Barcelona 2020: Crónica visual de una ciudad confinada

Por Jordi Panyella

Que un periodista de la prensa escrita, redactor desde hace más de treinta años, de repente se ponga a escribir con imágenes, haciendo fotografías, sólo puede querer decir dos cosas: o que se ha vuelto loco o que el mundo se ha puesto tan de patas arriba que ni se reconoce.
Jordi Panyella (Barcelona, 1966) aún continúa escribiendo en el diario El Punt Avui, como siempre, pero el mundo ha cambiado radicalmente. Y sobre todo su ciudad, a raíz del brutal impacto de la crisis de la Covid-19.
Barcelona 2020 desgrana a través de un relato tejido con imágenes captadas durante el confinamiento de dos meses el día a día de la ciudad, esta maravillosa ciudad, las calles y la gente, en una primavera única, vacía de vida, llena de miedo y pavor, luchas y esperanzas.
Es la crónica visual de un acontecimiento histórico que marcará a toda una generación. Es un relato único, cargado de emociones, el testimonio gráfico de unos días irrepetibles.

• Idioma: Español
• Editorial: Edicions Saldonar
• Fecha de lanzamiento: 12 jun 2020
• ISBN: 9788417611392

Vista previa del libro

Dedicatoria

Si tus ojos lo ven,

es cierto, ha sido verdad.

A las palabras, porque honren siempre

la memoria de los que ya no están.

Crónica visual de una ciudad resiliente

Ada Colau Ballano

Alcaldesa de Barcelona

Decía Umberto Eco que la misión de los creadores es establecer un nuevo orden: «Algunos dicen que el mundo es repetitivo, otros, que siempre es sorprendente y distinto». La crónica visual que tienen en las manos es un artefacto de memoria personal, que con los años pasará a ser un artefacto de memoria colectiva.

El diario fotográfico de Jordi Panyella documenta la ciudad confinada y busca lo que es sorprendente y distinto donde la mayoría solo ve falta de movimiento. No encontrarán en él únicamente el registro de calles vacías, de comercios cerrados, de mensajes de esperanza, sino también la memoria viva de esta primavera del 2020 en la que la ciudad y el mundo se pararon.

Este confinamiento y sus retos no son el primer golpe al que se enfrenta esta ciudad, que ha sabido rehacerse de situaciones complicadísimas: bombardeos fascistas, hambre y miseria durante la guerra, y más recientemente del hundimiento del túnel del Carmel y los atentados de la Rambla.

La capacidad de resiliencia de la ciudad es la capacidad de resiliencia de su gente, que incluso en los peores momentos salen adelante y ponen la vista siempre en el futuro. En este sentido, la Covid-19 nos ha arrebatado muchas cosas, y sin duda la más dolorosa ha sido no podernos despedir de nuestros vecinos y vecinas, de nuestras familias y nuestras amistades que nos han dejado durante este período.

También nos ha dado la oportunidad de parar y bajar nuestro ritmo. De reflexionar sobre todo lo que no funciona, todo lo que queremos mejor. Ahora que Barcelona, y poco a poco también el mundo, se abre de nuevo a la vida, la responsabilidad es nuestra: tenemos que hacernos cargo de estos aprendizajes, sacar lo mejor de nosotros, acelerar los cambios que deben hacer posible esta transformación como vecinos y vecinas de esta ciudad luchadora y