Bob Hope
Bob Hope es todo un símbolo de la cultura popular estadounidense. A su rendimiento profesional como figura del entretenimiento en Estados Unidos se suma su destacada función como apoyo entre las estrellas de Hollywood al Partido Republicano y su continuada participación en las funciones de entretenimiento de las tropas durante varias guerras (intentó seguir en esa función en la guerra de Irak en 2003, pero estaba ya tan enfermo que sus médicos se lo prohibieron).
En 1997 el Congreso de los Estados Unidos nombró a Hope veterano honorario justificándose en sus muchas décadas de dedicación a entretener a los soldados del país que participaron en diferentes guerras, y sigue siendo la única persona que ostenta ese honor.
Camino al éxito desde la desesperanza
En 1963 fue premiado con la Medalla de Oro del Congreso por el presidente John Fitzgerald Kennedy, un reconocimiento que solo tienen otras dos figuras del mundo del espectáculo, George M. Cohan e Irving Berlin. Y en 1969 el presidente Lyndon B. Johnson dedicó su último día en la Casa Blanca para galardonar a Hope con la Medalla de la Libertad. Y en 1995 recibió la Medalla Nacional de las Artes de manos del presidente Bill Clinton.
Entre 1941 y 1953 (con la salvedad del año 1948) figuró en la lista anual de las diez estrellas mejor pagadas del mundo del espectáculo en Estados Unidos. Además fue presentador de la ceremonia de entrega de los Oscar en diecinueve ocasiones, convirtiéndose en figura imprescindible de la célebre cita anual de entrega de premios de la Academia de Hollywood desde finales de los años cuarenta hasta mediados de los años setenta (ciclo que comenzó en 1939 y cerró en 1978).
Ante ese intenso despliegue de patriotismo y participación en la vida cultural, bélica y política estadounidense, muchos aficionados podrían pensar que Bob Hope había nacido allí, pero nada más lejos de la realidad. Lester Townes Hope, que tal era su verdadero nombre, nació el 29 de mayo de 1903 en Eltham, Woolwich, Londres. Era inglés. Pero cuando falleció era un icono imprescindible del ocio estadounidense
Estás leyendo una previsualización, suscríbete para leer más.
Comienza tus 30 días gratuitos