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Suburbios Psicodélicos: David Bowie y el Laboratorio de Arte de Beckenham
Suburbios Psicodélicos: David Bowie y el Laboratorio de Arte de Beckenham
Suburbios Psicodélicos: David Bowie y el Laboratorio de Arte de Beckenham
Libro electrónico207 páginas2 horas

Suburbios Psicodélicos: David Bowie y el Laboratorio de Arte de Beckenham

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El año crucial de David Bowie antes de su ascenso a la fama: por su amiga, amante y casera.
Suburbios psicodélicos: David Bowie y el Laboratorio de Arte de Beckenham
David Bowie tenía 22 años y todavía vivía con sus padres en el sudeste de Londres cuando, por casualidad, conoció a Mary Finnigan mientras visitaba a sus vecinos de arriba en la cercana Beckenham. Aun un talento no reconocido que frecuentaba clubes populares de Londres en busca desesperada de actuaciones remuneradas, ni siquiera podía soñar con un futuro como un fenómeno del rock a nivel global. La vida comenzó a tomar interesantes giros después de que se mudó con Mary y sus dos hijos en la primavera de 1969. Con un pequeño grupo de pioneros psicodélicos lanzaron el Laboratorio de Arte de Beckenham en un pub local y organizaron un festival de música gratuito en el parque de la ciudad. Ese verano Space Oddity, su primer éxito, llegó a los ránkings y se convirtió en la canción del primer alunizaje. Finalmente estaba camino al estrellato. Se han escrito millones de palabras sobre la vida de Bowie, pero sus primeros días como compositor e intérprete se han visto envueltos en rumores. Aquí está la historia completa de su año crucial en Beckenham, escrita por su amiga, amante y casera; una de las primeras personas que lo alentó y apoyó.

IdiomaEspañol
EditorialJorvik Press
Fecha de lanzamiento6 sept 2018
ISBN9781547547142
Suburbios Psicodélicos: David Bowie y el Laboratorio de Arte de Beckenham

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    Suburbios Psicodélicos - Mary Finnigan

    MARY FINNIGAN

    SUBURBIOS PSICODÉLICOS

    David Bowie y el Laboratorio De Arte de Beckenham

    Copyright © 2016 Mary Finnigan Todos los derechos reservados.

    ISBN-10: 0986377023

    ISBN-13: 978-0-9863770-2-0

    ––––––––

    Biblioteca del Congreso

    N° de control: 2015944966

    ––––––––

    Foto de portada: Ray Stevenson

    David Bowie en el Apartamento 1, 24 Foxgrove Road, Beckenham,

    Agosto de 1969

    ––––––––

    Diseño de portada: Keith Carlson

    ––––––––

    Traducción: Alexia Polasky

    Primera Edición

    Jorvik Press

    PMB 424, 5331 SW Macadam Ave., Ste 258,

    Portland OR 97239 JorvikPress.com

    SOBRE LA AUTORA

    Mary Finnigan nació en Manchester, Inglaterra, justo antes del comienzo de la Segunda Guerra Mundial. Sus primeros recuerdos están mezclados con el sonido de sirenas de ataque aéreo aullando en la noche y ser arrancada de la cama para trasladarla a un refugio en medio del comedor. Un comienzo tan perturbador probablemente contribuyó al desarrollo de una naturaleza rebelde, sumado al hecho de que no pudo cumplir con las expectativas que se tenían de una joven en los años 50.

    Se casó con un hombre mayor para escapar de una madre controladora, y de esa relación nacieron dos hijos antes de que abandonara a su esposo y se escapara de Manchester a Londres, donde consiguió trabajo como escritora para la sección de moda en el Daily Mirror. Su carrera en la prensa escrita incluye editoriales para el Daily Sketch, y el Daily Express, así como trabajo autónomo para el Sunday Times.

    Conoció a David Bowie durante unas vacaciones de cinco años que se tomó del trabajo. Este libro cuenta la historia de sus aventuras y de su legado, que sigue vivo a casi medio siglo de su creación.

    Volviendo a su carrera periodística, también trabajó como reportera, editor y productora en Visnews, Independent Radio News y la London Broadcasting Company. Ahora contribuye con periódicos locales, publicaciones online y con la cadena de radio de la BBC.

    Hoy, Mary vive en Bristol (al Oeste de Inglaterra) con su pareja, Chris Gilchrist. Tiene tres hijos adultos y tres nietas, Practica budismo tibetano de tradición Dzogchen, contribuye con el activismo feminista y es una hippie incorregible.

    AGRADECIMIENTOS

    La lista de personas que me apoyaron y ayudaron es muy larga, y pido disculpas a quienes olvide mencionar. Para comenzar está Chris, que me insistió por varios años de manera gentil pero persistente para que contara esta historia. Después está mi lama, Choegyal Namkhai Norbu, a quien respeto y agradezco mucho, y Peter Stansill, que es a la vez mi editor y mi gran amigo de muchos años. Esta historia fue escrita casi medio siglo después de los eventos relatados y está basada más que nada en mis recuerdos, que no son del todo fiables. Por lo tanto, si algo de lo que cuento es inexacto, si malinterpreté situaciones o si olvidé algunas cosas que sucedieron, la culpa es solo mía y me disculpo por ello.

    Muchas personas amables compartieron sus fotos, recuerdos, y puntos de vista conmigo, como Christina Ostrom, Keith Christmas, Richard Raven, Tony Visconti, Natasha Ryzhova Lau, Dave Walkling, James Plummer, David Bebbington, Ian Anderson, Roger Bacardy, Mark Adams, Craig Hamlin, Chantal Cooke, Lynn Evans Davidson, Alison Fraser Black, Angie Bowie, Lara Owen, Catriona Mundle, Peter Culshaw y Cliff Watkins. Un agradecimiento especial al a Wendy Leigh, a Jack (Amory), a Iris y Aurora Kane, a Bill Liesegang, a Ray Stevenson, a Caroline Finnigan, a Richard Finnigan, al ya fallecido Peter Finnigan, a Daniel Taghioff, a Alva Taghioff y, por supuesto, a David Bowie. Y un reconocimiento muy especial a Paul Kinder por su trabajo de experto de revisión y corroboración de datos.

    Bristol, Inglaterra y Valle Gran Rey, La Gomera, Islas Canarias

    2015

    ––––––––

    CRÉDITOS FOTOGRÁFICOS: DAVID BEBBINGTON (47, 51, 70, 102, 111, 114, 116); LA COLECCIÓN DE FRANCIS FRITH (4); RAY STEVENSON (PORTADA, 8, 22); ALVA TAGHIOFF (164); DAVE WALKLING (66, 67); ALLAN WARREN (36); CLIFF WATKINS (159)

    Para  Chris

    Gracias por tu amor

    y el profundo placer

    de tu compañía

    ÍNDICE

    ––––––––

    PRÓLOGO.........................................................................1

    CONTEXTO........................................................................5

    PRIMER PLANO................................................................23

    TURBULENCIA..................................................................69

    EL FESTIVAL GRATUITO.............................................100

    SAMYE LING Y MÁS ALLÁ.............................................115

    REGRESO AL HOGAR.......................................................128

    ENTRA ZIGGY...................................................................134

    CONSECUENCIAS.............................................................139

    UN BOWIE RENTABLE...................................................142

    ANGIE REGRESA..............................................................146

    RECUERDOS DE UN FESTIVAL GRATUITO....................154

    PRÓLOGO

    Esta es la historia de algo maravilloso que sucedió en un suburbio londinense hacia el final de los años sesenta, durante la que se alude a la vida de varias personalidades famosas, entre ellas un icónico músico. Pero relata más que nada la historia de un grupo de gente que le proporcionó encanto a una comunidad muy conservadora.

    Éramos jóvenes, idealistas, talentosos e irreverentes. ‘Éramos abanderados del sexo, drogas y rock ’n’ roll. No nos importaban las convenciones sociales y rompimos muchas reglas pero, para sorpresa nuestra, todo el mundo terminó amándonos.

    Nuestra influencia se filtró por todo el sur de Londres. Más de cuarenta y cinco años después todavía se celebra como un hito el momento en que trasladamos los ecos de la llamada de atención de los años sesenta a un terreno más fresco. Plantamos nuestras semillas en suelo fértil porque los jóvenes de Beckenham y más allá estaban listos para un cambio y, de alguna forma, también lograron cautivar a los mayores. Bueno, a la mayoría.

    Beckenham es un suburbio próspero ubicado en la periferia del sur de Londres. Originalmente estaba ubicado en el extremo norte del condado de Kent, y luego pasó a formar

    parte del municipio de Bromley en una de las muchas realineaciones llevadas a cabo por el gobierno local instigadas por la creación del Gran Londres en 1965.

    La historia de Beckenham se remonta a por lo menos 1086, cuando aparece en el Libro Domesday con el nombre de Bacheham. Esa palabra probablemente signifique la aldea de Beohha en el antiguo inglés anglosajón.

    Beckenham pronto se convirtió en un pueblo relevante, administrado por la mansión situada frente a la iglesia.

    En 1773 John Cator se convirtió en el Señor de la mansión. Cuando llegó la vía férrea proveniente de Londres en 1857, la familia Cator notó que su hacienda estaba lista para el desarrollo residencial, por lo que pronto se produjo un gran despliegue de casas de campo suburbanas que partía de la nueva estación.

    Se construyó al estilo de una ciudad colonial hindú, con avenidas anchas bordeadas de árboles y grandes casas separadas con generosos jardines. Se las diseñó para atraer a los adinerados en busca de un hogar fuera de Londres, pero conveniente por la ciudad. Cuando el mercado se saturó, Cator tomó la decisión financiera astuta de comenzar a construir propiedades más pequeñas. Al tener pleno dominio sobre las tierras, mantenía el control del desarrollo de una parte considerable de la ciudad.

    Tras la Segunda Guerra Mundial, la mayoría de la hacienda Cator se volvió a urbanizar con casas modernas y edificios de apartamentos. El mismo proceso continuó en el resto del

    pueblo, si bien algunas áreas permanecen tal como eran en el período intermedio entre las dos guerras.

    Beckenham es abrumadoramente burguesa y ha elegido un linaje ininterrumpido de miembros conservadores del Parlamento desde 1950. Nadie la describiría como el lugar perfecto para una actividad revolucionaria, pero eso fue exactamente lo que sucedió. No fue una revolución violenta, sino una revolución de actitud.

    A las generaciones de padres y pensionados de Beckenham seguramente les indignaron nuestras actividades. En el resto de Gran Bretaña, los jóvenes de los años sesenta estaban enfrentados con los mayores. A sus padres les desesperaba el cabello largo, los chalecos afganos, el rock ’n’ roll, el amor libre, las manifestaciones, el abandono de estudios y, por sobre todo, las drogas.

    Por eso, sus hijos se sintieron en extremo incomprendidos, y no entendían por qué su estilo de vida causaba tanta angustia. Se trata de amor, paz y libertad, hermano, que es lo que ustedes dicen querer. Entonces, ¿por qué les molesta tanto? Lo único que podían hacer los padres era repetir el mantra consigue trabajo que para el hippie promedio era el equivalente a que les ofrecieran una taza de vómito frío.

    Pero eso no fue lo que sucedió durante la primavera, verano y otoño de 1969 en Beckenham. Quizás la magia yacía latente debajo de la respetable superficie y todo lo que hicimos fue hacer que cobrara vida. O tal vez algo demográfico que ocurrió porque la mayoría de la gente de Beckenham de esa época era

    tranquila y relajada, y no querían pelearse con sus hijos. porque la mayoría de la gente de Beckenham de esa época era tranquila y relajada, y no querían pelearse con sus hijos.

    Yo sospecho que tuvo algo que ver con el aura de inocencia que rodeaba nuestras manifestaciones: éramos abiertos, ingenuos, y no teníamos maldad. Queríamos divertirnos y que los demás también la pasaran bien.

    High Street en Beckenham, 1965

    CONTEXTO

    Cuento esta historia y, a la vez, formé parte de ella. Por eso, primero debería explicar cómo llegué a encabezar una secuencia de eventos extraordinaria.

    Me mudé de Cheshire a Beckenham a principios de los años sesenta para huir de Peter Finnigan, mi primer esposo. Me casé con él cuando era virgen, tenía dieciocho años y acababa de terminar la escuela en Suiza, y ya tenía dos hijos para cuando cumplí los veintiuno. No tenía la más mínima idea de qué era lo que quería hacer con mi vida.

    Peter provenía de una familia irlandesa adinerada, de gran influencia y muy católica. Eran dueños de tiendas departamentales en Manchester y Londres. Él era 15 años mayor que yo y estaba desesperado por casarse tras varios compromisos fallidos. Era muy conocido en las altas esferas sociales de Cheshire como un joven apuesto al que le gustaban las jovencitas, y siempre estaba invitado a fiestas elegantes, bailes de cacería, carreras de caballos, paseos en yate, etc. Vivía en un departamento cruzando el pasillo de donde vivíamos con mi madre, en una mansión victoriana renovada en el arbolado Bowdon, que es como un suburbio de Manchester, pero ubicado en la periferia.

    Mi madre estaba más que encantada cuando Peter demostró

    interés en mí y alentó nuestra relación, a pesar de que seguramente sabía que él era un hombre débil que bebía demasiado y no era muy inteligente que digamos. Pero ella tenía sus propios planes. Al ser una viuda que se estaba quedando sin dinero, estaba demasiado desesperada por casarse, y la estaba cortejando el vicesecretario del ayuntamiento de Wigan. Anunciaron su compromiso el mismo día que yo acepté la proposición de Peter. A mi madre le aliviaba mucho librarse de mí porque yo había conseguido lo que ella consideraba un buen partido.

    Si dijera que era ingenua me quedaría corta. Un cordero camino al matadero sería una descripción más adecuada, porque casarme con Peter resultó ser un desastre de primera categoría. Creo que me di cuenta después de nuestra luna de miel, pero la revelación llegó cuando lo despidieron del negocio familiar por no haber podido hacerle frente al despiadado de su primo Brian. Para ese momento ya tenía dos hijos pequeños, pero era obvio que no iba a saltearme la

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