Marisa y Violeta: Amigas al rescate
Por Silvina Rocha
()
Información de este libro electrónico
Relacionado con Marisa y Violeta
Libros electrónicos relacionados
Estrella Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Malvadita Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesMi vecino de abajo Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesSiete brujas y el bebé más feo del mundo Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Lágrimas de sirena Calificación: 4 de 5 estrellas4/5El limonero mágico Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa venganza de Pablo Diablo Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesCipariso (Cyparissus) Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesHoja de papel Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesOrfo Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesPablo Diablo y el dinero Calificación: 2 de 5 estrellas2/5Extraño viaje hacia Frontera La Vieja Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesDos amigos Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Pablo Diablo y la maldición de la momia Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La escuela vuela Calificación: 3 de 5 estrellas3/5El peor día de mi vida Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa fabulosa Navidad de Pablo Diablo Calificación: 3 de 5 estrellas3/5Los gemelos del metro Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Lula Luciérnaga Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl Fantasmatrón Calificación: 5 de 5 estrellas5/5No lleves hadas al cole Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Juan Juanetes Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesPablo Diablo y la bomba fétida Calificación: 4 de 5 estrellas4/5¡Qué fastidio ser princesa! (It's a Pain to be a Princess) Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesMi noche en los glaciares Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesDoña Hortensia (Madam Hortensia) Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesPablo Diablo ve a la reina Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa tía Clío y la máquina de escribir Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El secreto del huevo azul Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesOjos negros Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificaciones
Acción y aventura para niños para usted
Correr o morir Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Prueba de fuego Calificación: 4 de 5 estrellas4/5De la Tierra a la Luna Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Libro de cuentos infantiles: Cuentos para dormir para niños. Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Donde surgen las sombras Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Una Princesa Diferente - Princesa Pirata (Libro infantil ilustrado) Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Cuentos para dormir a Elías Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El progreso del peregrino (edición para niños) Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La mala del cuento Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Heartsong. La canción del corazón Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Cuentos para los días de lluvia Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Autopista Sanguijuela Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Una Princesa Diferente - Princesa Pirata 2 (Libro infantil ilustrado) Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Las aventuras de Tom Sawyer: Clásicos de la literatura Calificación: 4 de 5 estrellas4/5El Peso del Honor (Reyes y Hechiceros—Libro 3) Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La guía del caballero para el vicio y la virtud Calificación: 4 de 5 estrellas4/5La Senda De Los Héroes (Libro #1 de El Anillo del Hechicero) Calificación: 4 de 5 estrellas4/5El cristal con que se mira Calificación: 3 de 5 estrellas3/5Ravensong. La canción del cuervo Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Víboras vivas Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Estas brujas no se rinden Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Girasol Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl Despertar de los Dragones (Reyes y Hechiceros—Libro 1) Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Los viajes de Gulliver: Clásicos de la literatura Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Estas brujas no arden Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Un cuento de fuego Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El Destino De Los Dragones (Libro #3 de El Anillo del Hechicero) Calificación: 4 de 5 estrellas4/5La vuelta al mundo en ochenta días: Clásicos de la literatura Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Libro de las maravillas del mundo Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLos viajes de Gulliver Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificaciones
Comentarios para Marisa y Violeta
0 clasificaciones0 comentarios
Vista previa del libro
Marisa y Violeta - Silvina Rocha
Contratapa
1. Un inusual día de escuela
A Marisa la escuela le aburre. Le gustan pocas cosas: la clase de dibujo y la de gimnasia, donde hacen competencias y puede saltar y correr sin que la reten. En el recreo lo tienen prohibido.
La maestra, cuando la ve revoleando los ojos, le dice:
—Marisa, prestá atención.
Una frase que la baja de un hondazo, de los sueños a su pupitre.
Así es como nunca termina de copiar la tarea y los resultados de las cuentas están mal. No porque no sepa hacerlas, sino por distraída. Ella se ocupa de corregirlas en casa, antes de que su mamá las revise, porque sino viene el sermón:
—Marisa, te dije mil veces que tenés que estar más atenta, estoy cansada de que tengas que llamar a una amiga porque no terminaste de copiar lo que hicieron en clase, es más fácil prestar atención que hacer doble tarea después, y también te dije... Bla bla bla… BLA BLA BLA.
Lo cierto es que Marisa en la escuela se aburre.
Un día, mientras la maestra enseñaba la regla de tres simple (¿o era compuesta?) en vez de posar sus ojos en el techo, se quedó mirando un pequeño agujero en el piso de madera.
Lo que vio la dejó helada. Miró fijamente un buen rato. Luego miró a la maestra, que seguía abriendo y cerrando la boca. En realidad hablaba, pero Marisa no podía escuchar las palabras. Luego miró a sus compañeros que estaban como si nada, y por último, volvió a mirar el agujero. No era un sueño.
Ahí estaba, una pequeña rata blanca, que tenía unos pequeños lentes, que arrastraba una pequeña silla, que llevaba una pequeña valija, de la cual empezó a sacar un pequeño cuaderno y unos –ya no pequeños, sino diminutos –lápices de colores.
La rata acomodó su sillita enfrentando el pizarrón y empezó a escribir.
Marisa, con los ojos grandes como platos y petrificada en su pupitre, se quedó mirando. Imposible distinguir lo que la rata escribía.
Se acordó de que en