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Diálogos abiertos y anticipaciones terapéuticas: Respetando la alteridad en el momento presente
Diálogos abiertos y anticipaciones terapéuticas: Respetando la alteridad en el momento presente
Diálogos abiertos y anticipaciones terapéuticas: Respetando la alteridad en el momento presente
Libro electrónico391 páginas5 horas

Diálogos abiertos y anticipaciones terapéuticas: Respetando la alteridad en el momento presente

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El diálogo abierto es un modelo terapéutico que se basa en la creación de espacios dialógicos como alternativa eficaz para el tratamiento de las psicosis. El propósito de este libro es fomentar el dialogismo en las prácticas relacionales.
Tom Erik Arnkil y Jaakko Seikkula, gracias a su larga actividad profesional en este tipo de terapia, describen los diversos enfoques dialógicos y relatan sus experiencias al aplicarlos, enfatizando la importancia de los aspectos prácticos.
IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento16 sept 2019
ISBN9788425443596
Diálogos abiertos y anticipaciones terapéuticas: Respetando la alteridad en el momento presente

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    excelente tratado sobre dialogismo del fundador del Open Dialogue a

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Diálogos abiertos y anticipaciones terapéuticas - Jaako Seikkula

Jaakko Seikkula y Tom Erik Arnkil

Diálogos abiertos

y anticipaciones

TERAPÉUTICAS

Respetando la Alteridad

en el Momento Presente

Traducción de:

José Antonio Inchauspe Aróstegui

Sergio Iribarren Lizarraga

Miguel Ángel Valverde Eizaguirre

Herder

Título original: Open Dialogues and Anticipations. Respecting Otherness in the Present Moment.

Traducción: José Antonio Inchauspe Aróstegui, Sergio Iribarren Lizarraga y Miguel Ángel Valverde Eizaguirre.

Diseño de la cubierta: Gabriel Nunes

Edición digital: José Toribio Barba

© 2019, Jaakko Seikkula y Tom Erik Arnkil.

© 2019, Herder Editorial, S.L., Barcelona

ISBN digital: 978-84-254-4359-6

1.ª edición digital, 2019

Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta obra solo puede ser realizada con la autorización de sus titulares, salvo excepción prevista por la ley. Diríjase a CEDRO (Centro de Derechos Reprográficos) si necesita reproducir algún fragmento de esta obra (www.conlicencia.com)

Herder

www.herdereditorial.com

ÍNDICE

PRÓLOGO A LA EDICIÓN ESPAÑOLA Jorge L. Tizón

INTRODUCCIÓN: OBJETIVO Y TEMAS DE ESTE LIBRO

• Los temas de los que trata este libro

CAPÍTULO 1. SIGA LO QUE LOS CLIENTES PRESENTAN Y PREPÁRESE PARA LA INCERTIDUMBRE

• «Ahora todo es diferente»

• Siguiendo lo que dicen los alumnos

• Siguiendo lo que se dice en los encuentros estructurados

• «Problemas enrevesados»

CAPÍTULO 2. PREOCUPACIONES Y DIÁLOGOS TEMPRANOS

• ¿Se sintió dolido cuando alguien se preocupó por usted?

• Anticipando lo que (me) sucederá a continuación

• La petición de ayuda como una invitación al diálogo

• Querido lector, podría usted intentarlo ahora mismo

• Método y perspectiva

• Como de resumen

CAPÍTULO 3. CAMINOS HACIA LAS PRÁCTICAS DIALÓGICAS. LOS DIÁLOGOS ABIERTOS

• Diálogo multicultural

• Del paradigma sistémico a la práctica dialógica

• Diálogo abierto en el encuentro terapéutico

• Al encuentro con el dialogismo

• El diálogo abierto como sistema psiquiátrico

• El diálogo abierto como sistema de tratamiento

• El encuentro terapéutico como un foro para generar diálogo

• Adoptar el diálogo en la práctica cotidiana

CAPÍTULO 4. LOS PROYECTOS DE INVESTIGACIÓN SE CONVIERTEN EN UNA PRÁCTICA DE ATENCIÓN DIRECTA

• Una esperanza plausible

• Enredos con múltiples actores

• «Interferencias positivas» en la investigación social experimental

• Hacia una cultura de la práctica dialógica

CAPÍTULO 5. EN DIÁLOGO CON EL OTRO

• Incluir a los clientes y a los profesionales conectados con ellos

• Reconocer al Otro

• Aceptar incondicionalmente al Otro

• Hay muchos caminos hacia el espacio dialógico

• El compromiso sincero es comunicativo

• El lenguaje compartido se crea aquí y ahora

• Para recapitular y continuar

CAPÍTULO 6. LA VIDA ES MÚSICA DIALÓGICA. INTERSUBJETIVIDAD

• El momento presente en los diálogos polifónicos corporalizados

• Intencionalidad y reciprocidad

• Del conocimiento individual al intersubjetivo: hacia la base del dialogismo

• Sencillamente poderoso

• Pautas sencillas para mejorar las habilidades para estar presente en el momento

CAPÍTULO 7. DANDO SENTIDO A LAS RESPUESTAS EN LOS DIÁLOGOS CON MÚLTIPLES ACTORES

• Generar diálogo en las crisis

• El discurso psicótico como una voz entre otras

• El equipo como iniciador del nuevo lenguaje conjunto

• Prestando atención a los acontecimientos adaptativos

• En las respuestas no siempre se escucha a las personas

• Diálogo de violencia: el equipo está en la historia, no en el aquí y el ahora

• «No hay nada tan terrible como no obtener respuesta»

• Dando sentido a sus diálogos

CAPITULO 8. LA CULTURA DE LA PRÁCTICA DIALÓGICA

• Asumir la responsabilidad de las preocupaciones propias

• En diálogo con los clientes, no a sus espaldas

• Asociarse a los recursos de la vida diaria

• Intervención temprana ética = cooperación abierta temprana

• Prácticas dialógicas en todas las situaciones

• Los diálogos sobre buenas prácticas

• Diálogos entre localidades

Puimala como un proceso de aprendizaje inter pares entre localidades

• A modo de conclusión

CAPÍTULO 9. GENERALIZANDO LAS PRÁCTICAS DIALÓGICAS

• Generando investigación relevante para evaluar los diálogos abiertos

• «Talla única para todos»: diseños de evaluación que restringen

• Escasa validez externa de los estudios de «comparación de medias grupales»

• Daños producidos por los estudios experimentales

• La eficacia se pierde en la práctica real

• De la búsqueda de modelos explicativos a los estudios descriptivos

• El dispositivo de control de la práctica

• Ciencia socialmente sólida

• Resumen recapitulativo

CAPÍTULO 10. HACIA UN FUTURO DIALÓGICO

BIBLIOGRAFÍA

DIALOGAR SOBRE LAS DIFERENCIAS

Jorge L. Tizón

Tenemos el placer de presentar en nuestra colección 3P (Psicopatología y Psicoterapia de las Psicosis) un nuevo volumen centrado en las aportaciones psicoterapéuticas, comunitarias, sociales y culturales del modelo OD (Open Dialogues, diálogos abiertos) y en algunos de sus desarrollos en esos diversos ámbitos. La motivación para incluir dentro de nuestra colección este nuevo volumen es, al menos, triple.

En primer lugar, el OD y los DA (diálogos anticipatorios) están adquiriendo una cierta resonancia y difusión a nivel internacional, tanto como para que deseemos dar a conocer las nuevas perspectivas y enfoques de este importante avance psicoterapéutico y, tal vez, cultural.

En segundo lugar, dado que su aplicación y puesta en práctica en las realidades técnicas e institucionales de la salud mental actual no es fácil y hace surgir todo tipo de problemas, deseábamos proporcionar nuevas perspectivas y reflexiones para las personas que intentan o se plantean intentar su puesta en práctica.

La tercera motivación es más amplia y culturalmente relevante: el dialogismo y las «prácticas dialógicas» son presentados por sus autores como una tendencia cultural y filosófica de cara al futuro. Deseábamos que los estudiosos y los lectores en castellano poseyeran nuevos materiales para reflexionar y ayudar a pensar en las posibilidades de ese ambicioso ámbito. Por un lado, porque indudablemente está vinculado con los cambios de futuro imprescindibles en la técnicas y tecnologías de la salud mental: estas, o persisten en su desarrollo cada vez más heterónomo y tecnificado (en realidad, maquinizado), o van a tener que revertir su tendencia de los últimos decenios hacia una vía mucho más autogestionaria, comunitarista y realmente asentada en una cultura democrática. A nivel tecnológico es necesario que integren mucho más seriamente los conocimientos y técnicas psicosociales hoy desarrollados. Porque, por otro lado, el dialogismo cultural creemos que representa una de las múltiples aspiraciones y concreciones de una tendencia ideológica y cultural que está revolviendo toda nuestra civilización y todas las organizaciones sociales dominantes: la aspiración a la «Democracia real, ya» combinada con una visión ecológica radical (la humanidad como «objeto total»).

El libro que presentamos está motivado por esa aspiración de ayudar a pensar en estas dificultades y proponer guías básicas para aplicar ese cambio de perspectiva. Varios capítulos entroncan directamente con el objetivo de nuestra colección (la «Psicopatología y psicoterapia de las psicosis»), en particular los que van del 1 al 3 y del 7 al 9. En el resto el lector encontrará herramientas, descripciones, casos y ejemplos de la aplicación del modelo enormemente sugerentes para enfocar nuestra actitud y sistemas técnicos en otros variados campos: la intervención temprana, la prevención, los cuidados aplicables en otros tipos de trastornos, el trabajo con instituciones… Como puede observarse, campos bien cercanos a nuestros problemas y necesidades cotidianos también en el ámbito de las psicosis.

En el primer volumen acerca del modelo publicado en nuestra colección 3P,¹ se recordaba cómo el OD tomó impulso a partir de la validación de los principios del enfoque del NAT (Need Adapted Treatment) para orientar el trabajo con «clientes» y familias con psicosis.²-⁴ Sus siete principios básicos se resumían así: 1) ayuda inmediata; 2) perspectiva de red social; 3) flexibilidad y movilidad; 4) responsabilidad del equipo; 5) continuidad psicológica; 6) tolerancia a la incertidumbre; 7) dialogismo.

El resultado de su aplicación supone cambios relevantes con respecto a nuestro sistema real de «asistencia» o «cuidados» a este tipo de problemas. Por ejemplo, como recuerdan en este volumen Seikkula y Arnkil, una de sus consecuencias dentro del ámbito farmacológico es que, salvo excepciones, no se proporcionan neurolépticos de entrada, sino después de haberlo discutido en al menos tres reuniones de OD.

Como mencionamos entonces y hemos desarrollado en otras publicaciones,⁵,⁶ todo ello tiene que ver con una idea de la psicosis y, en general, de los trastornos mentales, diferente de la que proporciona la psicopatología clásica. Nuestra idea, en concreto, tiende a verlos y estudiarlos como intentos adaptativos individuales y familiares para mantener la integridad de la personalidad, el sistema familiar y el desarrollo ante graves perturbaciones biológicas, psicológicas o psicosociales. Pero se trata de intentos que pueden desarrollarse por vías inadecuadas, con el resultado de que pueden producir más sufrimiento que el que intentan prevenir. Un enfoque bien diferente de la perspectiva biomédica de los trastornos mentales como «enfermedades» y de las comunicaciones del sujeto, paciente o cliente como «síntomas», indicadores de «enfermedad», «productos de deshecho» o elementos a eliminar…

El mismo Seikkula, junto con Aaltonen, Lehtinen, Larivaara, Pippo y otros aplicaron hace unos años los principios de su modelo en varios trabajos clínicos y de investigación.²,³ De entrada, hay que recordar que el NAT implicaba una base teórica sistémico-psicoanalítica, con un entrenamiento de los profesionales fundamentado⁴ en al menos tres principios:

Sintonía cultural con el grupo que precisa cuidados, con consecuencias tales como las frecuentes visitas a domicilio y, si es necesario, el tratamiento a domicilio.

Formación continuada del personal participante, tanto en los aspectos técnicos como en los más estrictamente culturales de los que venimos hablando. Una formación realizada fundamentalmente en servicio y financiada por el sistema público. La justificación para esos amplios sistemas formativos y para su financiación es el principio que nosotros llamamos de reparatividad solidaria: sus beneficiarios van a ser la comunidad y sus miembros necesitados de cuidados y de la reparatividad social global.²-⁴ ¡Qué menos que se dediquen a ello los recursos necesarios!

Diálogo abierto y dialogismo. No se trata de realizar entrevistas y reflexiones «centradas en la enfermedad», sino abiertas a cualquier tema y expresión de los participantes; de ahí el dialogismo. El objetivo fundamental de las entrevistas es, en primer lugar, motivar el diálogo en sí mismo para, después, promover cambios en el individuo y/o en la familia. Las reuniones o entrevistas se plantean como un fórum donde familias y otros participantes (incluidos los profesionales más «especializados») tienen la oportunidad de aumentar la percepción y autogestión de sus vidas al discutir las dificultades y problemas de los participantes.

Esa base teórica y técnica, al estar apoyada en serios procesos de formación continuada, permitió los siguientes desarrollos organizativos del sistema psiquiátrico con modelo NAT y OD, que se resumieron en el libro anterior:¹ servicios comunitarios en el territorio; equipos móviles para atender las psicosis; equipos y cuidados adaptados a las necesidades de cada familia concreta; ayuda inmediata en el caso de crisis (en las primeras 24 horas); profesional de referencia para cada caso y familia, con continuidad de la atención psicológica a lo largo de todo el proceso; tratamiento a domicilio si es necesario; apertura a la red social real del sujeto y a su familia en las reuniones de OD y en los cuidados, etc. Después, en la concreción de ese modelo adaptado a las necesidades (también a las necesidades de los profesionales y de sus propias redes profesionalizadas) desempeñarán un papel variable diversas técnicas especializadas en salud mental: desde luego, los propios principios técnicos del OD y AD, pero también técnicas y herramientas de base psicoanalítica, sistémica, estratégica, cognitivo-conductual, humanística, etc.

En ese sentido, tal como se ilustra en este volumen, el modelo OD-AD ha podido mostrar sus potencialidades en campos aparentemente distantes como las psicosis, de las que venimos hablando, pero también en los trastornos depresivos, en la atención temprana, en las organizaciones sociales y comunitarias y en la dinámica interna de diverso tipo de equipos, tanto asistenciales como no asistenciales, etc.

Lo importante es percibir y reflexionar acerca de cómo, si esos trabajos se hacen desde un modelo de OD, incluso los proyectos de investigación pueden convertirse en terapéuticos, algo que a menudo casi resulta una contradicción extrema en el campo de la SM. En efecto, es frecuente que los proyectos de investigación que se centran en la clínica o en la evolución de este tipo de trastornos tiendan a artefactar y complicar los cuidados, el sistema de cuidados y el conjunto de la atención a los sujetos y su microgupo social. Sin embargo, como hemos podido comprobar, si el trabajo de investigación se incluye en perspectivas dialógicas (o con una dinámica participativa), también la investigación que utiliza instrumentos estandarizados puede resultar una ayuda clínica como, por ejemplo, en el establecimiento del vínculo, en la alianza terapéutica, en el contacto con la realidad externa de los sujetos más dificultados para ello e, incluso, en la reorganización del self, algo básico en los cuidados de la psicosis a medio y largo plazo. Hemos podido comprobar esas posibilidades inesperadas de la investigación cuando esta se realiza teniendo en cuenta los deseos y necesidades de los sujetos, en investigaciones incluso empíricas con entrevistas estandarizadas y semiestandartizadas como el LISMEN, FETZ, ERIraos, SIPS-SOPS, Relationship Questionnaire y otros.⁷-¹⁰ *

En ese sentido, una actitud más abierta, simétrica en comunicación y dialogante, como proponen Seikkula, Arnkil, Aaltonen y otros clínicos e investigadores escandinavos, en particular a partir de los trabajos de Alanen y colaboradores,¹¹ posee la ventaja de que nos facilita entender desde otras perspectivas muchos de los sucesos de nuestro trabajo profesional. A menudo, hablando de los sujetos y familias con problemas graves (o, como se traduce en este libro, «problemas enrevesados»), las describimos como «familias multiproblemáticas». Una visión más apropiada, y menos estigmatizante, es la de entender que estas familias se convierten en «familias multiservicios» debido al complejo juego de coordinación-descoordinación de los servicios especializados que lleva a que cada una de ellas esté teniendo que visitar a tres, cuatro o hasta diez servicios que teóricamente se preocupan por diversos aspectos de su bienestar y sus cuidados. Una situación a todas luces necesitada de cambio. Habría que tender a facilitar la vinculación, tanto con profesionales individualizados como con servicios integrados y bien coordinados. A ser posible, al menos en el caso de los trastornos mentales graves, con un solo servicio que integre o, como poco, coordine estrechamente el resto de los servicios, dispositivos y técnicas necesarios en cada familia o grupo.

El punto de vista dialógico (y democrático) implica centrar el foco en esta complejidad: cómo salir del laberinto multiservicios fortaleciendo recíprocamente los recursos de las familias.¹²,¹³ En realidad, ese trabajo nos lleva a cambiar el calificativo… y el foco. De familias «multiproblemáticas» a «familias multiservicios» —y, como nosotros solemos decir, «familias multiservicios (des-integrados)»—. La dificultad no radica tanto en los problemas de las familias. Ya sabemos que, si son graves, en nuestra sociedad son o van a ser múltiples. La contrariedad radica en lo disfuncional y poco integrados que resultan nuestros servicios para atenderlos. De ahí la necesidad de que estén basados en una perspectiva psicosocial integral e integradora y, por lo tanto, dialógica y comunitarista,¹³,¹⁴ y hoy no lo están.

Las dificultades de un cambio de paradigma

Como ya dijimos en el prólogo al primer volumen sobre el modelo,¹,⁵ es evidente que la aplicación y desarrollo de estas propuestas no resulta fácil. Entre otras cosas porque para desarrollarlas se necesitarían cambios profesionales, técnicos y teóricos importantes y serios. De entrada, se necesita profundizar en la formación psico(pato)lógica y psicoterapéutica de los profesionales. En los países de origen del OD y los DA esto ya se ha hecho gracias a la existencia de sistemas verdaderamente públicos de salud (y que, por tanto, incluyen seriamente la formación y la supervisión de los profesionales dentro de las provisiones del servicio de salud público).

Pero es que, en segundo lugar, se necesitan cambios técnicos, políticos y pragmáticos. Los profesionales (y los ciudadanos) han de decidirse a rescatar su tiempo (y su libertad para administrarlo) de las manos de una organización productivista y neoliberal de la asistencia. Una organización que ha intentado reducir nuestro trabajo al de meros «adaptadores profesionales apresurados y seudocientíficos» (y, además, a partir de bases mayoritariamente especulativas y «biocomerciales»). Esos cambios supondrían aplicar en el campo de la salud y sus dispositivos el principio del «decrecimiento sostenible» (en profesionalismo), con la aclaración de que ello no significa destecnificar la asistencia sanitaria contemporánea, sino hacer un uso más racional de las tecnologías biológicas y la bioingeniería y un mejor y mayor uso de las tecnologías psicológicas y psicosociales (que también son tecnologías). Significa, desde luego, que la organización de los servicios no solo permita, sino que facilite e impulse el dialogismo y las prácticas dialógicas; desde luego, en los servicios de salud mental, pero también en otros muchos servicios comunitarios, como desarrollan Seikkula y Arknil en varios capítulos del presente libro. No se nos oculta, y no debemos pasar por alto la realidad de que, contra esos cambios milita toda una organización social basada en el aprovechamiento clasista y dirigida a los negocios privados de las diferencias, en vez de una organización basada en los principios éticos (autonomía, beneficencia, no maleficencia, equidad, solidaridad y desarrollo solidario, y creatividad) y en el principio democrático básico del respeto por las diferencias.

Pero es que, en tercer lugar, también personal y profesionalmente se necesitan cambios culturales. ¿Cómo si no podremos «soportar» reuniones con la familia, los allegados y los «pacientes designados» en los que no partamos de nuestros «conocimientos» y «recetas», sino de nuestros desconocimientos e inseguridades? Es evidente que en el terreno de las psicosis (y en otros muchos dentro de los servicios comunitarios) no poseemos «soluciones» claras y seguras y, por tanto, deberíamos estar mucho más necesitados de (no solo dispuestos a) escuchar a otros actores y agentes sociales y familiares, a menudo con más y mejores conocimientos del tema y de las posibilidades de ayuda que nosotros mismos, los propios profesionales. Es una perspectiva que, modestamente, también hemos intentado desarrollar con la inclusión en nuestra colección de volúmenes escritos desde la óptica del propio sujeto o «en primera persona», como los libros de Hardcastle, Morrison, Geekie y Read, Jackson y Magagna, Williams, Saraceno, Gauger… aunque oír esas voces y atender a esas posturas, a menudo críticas, choque con el profesionalismo tecnocrático en el que hemos sido formados (¿o deformados?) gran parte de los profesionales de la salud mental.

Como ilustración, recuerden las reuniones, sesiones o asambleas de servicio, centro o unidad a las que han asistido últimamente o de las cuales han tenido noticia. ¿En cuántas de ellas los profesionales de la salud mental han transmitido directamente sus preconcepciones, ideas previas y asunciones, por parciales o irrealistas que estas puedan haber resultado, sin haber preguntado previamente a la familia y allegados por sus propias expectativas? Frecuentemente; sin siquiera oír (o muy poco o sesgadamente) lo que los «usuarios» o «clientes» tenían que decir. No solo es cuestión de tiempo, sino, a menudo, de deformación profesionalista, actitud no democrática y convicción cuasi delirante en las propias «soluciones». «Soluciones» o «recetas» que la propia psicosis, y sus avatares, se encargan de desmontar una y otra vez… para que se vuelvan a construir una y otra vez propuestas, teorías, sistemas y técnicas que no han escuchado lo suficiente las vivencias de las personas que están sufriendo las crisis psicóticas y otros «problemas enrevesados», en la acertada traslación de nuestros traductores.¹⁵-¹⁸

Formación, cambios técnicos, supervisión, cambios organizativos, prácticas más democráticas también en la cotidianidad profesional, extensión cultural e ideológica de las aspiraciones hacia la «democracia real»… Es difícil que puedan practicarse y generalizarse el dialogismo y las anticipaciones dialógicas sin esos cambios primordiales. Lo cual implica, insistimos, la apertura de numerosos espacios de formación, reflexión y/o supervisión para el personal que desee el cambio y que esté dispuesto a realizar ese trabajo en estos múltiples ámbitos. No es un esfuerzo pequeño ni sencillo. Un motivo, pues, para esta segunda publicación: proporcionar reflexiones, sistemas y argumentos para ese esfuerzo. Si bien es casi imposible aplicar esos principios técnicos y organizativos sin un aumento en la democracia real de nuestras sociedades y de sus organizaciones profesionales, el propio dialogismo puede contribuir a esos cambios imprescindibles. La necesidad de cooperar dialógicamente por encima de las fronteras de las organizaciones sociales es una necesidad cada vez más perentoria y cada vez más sentida por el cuerpo social. Por eso, los foros y métodos para las negociaciones «transfronterizas» y el dialogismo dentro de las organizaciones son otro de los intereses desarrollados en diversos capítulos del volumen que aquí presentamos.

En este sentido, el presente volumen también intenta aportar una perspectiva o una vía para estimular y desarrollar el necesario cambio cultural de nuestras sociedades: implantar como imperativo categórico una mayor solidaridad y atención a sus miembros, grupos y organizaciones más necesitados, es decir, un cambio cultural en el sentido de la reparatividad. En nuestra opinión, los modelos y sistemas OD y DA pueden contribuir a esos cambios sociales y culturales hoy tan perentorios. Posiblemente se trate de componentes o elementos facilitadores del avance en la vía de la reparatividad solidaria, hacia un horizonte comunitarista y, por tanto, dialógico radical.

Referencias citadas

SEIKKULA, J. y ARNKIL, T.E. (2016), Diálogos terapéuticos en la red social, Barcelona, Herder.

AALTONEN, J. SEIKKULA, J. y LEHTINEN, K. (2011), «The Comprehensive Open-Dialogue Approach in Western Lapland. I: The incidence of non-affective psychosis and prodromal states», Psychosis, 3(3), 2011, pp. 179-192.

LARIVAARA, P., TAANILA, A., AALTONEN, J., LINDROOS, S., VÄISÄNEN, E., VÄISÄNEN, L. (2004), «Family-Oriented Health Care in Finland. Background and Some Innovative», Families, Systems & Health. The Journal of Collaborative Family HealthCare, 22(4), 2004, pp. 395-409.

PIIPPO, J. y AALTONEN, J. (2008), «Mental health care.Trust and mistrust in different caring contexts», Journal of Clinical Nursing, 17, 2008, pp. 2867-2874.

TIZÓN, J.L. (2016), «La importancia del diálogo democrático para la integración social, familiar y personal». Prólogo al libro de J. Seikkula y T. E. Arnkil, Diálogos terapéuticos en las redes sociales, Barcelona, Herder, pp. 11-26.

TIZÓN, J.L. (2013), Entender las psicosis. Hacia un enfoque integrador, Barcelona, Herder.

QUIJADA, Y., TIZÓN, J.L., ARTIGUE, J. y PARRA, B. (2010), «At-risk mental state (ARMS) detection in a community service center for early attention to psychosis in Barcelona», Early Interv Psychiatry 4(3), pp. 257-262. doi: 10.1111/j.1751-7893.2010.00192.x. PubMed PMID: 20712732.

QUIJADA, Y., KWAPIL, T.R., TIZÓN, J., SHEINBAUM, T. y BARRANTES-VIDAL, N. (2015), «Impact of attachment style on the 1-year outcome of persons with an at-risk mental state for psychosis», Psychiatry Research 228 (3), pp. 849-856. http://dx.doi.org/10.1016/j.psychres.2015.05.01.

ARTIGUE, J. (2013), «El LISMEN. Un cuestionario para explorar los factores de riesgo en salud mental». Temas de Psicoanálisis (1), pp. 1-21. Visitado en julio de 2018 en www.temasdepsicoanalisis.org.

TIZÓN, J.L., MORALES, N., ARTIGUE, J., QUIJADA, Y., PÉREZ, C., PAREJA, F. y SALAMERO, M. (2013), «Delusional disorders. Prevalence in two socially differentiated neighborhoods of Barcelona», Psychosis (3), pp. 1-10. doi:10.1080/17522439.2013.773364.

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IMBER-BLACK, E. (1998), Families and Larger Systems. A Family Therapist’s Guide Through the Labyrinth, Nueva York, The Guilford Press [trad.cast.: Familias y sistemas amplios. El terapeuta familiar en el laberinto, Buenos Aires, Amorrortu, 2001].

TIZÓN, J.L. (2014), Familia y psicosis. Cómo ayudar en el tratamiento, Barcelona, Herder.

TIZÓN, J.L. (2018), Apuntes para una psicopatología basada en la relación.Variaciones psicopatológicas. Vol. 1. Psicopatología general, Barcelona, Herder.

HARDCASTLE, M., KENNARD, D., GRANDISON, S. y FAGIN, L. (2009), Experiencias en la atención psiquiátrica hospitalaria, Barcelona, Herder.

MORRISON, A.P., RENTON, J.C., FRENCH, P. y BENTALL, R. (2011), ¿Crees que estás loco? Piénsalo dos veces, Barcelona, Herder.

WILLIAMS, P. (2014), El quinto principio, Barcelona, Herder.

GAUGER, K. (2019), Mi esquizofrenia, Barcelona, Herder.


* Como anécdota ilustrativa, me gustaría recordar aquí una de las entrevistas con Ramón, un adolescente diagnosticado de psicosis paranoide en situación subaguda. En un determinado momento de la larga y a menudo farragosa entrevista del ERIraos, me llamó la atención sobre la misma señalando una de las preguntas que figuran en el protocolo escrito que yo mantenía entre los dos, así que me espetó: «¡Eh!, creo que se te ha olvidado hacerme una pregunta, la quinta. Mira, esta de aquí». Y me señalaba con su dedo la pregunta que, efectivamente, yo había saltado y no le había realizado.

INTRODUCCIÓN: OBJETIVO Y TEMAS DE ESTE LIBRO

El propósito de este libro es fomentar el dialogismo, las relaciones abiertas, y adaptativas, sin la meta estratégica de cambiar a los otros. Reflexionaremos sobre el trabajo en la asistencia directa al cliente, la investigación y el desarrollo a partir de nuestra experiencia de los últimos treinta años. Nuestras actividades se han desarrollado principalmente en situaciones de trabajo relacional multiactor,¹ Jaakko en psicoterapia y Tom en conexión con el trabajo social, la educación, guarderías y otros servicios para las familias. No obstante, esperamos superar las limitaciones de nuestra experiencia y llegar a lectores que no practican estas profesiones o no comparten estos campos concretos de interés. Lo intentaremos profundizando tanto como podamos en el núcleo del dialogismo y en el contexto más amplio de las prácticas relacionales.

Las personas vienen al mundo entre relaciones y viven en ellas. Son estas relaciones las que se convierten en la dinámica organizadora de su psique. Este es el punto de partida de los profesionales del trabajo relacional. No tratan a las personas como agentes singulares aislados, sino como agentes insertos en sus redes sociales. También las personas nacen entre diálogos; la reciprocidad no requiere de una formación especializada. No obstante, incluso las prácticas relacionales pueden perder su fundamento dialógico, distanciándose así de su base relacional. Quizá la forma más habitual en la que esto sucede sea asumiendo la causalidad unilateral: A toma como objeto B utilizando x, dando lugar a y. Reemplazando A con experto, B con cliente, x con método e y con cambio se obtendrá la fórmula predominante en la actualidad de las «buenas prácticas» en investigación y desarrollo.

Esperamos poder descubrir los elementos nucleares del dialogismo comunes a todas las prácticas relacionales, activos también en las relaciones cotidianas. En nuestra opinión, comprender qué hace que los diálogos sean dialógicos es importante a la hora de desarrollar un trabajo relacional. Examinaremos las situaciones que plantean retos al dialogismo e intentaremos extraer de la práctica aspectos útiles para restablecer y proteger la adaptatividad. También nos gustaría que las prácticas relacionales dialógicas fueran sostenibles y, en ese sentido, evocaremos nuestras experiencias clave a la hora de cogenerar una cultura de práctica dialógica con los agentes locales. Ambos, Jaako y Tom, hemos tenido la suerte de unirnos a procesos donde toda la comunidad local y regional, desde la base hasta la alta dirección, y transversalmente, en todos los sectores, ha desarrollado —continúa haciéndolo— una cultura de trabajo orientada al diálogo. Deseamos apoyar las actividades del lector para promover en su propio contexto una cultura dialógica.

Hablaremos del diálogo, el dialogismo, la polifonía de las voces, la intersubjetividad y las redes sociales. El dialogismo es, para nosotros, no un método, sino un posicionamiento, una actitud, una forma de estar entre las personas, y en su núcleo encontramos una relación fundamental de alteridad: las personas son iguales pero no idénticas. El punto de vista sobre la vida de una persona es siempre único y externo al punto de vista del otro. Como ya señaló el filósofo ruso Mijaíl Bajtín (1993) en 1923:

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