Descubre millones de libros electrónicos, audiolibros y mucho más con una prueba gratuita

Solo $11.99/mes después de la prueba. Puedes cancelar en cualquier momento.

Los laberintos de la mente.
Los laberintos de la mente.
Los laberintos de la mente.
Libro electrónico84 páginas58 minutos

Los laberintos de la mente.

Calificación: 0 de 5 estrellas

()

Leer la vista previa

Información de este libro electrónico

La vida transcurre dentro de un laberinto.
La mente es un laberinto que se ramifica en muchos caminos que vuelven a tropezar, algunos de ellos incluso después de haberse torcido y antes de tratar de enderezarse. Se llega a lugares sombríos, se entra, pero a veces ya no se sale.
Los relatos que aquí se presentan, son historias de sujetos que han l
IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento21 ene 2022
ISBN9786078738076
Los laberintos de la mente.
Autor

José Antonio Rangel Faz

José Antonio Rangel Faz, se formó como psicoanalista y estudio el doctorado en Clínica psicoanalítica.

Relacionado con Los laberintos de la mente.

Libros electrónicos relacionados

Psicología para usted

Ver más

Artículos relacionados

Comentarios para Los laberintos de la mente.

Calificación: 0 de 5 estrellas
0 calificaciones

0 clasificaciones0 comentarios

¿Qué te pareció?

Toca para calificar

Los comentarios deben tener al menos 10 palabras

    Vista previa del libro

    Los laberintos de la mente. - José Antonio Rangel Faz

    cover-img

    Los laberintos de la mente

    José Antonio Rangel Faz

    Laberintos de la mente humana

    D.R. © José Antonio Rangel Faz, 2020.

    ISBN: 978-607-8738-076

    Portada

    Mario Rangel Faz

    De la serie Hombre muerto camina

    Hombre muerto camina (IV)

    180 x 140

    Óleo sobre tela

    colección particular

    fotografía de Carlos Somonte

    Todos los derechos reservados.

    Conversión gestionada por:

    Sextil Online, S.A. de C.V./ Ink it ® 2020

    +52 (55) 52 54 38 52

    contacto@ink-it.ink

    www.ink-it.ink

    Esta publicación no puede ser reproducida total ni parcialmente, ni registrada o transmitida por un sistema de reproducción de información o cualquier otro medio, sea éste electrónico, mecánico, fotoquímico, magnético, electroóptico, por fotocopia o cualquier medio conocido o por conocerse, sin permiso por escrito de la autora.

    Contenido

    Prólogo

    Laberintos de la mente humana

    Ana

    Sulia

    Manuel

    Gregorio

    Ernesto

    Jerónimo

    Marcel

    Eduardo y Enrique

    Final

    Prólogo a los Laberintos de la mente humana.

    Por azares del destino, o por efectos del inconsciente, ambas amplia y profundamente azarosas, llegaron a mis manos dos textos, el del doctor Rangel y el del doctor Irvin D. Yalom. Ya que el psicoanálisis al menos nos ha alejado del don de la ubiquidad, estos dos textos muy interesantes y próximos llegaron como dos regalos de manera complementaria, no simultánea. El del doctor Irvin D. Yalom llegó gracias a mi hijo Patricio Armando, ávido lector y atrapado por el estilo literario y psicoanalítico, gusto que compartía con su abuelo. Se juntaron los cielos, me encantó y nos dejamos llevar.

    Yalom en su libro intitulado Criaturas de un día me sorprendió, ya que de manera espontánea desde el primer momento nos mete en escenarios de laberinto; parecería que nos acercaba a Rangel, nos introducía a él y sus personajes.

    Yalom nos da una pista interesante que no nos asegura salir del laberinto, pero nos permite algo fundamental y básico, no perdernos de sí-mismos, y éste será el hilo conductor, el hilo rojo que Freud tomó del joven Goethe cuando habla de los escritos de su amada Otilia:

    He oído hablar de una ingeniosa medida de la armada inglesa, y es que todo el cordaje de la Armada Real, desde la cuerda más gruesa hasta la más fina, lleva entretejido un hilo rojo, de tal manera que no se puede quitar este, sin deshacer completamente la cuerda, de suerte que hasta el cabo más pequeño está marcado como propiedad de la Corona. De igual manera el diario de Otilia está cruzado a lo largo y ancho por un hilo de ternura y afecto que une toda y cada una de las partes y lo caracteriza en su conjunto.

    Así que nos encontramos con algunas pistas de estos cuatro espíritus inquietos, que por lo mismo siguiendo a Rangel, al menos hemos pensado que la vida es un laberinto, pero nos revelamos a entenderlo.

    Yalom nos da otra pista. Para pensar la dificultar de este entender y entendernos, cita las Meditaciones de Marco Aurelio: Somos criaturas de un día, tanto el que recuerda como el recordado. Todo es efímero, tanto la memoria como el objeto de la memoria. Está por llegar el momento en que habrás olvidado todo; y está por llegar el momento en que todos se habrán olvidado de ti. Piensa siempre que pronto no serás nadie y no estarás en ningún lado.

    Nos alerta sobre lo que se encuentra al final del túnel del laberinto de la vida, con el ser criatura de un día. Sin embargo sucede una escena y un acto trascendente, sucede el habla, la escucha, el texto, lo escrito, todo de un plumazo, y es la importancia del que recuerda, como el recordado, frecuente escenario en el trabajo psicoanalítico, ya sea en Viena, Londres, Stanford o Cuernavaca, en donde Rangel nos comparte otra pista: que la vida es una metáfora, través de la cual intentamos encontrar el sufrimiento que se esconde en el no poder actuar en el aquí y en el presente, para poder ser realmente una criatura de un día, por estar atado a una historia que insiste en no olvidar, para no ser olvidado.

    Aparece en mi mente una mujer maravillosa, la primera en ser inmortal al ingresar a la Academie Française, después de 200 años de sólo tener varones. Se trata de Marguerite Yourcenar, quien escribe en 1958 su obra monumental Memorias de Adriano, y nos comparte su planteamiento tripartito, para entender ni más ni menos al ser humano:

    Como todo el mundo, tengo a mi servicio sólo tres maneras de evaluar la existencia humana: El estudio de sí-mismo, la más difícil y la más peligrosa, pero también la más fecunda de todas; la observación de los hombres, que se las arreglan frecuentemente para escondernos sus secretos o para hacernos creer que los tienen; los libros, con los errores propios de sus perspectivas que nacen entre líneas.

    Por

    ¿Disfrutas la vista previa?
    Página 1 de 1