El fin de la democracia: un diálogo entre Tocqueville y Marx
()
Información de este libro electrónico
La relevancia de los atinados análisis y planteamientos aquí expuestos es evidente al enfrentarnos, día a día, con los desafíos que la “democracia” del mundo de hoy impone: una creciente desigualdad, mayor concentración de la riqueza, absurdas guerras, deterioro ambiental y la pobreza cada vez más extendida.
Sin embargo, ante el estado de confusión política y económica que reina por todas partes, Gilberto Lopes nos propone, en un renovado y necesario debate sobre la democracia y el socialismo, “vislumbrar las señales del progreso en la ruta hacia la igualdad sugerida por Tocqueville, como el gran motor de la historia”. Este libro, sin duda, contribuye a que lleguemos con éxito al final de ese camino.
Relacionado con El fin de la democracia
Libros electrónicos relacionados
Crónica de una odisea: Del estallido social al estallido de las urnas Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl imperialismo norteamericano: pasado, presente y futuro: Ruth Cuaderno de Pensamiento Crítico Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl enigma del desarrollo argentino: Biografía de Aldo Ferrer Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl régimen postcapitalista. Eslabón perdido en la evolución política de la humanidad Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesNada más que mercados y leyes: La pobreza de un liberalismo extremo Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesAuge y ocaso de la era liberal: Una pequeña historia del siglo XXI Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl despertar de la sociedad civil: Una perspectiva histórica Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa era de la farsa... A precio de mercado: El tránsito de la economía doméstica a la economía política Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesHistoria De La Integración Europea En 2500 Años: Los Orígenes Antiguos Se Renuevan En Las Actuales ”Aeternitas” Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEduardo Frei Montalva: un gobierno reformista: A 50 años de la "Revolución en Libertad" Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl fin de las democracias pactadas: Venezuela, España y Chile Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesIdeología de la conquista en América Latina: entre el axolotl y el ornitorrinco Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesUn camarada soviético ha apuñalado a otro camarada soviético Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesVenezuela y la contrarrevolución cubana Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa guerra que se nos hace Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesMemorias de un exiliado venezolano Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesHaití:: sociedad, migraciones y desarrollo. Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesRepensando el antiamericanismo: La historia de un concepto excepcional en las relaciones internacionales estadounidenses Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa libertad religiosa: Concilium 367 Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa paradoja de Trump. Migración, comercio y política racial en la integración México-Estados Unidos Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa hora del Gobierno Democrático del Planeta: Razones, objeciones y propuestas relativas a la gobernabilidad de la Tierra Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesDe la Guerra Fría a la caída del Muro: El mundo dividido en dos bloques Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesMayo del 68 - Volumen II Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa cruz en las aulas Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesHábitats y Sociedades del Pacifico: Volumen I. La Bahía Solano Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesPosverdad, populismo, pandemia Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesDe las calles a las urnas: Nuevos partidos de izquierda en la Europa de la austeridad Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesResumen de Los Condenados de la Ciudad: RESÚMENES UNIVERSITARIOS Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa tradición en política y su valor como fundamento de los derechos humanos: históricos y emergentes Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesVenezuela Invertebrada: Un país para rearticular Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificaciones
Política para usted
Teorías de Conspiración que han Impactado al Mundo: Descubre las Teorías Conspirativas que más han Hecho Dudar a la Humanidad Calificación: 3 de 5 estrellas3/5Dignos de ser humanos: Una nueva perspectiva histórica de la humanidad Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Illuminati: los amos que controlan el mundo Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Resumen de Las 48 Leyes del Poder, de Robert Greene Calificación: 3 de 5 estrellas3/51984 Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Manual de Marketing Político: Estrategias para una campaña exitosa Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Trastornos de la alimentación Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Los cárteles no existen: Narcotráfico y cultura en México Calificación: 4 de 5 estrellas4/5El gran teatro del mundo Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Los doce apóstoles de la economía peruana: Una mirada social a los grupos de poder limeños y provincianos Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Las venas abiertas de América Latina Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Las 50 leyes del poder en El Padrino Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Gobierno y administración pública Calificación: 3 de 5 estrellas3/5Filosofía del derecho Calificación: 4 de 5 estrellas4/5La Política Calificación: 4 de 5 estrellas4/5El Manifiesto comunista Calificación: 4 de 5 estrellas4/5La enfermedad de escribir Calificación: 4 de 5 estrellas4/5La más recóndita memoria de los hombres Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La rebelión de las masas Calificación: 3 de 5 estrellas3/5Psicología de las masas Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Lo que pasó Calificación: 3 de 5 estrellas3/5La neoinquisición: Persecución, censura y decadencia cultural en el siglo XXI Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Historia de la corrupción en el Perú. Tercera edición Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Guerra multidimensional entre Estados Unidos y China Calificación: 5 de 5 estrellas5/5¿Qué es el populismo? Calificación: 4 de 5 estrellas4/5La conjura: Los mil y un días del golpe Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El poder: Un estratega lee a Maquiavelo Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Cambie su mundo: Todos pueden marcar una diferencia sin importar dónde estén Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Cómo Invertir En El Mercado De Valores Para Principiantes Calificación: 4 de 5 estrellas4/5
Categorías relacionadas
Comentarios para El fin de la democracia
0 clasificaciones0 comentarios
Vista previa del libro
El fin de la democracia - Lopes
2009
I. EL FIN DE LA DEMOCRACIA UN DIÁLOGO ENTRE TOCQUEVILLE Y MARX
1.- INTRODUCCIÓN
a. Crisis política
Una gran confusión política reina por todas partes desde la caída del socialismo en el este europeo. El referente político de dos generaciones desapareció en poco más de un lustro, en un proceso que parecía contradecir una visión algo simplista de la historia, según la cual el capitalismo, que sucedió al feudalismo, sería reemplazado, a su vez, por el socialismo.
El desenlace de la Guerra Fría representó la desaparición del primer estado socialista que, desde su creación, pretendió encarnar un modelo universal de organización al que debían aspirar todos los revolucionarios del mundo.
Hoy, 25 años después, tenemos ya una mejor perspectiva de esta historia. Las cosas no sucedieron así, y la realidad resultó, nuevamente, mucho más rica que el esquematismo de ciertas visiones políticas y teóricas.
Un sentimiento de euforia se apoderó de los ganadores, que se apresuraron a hacer bueno su triunfo. Eso significó no solo la conquista de un vasto mercado en el este europeo, hasta entonces vedado para sus negocios, sino una sensación de que –ahora sí– todo el mundo (o casi todo, si excluimos China, Cuba y lo quedó del campo socialista) estaba disponible para la expansión del capital.
La caída de la Unión Soviética hizo, además, desaparecer la sensación de que invertir en el extranjero, sobre todo en el Tercer Mundo, no era del todo seguro, ante la amenaza de que surgieran fuerzas comprometidas con reformas socialistas que pusieran en peligro los intereses del capital. El caso de Chile, con su intento de transformaciones llevado a cabo entre 1970 y 1973 por el gobierno de Salvador Allende, y la solución brutal dada a esa amenaza, estaba todavía muy presente. Pero la desaparición de la Unión Soviética cambiaba radicalmente las cosas. Como dijo Paul Krugman, la inversión externa parecía menos arriesgada que antes para la seguridad del mundo occidental (Krugman, 1999, 98).
Se extendió un modelo neoliberal predatorio (cuyo análisis detallado escapa a los objetivos de este estudio) que aceleró el proceso de concentración de la riqueza en todo el mundo y, particularmente, en Estados Unidos, acentuándose la polarización social y las tensiones políticas.¹
Por el otro lado, cundió el desconcierto y, durante un cuarto de siglo, por lo menos, desapareció del escenario, tanto político como académico, toda alternativa viable al capitalismo.
Un modelo de pensamiento único
se extendió por el mundo. Algunos soñaban que así sería por los próximos mil años. Otros se contentaban con apenas un siglo.
Pero la realidad –majadera e insistente– siguió abriéndose paso, y ese acelerado deterioro de la situación social, la polarización de la riqueza, el agravamiento de las tensiones, obligó a que, en muy corto tiempo (un cuarto de siglo se reveló nada, en dimensiones históricas), resurgiera la necesidad de repensar lo que estaba ocurriendo, reacomodar las ideas a una realidad que, nuevamente, se nos escapaba.
En América Latina, ese período fue acompañado por el proceso de fin de las dictaduras de derecha que se habían adueñado del poder a partir de los años 60 en Brasil, Chile en 1973 y otros países de América del Sur.
Después de un largo y doloroso proceso de desarticulación de la oposición, se estimó prudente volver a la institucionalización de la vida política. Ocupó entonces un creciente espacio en el debate el concepto de democracia
aunque persistió la idea de una democracia limitada y, de cierto modo, tutelada. Una democracia en la que el horizonte socialista había desaparecido.²
Por otra parte, como en ninguna otra región, se aplicó el modelo neoliberal de privatizaciones de los activos del Estado en algunos países, entre ellos Chile y Argentina.
La izquierda
, debilitada por los golpes recibidos, y confundida por la caída del socialismo en el este europeo, se desdibujó. Ha sido, sin embargo, la realidad, el resultado de ese proceso de concentración de la riqueza y la creciente disparidad social, la que ha empujado el modelo a una crisis que parece enveredar por un callejón sin salida.
b. Crisis de la teoría
Si en la vida política surgía la demanda de una indispensable alternativa, en el terreno teórico las necesidades no eran menores.
La democracia, secuestrada por una visión liberal que creía haber llegado a su hora soñada, era esgrimida como un modelo
al que todos debían seguir. Y aunque esa democracia, ciertamente, era mucho más aceptable que los regímenes dictatoriales a los que sustituyó, no podía dar respuesta a algunos de los dilemas que seguían (y siguen) sobre la mesa.
El primero es, precisamente, esa disparidad derivada de la reconquista de reglas políticas claras y relativamente respetadas, y el predominio de un sistema económico voraz y depredador.
La teoría se refugió –nos parece que con demasiada frecuencia–, en el recurso de separar el análisis de ambos procesos, para ahorrarse así el esfuerzo de explicar cómo la recuperación de los derechos políticos convivía con una participación cada vez más reducida de la mayoría en la distribución de la riqueza nacional.
El dilema teórico tenía, en todo caso, raíces más profundas, a las que, inevitablemente, deberíamos volver. Se trata de los límites de los derechos de las mayorías en una democracia, que ya había sido planteado por Mill³, Locke⁴, Madison⁵ y muchos de los que, hace ya más de 200 años, trataron el tema. La libertad
, en el liberalismo, tenía un límite, como nos recuerda Laski, en su notable obra sobre el liberalismo europeo, a la que volveremos en diversas ocasiones en este trabajo.⁶ Ese límite es la propiedad, en su forma burguesa, o capitalista.
La derrota del socialismo en el este de Europa dio un nuevo impulso a quienes, desde el plano teórico, soñaban con un capitalismo como la estación final de la historia. La creciente desigualdad social obligaba, sin embargo, a volver a los textos, a tratar de encontrar una luz que alumbrara el camino hacia la igualdad que Tocqueville⁷ nos sugería como motor de la historia.
Este trabajo pretende sugerir un camino, volver a esa idea de la igualdad, no como una meta a la que aspiramos, sino como un recorrido al que los hechos nos van llevando, a pesar de las resistencias que encuentra a su paso. Lo que queremos hacer es destacar, en la enorme maraña de acontecimientos, muchas veces contradictorios, de nuestra época, aquellos que permiten descubrir la ruta hacia la igualdad sugerida por Tocqueville como el gran motor de la historia.
Para eso habrá que volver los ojos también a la obra de Marx⁸, que sigue siendo, en nuestra opinión, una de las visiones más agudas del mundo que salía entonces de su infancia, lleno de bríos, y que, después de unos 400 años de desarrollo, parece dar muestras de senilidad. La creciente polarización social, las tensiones económicas y el desencanto con la política (que, para algunos, es muestra de la madurez del capitalismo) son síntomas de esa crisis.
Este trabajo parte, entonces, de una preocupación práctica, de una experiencia de vida y de una inquietud política, pero también de una curiosidad teórica, para hacer un recorrido inspirado en la obra de dos grandes pensadores –Tocqueville y Marx–, que, lo sabemos bien, no carece de trampas, que trataremos de evitar.
2.- EL AQUELARRE DEMOCRÁTICO
Pongámonos, para empezar, bajo la bendición de Tocqueville. No es necesario que Dios hable por sí mismo para descubrir signos indudables de su voluntad, dijo este notable político y escritor francés. Basta con examinar el curso habitual de la naturaleza y la tendencia continuada de los acontecimientos para descubrir esa voluntad, que no es otra que el desarrollo gradual y progresivo de la igualdad. Este solo descubrimiento bastaría para darle el carácter sagrado de la voluntad del soberano señor
. Querer contener a la democracia –asegura– sería entonces luchar contra el mismo Dios
(13).
No cometeremos ese pecado. Trataremos, en nuestro recorrido, de hurgar, primero, en el sentido de la igualdad, que Tocqueville identifica con la democracia. Mirando la sociedad actual, buscaremos las señas dejadas en el camino para tratar de descubrir dónde, y por qué, nos hemos alejado de la voluntad del Señor. Lo segundo, será desentrañar la naturaleza de esa democracia, para lo cual –creemos– Tocqueville nos deja también señas suficientes.
Si Tocqueville propone la ruta, es otro contemporáneo suyo, Karl Marx, el que analizó con más rigor la naturaleza del régimen que surgía y daba aliento a la democracia: el capitalismo. Es en Marx donde encontraremos el impulso para seguir en la ruta que –según Tocqueville– se expresa la voluntad de Dios: ese desarrollo natural y progresivo en busca de la igualdad.
Hasta donde sabemos, estos dos contemporáneos nunca se conocieron. Marx era 13 años más joven y, cuando Tocqueville murió, tenía 41 años. Pero nos parece justo ponerlos a dialogar, tan solo sea por la grandeza de sus obras, que nos heredan claves indispensables para transitar la ruta de nuestra modernidad.
La democracia sigue hoy en el centro del debate teórico y político.⁹
La vida política del mundo contemporáneo gira en torno a ese concepto; la democracia es el referente de las más diversas propuestas políticas. Basta una rápida mirada al escenario internacional para contemplar lo abigarrado de la reivindicación del término, de México a Brasil; de la Europa del Este a la América del Norte, en Asia y en