FINAL DEL VERANO
Aug 20, 2020
3 minutos
El día antes de empezar el colegio, en el rostro de Marcela volvió a aparecer aquella mirada turbia y vacante. Por la noche vomitó y, aunque mi marido opinó que era mejor que la dejáramos unos días en casa, yo me mostré firme: el verano se había acabado para todos y, nos gustase o no, —también yo sentía aquella oscuridad viscosa de los últimos días de agosto trepándome por el estómago—no nos quedaba más remedio que reanudar la rutina.
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