Descubre millones de libros electrónicos, audiolibros y mucho más con una prueba gratuita

Solo $11.99/mes después de la prueba. Puedes cancelar en cualquier momento.

Ópera Mágica
Ópera Mágica
Ópera Mágica
Libro electrónico424 páginas4 horas

Ópera Mágica

Calificación: 0 de 5 estrellas

()

Leer la vista previa

Información de este libro electrónico

PRESENTACIÓN
Una forma maravillosa de aprender la Enseñanza Metafísica es escuchando ópera, porque además de descubrir grandes verdades de la vida y del mundo espiritual, uno disfruta de la extraordinaria belleza artística de la música y, por medio de ella y de su magia, se eleva a los más altos planos de manifestación. Las 33 óperas que he seleccionado para este libro son las que he explicado en conferencias antes de su representación, en salas de diferentes países y en algunos teatros del mundo, como el Metropolitan Opera de New York, La Scala de Milán, el Teatro Colón de Buenos Aires y el Teatro Teresa Carreño de Caracas. Como al público asistente le ha gustado tanto y ha querido tener el contenido de dicha instrucción, hemos decidido publicar esta obra, que ya va por su cuarta edición. El Maestro Saint Germain solía llevar a sus estudiantes a la ópera frecuentemente, para explicarles los secretos metafísicos escondidos dentro de su trama y música.
IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento16 jun 2020
ISBN9789878390079
Ópera Mágica

Lee más de Rubén Cedeño

Relacionado con Ópera Mágica

Libros electrónicos relacionados

Cuerpo, mente y espíritu para usted

Ver más

Artículos relacionados

Comentarios para Ópera Mágica

Calificación: 0 de 5 estrellas
0 calificaciones

0 clasificaciones0 comentarios

¿Qué te pareció?

Toca para calificar

Los comentarios deben tener al menos 10 palabras

    Vista previa del libro

    Ópera Mágica - Rubén Cedeño

    Catañy

    OBERTURA

    Por Rubén Cedeño

    Una forma maravillosa de aprender la Enseñanza Metafísica es escuchando ópera, porque además de descubrir grandes verdades de la vida y del mundo espiritual, uno disfruta de la extraordinaria belleza artística de la música y, por medio de ella y de su magia, se eleva a los más altos planos de manifestación.

    Las 33 óperas que he seleccionado para este libro son las que he explicado en conferencias antes de su representación, en salas de diferentes países y en algunos teatros del mundo, como el Metropolitan Opera de New York, La Scala de Milán, el Teatro Colón de Buenos Aires y el Teatro Teresa Carreño de Caracas. Como al público asistente le ha gustado tanto y ha querido tener el contenido de dicha instrucción, hemos decidido publicar esta obra, que ya va por su cuarta edición.

    El Maestro Saint Germain solía llevar a sus estudiantes a la ópera frecuentemente, para explicarles los secretos metafísicos escondidos dentro de su trama y música.

    NACIMIENTO DE LA ÓPERA

    La ópera nació a inicios del siglo XVII en la ciudad de Florencia, en la Casa Bardi, que todavía existe y es un poderoso enclave de los Dioses de la Música, Sonata y Armonía. En este lugar era donde se reunía la Camerata Fiorentina, compuesta por los más brillantes poetas y compositores del momento. Este movimiento deseaba rememorar las supuestas tragedias griegas cantadas del pasado, también reaccionar al exceso contrapuntístico desarrollado en la polifonía de la Italia renacentista. Querían que la poesía cantada tuviera en la melodía las inflexiones y el dramatismo que la letra inducía.

    Se considera que la primera ópera fue Eurídice, de Jacobo Peri, estrenada en el año 1600; la siguieron otras óperas de innumerables compositores, entre los que se destacan Monteverdi y Caccini.

    Todo ser humano necesita pasar por un proceso de armonización, que no debe limitarse solamente a aprender a cantar, sino que debe desarrollar la sensibilidad, el potencial artístico y creativo que lleva cada individuo dentro de sí mismo, y la ópera puede ser un dúctil instrumento para alcanzar este noble objetivo en nuestras vidas.

    La música es el arte que tiene el poder de penetrar en lo más recóndito del alma humana y extraer de allí las virtudes que pueden hacer del ser humano un individuo sensible a las sutilezas del pensamiento, el sentimiento y las acciones, que continuamente brotan en la existencia de cada corriente de vida.

    Es el deber de cada facilitador –y de todo aquel que trate con los seres humanos– estar consciente de estas verdades y valerse de la música como EL GRAN VEHÍCULO capaz de hacer que se manifieste físicamente todo aquel mundo lleno de belleza, amor, calor y sensibilización que siempre hemos querido brindarle a la humanidad.

    Por medio de la audición y explicación de estas óperas nos proponemos que el ser humano logre amar más a las demás corrientes de vida; se sensibilice hacia la música, integrándola en su vida; desarrolle el potencial espiritual, musical, creativo y artístico que lleva dentro de sí mismo; comprenda mejor los misterios de la vida; se capacite en la apreciación musical; logre relax, paz, armonía interior, y así contribuir con el proceso de armonización individual y planetario.

    Cuando escuchamos la explicación de una de estas óperas, ondas de armonía y comprensión se expanden alrededor de ese lugar, irradiando tanta pureza como la que proyectan las corrientes de vida que participan del evento.

    Todos los recursos físicos, emocionales y mentales deben estar a la disposición del ser humano para despertar el maravilloso ser armónico que todos llevamos dentro, y así elevar el nivel cultural y espiritual de nuestra patria.

    Para ordenar las óperas en este libro, he utilizado una combinación entre su aparición, desde el punto de vista cronológico, y su autor, colocando primero las óperas más antiguas de la historia de la Música a las que les he realizado comentarios.

    1

    LA CORONACIÓN DE POPEA

    -1642-

    Caracas, 14-08-98

    NOTA PERSONAL

    Tomé como referencia para dar la interpretación metafísica de la ópera La Coronación de Popea, de Monteverdi, la presentación realizada en la reinauguración del antiguo Teatro Municipal de Caracas, en los días 13, 14, 15 y 16 de agosto de 1998. Esta representación gozó para mí de una gran dicha, ya que la mayoría de los intérpretes fueron mis compañeros de estudio en la Escuela de Música Juan Manuel Olivares. Esta obra fue dirigida de forma magistral por Isabel Palacios que, a la usanza antigua, realizó la dirección tocando desde el clavecín, lo que requirió de ella un conocimiento exhaustivo de la partitura, como directora, y del teclado, como clavecinista.

    En estas representaciones, el Maestro y consumado pianista José Vaisman cantó el rol de Arnalta; al no ser para hombre, sino para mujer con voz de mezzo, resaltó este personaje con tal gracia, que hizo una recreación del papel única; después de ver Arnalta por Vaisman no se quiere ver ninguna otra Arnalta, y por demás está decir que fue muy aplaudido.

    De tenor tuvimos a Alain Damas, cuya figura corporal y voz estaban perfectamente alineados con el rol de Nerón, que realizó de forma impecable. En el papel de Séneca estaba quien cariñosamente mencionamos como el Negro Iván, con su muy bien timbrada voz de bajo.

    COMENTARIOS A LA OBRA

    La Coronación de Popea, de Claudio Monteverdi, está entre la primera decena de óperas escritas en la historia de la humanidad. Se estrenó en el Teatro San Juan y San Pablo, de Venecia, en 1642, y fue la última compuesta por su autor.

    Por ser una ópera del comienzo de este género, no tiene las características existentes en óperas como las de Verdi o Donizetti. El concepto del aria no estaba muy bien definido, tampoco existían las cabalettas, los concertatos, y carecían de los grandes ballet al estilo de las óperas francesas. Toda la ópera es una especie de recitativo que, cuando no se conoce este estilo y se escucha por primera vez, parece una obra plana e igual por donde se la oiga; incluso puede producir fastidio y monotonía, pero después de escucharla varias veces y comprenderla, llega a gustar mucho.

    Escuchando detenidamente La Coronación de Popea se encuentran maravillas musicales y un gran contenido dramático. El libreto es de Giovanni Francesco Busenello, quien introduce en boca de todos los personajes muchas frases de alto contenido filosófico, especialmente en los textos de Séneca, el filósofo, y Arnalta, la criada de Popea. Esta es una ópera hija de aquella legendaria Camerata Florentina que se reunía en la Casa Bardi de Florencia, que fuera la cuna del arte de la ópera en el siglo XVII.

    PRÓLOGO

    La ópera comienza con un Prólogo, en el que cantan tres entidades, que son: La Fortuna, La Virtud y El Amor. Aquí, la Señora Fortuna le dice a La Virtud: Quien profesa la virtud que no espere poseer riqueza o gloria alguna, si protegido no está por la fortuna. Las personas virtuosas, como monjes y discípulos espirituales, no pueden esperar la riqueza y la fama que da el mundo a menos que se asocien e invoquen a la Señora Fortuna, que en realidad existe y no es un personaje mitológico.

    La Virtud acusa a La Fortuna que fue hecha Diosa por los imprudentes, y que ella –La Virtud– es la única Diosa que eleva y enseña el arte de Ascender a Shamballa o al Olimpo, que Ella es igual a Dios. El Amor interviene y se proclama igual a la eternidad y soberano sobre la Virtud y la Fortuna, porque el mundo cambia a una señal suya. Efectivamente, el amor –sea cual sea– es lo que impera en el mundo. La Virtud y la Fortuna sin el real Amor, ese que da sin pedir nada, no son de mucha utilidad. De esto trata la ópera, ya que el Amor de Popea y Nerone se impone más allá de la Fortuna de algunos y las Virtudes de otros.

    ACTO PRIMERO

    Otone llega de Lusitania para ver a Popea, su esposa, pero encuentra su casa rodeada por los soldados de Nerón y, por intermedio de uno de ellos, se entera de que Popea está con Nerón y le es infiel. Aquí el Amor es más poderoso que la Virtud. Otone se puso a adorar ídolos y vio la mentira que era esto al decir: Adoré mármoles, cortejo con lágrimas un balcón y en el seno de Popea duerme Nerón.

    Nerone y Popea sostienen un hermoso dúo de amor al despedirse. Cuando Nerón se va, aparece la nodriza de Popea que le dice sabiamente: Frecuentar a los reyes es peligroso. Arnalta es el juicio, la filosofía y la enseñanza en el transcurso de toda la Ópera. Ella dice: Donde el prado es más ameno y deleitoso está la serpiente escondida. De donde uno menos espera salta la serpiente, por eso debemos vivir alerta, protegiéndonos a diario, y no dormirnos en los laureles de la espiritualidad o de la fama.

    Aparece la reina Octavia, esposa de Nerone, y canta el dolor de verse abandonada por su esposo; ella dice: Si la naturaleza y el cielo libres nos hacen, el matrimonio nos encadena como sirvientes. Se debe tener cuidado con todo emparejamiento o matrimonio, que al principio se brinda con placer e ilusiones, pero que a veces termina como atadura. La nodriza de Octavia es mala consejera al recomendarle la venganza.

    Aparece el filósofo Séneca dándole buenos consejos a Octavia. Él le dice: La Púrpura real, bajo su forma de manto, esconde el martirio de agudas espinas y tribulaciones. Nadie crea que los nobles que aparecen en revistas del jet set son tan felices como aparentan; cada uno de ellos lleva un sufrimiento, y el peor de estos es no tener libertad de acción. La roca que no es golpeada, no puede producir brillantes. Los sufrimientos de la vida, los grandes esfuerzos por lograr las cosas y los sacrificios son los golpes que nos da la vida para tallarnos y que lleguemos a ser como brillantes. Ningún principiante en cualquier área crea que va a llegar al éxito en su empresa y a sostenerse en ella sin pagar el precio de un gran esfuerzo.

    En escena, un paje que amenaza a Séneca dice que, si no defiende a Octavia ante la infidelidad de Nerón, le va a prender fuego a su toga. También acusa a Séneca de vender como misterio cosas mortales como estornudar y bostezar. Esto es un asunto que hacen muchos falsos maestros, que en la Argentina se les llama chantas.

    Nerón y Séneca sostienen un diálogo con frases muy filosóficas. Entre otras cosas, Séneca dice: El sentimiento es consejero desafortunado, porque odia las leyes y desprecia la razón. El mundo emocional sin control es como un barco sin timón en una tormenta, que puede conducir al naufragio. Hay que tener control sobre los sentimientos, sentir lo que conviene sentir: El Amor Impersonal es bueno, déjame sentir Amor Impersonal. La Renuncia es buena, déjame desarrollar la renuncia. Las órdenes irrazonables destruyen la obediencia. Esos maestros, y facilitadores que se ponen a dar órdenes sobre cosas absurdas hacen que sus estudiantes no les obedezcan nunca. Cuando des la orden de hacer algo, que siempre sea por un asunto razonable y justo. Quien no tiene la razón busca pretextos. Esas personas que se ponen a pelear contra el facilitador sin tener la razón, buscan pretextos fatuos para fundamentar su deserción. Así como de fatuo es el pretexto, así es la persona que lo presume.

    Popea y Nerón continúan con un sensual dúo de amor. Otone aparece ante Popea para suplicarle que deje a Nerón. Él le dice: Quien se fía de un hermoso rostro fabrica en el aire y funda sobre el vacío. La gente que se fía de la gente bella, de la alta sociedad o con títulos para fundamentar una relación, no lo hace sobre bases firmes y duraderas; eso se le desbaratará en cualquier momento. Arnalta interviene –sabiamente, como siempre– y canta: Cuando yo tenía otra edad, no quería a los amantes destruidos por las lágrimas y, por compasión, los contentaba a todos.

    Otone sostiene un dúo con Drusila, una amiga de Popea con la que había tenido amoríos antes de casarse, y vuelve a enamorarse de ella.

    ACTO SEGUNDO

    Séneca es condenado a suicidarse por no estar de acuerdo con la conducta de Nerón, y comienza diciendo en su aria: Soledad amada, ermita de la mente, refugio de los pensamientos. El místico y el filósofo tienen su humilde Templo en la ermita secreta de la soledad, donde los pensamientos y opiniones ajenas no penetran, no lo perturban, y puede encontrarse con su Ser Interno. Después de la muerte de Séneca, por consecuencia, la ley de la vida viene a generar una escena de amor entre el paje y una doncella. Muerte, Amor y Vida son un encadenamiento infinito del existir.

    Nerón junto a Lucano salen cantando, en celebración, la muerte de Séneca.

    Octavia, la esposa de Nerone, le ordena a Otone que mate a Popea para que no se pueda unir al Emperador y no se convierta en Emperatriz de Roma. Para que Otone cumpla el mandato, Octavia lo amenaza con decirle a Nerone que él la quiere poseer.

    Sale Drusila cantando alegremente, festejando que al fin Otone será de ella. Otone se encuentra con Drusila y le pide sus trajes para disfrazarse de mujer y, con su espada, matar a Popea.

    Popea sostiene un dúo con Arnalta, en el que esta última aconseja a Popea que no se olvide de ella. Así como en el cielo no puede entrar la muerte, la fe no se encuentra en las cortes. En la mentira de los círculos sociales o artísticos, de la apariencia, del presumir, no se encuentra nada de Fe y, por eso, no hay nada que buscar. Luego de esto, mientras Popea reposa, Arnalta le canta una canción de cuna llamada Oblivion Soave, que es una de las arias más bellas y famosas de toda la ópera, llena de suavidad, ternura y mucho lirismo.

    Durante el sueño de Popea, Amor le canta una dulce aria, en la que dice: El Amor es pequeño pero omnipotente. En eso aparece Otone vestido de Drusila para matar a Popea, pero Amor la salva porque le ha dicho a Popea: Ya está cerca tu ruina, pero de este accidente te salvarás.

    ACTO TERCERO

    Arnalta salta desesperada con un lictor para apresar a Drusila por el intento de crimen contra Popea, ya que Otone llevaba el traje de Drusila y la creen a ella culpable. Drusila es obligada a comparecer ante Nerón para ser ajusticiada, pero aparece Otone y revela que la autora intelectual de todo es Octavia. Nerón manda a expulsar a Octavia de Roma. A Drusila y Otone se les perdona la vida con el exilio, y se pueden ir a vivir juntos como enamorados. Con la expulsión de Octavia, Popea tiene libre su camino de acceso al trono de Roma y canta un dúo con Nerón.

    Octavia canta un sentido y hermoso adiós a Roma. Ella, con su deseo de matar a Popea, lo que hizo fue facilitarle la corona. Con un aria –tal vez la más dramática compuesta por Monteverdi– se despide Octavia.

    Como penúltima escena de la ópera, sale Arnalta, muy bien ataviada, anunciando: Hoy será Popea Emperatriz de Roma, y canta un aria llena de frases reflexivas sobre la vida cotidiana: El que antes me tuteaba ahora me dirá ‘vuestra señoría’. Me dirán ‘bella mujer’ y ‘joven’, aunque sea la antigua leyenda de las Sibilas. Fingiendo no entender los fraudes me beberé los laudos en la copa de la mentira. Nací sirvienta y moriré señora. De mala gana moriré si, al renacer un día, naciera señora y muriera sirvienta. En esta aria, Arnalta revela la hipocresía de la sociedad que, por apariencias, miente, dice mentiras, pero todo es vacío, no se fundamenta en ninguna realidad. El que ama las grandezas, llorando va a la muerte, pero el que es sirviente, feliz ama la muerte como final de sus penurias.

    Finalmente, Popea es coronada. En un hermoso, suave y romántico dúo de amor entre Nerón y Popea, imperceptiblemente, sin una coda estrambótica como las óperas románticas, finaliza esta maravillosa ópera.

    2

    IPHIGENIA IN TAURIDE

    –1779–

    TRAMA

    Qué alegría y alivio saber que Iphigenia, la hija del rey Agamenón y de Clitemnestra, no se murió en el sacrificio que hizo su padre en Áulide, cuando se marchaba a la guerra de Troya, para que la Señora Diana soplara vientos favorables para las naves en las que él y su ejército iban. La propia Señora Diana –por amor a Iphigenia, que era devota suya– la sustituyó por un ciervo y se llevó a Iphigenia a Táuride, donde se convirtió en Suma Sacerdotisa del Fuego Violeta en el Templo de la Señora Diana, Elohina del Séptimo Rayo Violeta, Complemento del Elohim Arcturus.

    Hay que empatar esta ópera con el final de otra, llamada Elektra, compuesta por Richard Strauss y cuya explicación metafísica se encuentra en este libro.

    Orestes, interpretado por un barítono, es el hermano de Iphigenia, quien le ha dado muerte a su madre, Clitemnestra, por sugerencias de Elektra, ya que su madre vivía en adulterio con Egisto. Por Principio de Causa y Efecto, a Orestes lo empezaron a perseguir las furias, y en medio de una tormenta llegó a Táuride. Esa tormenta está dentro de Orestes y es su propia conciencia, ya que nunca se debe matar a nadie, ni supuestamente justificado.

    COMENTARIO PERSONAL

    El comentario metafísico de esta ópera no se lo estoy escribiendo a nadie, ni estoy invitando a nadie a que la vea, ya que, para algunas personas, esta obra es fastidiosa y dicen que da sueño. Cuando la escuché por primera vez me pareció así. Lo que pasa es que hay que oír esta ópera muchas veces y acostumbrarse a la forma de construir las melodías y hacer los giros melódicos de Gluck, cuyas formas de modular tampoco son muy comunes. Además, en Gluck hay que unir el gusto que se pueda tener por la ópera barroca y la clásica, ya que él representa precisamente esa transición. De repente se oyen frases emanadas de una ópera al estilo barroco, y después vienen pasajes completamente clásicos.

    Otro asunto es, al menos en mi caso, que he tenido que estudiar esta ópera tanto en francés como en italiano, y no saben los enredos que uno se pega. Lo que sucede es que Gluck compuso esta ópera en francés, pero María la Callas la hizo muy famosa cantándola en italiano, y uno no se puede perder el escucharla. Para más entuerto, por allí hay una versión en alemán, y les digo honestamente que, si a veces cuesta identificar la ópera con un solo idioma, con tres a la vez ¡ya se lo imaginarán!

    PRIMER ACTO

    Hay una terrible tormenta en la isla de Táuride. En el Templo a la Señora Diana varias sacerdotisas están en pleno servicio, dirigidas por la Suma Sacerdotisa Iphigenia, la hermana de Orestes, interpretada por una soprano dramática o mezzo. Ella cuenta un sueño tormentoso. Llega el rey Thoas, representado por un bajo, que también ha tenido un sueño terrible y, temiendo ser destronado por un forastero, da las órdenes de sacrificar a todo extranjero que llegue a la isla. Al ritmo de una danza, todos se involucran.

    Llega Orestes y su inseparable amigo Pílades, interpretado por un tenor. El Rey manda a sacrificar a los Dioses a uno de los dos, delante de Iphigenia. Al enterarse de que son griegos, Iphigenia interroga a Orestes por la familia de ella. Orestes ni loco le dice quién es él, para no ser juzgado por el crimen de su madre, así que Iphigenia, sin saber que es su hermano, se entera que todo el mundo está muerto en su casa, menos su hermana Elektra.

    SEGUNDO ACTO

    Orestes y Pílades están temblando, esperando que los sacrifiquen. Orestes está que no puede más con el complejo de culpa de haber matado a su mamá, y ahora se siente también culpable de que maten a su mejor y más amado amigo; este estado es representado por las Furias. Iphigenia se entrevista con Orestes, pero ni sospecha que sea su hermano, y segura que de Orestes está muerto, le organiza unos funerales espectaculares con los que concluye este acto. Cabe destacar la bellísima aria que tiene Pílades en este acto, llamada en italiano: Un Sol Desìo Mi Preme, y en francés: Unis dès la plus tendre enfance.

    TERCER ACTO

    Iphigenia está interesadísima en enviar noticias de su paradero a su hermana Elektra, con uno de los dos condenados que, obviamente, no va a morir. Orestes y Pílades se aman tanto que se pelean por ser sacrificados. Discuten uno y otro por liberar a Orestes y que Pílades sea sacrificado.

    CUARTO ACTO

    Están todos reunidos para el sacrificio. Finalmente, Iphigenia se decide por sacrificar a Pílades, pero Orestes lo ama tanto que decide cambiarse por él antes de ser sacrificado. Iphigenia reconoce que es su hermano. El rey Thoas, cuando se entera de todo el enredo, manda que sacrifiquen a Iphigenia junto con Orestes, y cuando ya los van a sacrificar, regresa Pílades con un ejército y mata al Rey. La Señora Diana, como Elohina Directora del Fuego Violeta del Perdón –papel que canta una soprano–, perdona a Orestes y le permite que regrese con su hermana Iphigenia a Micenas, para ser coronado como rey.

    Esta ópera tiene dos arias famosísimas: O toi qui prolongeas mes jours y O malhereuse Iphigenie, que María Callas canta como nadie. Existe una legendaria grabación de esta ópera cantada en italiano por la Callas junto a

    ¿Disfrutas la vista previa?
    Página 1 de 1