El Buda y el microbús

Por APO HALMYRIS

Un libro sapiencial contemporáneo. El camino a la iluminacón puede dar unos giros aparentemente  sorpresivos.

• Idioma: Español
• Editorial: BadPress
• Fecha de lanzamiento: 11 sept 2020
• ISBN: 9781071565476

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Índice

Escuela y Niñez

Preparado para el Viaje

La Zona del Físico

Los Inicios

El Guía

Lecciones

El Camino

El Segundo Jhana

Krishan

Hacia la Ecuanimidad

El Lago

El Kasina del Aire

El Microbús

Escuela y Niñez

Totalmente inadecuado para una conferencia como ésta, el pizarrón absorbía en vano la luz como si fuese un agujero negro al fondo de la escena, detrás del Profesor Lao.

Este caminaba de un lado a otro frente a un auditorio compuesto mayormente por estudiantes atentos e interesados provenientes de las clases de historia de la religión, antropología o incluso de psicología.

El Profesor Lao trataba de darles a conocer, metódicamente, sobre los antiguos inicios del budismo.

Había un vaso de agua sobre el escritorio, tal vez para hidratar y ayudar con el sinuoso flujo de las palabras. La superficie quieta del agua destellaba a través del vaso color verdoso, debido a los rayos del sol que se colaban desde afuera. Era uno de esos días maravillosos en los que reinaba un cielo azul infinito.

El Profesor Lao optaba por moverse continuamente frente al enorme pizarrón corredizo del anfiteatro. Sus movimientos eran a veces lentos, a veces rápidos, con detenciones cortas e imprevistas. Sentarse inertemente en una silla no formaba parte de sus hábitos. Solo la superficie del agua en aquel vaso estaba perfectamente inmóvil y paralela al nivel del suelo.

Mientras hablaba, su charla fluía simultáneamente con sus pensamientos, pensamientos-ideas que ni siquiera pasaban por el campo de la consciencia sino que se convertían directamente en el flujo de sus palabras.

*

Una pareja de bueyes adornada con guirnaldas de flores rojas tiraba del arado para remover en la tierra el primer surco, como parte de la ceremonia. El propio rey de los Sakya iba detrás del arado, para guiarlo, seguido de la corte de brahmanes quienes sembraban el arroz. Muchachas vestidas de blanco iban derramando agua con sus jarrones