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Un corazón alegre
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Libro electrónico765 páginas10 horas

Un corazón alegre

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Información de este libro electrónico

El ser humano fue creado para ser feliz, para relacionarse de forma perfecta con su Creador y con su prójimo, para estar lleno de serenidad y amor. Hoy, a pesar del pecado y de los desafíos que presenta la vida, el ideal de Dios para tu vida sigue siendo la felicidad. Un corazón alegre presenta meditaciones diarias, divididas por temas, para fortalecer tu autoestima y tus relaciones familiares, así como para afianzar tus valores. Además, incluye mensajes que te ayudarán a hacer frente a la ansiedad, la depresión y a vivir con la certeza de la salvación por la gracia de Dios, entre otros.
IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento20 dic 2019
ISBN9789877980530
Un corazón alegre

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    Vista previa del libro

    Un corazón alegre - Julián Melgosa

    Contents

    Cover

    Un corazón alegre

    Introducción

    1º de enero

    2 de enero

    3 de enero

    4 de enero

    5 de enero

    6 de enero

    7 de enero

    8 de enero

    9 de enero

    10 de enero

    11 de enero

    12 de enero

    13 de enero

    14 de enero

    15 de enero

    16 de enero

    17 de enero

    18 de enero

    19 de enero

    20 de enero

    21 de enero

    22 de enero

    23 de enero

    24 de enero

    25 de enero

    26 de enero

    27 de enero

    28 de enero

    29 de enero

    30 de enero

    31 de enero

    1º de febrero

    2 de febrero

    3 de febrero

    4 de febrero

    5 de febrero

    6 de febrero

    7 de febrero

    8 de febrero

    9 de febrero

    10 de febrero

    11 de febrero

    12 de febrero

    13 de febrero

    14 de febrero

    15 de febrero

    16 de febrero

    17 de febrero

    18 de febrero

    19 de febrero

    20 de febrero

    21 de febrero

    22 de febrero

    23 de febrero

    24 de febrero

    25 de febrero

    26 de febrero

    27 de febrero

    28 de febrero

    29 de febrero

    1º de marzo

    2 de marzo

    3 de marzo

    4 de marzo

    5 de marzo

    6 de marzo

    7 de marzo

    8 de marzo

    9 de marzo

    10 de marzo

    11 de marzo

    12 de marzo

    13 de marzo

    14 de marzo

    15 de marzo

    16 de marzo

    17 de marzo

    18 de marzo

    19 de marzo

    20 de marzo

    21 de marzo

    22 de marzo

    23 de marzo

    24 de marzo

    25 de marzo

    26 de marzo

    27 de marzo

    28 de marzo

    29 de marzo

    30 de marzo

    31 de marzo

    1º de abril

    2 de abril

    3 de abril

    4 de abril

    5 de abril

    6 de abril

    7 de abril

    8 de abril

    9 de abril

    10 de abril

    11 de abril

    12 de abril

    13 de abril

    14 de abril

    15 de abril

    16 de abril

    17 de abril

    18 de abril

    19 de abril

    20 de abril

    21 de abril

    22 de abril

    23 de abril

    24 de abril

    25 de abril

    26 de abril

    27 de abril

    28 de abril

    29 de abril

    30 de abril

    1º de mayo

    2 de mayo

    3 de mayo

    4 de mayo

    5 de mayo

    6 de mayo

    7 de mayo

    8 de mayo

    9 de mayo

    10 de mayo

    11 de mayo

    12 de mayo

    13 de mayo

    14 de mayo

    15 de mayo

    16 de mayo

    17 de mayo

    18 de mayo

    19 de mayo

    20 de mayo

    21 de mayo

    22 de mayo

    23 de mayo

    24 de mayo

    25 de mayo

    26 de mayo

    27 de mayo

    28 de mayo

    29 de mayo

    30 de mayo

    31 de mayo

    1º de junio

    2 de junio

    3 de junio

    4 de junio

    5 de junio

    6 de junio

    7 de junio

    8 de junio

    9 de junio

    10 de junio

    11 de junio

    12 de junio

    13 de junio

    14 de junio

    15 de junio

    16 de junio

    17 de junio

    18 de junio

    19 de junio

    20 de junio

    21 de junio

    22 de junio

    23 de junio

    24 de junio

    25 de junio

    26 de junio

    27 de junio

    28 de junio

    29 de junio

    30 de junio

    1º de julio

    2 de julio

    3 de julio

    4 de julio

    5 de julio

    6 de julio

    7 de julio

    8 de julio

    9 de julio

    10 de julio

    11 de julio

    12 de julio

    13 de julio

    14 de julio

    15 de julio

    16 de julio

    17 de julio

    18 de julio

    19 de julio

    20 de julio

    21 de julio

    22 de julio

    23 de julio

    24 de julio

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    26 de julio

    27 de julio

    28 de julio

    29 de julio

    30 de julio

    31 de julio

    1º de agosto

    2 de agosto

    3 de agosto

    4 de agosto

    5 de agosto

    6 de agosto

    7 de agosto

    8 de agosto

    9 de agosto

    10 de agosto

    11 de agosto

    12 de agosto

    13 de agosto

    14 de agosto

    15 de agosto

    16 de agosto

    17 de agosto

    18 de agosto

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    21 de agosto

    22 de agosto

    23 de agosto

    24 de agosto

    25 de agosto

    26 de agosto

    27 de agosto

    28 de agosto

    29 de agosto

    30 de agosto

    31 de agosto

    1º de septiembre

    2 de septiembre

    3 de septiembre

    4 de septiembre

    5 de septiembre

    6 de septiembre

    7 de septiembre

    8 de septiembre

    9 de septiembre

    10 de septiembre

    11 de septiembre

    12 de septiembre

    13 de septiembre

    14 de septiembre

    15 de septiembre

    16 de septiembre

    17 de septiembre

    18 de septiembre

    19 de septiembre

    20 de septiembre

    21 de septiembre

    22 de septiembre

    23 de septiembre

    24 de septiembre

    25 de septiembre

    26 de septiembre

    27 de septiembre

    28 de septiembre

    29 de septiembre

    30 de septiembre

    1º de octubre

    2 de octubre

    3 de octubre

    4 de octubre

    5 de octubre

    6 de octubre

    7 de octubre

    8 de octubre

    9 de octubre

    10 de octubre

    11 de octubre

    12 de octubre

    13 de octubre

    14 de octubre

    15 de octubre

    16 de octubre

    17 de octubre

    18 de octubre

    19 de octubre

    20 de octubre

    21 de octubre

    22 de octubre

    23 de octubre

    24 de octubre

    25 de octubre

    26 de octubre

    27 de octubre)

    28 de octubre

    29 de octubre

    30 de octubre

    31 de octubre

    1º de noviembre

    2 de noviembre

    3 de noviembre

    4 de noviembre

    5 de noviembre

    6 de noviembre

    7 de noviembre

    8 de noviembre

    9 de noviembre

    10 de noviembre

    11 de noviembre

    12 de noviembre

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    22 de noviembre

    23 de noviembre

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    25 de noviembre

    26 de noviembre

    27 de noviembre

    28 de noviembre

    29 de noviembre

    30 de noviembre

    1º de diciembre

    2 de diciembre

    3 de diciembre

    4 de diciembre

    5 de diciembre

    6 de diciembre

    7 de diciembre

    8 de diciembre

    9 de diciembre

    10 de diciembre

    11 de diciembre

    12 de diciembre

    13 de diciembre

    14 de diciembre

    15 de diciembre

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    22 de diciembre

    23 de diciembre

    24 de diciembre

    25 de diciembre

    26 de diciembre

    27 de diciembre

    28 de diciembre

    29 de diciembre

    30 de diciembre

    31 de diciembre

    Un corazón alegre

    Julián Melgosa, Laura Fidanza

    Dirección: Natalia Jonas

    Edición: Andrada Oltean

    Diseño de tapa: Mauro Perasso

    Diseño del interior: Carlos Schefer

    Ilustración de tapa: Mauro Perasso

    Libro de edición argentina

    IMPRESO EN LA ARGENTINA–Printed in Argentina

    Primera edición, e-Book

    MMXIX

    Es propiedad. © 2019 SAFELIZ. © 2019 Asociación Casa Editora Sudamericana.

    Queda hecho el depósito que marca la ley 11.723.

    ISBN 978-987-798-053-0

    Melgosa, Julián

    Un corazón alegre / Julián Melgosa; Laura Fidanza / Dirigido por Natalia Jonas / Ilustrado por Mauro Perasso. – 1ª ed. – Florida : Asociación Casa Editora Sudamericana, 2019.

    Libro digital, EPUB

    Archivo Digital: online

    ISBN 978-987-798-053-0

    1. Devocionario. I. Fidanza, Laura II. Jonas, Natalia, dir. III. Perasso, Mauro, ilus. IV. Título.

    CDD 242

    Publicado el 20 de diciembre de 2019 por la Asociación Casa Editora Sudamericana (Gral. José de San Martín 4555, B1604CDG Florida Oeste, Buenos Aires).

    Tel. (54-11) 5544-4848 (Opción 1) / Fax (54) 0800-122-ACES (2237)

    E-mail: ventasweb@aces.com.ar

    Web site: editorialaces.com

    Prohibida la reproducción total o parcial de esta publicación (texto, imágenes y diseño), su manipulación informática y transmisión ya sea electrónica, mecánica, por fotocopia u otros medios, sin permiso previo del editor.

    Introducción

    A Jehová he puesto siempre delante de mí; porque está a mi diestra, no seré conmovido. Se alegró por tanto mi corazón y se gozó mi alma (Salmo 16:8, 9). El ser humano fue creado para gozar, para ser feliz, para relacionarse de forma perfecta con su Creador y con sus semejantes, sin temor a enfermedad física o dolencia mental, sin incertidumbre hacia el futuro ni lastre del pasado, lleno de serenidad, gratitud y amor. Pero tal perfección se echó a perder por el comienzo del mal. Desde entonces, la humanidad sufre las consecuencias del pecado propio y el ajeno. Una de las áreas que más afecta a la humanidad es el dolor psicológico.

    Los datos de la Organización Mundial de la Salud muestran un crecimiento de las dolencias mentales a nivel global en los últimos tiempos y, la mayoría de las veces, no por razones genéticas sino debido al estilo de vida y al entorno en que vivimos. Así sufrimos por las relaciones, la culpa, la falta de resistencia ante la adversidad, las adicciones (químicas y conductuales), el temor, la desesperanza y la tristeza. Las Sagradas Escrituras nos ofrecen una gran fuente de recursos para enfrentar las dolencias del alma y, por ello, presentamos estas lecturas devocionales que ayudarán a muchos a atenuar los padecimientos diarios que encuentran en el camino.

    Los autores de estas meditaciones matinales son psicólogos experimentados y también creyentes. Al preparar este libro devocional, su afán ha sido presentar promesas y citas bíblicas diarias que ayuden al lector a enfrentar problemas actuales, como la carencia de autoestima, los problemas de relación (familiares y generales), la depresión, la ansiedad y otras desdichas que pueden ser mitigadas por la influencia divina a través de las Sagradas Escrituras.

    Confiamos en que estas lecturas conduzcan al lector a acercarse más a Jesús y experimentar así el resultado de sentirse bien consigo mismo, y buscar una autoestima equilibrada (enero), disfrutar de las relaciones familiares (febrero), mantener buenas interacciones con la gente (marzo), avanzar guiados por ideales y principios eternos (abril), enfrentar la adversidad con la resiliencia que el Señor proporciona (mayo), servir a sus semejantes (junio), gozar de buena salud por medio de la temperancia (julio), experimentar la libertad de ataduras y dependencias (agosto), estar libre de temor y ansiedad (septiembre), perdonar y ser perdonado (octubre), evitar toda forma de depresión (noviembre) y recibir la salvación por gracia del Señor Jesús (diciembre).

    Animamos al lector a leer con interés, cada día, los textos bíblicos y las reflexiones que los acompañan, con la firme convicción de que la Palabra de Dios aún en estos tiempos difíciles tiene poder para transformar la mente y devolver parte del gozo que Dios puso en el hombre en sus orígenes, mientras aguardamos la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo (Tito 2:13) que restaurará la perfección inicial.

    Los editores

    Las iniciales (J) o (L) que aparecen en días puntuales en el texto hacen referencia a los autores: Julián Melgosa (J) y Laura Fidanza (L).

    La versión de la Biblia utilizada en estas lecturas devocionales es la Reina-Valera 1995. Cuando, por motivos de claridad, se consideró conveniente usar otra versión, se indicó según las siguientes abreviaturas: RVR significa Reina-Valera 1960; RVC, Reina-Valera Contemporánea; NVI, Nueva Versión Internacional; DHH, Dios Habla Hoy; TLA, Traducción en lenguaje actual; PDT, Palabra de Dios para todos; NTV, Nueva Traducción Viviente; BLP, La Palabra (España).

    1º de enero - Autoestima

    Criaturas de importancia

    Entonces dijo Dios: ‘Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y tenga potestad sobre los peces del mar, las aves de los cielos y las bestias, sobre toda la tierra y sobre todo animal que se arrastra sobre la tierra’

    (Génesis 1:26).

    La primera vez que salí (J) de mi casa para hacer estudios superiores en los Estados Unidos de Norteamérica, conocí en la comunidad universitaria a un matrimonio que, por haber visitado España, entabló amistad conmigo. Al poco tiempo tuvieron que ausentarse para hacer un largo viaje al extranjero y me invitaron a quedarme en su casa para mantener las cosas en orden. Me dejaron una lista de tareas simples que había de hacer o comprobar de forma sistemática. También me ofrecieron usar su coche, que por cierto era de lujo, para que me desplazara cuando lo considerara oportuno. Me habían dejado al cuidado de una costosa propiedad, repleta de enseres de valor. Quedé abrumado por la confianza que habían depositado en mí. ¿Cómo es posible que confíen de este modo en un desconocido?, me preguntaba. Aquella fue una potente inyección de autoestima que produjo el impacto necesario para extremar mi cuidado en las cosas encomendadas, más que si fueran mías.

    El primer capítulo de la Biblia nos enseña que, al final de cada día de la Creación, vio Dios que todo lo creado era bueno. Declaró el Creador la bondad de la luz, el firmamento, los océanos, la tierra, la hierba, los árboles, el sol, la luna, las estrellas, los animales marinos, las aves y los animales terrestres. También se nos dice que Dios hizo al hombre a su imagen y conforme a su semejanza.

    Del relato obtenemos al menos dos fuentes de autoestima. Primera, Dios creó al hombre a su imagen y conforme a su semejanza. Puso en él cualidades nobles, una mente compleja y equilibrada, dotes de armonía y rasgos bondadosos de carácter. Segunda, le concedió potestad (poder, mando, autoridad) sobre todo lo creado.

    Dedicamos este mes a la autoestima. Si bien es verdad que el mal casi ha borrado la imagen de Dios en nosotros, contar con la semejanza a nuestro Creador es un privilegio que debería producir un sano orgullo y un deseo de servirle mejor. Es también un honor poseer autoridad para administrar los recursos de la naturaleza. Si en alguna ocasión estás tentado a pensar que eres incapaz, inferior, o falto de valor, piensa en tu origen divino y en el cargo sublime que Dios te ha encomendado.

    Eres de alta estima ante el Señor. Y lo eres más porque Jesús te ha redimido para restaurar la imagen completa de Dios en ti.

    2 de enero - Autoestima

    La verdadera autoestima

    Y el segundo es semejante: ‘Amarás a tu prójimo como a ti mismo’

    (Mateo 22:39).

    El mandato: Amarás a tu prójimo como a ti mismo, sugiere que el amor hacia nuestros semejantes debe ser amplio y generoso, pues todo ser humano cuenta con una medida razonable de amor hacia sí mismo. Es una comparación similar a la que usa Pablo cuando dice que los maridos deben amar a sus mujeres como a sus mismos cuerpos (Efe. 5:28, énfasis añadido), pues es natural que cuidemos y protejamos nuestro cuerpo, buscando el bienestar y evitando el dolor.

    Sin embargo, hay excepciones a esta regla. Hay personas que, afectadas por desequilibrios emocionales, se desprecian a sí mismas. Hemos encontrado jóvenes de apariencia hermosa, con grandes habilidades académicas y musicales, así como dotes de liderazgo que están convencidos de una supuesta fealdad, torpeza, carencia de talento musical e incapacidad de dirigir un grupo. Esos son los resultados de la autoestima pobre. Es más, hay quienes alcanzan el extremo de desear la muerte y expresan tendencias, o incluso intentos, suicidas. Estos pueden llegar a aborrecerse a sí mismos y, por lo tanto, no podríamos invitarlos a que amaran al prójimo como a sí mismos, pues estaríamos pidiéndoles que odiasen a su prójimo.

    Pero ¿qué significa amarse a uno mismo? Para algunos, supone cuidar su apariencia y prolongar la juventud tanto como sea posible. Después de que el bótox y los lifting han estado en uso durante años, empezamos a ver que este tipo de amor a uno mismo conlleva consecuencias adversas. En Hollywood, estas caras retocadas preocupan a los directores de cine, pues les resulta imposible tomar primeros planos faciales que reflejen emociones claras. Es más, hay estudios que muestran que, aparte de limitar la expresión verbal, también limitan la experiencia emocional. Se han observado tomografías cerebrales en las que los centros de la emotividad no solo son motivados por la voluntad y los pensamientos propios, sino también por medio de la expresión facial; y cuando esta es deficiente, la sensación emocional se percibe solo a medias. Llegar a extremos de este tipo de amor hacia uno mismo no parece la mejor solución a la autoestima empobrecida.

    El amor hacia uno mismo del que habla la Biblia debe traducirse en reconocer los dones recibidos por el Creador, ser consciente de su valor, aceptarlos con gusto y utilizarlos para el servicio a los demás y para la gloria de Dios.

    Pensemos hoy en nuestras fortalezas, todas de origen divino. Agradezcámosle a Dios lo que nos ha otorgado y roguémosle que nos presente las oportunidades precisas para ponerlas en función de acuerdo con su voluntad.

    3 de enero - Autoestima

    Una obra formidable

    Tú formaste mis entrañas; me hiciste en el vientre de mi madre. Te alabaré, porque formidables y maravillosas son tus obras; estoy maravillado y mi alma lo sabe muy bien

    (Salmo 139:13, 14).

    La perfección de la maquinaria humana es siempre motivo de asombro. Una mirada detallada a cualquier sistema orgánico nos abrirá la puerta a un microcosmos misterioso e infinito. Pensemos en una simple pregunta con respuesta:

    —¿Cómo se llama el jefe de ventas?

    —Su nombre es Álvaro.

    Las terminales nerviosas del oído interno reciben las vibraciones sonoras y las transforman en impulsos eléctricos. Por medio de los neurotransmisores, las señales pasan de neurona a neurona a través de la intrincada comunicación sináptica. La comunicación ocurre simultáneamente en ambos lados del cerebro hasta alcanzar sendas áreas auditivas. De este modo, la persona oye el sonido de las palabras y rápidamente procede a comprenderlo. Para ello, neuronas especializadas transmiten señales dirigidas a la corteza cerebral concretamente al área de Wernicke, que entiende el mensaje. A partir de ahí, el cerebro necesita evocar el nombre del jefe de personal.

    Nuevas células nerviosas por medios eléctricos y químicos se ponen en funcionamiento para localizar el nombre. No existe una zona específica de almacenamiento de datos, sino que estos están dispersos en diversas ubicaciones. Una vez hallado, el nombre ha de ser emitido usando un código fonético. Las instrucciones fonéticas corresponden al área de Broca, en el lóbulo frontal izquierdo, y de ahí la información se desplaza al área motriz de la corteza, pues solo esta zona cerebral puede dar órdenes a los músculos y órganos de la fonación (cuerdas vocales, laringe, lengua, etc.). Así viene la respuesta: Su nombre es Álvaro.

    Cualquier conducta o función orgánica del ser humano tiene una enorme complejidad. Detrás de ella está la inteligencia infinita de nuestro Creador. El texto de hoy describe una acción personalizada y llena de amor: Tú formaste mis entrañas. Amigo lector, Dios conoce cada una de las células de tu cuerpo porque él las ha creado y las ha formado. El resultado es el ser único e irrepetible que tú eres: privilegiado y especial, creado para honrar al cielo y servir al prójimo.

    Agradece al Señor por las muchas dádivas recibidas. Aunque, como cualquier otra persona, tengas debilidades, las virtudes que él te concede las sobrepasan. Es más, el Creador cuenta con todo lo que necesitas para suplir tus deficiencias: Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús (Fil. 4:19).

    4 de enero - Autoestima

    Predestinados a ser salvos

    Antes que te formara en el vientre, te conocí, y antes que nacieras, te santifiqué, te di por profeta a las naciones

    (Jeremías 1:5).

    Se cuenta la historia de un grupo de jóvenes seminaristas que debatían intensamente el tema de la predestinación. La discusión llegó a tal grado de acaloramiento que se apartaron unos de otros formando dos bandos: uno a favor y otro contra. En medio quedó un joven indeciso que no estaba seguro de dónde ubicarse. Finalmente, se decantó por el grupo de la predestinación. Cuando se acercó, los compañeros le preguntaron:

    —¿Quién te envía a nuestro grupo?

    —Nadie —respondió—. Vengo por mi propia voluntad.

    A lo que los partidarios de la predestinación le respondieron:

    —¿Por tu propia voluntad? No, no, ¡tienes que unirte al grupo contrario!

    Cuando llegó al otro bando, le preguntaron:

    —¿Por qué has decidido unirte a nosotros?

    —En realidad, me envían los del otro grupo —respondió el joven.

    —¿Te han enviado ellos? ¡No! ¡De ninguna manera! No puedes ser de los nuestros ¡a no ser que vengas por tu propia voluntad!

    La salvación cuenta con dos pasos: Dios nos escoge, de alguna manera nos predestina a ser salvos y, después, nosotros escogemos la oferta que Dios nos hace. Los dos pasos son necesarios. El primero está garantizado. El segundo, depende de cada persona.

    El versículo de hoy puede mirarse desde la perspectiva de la predestinación. El Señor escoge a su siervo, el profeta Jeremías, desde que empieza a formarse en el seno materno. La promesa puede extenderse a todos los creyentes, como lo indican las palabras del apóstol Pablo a la iglesia: Por su amor, nos predestinó para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad (Efe. 1:5). Hecha esta oferta, este don, lo tenemos que aceptar, tenemos que hacer la elección correcta: Os he puesto delante la vida y la muerte, la bendición y la maldición; escoge, pues, la vida, para que vivas tú y tu descendencia (Deut. 30:19).

    La salvación eterna está disponible para todo ser humano. Jesús murió, resucitó e intercede para que nuestra salvación esté asegurada. ¡Qué enorme privilegio saber que Dios nos conoce y nos escoge desde antes de nuestro nacimiento y nos destina a ser salvos! Esta razón debería ser suficiente para sentir un sano orgullo, un gozo inefable por lo que Dios ha hecho por nosotros.

    Si te tienta el pensamiento de no ser apto para algo, piensa que ya eras apto desde el vientre de tu madre, porque Dios te escogió. Solo tienes que escogerlo a él.

    5 de enero - Autoestima

    La arrogancia

    Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno

    (Romanos 12:3).

    Los apartamentos de lujo del edificio Richelieu en las playas de Pass Christian (Misisipi, EE.UU.) contaban con la animación propia del veraneante de la gran ciudad. Se divertían con espíritu despreocupado y abundancia de bebidas alcohólicas. La policía recibió la alarma de que el huracán Camille estaba tocando la costa occidental cubana y se aproximaba al Golfo de México para irrumpir de lleno en el estado de Misisipi. El jefe de policía, Jerry Peralta, movilizó su equipo para evacuar todos los edificios playeros. La mayoría de las personas obedecieron la orden, pero un numeroso grupo del edificio Richelieu desafió al agente:

    —¡Señor Peralta, estamos en nuestra propiedad y para sacarnos de aquí tendrá que traer una orden de detención! ¡Hemos sobrevivido a varios huracanes! ¡Este edificio es sólido como la roca!

    Aquella noche el huracán arrasó la costa de Misisipi a una velocidad de más de 280 km por hora, haciendo desaparecer varios edificios, entre ellos el Richelieu. Era el 17 de agosto de 1969. El Camille fue el segundo huracán más poderoso del siglo XX, después de otro que tuvo lugar en 1935. Solo en la localidad de Pass Christian murieron 78 personas. La mayoría de ellas pensaban que eran lo suficientemente fuertes para sobrevivir sin necesidad de evacuar.

    La ausencia de autoestima conlleva riesgos: pérdida de rendimiento académico y laboral, dificultad en las relaciones, así como vulnerabilidad a la adicción a sustancias psicoactivas, a ser víctima de abusos, ansiedad y depresión, entre otros. Pero el exceso de autoestima es la arrogancia y conduce a situaciones desastrosas como la actitud de aquellos vecinos del edificio Richelieu y, aún más, lleva a la perdición moral. En efecto, actitudes tales como la vanagloria, el engreimiento, la altivez, el orgullo y la soberbia son rasgos diametralmente opuestos al espíritu cristiano de humildad.

    El apóstol no recomienda ni la arrogancia ni el desprecio por uno mismo. Nos invita al pensamiento cuerdo (o equilibrado) sobre nosotros mismos. Algunos están tentados a alcanzar el extremo de la altanería, otros, el autodesprecio. Tanto si tiendes a un lado como al otro, piensa en los dones que Dios te ha dado y, al mismo tiempo, practica la humildad siguiendo el ejemplo supremo de Jesús, quien no vino para ser servido, sino para servir y para dar su vida en rescate por todos (Mar. 10:45).

    6 de enero - Autoestima

    Autoalabanza y pseudoperfección

    Pero el que se gloría, gloríese en el Señor. No es aprobado el que se alaba a sí mismo, sino aquel a quien Dios alaba

    (2 Corintios 10:17, 18).

    La sana autoestima no consiste en alabarse a sí mismo y a los atributos que uno pueda poseer, como es el caso de la personalidad narcisista. Tampoco consiste en hacer todo a la perfección, como intentan las personas perfeccionistas. Estos ejemplos suelen tener una autoestima desequilibrada.

    Ricardo exhibía muchas características de la personalidad narcisista. Contaba con una gran necesidad de ser admirado y reconocido por sus logros. Por ello explicaba lo bien que hacía su trabajo, los conocimientos que tenía y cómo otros estaban muy por debajo de él. Creía que muchos lo envidiaban y se sentía superior, diciendo que era un incomprendido, pues la ignorancia de los demás no les permitía apreciar sus cualidades. Con tal aire de arrogancia, todo el mundo lo rehuía. Pero la verdad era que, en su fuero interno, se veía solo y herido por su ínfima autoestima.

    Luisa era perfeccionista. Su empeño era hacer cualquier tarea a la perfección. Y al final, no quedaba satisfecha, pues no conseguía el nivel de sus altísimas exigencias. Con frecuencia le embargaba un temor profundo por no hacer su trabajo de forma cabal, no usar las palabras precisas, o no vestirse de la manera adecuada a la ocasión. Cuando otros le decían que no era necesario esmerarse tanto, se ponía a la defensiva y sus relaciones con otros sufrían. En realidad, Luisa poseía una autoestima insuficiente y secretamente se consideraba incapaz y limitada.

    Ricardo no resolvió su problema hasta comprender y aplicar en su vida el versículo de hoy. Aprendió que no es aprobado el que se alaba a sí mismo, sino aquel a quien Dios alaba. Luisa se benefició profundamente del mensaje del texto: Bástate mi gracia, porque mi poder se perfecciona en la debilidad (2 Cor. 12:9). Aprendió que su verdadero valor estaba en los dones que Dios le había otorgado y que sus debilidades podían reportarle poder. Precisamente por ello, el apóstol testificó: Porque cuando soy débil, entonces soy fuerte (vers. 10).

    Ricardo y Luisa alcanzaron el nivel justo de autoestima al adoptar la humildad. Por eso Jesús bendijo a los pobres de espíritu (los humildes), en Mateo 5:3, se presentó a sí mismo como manso y humilde (Mat. 11:29), invitó a los encumbrados a hacerse siervos (Mat. 23:11) y se humilló, siendo el Rey del universo, a lavar los pies a sus discípulos (Juan 13:5).

    Pide hoy a Dios que te indique qué puedes hacer para ser verdaderamente humilde.

    7 de enero - Autoestima

    Una imagen muy diferente

    No mires a su parecer, ni a lo grande de su estatura, porque yo lo desecho; porque Jehová no mira lo que mira el hombre, pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el corazón

    (1 Samuel 16:7).

    Se cuenta que un día del año 1808 un hombre deambulaba deprimido por las calles de Mánchester. Al ver un letrero de consulta médica, decidió entrar para intentar curar su desánimo. Explicó al facultativo que estaba lleno de temor y terror sin saber por qué. También contaba con síntomas melancólicos que le impedían gozar de la vida. El médico le dijo:

    —Su dolencia no es mortal. Usted necesita reír y encontrar satisfacción en las cosas simples de la vida.

    —¿Y qué hago, doctor? –preguntó el paciente.

    El médico le aconsejó:

    —Más que medicamentos, lo que usted necesita es que alguien le alegre la vida. Vaya esta noche a la función del payaso Grimaldi. Dicen que es el hombre más gracioso del mundo. Él lo curará.

    La réplica del enfermo fue sorprendente:

    —No bromee, doctor: ¡Yo soy Grimaldi!

    Joseph Grimaldi (1778-1837) fue un actor de origen italiano nacido en Londres en el seno de una familia de cómicos. El público lo conocía por el seudónimo Joey. Tan relevante fue su papel de humorista y payaso que los espectadores de la época, para designar a cualquier arlequín, utilizaban el nombre Joey. Durante una etapa de su vida sufrió altibajos en su estado de ánimo. Sin embargo, su apariencia externa era la de un hombre feliz y jocoso.

    Nuestra fachada exterior ofrece una apariencia que no siempre corresponde a la realidad interior. Pero Dios conoce la verdadera esencia de nuestro ser, nuestro potencial y nuestro carácter. El versículo de hoy lo deja claro: el profeta Samuel tenía que ungir al futuro rey de Israel y puso sus ojos en un joven apuesto y de buena estatura (1 Sam. 16:6). Pero Dios tuvo que recordarle que no mirara a su parecer ni a lo grande de su estatura. Aun las personas de carácter más impecable, como el profeta Samuel, no son capaces de juzgar lo que hay dentro de los demás.

    Nuestra autoestima se forma fundamentalmente por lo que nos dicen los demás y cómo se comportan frente a nosotros. Pero su juicio puede ser erróneo, pues está basado en observaciones puramente exteriores.

    Procura hoy ponerte en manos del Señor para que él te perfeccione y te otorgue "un espíritu afable y apacible, que es de grande estima delante de Dios" (1 Ped. 3:4, énfasis añadido).

    8 de enero - Autoestima

    La máquina averiada

    Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz y no de mal, para daros el fin que esperáis

    (Jeremías 29:11).

    ¿Quién no ha presenciado alguna vez la reacción de alguien ante la máquina expendedora de refrescos que no funciona? La persona introduce las monedas, escoge la botella o lata deseada, pulsa el botón, y… ¡la máquina no despacha nada! Se ha tragado el dinero y la bebida no ha salido. La primera reacción es intentar recuperar las monedas; pero si esto no funciona, el sujeto suele enojarse, golpear la máquina y hasta patearla mientras profiere improperios.

    El texto de hoy es una atractiva promesa, pero no debemos caer en la conducta que muchos usan frente a la máquina averiada, irritándonos con el Señor porque no nos responde como esperamos. Precisamente, las palabras de Jeremías 29:11 tardaron varias décadas en encontrar su cumplimiento para el pueblo de Israel. El rey Nabucodonosor sitió y arrasó Jerusalén varias veces a partir del año 605 a.C. Saqueó el templo y la casa real, despedazó los utensilios de oro que había hecho Salomón. Tomó miles de cautivos, los mejores y más nobles ciudadanos del pueblo de Israel, soldados, artesanos, herreros… y no quedó nadie, excepto la gente pobre del país (2 Rey. 24:14).

    En medio de esta hecatombe aparece el profeta Hananías (Jer. 28) ofreciendo la solución fácil y halagadora: todo iba a restaurarse muy pronto y los cautivos regresarían en el plazo de dos años. En realidad, era una falsa profecía, pues Jehová había hablado a Jeremías con la verdadera revelación: una carta dirigida a los ancianos expatriados, a los sacerdotes, a los profetas y a todos los israelitas en Babilonia. Allí se especifica que el cautiverio duraría setenta años (Jer. 29:10). Allí también se incluye la promesa maravillosa: Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, pensamientos de paz y no de mal, para daros el fin que esperáis (vers. 11).

    Con frecuencia nos desanimamos porque no viene la respuesta a nuestras oraciones y hasta nos sentimos abandonados y sin estima propia. Sin embargo, los tiempos pertenecen a Dios y él siempre sabe lo que es mejor para nosotros y cuándo debe concedérnoslo. Reflexiona hoy en la promesa de que los pensamientos de Dios para ti son de paz y no de mal, aunque la materialización parezca retrasarse. Entretanto, busca al Señor, como dice la misma profecía: Me invocaréis. Vendréis y oraréis a mí, y yo os escucharé. Me buscaréis y me hallaréis, porque me buscaréis de todo vuestro corazón (Jer. 29:12, 13).

    9 de enero - Autoestima

    Variadísimos dones

    Cada uno según el don que ha recibido, minístrelo a los otros, como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios

    (1 Pedro 4:10).

    En el versículo de hoy se presentan dos grandes enseñanzas: primera, los dones que hemos recibido de Dios son preciosos y, como portadores, debemos sentirnos satisfechos por los regalos que el Creador nos hace, a quien damos la gloria por tales obsequios; segunda, el propósito de los dones es ministrar a los demás y no utilizarlos con fines egoístas.

    Dos estudiantes de derecho terminaron sus estudios en la Escuela de Leyes Chicago-Kent. El primero de la promoción era un joven ciego de apellido Overton. Al ser reconocido por su rendimiento académico en la ceremonia de graduación, aprovechó el momento para mencionar que gran parte de su éxito se debía a su compañero de carrera, el señor Kaspryzak, que no tenía brazos. Ambos se habían conocido en la facultad y con frecuencia se los veía caminando, hombro con hombro, Overton llevaba los libros y Kaspryzak guiaba a su compañero. En la biblioteca, Kaspryzak leía y Overton escuchaba y pasaba la página cada vez que el lector se lo decía, otras veces Overton dictaba y Kaspryzak escribía. Contaban con dones distintos y con limitaciones diferentes. En conjunto, formaban un equipo ideal.

    La historia de estos dos jóvenes abogados enfatiza el efecto mutuo que tiene el poner nuestros dones al servicio de otros, como buenos administradores. Las bendiciones se multiplican con la abundancia de dones, pues la Biblia enumera no pocos y la lista no es completa pues, como dice el versículo de hoy, la gracia de Dios es multiforme.

    En 1 Corintios 12 encontramos los dones de palabra, conocimiento, fe, curación, profecía, distinción entre espíritus falsos y el Espíritu de Dios, así como hablar y comprender lenguas. En Romanos 12 se nos habla de dones de servicio, enseñanza, exhortación, generosidad, solicitud, administración, asistencia y apoyo a otros. En Efesios 4 leemos de dones eclesiásticos: apóstoles, profetas, evangelistas y maestros.

    Todos tenemos ciertos dones y carecemos de otros, pues el Espíritu reparte a cada uno en particular como él quiere (1 Cor. 12:11). Puede que no tengas los dones que anhelas, pero ciertamente posees otros. Conócelos bien, cultívalos y, sobre todo, sigue la recomendación del apóstol Pedro de utilizarlos para el servicio de los demás. De esta forma te beneficiarás mucho, no solo de poner tus dones al servicio de otros, sino también de las múltiples bendiciones que recibirás a través de los dones de ellos.

    10 de enero - Autoestima

    Igualdad plena

    Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay hombre ni mujer, porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús

    (Gálatas 3:28).

    Dos estudiantes universitarios están sentados en una sala de espera. Uno es miembro del equipo investigador, un cómplice del estudio. El otro es un voluntario que participa en el experimento. Le acaban de hacer unos test psicológicos y aún le quedan otros por realizar (en realidad, todos son test de autoestima). El interlocutor pretende estar allí con el mismo propósito, pero en realidad su cometido es manipular la autoestima del participante. Durante el tiempo de espera, el cómplice hace comentarios desdeñosos de las opiniones, ideas, ropa, entre otras, del voluntario. Cuando este completa su segundo test de autoestima, está claro que su nivel ha descendido.

    El mismo procedimiento se repite con otro participante, pero esta vez con mensajes de alabanza. El resultado de las pruebas arroja un aumento considerable de la autoestima frente a los resultados de antes del encuentro. Esto se repite con muchos otros sujetos. La conclusión es que la autoestima es susceptible de manipularse. Es muy fácil hacerlo con las palabras que decimos y cómo las decimos, especialmente cuando evalúan al contrario. Por ello, debemos ser muy cuidadosos con nuestras palabras, intentando siempre ser positivos, afirmando las cualidades de otros y, cuando hayamos de expresar desacuerdos, lo hagamos con mucho tacto y cariño.

    Otro factor que nos ayuda a formar el concepto propio es pertenecer a cierto grupo: ser miembros de un equipo deportivo, ciudadanos de un país, grupo profesional, etcétera. El texto de hoy afirma la igualdad frente a Jesús, independientemente del grupo social al que pertenezcamos. Ser de una nacionalidad u origen étnico, ser mujer, o no poseer cierto nivel de estudios, puede hacer que la autoestima de muchos se resienta. Sin embargo, cuando el apóstol Pablo afirma que no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay hombre ni mujer, no solo está haciendo una declaración avanzadísima para su tiempo, sino que además está animando a los creyentes a que no se sientan inferiores (ni superiores) por su pertenencia a algún grupo social.

    Nadie podrá arruinar tu autoestima a causa de tu género, clase, grupo o raza. Ante Cristo, todos somos iguales y debes sentirte privilegiado porque Jesús te ha escogido y eres salvo por su gracia. Ama, pues, a todos tus semejantes, sean del nivel o grupo que sean, tal y como Jesús te pide: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros (Juan 13:34).

    11 de enero - Autoestima

    El mejor tratamiento de belleza

    Vuestro atavío no sea el externo de peinados ostentosos, de adornos de oro o de vestidos lujosos, sino el interno, el del corazón, en el incorruptible adorno de un espíritu afable y apacible, que es de grande estima delante de Dios

    (1 Pedro 3:3, 4).

    Un programa televisivo de viajes invitó a un grupo de cinco hombres, nativos de un pueblo primitivo de las islas del sur del Pacífico, a conocer la cultura norteamericana. Disfrutaron de paisajes naturales y entornos urbanos, probaron toda clase de comida, se desplazaron en diversos medios de transporte y participaron en todo tipo de actividad recreativa, cultural y de consumo. Entre estas, un tratamiento de belleza en un centro especializado. El presentador que los conducía intentó acrecentar el interés por la apariencia juvenil y preguntó a uno de los nativos al entrar al salón:

    —¿Le gustaría parecer diez años más joven?

    Algo extrañado, el invitado contestó:

    —No. Me gustaría llegar a viejo y vivir diez años más de lo normal.

    La cultura del isleño exaltaba la longevidad, aun con arrugas en la cara. Mientras que los valores del occidental estaban centrados en la apariencia juvenil.

    Para mejorar la belleza física la industria mueve cada año cantidades millonarias de dinero en productos y servicios que absorben gran parte del presupuesto personal del consumidor. La ropa y el calzado, por ejemplo, van mucho más allá de su papel funcional y se compran por su diseño, la marca comercial o la habilidad de atraer la atención de otros. Hay productos cosméticos para embellecer el cutis, el pelo, las cejas, las pestañas, las uñas, la piel… Están además las joyas que penden de diversos lugares del cuerpo a fin de dar más luz a la imagen corporal. Y aparte de los objetos que añadimos a nuestro cuerpo están los tratamientos que se aplican con el mismo objetivo. Nos referimos a masajes, arcillas, lifting, bótox, o incluso cirugía reparadora para retocar detalles corporales que resulten más agradables a la vista.

    Pero el texto inspirado hace distinción entre dos tipos de adorno. Por un lado, ropa, peinados y joyas. Por el otro, un espíritu afable y apacible. El primero, puede comprarse con dinero, pero es temporal. El segundo es incorruptible y se recibe por medio del Espíritu Santo que transforma corazones y produce espíritus llenos de paz y de mansedumbre.

    Ora hoy para que Dios transforme tu corazón y deseche de él cualquier mal y te conceda ese adorno de un espíritu afable y apacible para que seas una bendición para muchos.

    12 de enero - Autoestima

    Un nuevo look

    Y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad

    (Efesios 4:24).

    La voz original griega de la palabra vestíos es endúo, término que indica ‘meterse en un atavío’ y se ha traducido por ‘ponerse ropa’ o ‘vestirse’. La ropa comunica un sentimiento en el que la lleva: las prendas de trabajo o deporte predisponen a la acción y el atavío elegante invita a un movimiento despacioso y exquisito. Esto afecta no solo a quienes portan el tejido, sino también a los que lo ven desde el exterior. En efecto, la ropa conduce a prejuicios. Por ejemplo, hay estudios que muestran que es más probable sufrir de discriminación por el modo de vestir que por la raza u origen étnico.

    En ocasiones la leyenda ha tomado este concepto para añadir propiedades mágicas a la ropa. El escritor ruso León Tolstói (1828–1910) relata el cuento de un zar que enfermó gravemente. Los mejores médicos le aplicaron los remedios más avanzados, pero su salud no mejoró. Desesperado, ofreció la mitad de sus posesiones a quien fuera capaz de curarlo. Muchos acudieron con procedimientos que no convencieron al soberano. Pero un trovador le infundió esperanza: Señor, la única medicina para vuestros males es vestir la camisa del hombre más feliz que se encuentre.

    Los soldados del zar buscaron por todos los confines, pero ante tanta carencia, dolor y sufrimiento, les resultó difícil identificar a alguien que fuera feliz. Aun quienes tenían de todo se quejaban por algo. Finalmente encontraron a un hombre humilde que vivía en una choza. No tenía mucho, pero contaba con muy buena salud y gozaba del cariño de familiares y amigos. Concluyeron que era el hombre más feliz.

    —Traed prestamente la camisa de ese hombre —fue la orden del palacio—. No importa lo que pida por ella.

    Pero los emisarios regresaron con las manos vacías.

    —¿Dónde está la camisa? —increparon los oficiales.

    Apenados, respondieron:

    —Aquel hombre no tenía camisa.

    El apóstol Pablo usa esta figura de la ropa nueva para describir al hombre nuevo quien, después del nuevo nacimiento, goza de una condición diferente a la anterior. Según Efesios 4, la nueva condición transforma el carácter, desecha la mentira, el enojo y el robo, promueve el trabajo y el altruismo, aparte de favorecer la manera de hablar, que proporciona gracia y edifica a los oyentes. Además, el nuevo hombre no tiene amargura, ira, gritería, maledicencia, ni ninguna clase de malicia.

    Prueba hoy a ponerte ropa nueva, ese atuendo espiritual que se traduce en frutos del carácter. Dios te lo ofrece gratuitamente.

    13 de enero - Autoestima

    Palabras que edifiquen

    Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes

    (Efesios 4:29).

    Cecil era un joven de capacidad intelectual brillantísima. Conocía varias lenguas a la perfección y producía traducciones excelentes. Pero tenía serios problemas de relaciones interpersonales. No sabía iniciar una conversación; y si otros la iniciaban, él no sabía mantenerla; le resultaba difícil expresar aprecio y gratitud; se quedaba sin palabras ni gestos cuando se cruzaba con un amigo y no tenía noción de cuándo y cómo utilizar expresiones como por favor, gracias, es un gusto hablar con usted, entre otras. Y cuando hablaba, acababa expresando mensajes inadecuados y hasta hirientes. En suma, tenía una profunda carencia de las habilidades sociales más básicas. A pesar de su privilegiada inteligencia no era capaz de llevarse bien con las personas allegadas ni de entablar una relación íntima.

    Daniel Goleman es quien relata el ejemplo de Cecil en su libro Inteligencia emocional para ejemplificar el fuerte componente social que tiene la falta de inteligencia emocional. Los psicólogos detectaron en Cecil un problema de autoestima y la inseguridad de ser capaz de decir algo que interesara a los demás. Para ayudarlo, tuvieron que enseñarle a emitir mensajes cálidos y acogedores y evitar los dichos fríos y repelentes.

    En las ciencias de la conducta es bien sabido que la habilidad para iniciar y mantener relaciones sociales es de más valor para el éxito profesional y personal que cualquier otra destreza, incluida la intelectual. Pero su valor llega aún más lejos: el desarrollo del carácter y de la conducta cristiana. En el capítulo 4 de Efesios el apóstol Pablo explica lo que debe ser la nueva vida en Cristo. Prácticamente todas las cualidades morales que describe se refieren al buen convivir. Se nos insta a hablar verdad los unos a los otros (vers. 25), a no enojarnos (vers. 26), a no robar a los demás (vers. 28), a expresar palabras que edifiquen y den gracia al oyente (vers. 29), a no desplegar ira, gritería, ni maledicencia (vers. 31) y a ser misericordiosos y bondadosos los unos con los otros (vers. 32).

    Nuestras palabras y nuestra actitud producen resultados muy diferentes. Escoge hoy hablar palabras que edifiquen a los demás, palabras que denoten bondad y misericordia y que den gracia al oyente. Palabras que serán un bálsamo para los demás y también una fuente de autoestima para ti. Palabras que, en última instancia, Dios utilice para beneficio de todos y le den gloria a él.

    14 de enero - Autoestima

    No ven lo bueno en sí mismos

    Entonces dijo Moisés a Jehová: ¡Ay, Señor! nunca he sido hombre de fácil palabra, ni antes ni desde que tú hablas con tu siervo, porque soy tardo en el habla y torpe de lengua

    (Éxodo 4:10).

    Artie Knapp es autor de cuentos infantiles con enseñanzas morales. En su libro El tartamudo Stan cuenta una historia de animales del bosque, donde Stan es una ardillita que tartamudea y los demás animales se ríen de él por su dificultad para expresar sus ideas. Esto le produce mucha pena y una autoestima débil. Un día, cuando se encuentra solo y desanimado, otra ardilla joven, Shelby, le pregunta la razón de su desconsuelo y Stan le explica el porqué de su padecimiento. La amiguita no se burla ni lo critica, sino todo lo contrario. Le asegura que lo importante es lo que se dice y, si se trata de un mensaje importante y valioso, tendrá mucha fuerza, lo diga o no tartamudeando.

    En una conversación con Shelby, Stan se desahoga, expresando toda su frustración y su conflicto. Después de esta sesión de psicoterapia, Stan se encuentra mucho mejor. Un poco más tarde, Stan se halla en una reyerta en la que varios animales, incluido el abusón mapache, se disputan la comida. El mapache empieza a reírse de todos los demás por ser pequeños y débiles y amenaza con arrebatar todo el alimento disponible. Stan se levanta y le reprende por su egoísmo, asegurando que es mucho mejor repartir la comida equitativamente que imponer la fuerza. Al final, los animalitos aplauden la intervención de Stan y reparten por igual.

    Con frecuencia encontramos personas de muy buenas cualidades pero que no pueden ver lo bueno en sí mismas. El texto de hoy nos muestra a un Moisés inseguro y temeroso que arguye ser torpe de lengua. Algunos comentaristas dicen que tal vez Moisés tartamudease o sufriese algún trastorno de foniatría. Sin embargo, su actitud bien podría ser una excusa porque "Moisés fue instruido en toda la sabiduría de los egipcios, y era poderoso en sus palabras y obras (Hech. 7:22, énfasis añadido). Dios le presenta un argumento mucho más convincente: ¿Quién ha hecho la boca del hombre? ¿O quién hace al hombre mudo o sordo, con vista o ciego?" (vers. 11).

    Cuando te enfrentes a dudas personales referidas a tus cualidades o habilidades, clama a Aquel que puede crearlo y modificarlo todo y observa qué opciones van abriéndose en tu vida. Personajes tan capaces como Moisés también experimentaron dudas de sí mismos, pero el Señor tiene siempre una salida cuando nos ponemos en sus manos.

    15 de enero - Autoestima

    No ven lo malo en sí mismos

    ¿O cómo puedes decir a tu hermano: ‘Hermano, déjame sacar la paja que está en tu ojo’, no mirando tú la viga que está en el tuyo? Hipócrita, saca primero la viga de tu propio ojo y entonces verás bien para sacarla paja que está en el ojo de tu hermano

    (Lucas 6:42).

    Un matrimonio joven cambió de domicilio. A la mañana siguiente, cuando se preparaban para el desayuno, el marido dijo a su esposa:

    —¿Te has fijado en la ropa tendida de los vecinos? No está muy limpia que digamos…

    Ante la evidencia, ella asintió. A partir de ese día, la ropa tendida de los vecinos era motivo de conversación de la joven pareja. Una mañana ella se asombró mucho al ver la limpieza y blancura de la ropa tendida de los vecinos. Se apresuró a darle la noticia al esposo:

    —¡Ven y ve que hoy sí que tienen la ropa limpia!

    Sonriendo y sacudiendo ligeramente la cabeza, dijo:

    —Sí, querida, anoche limpié los cristales de nuestras ventanas.

    Los problemas de autoestima que ven

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