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Pensando en ti
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Libro electrónico185 páginas3 horas

Pensando en ti

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Información de este libro electrónico

As an approach to understanding and knowing the fundamentals of Quantum Psychology and Spirituality, this book's objective is to bring the reader on a journey to places more exalted in the soul.

Este libro es un acercamiento para entender y conocer los fundamentos de la PsicologÍa CuÁntica y del EspÍritu, con el objetivo de llevar al lector por un viaje que lo conducirÁ a los lugares mÁs encumbrados del alma.
IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento1 sept 2020
ISBN9786078756247
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    Pensando en ti - Raquel Levinstein

    Levinstein

    Introducción

    Hoy es un buen momento para preguntarte: ¿estás viviendo como quieres vivir?, ¿piensas que la vida ha sido generosa contigo, que pudiste tener otras condiciones y circunstancias, contar con alguien que reconociera tu talento o una mejor familia con una madre amorosa y comprensiva, un padre con rectitud y éxito ejemplares o hermanos menos egoístas? ¿Piensas que, en lugar de tu hermano, hubieras podido ser tú el consentido de mamá? O, por el contrario, ¿te quejas de que te hayan sobreprotegido?

    Quizá lo que lamentas es tu condición social y económica. ¿Qué tal si hubieras nacido en una familia de postín, en una zona residencial, e incluso en una potencia mundial, y no en un país en vías de desarrollo como el nuestro?

    Tal vez, a pesar de gozar de algunas de estas ventajas y de considerarte triunfador, sufres depresiones y en ocasiones piensas que la vida no tiene sentido.

    Posiblemente crees que a todos los exitosos –tu hermano o hermana, el empresario reconocido por sus logros y dedicación, el artista de fama cuyos méritos proclaman la publicidad y el estruendo pasajeros, el profesionista que destaca en su campo– se les han regalado las oportunidades y que tú realizarías un mejor papel si estuvieras en su lugar.

    Entonces, tu vida es un mar de conflictos, un continuo sí, pero no, quiero, pero no puedo o puedo, pero no quiero: una eterna frustración. Te has convertido en el hombre del mañana, el que deja todo para después esperando mejor suerte, el de grandes proyectos que nunca realiza, el de excusas y justificaciones, el que se nutre de resentimientos que lo mantienen atrapado en recuerdos que lo llenan de angustia y de temor por el futuro que aún no llega y que, incluso, quizá jamás llegue.

    Esta lectura es una invitación a la reflexión, al descubrimiento de la divinidad que todo hombre lleva dentro de sí. Es una invitación para iniciar el regreso a casa, al paraíso del cual jamás deberíamos haber salido, conformando la posibilidad de la reconciliación e integración con nuestra verdadera esencia, con nuestro verdadero origen, con nuestro infinitamente amoroso Dios Padre, bondadoso y misericordioso, que espera pacientemente y con los brazos abiertos, el regreso del hijo pródigo que ha desperdiciado, en dependencias externas, vicios, autodevaluación y depravación, los dones y cualidades que le fueron otorgados por voluntad divina, y que ha transformado su existencia y circunstancias en miseria y vacío existencial, sintiéndose distante de Él, su Creador, y que paga demasiado caro el desarraigo de su fuente amorosa.

    Hace ya más dos mil años, Jesús, el Cristo, nos indicó: El reino de Dios está dentro de ustedes mismos. Para descubrirlo es necesario que hagas el esfuerzo de conocerte, enfrentando los fantasmas y monstruos que ha generado tu miedo interior.

    Anhelo fervientemente que este libro constituya un camino hacia el encuentro de ti mismo y al reencuentro con Dios y, tomado de su mano, emprendas un vuelo a la libertad.

    Sólo te pido que seas honesto en este propósito, ya que el fin más loable que puede emprender el ser humano es conocerse a sí mismo. Esta meta requiere de un compromiso, entrega y dedicación totales. No basta con una sola lectura para obtener la transformación interior. Es necesario el análisis honesto de tu personalidad para reconocer tus defectos (no los de tus padres, hijos, vecinos o amistades, pues es muy fácil ver la paja en el oro ajeno e ignorar el tronco en el propio). Comienza a concentrarte en tus faltas y defectos de carácter. Sólo el reconocimiento y arrepentimiento por tus errores y omisiones, por albergar los sentimientos de tu molestia, crítica, odio y rechazo hacia tu persona, hacia tus semejantes, hacia tu vida y hacia Dios, propician el camino para el cambio verdadero y anhelado.

    ¡Haz el esfuerzo por cambiar tú mismo y te sorprenderá cómo se transforman tu mundo y tus circunstancias!

    Capítulo 1

    Antecedentes

    Sólo un poco de historia para entender el hoy

    Desconocer nuestra historia es ignorar nuestros errores, olvidar nuestras raíces y nuestro vínculo con la libertad.

    Cuando creo que puedo, puedo.

    En este libro se plantea la necesidad humana de restablecer un reencuentro con Dios, como cada quien lo conciba, y se proporcionan elementos que, atendiendo a la sentencia socrática Hombre, conócete a ti mismo, permitan la comprensión del potencial que en todo hombre se encierra, permitiéndole romper las cadenas del miedo que lo anclan al ayer y lo condenan a vivir en la oscuridad de la inconsciencia; para que, a través de un despertar espiritual, logre conquistar la dimensión que le corresponde en el universo, ante la naturaleza, ante sus semejantes y ante sí mismo.

    Esta propuesta surge del impacto que me produjo el evidente proceso de recuperación en los grupos de Alcohólicos Anónimos, donde individuos de todas las edades, estratos sociales y nacionalidades, consiguen dejar de beber y transformar su interior, logrando un mundo mejor y de los cuales muchos habían sido desahuciados por la medicina, la psicología y la psiquiatría.

    Esto me hizo reflexionar en que los médicos, aunque fuéramos neurólogos, psicólogos o psiquiatras, abordábamos los problemas del cuerpo, de la conducta y de la mente, pero no los del espíritu. Nos atrapaba el criterio científico de que sólo es válido lo que se puede ver, medir y cuantificar. Hicimos de la ciencia nuestro dios y se nos olvidó que el hombre también posee un alma donde anidan los sentimientos que le impulsan a pensar, hablar y actuar, un espíritu que tiende a lo divino y anhela religarse con lo superior.

    Se nos olvidó que lo externo, lo material, a pesar de lo sólido que parece, tiende a transformarse, a cambiar y desaparecer. Que lo que no se ve con los ojos es aquello que permanece inalterable en el tiempo y el espacio. Que precisamente, en este lugar, el ser humano tiene la oportunidad de restablecer su armonía interna, superar dependencias y evasiones y transformarse en un hombre nuevo, seguro de sí mismo, amparado por la mano amorosa de un Poder Superior. Se nos olvidó nuestro verdadero origen, que no puede ser explicado por las leyes físicas y materiales.

    Sea pues este libro un reconocimiento a los Alcohólicos Anónimos, a los verdaderamente comprometidos con el afán de cambio, a los que no se han conformado con tapar la botella, sino que se han ocupado de aspirar a la perfección a través del conocimiento de sí mismos y del dominio de los bajos instintos. A través de ellos pude percibir de manera diáfana y transparente las dos potencias que fluyen en la mente humana: una que impulsa hacia la destrucción y la muerte que se nutre de lo material y externo, y otra que impulsa hacia la vida, la creación y persecución de fines, desde los más simples hasta los más complejos y sublimes, como la unificación del hombre con Dios.

    Esta potencia constructiva es la que percibe lo espiritual e infinito y sólo puede ser descubierta en el interior de cada ser humano mediante el autoconocimiento.

    La primera potencia, literalmente nos jala para actuar como bestias (con el perdón de las bestias). La otra nos impulsa a manifestar la divinidad que en todo hombre se encuentra. Como lo señalara san Agustín: Las criaturas humanas, por culpables que sean y caídas que estén, constituyen la más alta dignidad en tanto poseen alma; y el alma, en cuanto tal, está investida por una dignidad que sobrepasa a los cuerpos.

    Estas dos potencias han sido percibidas por múltiples investigadores en diferentes campos del saber humano: la física, la biología y la filosofía. El doctor Viktor Frankl, con los enfoques psicológicos, las detectó a través de profundos estados de dolor y sufrimiento en un campo de concentración durante la Segunda Guerra Mundial, donde todo sentido de vida parecía perdido e incluso la muerte atentaba contra la dignidad humana.

    Son precisamente las situaciones de estremecimiento del alma –que los alcohólicos llaman fondo emocional- las que impulsan al hombre a voltear a lo alto: a veces para reclamar, otras para retar e incluso insultar a Dios para preguntar ¿por qué a mí? Y muchas otras, aun cuando se presuma de agnóstico o ateo, para implorar la ayuda divina cuando se experimenta la pérdida de control de la propia existencia. Esto confirma lo que William James postulaba a principios del siglo: La derrota del hombre es la oportunidad de Dios.

    Ese hombre secretamente impulsado para descubrir la verdad que adivinaba que le haría libre, en un momento de su historia se deja influenciar por filosofías existencialistas y nihilistas que proponen la necesidad de matar a Dios para poder encontrarse a sí mismo, proclamándose dueño y señor de su propio universo, buscando la creación del superhombre, el que todo lo puede, el número uno, el más importante, el mejor, ignorando la escisión que se gesta en su interior, ya que, curiosamente, aquéllos que mataron a Dios ya están muertos, mientras que Dios continúa vivo, anhelando el momento del reencuentro con cada uno de sus hijos.

    Resulta curioso ver al hombre de la actualidad, casi después de un siglo de que se encontró en lo alto sintiéndose dios de su propio universo, olvidándose de su origen divino y verdadera esencia, aceptando, tal vez por comodidad, la idea de ser sólo materia, tierra, lodo: lo que se puede tocar, medir y cuantificar. A pesar de haber sido forjado en el cieno universal, moldeado por una mano infinitamente amorosa, misericordiosa, que le concedió su propia esencia y la hizo su criatura más amada, depositaria de sus dones y virtudes, al grado de declararla perfecta ante toda la creación, hecha a su imagen y semejanza, con la capacidad para decidir la calidad de su propia existencia.

    Paradójicamente, el hombre que quiso transformarse en superhombre, en el número uno, en el mejor, hoy, en pleno siglo XXI, a pesar de la alta tecnología desarrollada en esta era, se encuentra más solo y vacío que nunca, evadiendo por cualquier medio su interna sensación de temor, ansiedad, miseria, neurosis y depresión. Esta realidad dista mucho del sueño que un día se lanzó a conquistar vistiéndose de soberbia, al renunciar a la paternidad de Dios y a la responsabilidad de ser el hijo más amado, que le fue conferida ante todos los seres vivos, ante sí mismo y especialmente ante

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