Por El Mundo De La Filosofía

Por Dr. Adalberto García De Mendoza

Por lo que nosotros conocemos, podemos decir que corresponde a Mxico, el mrito de haber sido el primer pas latinoamericano en donde se expusiera, por primera vez, la Filosofa Fenomenolgica. Fue all, en el ao de 1927, cuando hice la exposicin de la Fenomenologa as como el Neokantismo, el Existencialismo de Heidegger y sus antecedentes y la Teora de los Valores, especialmente de Max Scheler, en mis ctedras de Epistemologa analtica y de Metafsica en la Facultad de Filosofa y Letras, dependiente de la Universidad Nacional de Mxico.

- Dr. Adalberto Garcia de Mendoza

• Idioma: Español
• Editorial: Palibrio
• Fecha de lanzamiento: 28 oct 2013
• ISBN: 9781463367794

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ÍNDICE

Por El Mundo De La Filosofía

I

Sistemas De Filosofía. Antecedentes.

I Bis

Una Nueva Tesis. La Nota Esencial. Notas Accidentales. Renacimiento De Las Ideas Esenciales

II

Sobre La Fenomenología

II Bis

Sobre La Fenomenología Elementos Históricos.

III

Sobre La Fenomenología

IV

Sobre La Fenomenología. El Valor Y Su Aprehensión. Antropología Filosófica. Cultura Como Categoría Del Ser

V

Formas Esenciales Del Conocer. Clases Del Conocer. El Conocer Siempre Es Teleológico. Clases De Criterios Y Variedades De Saberes. Nuestro Criterio

VI

Iniciación A La Filosofía De Martin Heidegger. El Problema De La Nada. La Angustia. Relaciones Entre El Ser, La Nada Y La Existencia. Ser Puro Y Nada Puro Son Idénticos. La Existencia Banal Y La Preocupación. Formas De Preocupación

VII

Formas De La Existencia. Primera Forma. La Befindlichkeit Y La Comprensión. Segunda Forma. El Hiatus Irrationalis. La Existencia Como Fundamento Esencial. Varias Clases De Tiempo. Estudio Del Tiempo. Concepciones Del Tiempo En San Agustín

VIII

La Angustia De La Obra De Los Filósofos. La Angustia Y El Estado Espiritual Del Filósofo. Razón De La Filosofía.

Johann Wolfgang Von Goethe

Johann Wolfgang Von Goethe

Conmemorando Su Segundo Centenario.

Albert Einstein Cumple Setenta Años

I

Albert Einstein Cumple Setenta Años

II

Albert Einstein Frente A La Libertad De Expresión

III

Cumple Setenta Años Albert Einstein

IV

Un Gran Sabio Cumple Setenta Años

V

Por El Mundo De La Cultura

VI

Albert Einstein A Los Setenta Años

VII

Albert Einstein Y El Mundo De La Paz

Kant Y Schopenhauer

El Drama Espiritual

I

Kant

O La Contradicción De La Razón.

II

Schopenhauer. O La Contradicción De La Voluntad.

La Ciencia Como Integradora De La Cultura

La Ciencia

Transfinitud Filosófica

La Transfinitud De La Ciencia Y En La Religión.

Características Humanas De La Ciencia.

Proyecto De Comprensión.

Momentos De La Realidad

La Ciencia Estructuradora De La Existencia

Conclusiones

Las Tres Fuentes De La Concepcion Cartesiana

Las Tres Fuentes De La Concepcion Cartesiana

Concepto De Logica

Exposición Del Concepto De Lógica Primera Clase De Lógica Ing. Adalberto García De Mendoza Escuela Nacional Preparatoria. Universidad Nacional Autónoma De México Año De 1929

Biografía Del Dr. Adalberto García De Mendoza

POR EL MUNDO DE LA FILOSOFÍA

Conferencias trasmitidas por

Radio Universidad

por el Doctor en Filosofía

ADALBERTO GARCÍA DE MENDOZA

1949

POR EL MUNDO DE LA FILOSOFÍA

Conferencia trasmitida por

Radio Universidad por el

Dr. Adalberto García de

Mendoza. Invierno, 1949

I

Sistemas de Filosofía.

Antecedentes.

La exposición de un sistema de Filosofía en el momento en que tantos pensamientos se perfilan en este campo, llevando raíces tan profundas que a veces se prolongan a miles de años de nuestra época, hacia un tiempo pasado, no viene siendo más que una exigencia espiritual de recapacitar sobre todo lo expuesto en cátedras y por escrito sobre los problemas complejos de la disciplina que aún no se logra definir pero que alienta, más que ninguna ciencia, el espíritu del hombre.

Con pasión y estudio investigamos las fuentes de la filosofía clásica. Platón y Sócrates, Aristóteles y Plotino siempre nos han deleitado en la profundidad de su texto griego, unas veces altamente poético, otras discreto y severo; pero siempre profundo y en muchas ocasiones intraducibles. El lenguaje de San Agustín, que no es por cierto un latín semejante al de Virgilio ni al de Cicerón, nos lleva al deleite, más que de la fonética, del pensamiento y de la intuición religiosa. Si Tomás de Aquino nos ha sumergido en el razonamiento y en la demostración lógica, así como en la claridad de la fe, en cambio Descartes, con el empleo del idioma francés, nos ha conducido siempre a las ideas luminosas, claras y evidentes. Cuántas veces hemos repasado el texto alemán de Kant y Leibniz, de Fichte y Schelling encontramos uno de los más bellos idiomas que, semejante al griego, sabe guardar los contenidos profundos y las intuiciones más certeras de la conciencia.

Regla fue para nosotros siempre el ir a los originales. Una sola frase de San Gregorio Nacianceno, de Pascal, de Goethe basta para iluminar toda una ficha y sumergirla en la meditación y en el asombro ante lo presente y lo dado. Ha sido la simple y meditada lectura de estos textos tan sugerentes como lo es una demostración geométrica de Euclides, de Lagrange y de Einstein, de tanta belleza suprema como una fuga de Bach, un andante de Mozart o una sinfonía de Beethoven. Por nuestra vida en el campo de la inteligencia, jamás hemos podido desligar el pensamiento puro de la matemática, de la emoción del arte en todas sus manifestaciones y de la profundidad filosófica

En nuestros años de juventud recordamos con deleite esa intuición tan lúcida de cualquier tema de la matemática que siempre tuvo nuestro maestro de la Facultad de Ingeniería don Sotero Prieto, la expresión humanista fervorosa de don Francisco de Paula Herrasti, ya en la Escuela Nacional Preparatoria con latín, ya en sus clases de Derecho Romano en la Facultad de Jurisprudencia, la severa estricta disciplina mental matemática del doctor Juan Mancilla y Río al explicarnos los más complejos problemas del cálculo infinitesimal en la entonces Facultad de Altos Estudios, y hoy de Filosofía y Letras; la elegante y sutil penetración artística del arquitecto Federico Mariscal en la Facultad de Arquitectura, la vivaz imaginación poética de don Enrique Fernández Granados y Manuel Revilla; y tantas más dádivas espirituales que recibimos de esos maestros bondadosos que no esperaban jamás recompensa alguna por el tesoro que entregaban, pero que en cambio, han dejado grabado en nuestro corazón una gratitud inmensa, un deleite exquisito y la nostalgia de aquellos tiempos idos en que a la juventud alegre se añadía el saber y la placidez que todo descubrimiento del espíritu proporciona al propio espíritu.

La escuela primaria estuvo moldeando los cimientos de una estructura que más adelante había de llegar a ser el edificio en donde se guarda la enseñanza preparatoria y más tarde la profesional en las Escuelas de Ingeniería, Arquitectura, Altos Estudios, Filosofía y Letras, Jurisprudencia y Conservatorio Nacional.

Pero vino una época de gran renovación espiritual. Europa nos presentó, no un mundo nuevo sino una vivencia más íntima, más cercana y lo mismo que contemplamos con deleite palacios y monumentos en las más grandes ciudades de Alemania, Francia, Inglaterra, Italia, Bélgica, Austria, Noruega, etc., estuvimos dentro de un ambiente de alegrías espirituales cuando observamos los cuadros originales de Rafael, Tiziano, Rembrandt y las esculturas de Miguel Ángel, Bernini que tanto dicen de la belleza, del color y de la forma. Pero las universidades nos van a proporcionar las disertaciones de encantamiento intelectual, y las salas de conciertos del embeleso en la ejecución de los más grandes genios de la música. Pero sobre todo, todos recordamos aquellos espíritus también dadivosos que como Max Scheler, Enrique Rickert Messer, Volkelt, dieron a nuestro espíritu las más profundas y bellas enseñanzas.

Era el año de 1927 cuando regresábamos a nuestra querida patria. La Universidad Nacional de México nos recibió con los brazos abiertos, y gracias a la generosidad del culto historiador don Pedro de Alba iniciamos en la Facultad de Filosofía y Letras nuestras exposiciones de la Filosofía Moderna que en ese momento conmovía a toda Europa. Por primera vez eran expuestas en México las bases de la Filosofía Fenomenológica de Edmund Husserl, la Teoría de los Valores o Axiología de Max Scheler, Nicolas Hartmann y Emilio Lask; la Filosofía Existencialista de Martin Heidegger con sus grandes antecedentes en Kierkegaard; el neokantismo de Baden y Marburgo con filósofos como Windelband y Rickert, Cohen, Natorp. Doctrinas que también empezaron a ser expuestas por nosotros en el año de 1928 en la Escuela Nacional Preparatoria.

En esa época no se nos dio el suficiente crédito. Críticas vinieron de donde quiera y tuvimos que afirmar nuestra posición ideológica escribiendo dos obras: El racionalismo ontológico de la epistemología, que apareció publicado en 1928 y el Tratado de Lógica, publicado en 1932, obra de texto para la Escuela Nacional Preparatoria.

Ya en Alemania habíamos iniciado una lucubración personal en dos obras publicadas en 1925 y 1926: La filosofía del Primer Fausto de Goethe y Los castillos feudales del Rhin, exponiendo en esta segunda obra las tesis fundamentales de la mística alemana de las últimas centurias de la Edad Media, combinando la deleitación estética de los más bellos castillo de aquella región de los cantos que se han guardado de los Minnessinger y de los Meistersinger, semejantes a los juglares, trovadores y troveros de Francia y de otras naciones; con la más exquisita expresión mística del Maestro Eckhart, Suso, Böheme, y aun más Giordano Bruno y Nicolás de Cusa.

¿Cómo fueron expuestas estas doctrinas entonces? ¿Quiénes fueron los jóvenes estudiantes que las recibieron y supieron apreciarlas? Asunto de vital interés para la historia de la filosofía en México, y sobre todo para demostrar que somos los mexicanos capaces de una labor seria y profunda, aunque, si atormentados por prejuicios y desprecios para nuestra labor y la de nuestros compatriotas.

Dejemos aquí nuestra charla para reanudarla próximamente.

POR EL MUNDO DE LA FILOSOFÍA

Conferencia trasmitida por

Radio Universidad por el

Dr. Adalberto García de

Mendoza.

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Godefroi Guillaume Leibnitz

I BIS

Una nueva tesis. La nota esencial.

Notas accidentales.

Renacimiento de las ideas esenciales

Concebimos una nueva idea que no se concilia ni con el extremismo relativista de la Escuela Histórica, ni tampoco con el dogmatismo de las verdades absolutas ajenas al tiempo y a las épocas culturales.

La tesis del Historicismo afirma que cada doctrina depende de las vicisitudes de la época en que fue creada y aún más, de la estructura psicológica del filósofo o pensador. Es una tesis de carácter vitalista, en que se atiende a los motivos psicológicos y a la formación de cada personalidad, así como a la evolución de la cultura a través de la historia.

La tesis opuesta sostiene que la verdad absoluta y que, descubierta o revelada, es para todos los tiempos y circunstancias. Ataca al Historicismo por su valor relativo y porque considera éste, que cada época tiene su razón aún cuando las diversas razones sean contradictorias y absolutamente diversas.

Nuestra tesis admite el valor incuestionable de los fenómenos históricos. No es posible desprenderse de las condiciones sociales, políticas y del ambiente cultural que existieron en el Renacimiento para comprender la filosofía de Descartes y sus bases racionalistas y humanistas. El pensamiento, no sólo filosófico, sino científico, tiene que ver con el ambiente ideológico de la época, es por ello que Euclides sostiene una geometría objetiva concibiendo el punto como la mínima substancia que ya no es divisible, afín esta idea con el espíritu que anima a Fidias en la escultura, a Sófocles en la tragedia, a Píndaro en el himno a la fuerza física, a Sócrates en su búsqueda de lo universal, a Teócroito en su canto bucólico, a Platón en su mundo de ideas, a Aristóteles en su lógica rigorista y a Demóstenes en sus arengas de profunda raigambre política.

Se puede llegar a comprender la idea de un filósofo siempre que se tenga a la mano su propia elaboración conceptual, volitiva y emocional. La biografía ocupa un lugar preferente para descubrir la naturaleza última de cada sistema y pensamiento. La vida del hombre, así como la realización social del momento, son riquísimas fuentes de interpretación para descubrir la esencia de un pensamiento sobre el mundo y sobre la vida.

La preocupación y, aún más, la angustia de cada gran pensador, han sido los orígenes prístinos de sus doctrinas. De esa manera nos es comprensible el sondeo interno del alma para encontrar a Dios en San Agustín, o la concepción de la divinidad en el orden cósmico de Santo Tomás de Aquino.

Pero hay datos en este proceso que permanecen, que no cambian porque tienen naturaleza esencial y son únicos para todos los tiempos y para todos los hombres.

Los fenómenos accesorios que se encuentran en cada época, pasan y desaparecen; en cambio, el dato último, esencial, perenne, permanece y nunca llega a desaparecer.

Podríamos pensar esquemáticamente que cada filósofo aduna a este elemento esencial las circunstancias históricas, su propia vida, su íntima existencia; y que, a través del tiempo se conserva la esencia que es más definitiva y mayor a medida que la naturaleza del pensador es más genial.

En el cuadro siguiente señalamos las circunstancias accidentales y pasajeras por las letras a, b, c, ….; y la nota esencial por la mayúscula E. Así tendremos:

En los autores encontramos una sola nota esencial y, en cambio, muchas notas temporales que se deben a las circunstancias sociales, a su temperamento personal, a la historia de la humanidad en su perpetuo vaivén.

La nota esencial.

La nota esencial es aquélla que sólo el genio puede descubrir, se refiere a lo más íntimo de