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La Habana abandonada
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Libro electrónico170 páginas1 hora

La Habana abandonada

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El escritor disidente, fotógrafo, y pionero entre los blogueros cubanos Orlando Luis Pardo Lazo nos presenta una colección de textos surreales e irónicos sobre su ciudad natal. Este “diario de la distopía” –fusión inesperada de palabra e imagen– nos acerca a desmoronantes fachadas con andamios, muelles desvencijados, y desbordantes cuerpos humanos. En este libro, tan bello y baldío como La Habana misma, Pardo Lazo nos guía a través de las reliquias y fábulas de una Revolución exhausta en los penúltimos días de la Cuba de Castro.

IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento14 oct 2014
ISBN9781632060310
La Habana abandonada
Autor

Orlando Luis Pardo Lazo

Photographer and writer Orlando Luis Pardo Lazo was born in Havana, Cuba in 1971. Trained as a molecular biochemist, he is the webmaster for the blogs Lunes de Post-Revolución and Boring Home Utopics. His writing has appeared in Sampsonia Way Magazine, Diario De Cuba, CubaEncuentro, Penúltimos Días, All Voices, In These Times, Qué Pasa, and many other international publications. As an editor, he has compiled two anthologies of contemporary Cuban fiction translated into English and worked for the cultural magazine Extramuros as well as several independent Cuban digital magazines, including Cacharro(s), The Revolution Evening Post, and Voces. In 2012, he organized País de Píxeles, the first independent photodocumentary festival in Cuba. In 2013 his photographic work was profiled by David González of The New York Times. A resident of Havana, he visits the United States to give university lectures about social activism and Cuban civic society using new media. El fotógrafo y escritor Orlando Luis Pardo Lazo nació en La Habana, Cuba, en 1971. De profesión Biólogo Molecular, es el webmáster de los blogs Lunes de Post-Revolución y Boring Home Utopics. Su obra ha aparecido en Sampsonia Way Magazine, Diario de Cuba, CubaEncuentro, Penúltimos Días, All Voices, In These Times, Qué Pasa, y muchas otras publicaciones internacionales. Como editor, ha compilado dos antologías de narrativa cubana contemporánea traducidas al inglés, siendo Cuba In Splinters (O/R Books, NY) la más reciente. En la Isla, trabajó para la revista cultural Extramuros, así como en las revistas digitales independientes Cacharro(s), The Revolution Evening Post, y Voces. En 2012 organizó País de Píxeles, el primer concurso de foto-documentalismo independiente en Cuba. En 2013 su trabajo fotográfico fue reseñado por David González en The New York Times. Reside en La Habana y está de visita en los Estados Unidos para impartir conferencias académicas sobre el activismo social y el uso de los nuevos medios y tecnologías en la sociedad civil cubana.

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    4/5
    Semblanza melancólica de una Cuba..de una Habana que ya fueron..

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La Habana abandonada - Orlando Luis Pardo Lazo

Introducción

La atribulada belleza de la ciudad capital de Cuba ha adquirido un simbolismo estético que es tan universalmente reconocible como es motivo de discrepancia. En su esencia, el debate se centra en dirimir si el estado de penuria de La Habana es autoinfligido o la consecuencia de la perfidia externa—léase yanqui. Sea cual sea la verdad última, La Habana ha llegado a asemejarse a un Titanic eternamente suspendido, por siempre atrapado en el acto de hundirse, un repositorio de sueños malogrados y nostalgias persistentes. Esta imagen resulta válida tanto para los que se fueron como para los que se quedaron.

Las ochenta imágenes en este libro son representaciones inequívocas de la Habana contemporánea. Pero no se trata de La Habana icónica de las guías de viaje borrosas, de los abigarrados Chevrolet de los años cincuenta, de los jóvenes amantes en el Malecón y los mustios torcedores de tabaco —aunque existen también, solo que fuera del marco. La Habana de Orlando Luis Pardo Lazo—o OLPL, como se refiere a sí mismo—es posutópica, una ciudad repleta de espacios vacíos y gente ociosa, consecuencias de un siste ma político que ha permanecido en soporte vital básico durante años, pero que se niega a morir.

OLPL se describe como escritor, bloguero, fotógrafo y activista social. Nació en 1971, lo que quiere decir que tenía veinte años cuando la Unión Soviética colapsó precipitadamente y Cuba se quedó sin los subsidios económicos de los cuales había dependido desde principios de los años sesenta. La escasez masiva de comida y combustible resultó en varios años de graves privaciones, el llamado Período Especial, y causó un descontento social generalizado. En 1994 se presentaron disturbios, y decenas de miles de cubanos huyeron de la isla en un traumático éxodo marino que se prolongó tres semanas, conocido como la crisis de los balseros cubanos. Desde entonces, la persistente falta de oportunidades en la Cuba socialista ha empujado a muchos más cubanos jóvenes a marcharse con la esperanza de forjar nuevos futuros en el extranjero. Algunos han regresado, pero la mayoría no lo ha hecho.

Para aquellos que han elegido quedarse en Cuba, los mayores desafíos son los que tienen que ver con reunir lo suficiente para vivir. Para algunos, los desafíos también son políticos. Viviendo como lo hacen en un sistema político que no tolera la expresión pública de puntos de vista independientes, la mayoría de los cubanos ha aprendido a guardarse para sí las críticas. Un pequeño número, entre ellos Orlando Luis Pardo Lazo y su célebre colega bloguera Yoani Sánchez, contemporánea suya, han elegido desafiar el status quo poniendo por escrito lo que realmente piensan y creen. In 2007, Yoani Sánchez lanzó su blog Generación Y, y en el 2010, OLPL creó Voces, la primera revista digital cubana, con la intención de servir como plataforma crítica de las voces dentro de la isla. Ambos han pagado un precio en el mundo real por su libertad virtual. Oficialmente son parias, y debido a las restricciones sobre el Internet que existen en la isla, siguen siendo bastante desconocidos para la mayoría de sus conciudadanos. De vez en cuando las autoridades van aún más lejos. OLPL y Yoani fueron detenidos simultáneamente, y maltratados por agentes de seguridad del estado en el 2009, y en el 2012, OLPL de nuevo fue detenido brevemente.

En el último par de años, sin embargo, parece haberse suavizado la presión contra los blogueros disidentes. Además de un paquete acelerado de reformas económicas, que ha incluido un levantamiento gradual de las restricciones a los cubanos para ser propietarios de pequeños negocios, para tener teléfonos celulares y para viajar al extranjero, el presidente Raúl Castro ha pedido una mayor apertura en la prensa controlada por el Estado. Aunque muchos cubanos no tienen certeza de lo que esto implique a la larga, sí que parece existir una mayor tolerancia por parte del gobierno a las expresiones críticas de criticismo en público. En el 2012, en lo que muchos vieron como un gesto de reconciliación con los intelectuales de la isla, el escritor Leonardo Padura recibió el Premio Nacional de Literatura, a pesar de que su novela de 2009, El hombre que amaba a los perros, contenía duras críticas a la represión cultural en Cuba en los años setenta. En el 2013, activistas como Yoani Sánchez, a quienes anteriormente el gobierno cubano les había negado el pasaporte, recibieron autorización para viajar al exterior y regresar sin obstáculos, y este año Sánchez lanzó el primer periódico digital diario en la historia de Cuba, 14ymedio. Y OLPL también continúa publicando un torrente de pensamientos propios y de otros en Voces, y en sus otros portales, Lunes de Post-Revolución y Boring Home Utopics. Hasta aquí, todo bien. Si se les permite seguir haciéndolo, portales como los de Sánchez y los de OLPL pueden preparar el camino para el tipo de debate público y abierto que Cuba requiere para una futura sociedad saludable.

***

A Orlando Luis Pardo Lazo le inquieta el destino de Cuba en los años post-Castro. Le preocupa que una pasmada uniformidad ha sentado raíces entre sus compatriota y los ha condenado a un futuro fosilizado. Sus amargas representaciones de La Habana parecen tener como objetivo ilustrar su tesis de que ya todo está perdido. Muchas de sus imágenes se presentan descentradas o torcidas: oportunas instantáneas que ilustran un lugar suspendido en el tiempo, y momentos en las vidas de las personas que evidencian un continuum desquiciado. En una de ellas, un anciano de shorts baila eufórico mientras aplana con un palo laticas de refrescos y cervezas ; en otra, una paloma ha sido cruelmente crucificada, sus alas abiertas clavadas contra un poste telefónico. Una mujer sola pasa frente a una valla publicitaria que proclama unidad frente a la interferencia Yanqui.

La Habana Abandonada es un ejercicio en denuncia y protesta contra aquellos a los que OLPL culpa de la aflicción mortal de su ciudad. Se trata, desde luego, de los hermanos Castro, Raúl y Fidel, quienes han determinado el destino de Cuba durante casi sesenta años. Pero OLPL también culpa a sus compatriotas cubanos. Vivo en una isla monolítica, cuyo monólogo monocromático nos ha mongolizado en tanto ciudadanos, escribe. Echando un sombrío vistazo hacia el futuro, agrega: Habrá que ser muy creativos para escapar del castrismo sin Castros que ya casi se nos impone, porque El Castrismo es incambiable, incansable, inconmensurable, y ganó ya en esa pelea cubana contra su propio pueblo.

A pesar del

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