Descubre millones de libros electrónicos, audiolibros y mucho más con una prueba gratuita

Solo $11.99/mes después de la prueba. Puedes cancelar en cualquier momento.

Carlos Fuentes, ensayista
Carlos Fuentes, ensayista
Carlos Fuentes, ensayista
Libro electrónico111 páginas2 horas

Carlos Fuentes, ensayista

Calificación: 0 de 5 estrellas

()

Leer la vista previa

Información de este libro electrónico

La obra de Carlos Fuentes es vasta y diversa. Aunque es conocido sobre todo por sus novelas, también incursionó en el cine, participando como guionista en varias películas, y publicó varias obras de carácter ensayístico, tales como El espejo enterrado, Tiempo mexicano o En esto creo. En Carlos Fuentes, ensayista se reúnen las participaciones de Héc
IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento14 feb 2020
Carlos Fuentes, ensayista
Autor

Diego Valadés

Escritor. Entre sus obras destacan La región más transparente, Aura, La muerte de Artemio Cruz y Terra Nostra, además de varias colecciones de ensayos. Aficionado al cine, escribió guiones de películas como El gallo de oro, en colaboración con Gabriel García Márquez y Roberto Gavaldón, y Los caifanes. Fue embajador de México en Francia de 1975 a 1977. Entre otras distinciones, recibió el Premio Xavier Villaurrutia, el Premio Cervantes y el Príncipe de Asturias. Ingresó a El Colegio Nacional el 17 de octubre de 1972.

Lee más de Diego Valadés

Relacionado con Carlos Fuentes, ensayista

Libros electrónicos relacionados

Artículos relacionados

Comentarios para Carlos Fuentes, ensayista

Calificación: 0 de 5 estrellas
0 calificaciones

0 clasificaciones0 comentarios

¿Qué te pareció?

Toca para calificar

Los comentarios deben tener al menos 10 palabras

    Vista previa del libro

    Carlos Fuentes, ensayista - Diego Valadés

    Primera edición: 2018

    Primera edición digital: 2019

    D. R. © 2019. El Colegio Nacional

    Luis González Obregón 23

    Centro Histórico

    06020, Ciudad de México

    ISBN: 978-607-724-333-5

    Hecho en México / Made in Mexico

    Correos electrónicos:

    publicaciones@colnal.mx

    editorial@colnal.mx

    contacto@colnal.mx

    www.colnal.mx

    Conversión gestionada por:

    Sextil Online, S.A. de C.V./ Ink it ® 2019.

    +52 (55) 52 54 38 52

    contacto@ink-it.ink

    www.ink-it.ink

    Índice

    Presentación

    Diego Valadés

    El espejo múltiple de Carlos Fuentes

    Héctor Aguilar Camín

    "Mire para afuera. Allí quedan

    todavía millones de analfabetos"

    Rolando Cordera Campos

    Carlos Fuentes: el periodista

    René Delgado

    Trazos biográficos

    Silvia Lemus

    El ojo rebanado tuyo y mío

    Ignacio Padilla

    Persona y pensamiento: Carlos Fuentes

    en sus últimas publicaciones

    Sara Poot Herrera

    El ensayo político de Carlos Fuentes

    Federico Reyes Heroles

    Carlos Fuentes, maestro

    del ensayismo

    Diego Valadés

    Carlos Fuentes o el desafío

    contra el tiempo

    Jorge Volpi

    Presentación

    Diego Valadés

    Este volumen recoge las participaciones realizadas en dos mesas redondas llevadas a cabo en El Colegio Nacional, del que Carlos Fuentes fue un distinguido miembro, dedicadas al análisis de sus trabajos ensayísticos.

    Agradezco a Silvia Lemus su consentimiento, participación y apoyo para el desarrollo de esas mesas, y su testimonio directo acerca de la creatividad del autor. Ella misma, una versátil y experimentada periodista, ha construido en su serie Tratos y retratos un estilo propio para enriquecer el patrimonio documental de nuestro tiempo, por lo que la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco, por su acrónimo en inglés) le entregó, en 2012, el reconocimiento Memoria del Mundo de México.

    A todos los panelistas expreso mi gratitud por el entusiasmo con el que acogieron la invitación, así como sus valiosas contribuciones. Aunque todos aluden a la trascendencia del ensayismo de Fuentes, cada uno pone el énfasis en aspectos diferentes. Héctor Aguilar Camín ­en el ensayo histórico, Rolando Cordera Campos en el social, René Delgado en el periodístico, Ignacio Padilla en el cinematográfico, Sara Poot Herrera en el biográfico, Federico Reyes Heroles en el político y Jorge Volpi en el literario. Por mi parte, intento mostrar un panorama general de la obra ensayística de Fuentes.

    El espejo múltiple

    de Carlos Fuentes

    Héctor Aguilar Camín

    La riqueza de la obra literaria de Carlos Fuentes ha robado la atención a su vertiente de historiador y ensayista. A la par de su viaje na­rrativo, Fuentes hizo un camino largo de reflexión sobre la historia de la identidad iberoamericana, sus tradiciones y sus mezclas. En ese viaje largo a la semilla podrían distinguirse tres estaciones.

    La primera, en el arranque de su obra, en los años cincuenta y sesenta del siglo pasado, su inquisición literaria sobre la historia y la identidad mexicanas presentes en La región más transparente (1958), La muerte de Artemio Cruz (1962) y Cambio de piel (1967).

    La segunda estación, de registro hispánico, arranca en los años setenta, con su monumental Terra Nostra (1975), y avanza hasta 1992, año del V Centenario del Descubrimiento de América, en el que Fuentes produce su obra maestra de reflexión sobre la historia del orbe hispánico: El espejo enterrado (1992).

    La tercera estación de su viaje a la semilla, a partir de la primera década del siglo xxi, es la de su visión de la identidad iberoamericana: no sólo España, sino también Portugal, la Latinoamérica no española y la mixtura hispánica estadounidense. Ésta es la perspectiva que domina lo que podríamos llamar su autobiografía intelectual: En esto creo (2002), y su actividad como inspirado promotor del Foro Iberoamérica, que comenzó en el año 2000 por iniciativa del propio Fuentes, vigente todavía.

    Creo que el gran libro de historia de todo este trayecto, la más acabada síntesis de las preocupaciones de Fuentes sobre la historia iberoamericana y sus enigmas identitarios, es, como digo, El espejo enterrado.

    Sobre este libro, Julio Ortega escribió:

    A la vieja interrogación retórica por una identidad siempre agonista (en el sentido de agónica o melancólica), la obra de Fuentes opuso una identidad histórica sumada por orígenes, rostros y voces diferentes pero siempre celebratorios. Contra el problema de la identidad Fuentes postuló la solución de la identidad, y frente a la supuesta carencia de identidad opuso un exceso e identidad nuestra y plural.¹

    Julio Ortega tituló a su texto El espejo desenterrado porque, en efecto, el espejo del que habla Fuentes no está enterrado, sino a la vista de todos. Agrego que no es uno, sino múltiple. Y no sirve para guiar a los muertos en su camino al inframundo, como el mítico espejo indígena, sino para mostrar a los vivos la riqueza del mundo en el que viven, el mundo que les ha heredado su historia, una historia ancilar o periférica, si se quiere, de la historia central de Occidente, pero una historia que en la visión de Fuentes a su vez incluye a Occidente y lo envuelve y lo matiza con la riqueza de otros linajes, en particular el africano y el indígena.

    A su vez, el historiador Rafael Rojas ha visto con precisión en qué difieren las conversaciones largas de Paz y Fuentes con la historia. Para Paz, nos dice, la historia es el lugar de los tiempos superpuestos, de los pasados negados o reprimidos que saltan de pronto sobre nosotros bajo la forma de una revelación o una tragedia, como en la Revolución mexicana o en la matanza de Tlatelolco. Mientras que para Fuentes la historia no es una superposición sino una simultaneidad de tiempos. No se superponen y reaparecen para negarse. Conviven y combaten para enriquecerse en su pelea.

    La literatura y el arte iberoamericanos, según Fuentes, han expresado mejor esta diversidad simultánea, conflictiva y enriquecedora que la política o la economía de nuestros países. Han podido mostrarla a la vez en su abigarrada simultaneidad y en sus profundas contraposiciones. Cuando uno ve un cuadro de Tamayo o uno de Picasso, ve ahí todos los tiempos, algo an­tiguo y a la vez algo acabado de nacer, algo propiamente moderno que reúne de forma milagrosa muchos tiempos simultáneos.

    Lo mismo puede decirse de la apropiación individual de la tradición: pueden absorberla un Carlos Fuentes o un Gabriel García Márquez, un Octavio Paz o un Jorge Luis Borges. Y muchos más: pintores, pensadores, arquitectos, creadores. Dependen sólo de sus talentos y sus personas. Lo suyo es una travesía ejemplar pero personal, que se nutre de su historia intransferible.

    La apropiación colectiva es otro asunto: supone escuelas, instituciones, pisos civilizatorios de apropiación que ostensiblemente no tenemos, o tenemos inacabados y discontinuos, como inacabadas y discontinuas son nuestra política y nuestra economía.

    La política no ha podido ofrecer a Iberoamérica esa diversidad creadora que ofrecen su arte, música y literatura, sino la de la diversidad conflictiva que surge de la desigualdad y sus diferencias: populismos, caudillismos, democracias insatisfactorias, así como sus reversos paralelos: la tiranía, la dictadura, la fragmentación.

    La economía no ha hecho sino añadir exclusiones, pues la especialidad de nuestras economías ha sido la de las modernizaciones inconclusas, de freno y arranque, sin profundidad ni continuidad suficientes para poner en un cauce común de prosperidad la heterogeneidad desigual, que es la herencia de nuestra historia.

    Según el mismo historiador Rafael Rojas, la diversidad presente en la visión de Fuentes es

    ¿Disfrutas la vista previa?
    Página 1 de 1