fuerte, molestaba a los vecinos. Pete Shotton era el batería del grupo aunque sus conocimientos del instrumento eran bastante precarios, pero ruido sí debía hacer. A decir verdad no tocaba exactamente la batería, sino la tabla de lavado. El resto de la banda lo componían Len Garry, Paul McCartney y John Lennon, aunque la entrada y salida del grupo estaba siempre abierta y por ella pasaron Ivan Vaughan, Colin Hanton y Eric Griffiths. Para grabar su siguiente canción tras la discusión, «In Spite of All the Danger», tuvieron que apagar el ruido colocando una bufanda a modo de sordina sobre el «instrumento» de Pete. De hecho, ya habían tenido que dejar su primitivo lugar de ensayo, la casa de Shotton, porque la tía de este les echó también a causa del ruido.

    El ídolo fallecido

    «That’ll Be the Day» fue la primera canción que Lennon aprendió a tocar en la guitarra. Su autor, Buddy Holly era un ídolo para John y para los miembros de Quarrymen e incluso Paul McCartney incluyó algunos de sus temas en su producción en la década de los setenta. Holly falleció en un accidente de aviación en 1959, el mismo en el que murieron Richie Valens y The Big Bopper.

    ¿Cómo os llamáis?

    En los primeros meses de 1960, John, Paul, George y Stu Sutcliffe, actúan en pubs y pequeños locales cambiando constantemente de nombre. Se llaman Johnny and The Moondogs, The Nerk Twins, The Beetles (Grillos) hasta que John cambió entonces una «e» por una «a» quedando el nombre como Long John and The Beatles, aunque no acabaron de decidirse con otras opciones como The Silver Beats, Silver Beetles o Beatles.

    El milagro de Harold MacMillan

    En 1960, el Gobierno británico, dirigido entonces por Harold MacMillan, declaró abolido el Servicio Militar Obligatorio que había existido desde la declaración de guerra de 1939. La decisión

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