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Amor Sacrificio Dolor Y Sangre
Amor Sacrificio Dolor Y Sangre
Amor Sacrificio Dolor Y Sangre
Libro electrónico355 páginas3 horas

Amor Sacrificio Dolor Y Sangre

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La Verdad
Busque la verdad y sgala
La Biblia contiene la nica verdad que salva de los horrendos efectos del pecado en la humanidad. Junto a ella vemos lado a lado al joven y al anciano, al sabio y al necio, al rico y al pobre, buscando en sus paginas la nica verdad que sacia la sed del alma.

En ella se encuentra el secreto de una vida superior, el convivir de una alta calidad humana, una vida fascinante que trasciende ms all de los crueles efectos del dolor, la angustia, la enfermedad, el envejecimiento y la muerte. Una vida gloriosa y eterna junto al Autor de la vida misma y Creador de las grandes maravillas de la naturaleza.

Le invito a leerla con la iniciacin de este eficiente mtodo, y a practicar sus enseanzas para que pueda encontrar en ella un raudal de bendiciones para su alma, para la vida cotidiana y para la inmortalidad.


QUE DIOS LO BENDIGA
IdiomaEspañol
EditorialPalibrio
Fecha de lanzamiento18 abr 2012
ISBN9781463312381
Amor Sacrificio Dolor Y Sangre
Autor

Atilano Guilarte Leyva

Atilano Guilarte Leyva, Licenciado en Religión, del seminario de teología de la Iglesia Bando Evangélico Gedeón, en la Habana, Cuba (1986)

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    Amor Sacrificio Dolor Y Sangre - Atilano Guilarte Leyva

    Copyright © 2011 por Atilano Guilarte Leyva.

    Todos los derechos reservados. Ninguna parte de este libro puede ser reproducida o transmitida de cualquier forma o por cualquier medio, electrónico o mecánico, incluyendo fotocopia, grabación, o por cualquier sistema de almacenamiento y recuperación, sin permiso escrito del propietario del copyright.

    Para pedidos de copias adicionales de este libro, por favor contacte con:

    Palibrio

    1663 Liberty Drive

    Suite 200

    Bloomington, IN 47403

    Llamadas desde los EE.UU. 877.407.5847

    Llamadas internacionales +1.812.671.9757

    Fax: +1.812.355.1576ventas@palibrio.com

    368497

    Contents

    VERSIÓN IV

    Comentarios

    Introducción

    Prólogo

    Agradecimientos

    Abreviaturas

    UNIDAD I

    Capítulo 1

    Capítulo 2

    Capítulo 3

    Capítulo 4

    UNIDAD II

    Capítulo 5

    UNIDAD III

    Capítulo 6

    Capítulo 7

    Parábola del Sembrador

    Sugerencia del Autor

    Ministerio Evangelístico Individual

    EJEMPLO DEL FORMULARIO DIGITAL

    VERSIÓN IV

    El contenido de esta versión ha sido expuesto con un carácter más abarcante, en las versiones I, II y III bajo diferentes títulos, las cuales comprenden importantes detalles acerca de la Biblia como el libro divinamente inspirado; una exposición detallada de los atributos de Dios y de lo que la misma enseña acerca de Jesucristo el Hijo, del Espíritu Santo, de la Trinidad y de otros detalles de vital importancia para la fe del cristiano. Encuentre cualquiera de estas versiones por el mismo autor, en las mismas librerías donde adquirió la presente.

    Comentarios

    Doctor Sergio González

    Opinión

    Atilano fue mi compañero de mesa, cuando siendo un joven realizaba mis primeros estudios teológicos. Desde entonces, admiré su sencillez y entereza como estudiante. Pero ya maduro, en sus reflexiones presentes, ha logrado con su aporte influir en su tiempo y en las generaciones que le sucederán.

    Durante años le he visto creando a solas, sin muchos medios quizá, pero en pujanza desbordante, luchando contra molinos del presente como un Quijote moderno, que libra cada día una estocada sobre cuartillas que se unen, convirtiendo lo incomprensible en materia de referencia, para todos los que aman la exégesis de la Palabra.

    Analizando los estudios que aborda, gravita en el lector descubrir la instrucción preparada con una porción amena, donde el estudiante encontrará algo elemental que lo ayudará en el desarrollo de su fundamento cristiano. Es loable la versatilidad de su accionar, retomando temas complejos con tintes de colorido deslumbrante y así anda por la vida, sembrando amores y sueños de eternidad. Atilano es sencillamente, un dotado de virtudes que emanan de lo etéreo. Un hombre feliz, que ubica atinadamente este texto en un tiempo donde se necesita; un estudioso consuetudinario, un ladrón de espacios por lo interesante de su aporte, aunque pueda disentirse de sus opiniones.

    Creo este material positivo para leerse y estudiarse, pues aunque su enfoque, más que dramático o novelístico, es más bien de carácter teológico y de doctrina cristiana, el mismo se revela completo en contenido, argumentos y evidencias, ofertando además, un alto grado de la convicción teológica, pasión y ética profesional del escritor.

    Sergio de la C. González Th. Dr, Mn. Dr, D. D.

    Introducción

    Aunque el propósito de este tratado no es hacer del relato sagrado un simple drama conmovedor o emocionante que cautive al lector o atraiga su interés, sino más bien presentar la narración de los hechos con toda naturalidad, no obstante, estoy seguro que el carácter propio de la naturaleza de su contenido, logrará por sí mismo los efectos conmovedores y positivos, que pudieran cambiar la vida del lector de una manera maravillosa y satisfactoria.

    Al tratar acerca de un tema tan singular como el amor, según el primer término del contenido de este tratado, es necesario señalar que, según los principios de la lógica y la filosofía, para que este maravilloso sentimiento pueda ponerse de manifiesto, tiene que existir, ineludiblemente, esa segunda persona o cosa hacia la cual se proyecte esa inefable virtud teologal. Por lo cual, siendo Dios eterno en sí mismo, y teniendo la facultad de vislumbrar con toda perfección y sapiencia los pormenores de los desenlaces de sus propósitos divinos; habiendo concebido en ellos la creación de otros seres que le placieran según su infinita sabiduría, habiéndolo concebido así, amólos de tal manera, que no pudo negarse a sí mismo el sacrificio y el dolor que ello le ocasionaría.

    De esta manera, después de haber creado indeterminadas órdenes de seres celestiales que le placieran como integrantes de su reino glorioso y eterno, creó Dios el universo y pobló la tierra de árboles y de toda vegetación, desde los más frondosos y gigantescos árboles, hasta los que producen los más codiciables y deliciosos frutos, así como los más tiernos, coloridos y perfumados lirios del campo. Así mismo la pobló de animales, desde el manso tigre (en su origen), hasta las más hermosas y coloridas mariposas. Así creó Dios, los mares, las hermosas playas, los más caudalosos y cristalinos ríos, hasta los más simples arroyos; proveyéndole la asistencia del sol y de la luna para perfeccionar la vida biológica de todas sus criaturas.

    Finalmente, con el marcado propósito de constituirlo también en integrantes de su glorioso reino, creó al ser humano a su propia imagen y semejanza, y puso todas estas cosas bajo su dominio y a su entera disposición. Todo lo bello, todo lo maravilloso y acogedor, lo creó Dios para que contribuyera de manera especial a la felicidad del hombre; a la felicidad de una vida plena, en la que no existía la angustia, ni el dolor, ni el envejecimiento, ni la enfermedad, ni la muerte para ninguna criatura, ni aun para las flores. Pero todo estaba sujeto simplemente a la obediencia de las normas de conducta establecidas por el Divino Creador, y lamentablemente el hombre claudicó desobedeciéndolo.

    Fue así como comenzaron a manifestarse los primeros reflejos del dolor y del sacrificio que fueran vislumbrados desde la eternidad misma por el Supremo Creador. Pero así como Él no pudo negarse a sí mismo el sacrificio y el dolor que bien sabía, le había de ocasionar el desenlace de sus propósitos creativos, la sentencia para el hombre fue de igual manera inevitable: Por lo tanto, llegó el dolor, la angustia, el envejecimiento, la enfermedad y la muerte. Y a consecuencia del pecado vino la depravación heredada, la cual generó todos los grandes males que han azotado a la humanidad a través de toda su historia, como lo son: El crimen del homicidio, el adulterio, el hurto, la violencia, la envidia, el odio, el rencor, el engaño, la traición, el orgullo, el menosprecio, la discriminación, la ambición, las guerras despiadadas, la explotación del hombre por el hombre, la ignorancia, la frustración, el hambre y la miseria; y para colmo, la idolatría, causada por el oscurantismo religioso y la concepción de falsos dioses.

    No obstante, por ser tan intenso el amor de Dios para con el ser que había creado a su imagen y semejanza, se compadeció de él de tal manera, que quiso proveerle un medio para que éste pudiera liberarse de la desgraciada situación que había cosechado como consecuencia de su pecado, y pudiera alcanzar aún la felicidad y la vida eterna. Para lo cual fue necesario que el Divino Creador accediera a la aceptación del sacrificio vislumbrado, para poder redimir al hombre de su culpabilidad mediante la inmolación de su Hijo Jesucristo, en la cruz del Calvario, el cual pagó con su muerte por el pecado de toda la humanidad, y mediante el cual tenemos acceso por gracia, a una vida eterna en gloria, sólo bajo una condición: Que el hombre se arrepienta de sus pecados y de sus malos caminos y cambie sus normas de conducta por una vida de santidad.

    Prólogo

    Con la finalidad de que el lector pueda comprobar la veracidad de los hechos relacionados en la introducción, será necesario exponer los detalles del relato en orden sucesivo de los acontecimientos hasta llegar a la etapa final donde se evidencia además la consumación del objetivo divino relacionado con el amor al que se refiere inicialmente este tratado. Para ello les he provisto un panorama teológico en orden cronológico, de los diferentes aspectos que conllevan al complemento la fe cristiana, en la cual se revela toda la plenitud del amor, el sacrificio, el dolor y la sangre, a los que me he referido en el título de la portada.

    Este panorama se presenta en tres unidades de estudio, las cuales están fraccionadas en capítulos: La primera unidad, trata acerca de la creación del universo, la cual concluye con el origen del hombre. En la misma se trata además, acerca de los propósitos divinos para con el ser humano, el pecado original y el plan de la redención, comprendiendo una exposición de los principios del amor, revelados en la promulgación los santos mandamientos; y puesto de manifiesto a través de la redención del hombre por Jesucristo. Se toman en consideración los hechos más resaltantes de su ministerio, su muerte, su resurrección y su ascensión al cielo, concluyendo con las profecías mesiánicas, cumplidas en Cristo Jesús.

    La segunda unidad trata acerca de la segunda venida de Cristo, la resurrección de los muertos y transformación de los vivos; el lugar y estado intermedios del alma, el Milenio el Juicio Final y el hogar de nuestra eterna morada.

    La tercera unidad trata acerca de los pasos a seguir para ser salvos, que incluyen el bautismo de agua, el bautismo del Espíritu Santo y sus actividades en la vida del creyente; la salvación por gracia, la observancia de los santos mandamientos y las normas de conducta requeridas para el cristiano, entre las cuales se comprenden el tema de la santidad, de la ley de salubridad alimenticia y otras exigencias divinas fundamentales.

    Teniendo en cuenta que algunos temas comprenden varios aspectos, he decidido iniciar con un bosquejo los que presentan tales características, con el fin de que puedan ser mejor asimilados por el lector.

    Quiero aclarar que, como un medio de ayudar al lector a comprender mejor algunos de los temas presentados en este tratado, he empleado algunos argumentos de carácter científico y filosófico, admitidos y muy usados en la apologética, los cuales en nada afectan los principios de la fe cristiana, sino que por el contrario, constituyen un firme apoyo a la misma.

    Como una forma complementaria y de mayor comodidad para el lector, he copiado textualmente los pasajes bíblicos comprendidos en cada tema, los cuales van precedidos de sus correspondientes referencias. Debido a que algunos versículos bíblicos enfocan dos temas diferentes, en algunos casos aparecen versículos seguidos o precedidos de tres puntos suspensivos, lo que indica que sólo se ha tomado una parte del mismo de acuerdo al tema correspondiente.

    En la mayoría de los casos, he subrayado en el texto bíblico, las palabras en relación con el tema, para que se hagan más resaltantes. Además de ello, con el fin de que el formato tenga una mejor apariencia con el método justificado, algunas palabras han sido compartidas al final del renglón, a diferencia de la manera de verse en el texto de origen.

    He usado además, diferentes modelos de letras, para distinguir mejor los pasajes bíblicos del texto del autor y del texto citado de otros autores, incluyendo algunas inserciones del texto Griego y del Hebreo.

    En algunos de los temas presentados, para una mejor orientación del asunto relacionado con los mismos, se sugiere ver el contexto de un determinado pasaje bíblico, que por cuestión de estética de redacción, no se debe reflejar directamente en el mismo. Para ello tenga a la mano una Biblia de la Versión Reina-Valera 1909. Para ciertos datos históricos y otros, he creado un APÉNDICE al final de los temas que así lo requieren.

    Los lectores que no estén orientados acerca de cómo buscar en la Biblia, cualquier referencia indicada, deben poner cuidadosa atención a una guía de orientación que se encuentra seguido del temario y que está asignada bajo el título: ABREVIATURAS.

    He incluido además, en este tratado, un importante apartado, el cual se encuentra bajo el nombre de: Ministerio Evangelístico Individual, el cual usted podrá encontrar en las páginas finales.

    Los pasajes extraídos de la Santa Biblia, han sido tomados de la Antigua Versión Reina-Valera, revisión de 1909, salvo alguna otra indicación reflejada al respecto.

    He confeccionado un formulario digital de preguntas y respuestas acerca de los diferentes temas tratados, para los lectores que deseen tomar examen de los conocimientos adquiridos, después de cada tema leído. Si usted desea tomar estos exámenes de confirmación bajo el método de libro abierto, y obtener un certificado de graduación del curso contenido en este tratado, tenga a bien solicitar el formulario a la siguiente dirección electrónica: ministerioevangelisticoindiv@gmail.com. Si el lector no tuviera una computadora permanentemente disponible, pudiera imprimir el formulario, y después de respondidas todas las preguntas, transferirlas al formulario digital y enviarlo. Vea un ejemplo de este formulario, en las páginas finales.

    El estudio de esta serie de temas, comprendidos en este tratado, le ayudará a obtener un amplio conocimiento acerca las relaciones y propósitos de Dios con el ser humano; de su plan de redención y vida eterna mediante Jesucristo y de los principios fundamentales de su santa doctrina, a través de lo cual usted podrá percibir un amplio panorama en lo relacionado con el concepto reflejado en la portada: Amor, sacrificio, dolor y sangre.

    Agradecimientos

    Quiero expresar mi más sincero agradecimiento a todos aquellos que de una u otra manera han contribuido para hacer posible la realización de esta modesta obra, aunque haya sido con una palabra de estímulo solamente.

    Mi más expresivo sentir de agradecimiento es, en primer lugar, para mi esposa Ada Ysis, por su valioso apoyo en todos los aspectos, lo cual me permitió el privilegio de estudiar en el Seminario de Teología, lo que ha sido para mí de mucha validez en el perseverar de mi carrera cristiana y en la exposición de este importante tratado. Gracias a mis hijos queridos por dispensarme el haberlos privado del tiempo precioso que debí haberles dedicado a ellos, para dedicarme de tiempo completo a la elaboración de esta valiosísima obra, que espero haya de repercutir positivamente en sus vidas futuras y en la vida de otras generaciones.

    Mi más encarecido y sincero agradecimiento al obispo José Ramón Salas (1989) por su gran estímulo y apoyo en la realización de esta obra, y por su ayuda en la trascripción de las dos primeras unidades.

    Quiero hacer del conocimiento de todos, además, que este tratado ha sido enriquecido, en parte, con el aporte recibido inicial-mente, por parte de una comisión de maestros del Seminario de Teología donde realicé mis estudios de licenciatura en religión.

    Otro aporte muy valioso a su enriquecimiento lo ha sido la información tomada de otras obras de la literatura cristiana, entre ellas las del obispo Buena Ventura Luis y otros.

    Mi más exaltado reconocimiento a nuestro finado hermano, el Supervisor José Duménigo Fabregat, honorable fundador de nuestro Seminario de Teología en Cuba, quien con su ejemplo y su abnegación, nos abrió una puerta de acceso hacia el conocimiento de grandes verdades históricas y culturales en relación con la Santa Biblia y todo lo que a ella concierne. Conocimientos estos, que constituyen un gran punto de apoyo para la fe de todos los creyentes fieles y sinceros.

    Sean todos receptores de un profundo y sincero agradecimiento.

    Abreviaturas

    Esta es una guía de orientación, creada con el fin de ayudar a los estudiantes nuevos a conocer las abreviaturas de las referencias bíblicas que se dan en este tratado.

    Debido a que la Biblia es un libro complejo, formado por un conjunto de sesenta y seis libros breves, escritos por diferentes autores y coleccionados bajo un mismo encuadernamiento, es necesario tener en cuenta que cada uno de éstos lleva su propio nombre internamente, y que a la vez cada uno de ellos está dividido en capítulos y versículos.

    Como dijera en el prólogo, los pasajes bíblicos relacionados con los diferentes temas a tratar en este tratado, aparecen escritos textualmente con sus correspondientes referencias, para que los estudiantes no tengan necesidad de buscarlos en la Biblia; no obstante, como un medio de ayudar a los nuevos estudiantes a que aprendan a buscar las referencias bíblicas, he decidido agregar en esta página, una guía que indica el nombre de cada libro de la Santa Biblia según el orden en que se encuentran en la misma.

    En esta guía aparece el nombre completo de cada libro, y su abreviatura. Conforme a estas abreviaturas están escritas también las comprendidas en este tratado. De manera que cuando el estudiante quiera saber a cuál de los libros se refiere determinada abreviatura, será lo suficiente con buscarla en esta guía. Como un ejemplo de ello veamos las siguientes referencias: (Gn. 1: 5, 8, 12). En este caso como en todos los demás, las letras seguidas de un punto (Gn.) indican el nombre del libro en abreviatura, el número inmediato seguido de dos puntos (1:) indica el capítulo, y los números siguientes (5, 8, 12) indican los diferentes versículos.

    Veamos otro ejemplo: (Gn. 1: 5, 8, 12; 19: 22). En este caso, el número que va después del punto y coma (;19) indica un capítulo diferente del mismo libro, con su correspondiente versículo (22).

    UNIDAD I

    Capítulo 1

    CREACIÓN DEL UNIVERSO

    La creación del universo representa el acto magno de las actividades creativas de Dios, con las que el Supremo Creador da lugar al cumplimiento de sus propósitos divinos de sumar a su glorioso reino nuevos integrantes que puedan disfrutar de los inmensurables efectos de su amor divino. En ella aparece el ser humano como la criatura principal y único candidato al Reino de los cielos. Al respecto consideremos los siguientes detalles de las Escrituras:

    Gn. 1:1, 3, 6:¹ En el principio crió Dios los cielos y la tierra. ³ Y dijo Dios: Sea la luz: y fue la luz. 6Y dijo Dios: Haya expansión en medio de las aguas, y separe las aguas de las aguas.

    Gn. 1: 7, 9, 11: E hizo Dios la expansión, y apartó las aguas que estaban debajo de la expansión, de las aguas que estaban sobre la expansión: y fue así. 9Y dijo Dios: Júntense las aguas que están debajo de los cielos en un lugar, y descúbrase la seca: y fue así. ¹¹Y dijo Dios: Produzca la tierra hierba verde, hierba que dé simiente; árbol de fruto que dé fruto según su género, que su simiente esté en él, sobre la tierra: y fue así.

    Gn. 1: 14, 15, 20, 21: ¹⁴Y dijo Dios: Sean lumbreras en la expansión de los cielos para apartar el día y la noche: y sean por señales, y para las estaciones, y para días y años; ¹⁵Y sean por lumbreras en la expansión de los cielos para alumbrar sobre la tierra: y fue así. ²0Y dijo Dios: Produzcan las aguas, reptil de ánima viviente y aves que vuelen sobre la tierra, en la abierta expansión de los cielos. ²¹Y crió Dios las grandes ballenas, y toda cosa viva que anda arrastrando, que las aguas produjeron según su género, y toda ave alada según su especie: y vió Dios que era bueno.

    Gn. 1: 24-27: 24"Y dijo Dios: Produzca la tierra seres vivientes según su género, bestias y serpientes y animales de la tierra según su especie: y fue así. 25E hizo Dios animales de la tierra según su género, y ganado según su género, y todo animal que anda arrastrando sobre la tierra según su especie: y vió Dios que era bueno. 26Y dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces de la mar, y en las aves de los cielos, y en las bestias, y en toda la tierra, y en todo animal que anda arrastrando sobre la tierra. 27Y crió Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo crió; varón y hembra los crió."

    Gn. 1: 31: Y vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera. Yfue la tarde la mañana el día sexto.

    La declaración de estos pasajes de las Sagradas Escrituras, las constituyen en la fUente suprema de la revelación divina, que pone al descubierto el gran misterio del origen del universo. Una mirada de reflexión hacia este sagrado relato, nos permitirá percibir un reflejo maravillosamente claro y evidente de la sabiduría, la omnisciencia y la omnipotencia del Supremo Creador. Pues así como todo artífice se complace en producir una innumerable variedad de sus creaciones, también Dios, en su sabiduría infinita, su omnisciencia y su omnipotencia, se ha complacido en crear un universo en el cual existe una infinidad de astros y planetas, y una maravillosa variedad de la existencia y formas de vida. No obstante, existe una resaltante diferencia entre las creaciones de Dios y las del hombre, y ésta consiste no sólo en el hecho de que el hombre no es creador de la vida, sino también en que, para sus creaciones, necesita de material preexistente, mientras que Dios es creador de la materia misma, y esto lo explica, según el Diccionario Expositivo Vine, de palabras del Antiguo y del Nuevo Testamento, el uso del término hebreo Image364.JPG [bara ] (crear, hacer), al confirmar que, el significado implícito de este verbo hebreo, es creación de la nada.

    En los pasajes bíblicos citados, el relato está expresado de manera muy abarcante, sin dar detalles de todo, debido a que se hubiese necesitado escribir una serie de tomos, que por las difíciles condiciones existentes para la escritura en aquella época, hubiese sido prácticamente imposible. Sin embargo, si analizamos bien el contenido de los versículos, (24 y 25), podremos entender que este relato bien puede comprender desde los animales más grandes hasta los seres más simples o microscópicos; teniendo muy en cuenta que el ser humano aparece como la criatura superior de dicha creación, por haber sido creado a imagen de Dios.

    Creo que será de alguna importancia el hecho de que tomemos en consideración que, a través de la historia de la humanidad, algunos hombres, con la creación de diferentes teorías, han tratado de negar la veracidad de este relato bíblico, conocido como La Teoría Bíblica del Origen del Universo.

    Entre las teorías referidas, se conocen como las más sobresalientes, el idealismo, en sus dos divisiones; el panteísmo y el materialismo, el cual expone que, nuestra teoría es pueril, simple y sin valor científico alguno.

    Sin embargo, todo esfuerzo por rebatir la veracidad de las Escri-divinamente inspiradas, ha sido inútil.

    Pues lo cierto es, que el orden tan maravilloso por el cual se rige nuestro universo, denuncia a la vista y a la razón humana, la majestuosidad y la omnisapiencia de su Creador. Los principios de la lógica y de la filosofía, exigen que donde quiera que exista el orden tiene que existir por ley un ser inteligente, poseído de voluntad y poder, como causa del mismo; pues a nadie se le ocurriría pensar que el vehículo automotor o la computadora hayan sido creados por la casualidad, debido al orden tan complejo de su constitución. Ineludiblemente se exige que cualquiera de estos efectos debe tener su causa en un ser inteligente, poseído de voluntad y de poder, para haberlos podido crear. ¿Cuánto más un universo tan complejamente ordenado, como el que nosotros conocemos, habrá necesitado de un Ser con las facultades ya mencionadas para su existencia?

    Bastaría sólo un poco de conocimiento de astronomía para darse cuenta del orden tan riguroso por el que se rigen tanto los planetas como los astros, los cuales obedecen estrictamente, aun en fracciones de segundos, las leyes que Dios ha puesto para regirlos. Sólo un poco de conocimiento de biología, nos ayudaría a comprender también, el orden tan maravilloso al que obedecen los diferentes sistemas del cuerpo humano, como lo son el sistema circulatorio, el respiratorio, el digestivo, el visual, y otras facultades complejas del cerebro humano. Algo muy similar sucede también en la vida de los animales y de las plantas. El conocimiento de ello sería lo suficiente para no dudar que nuestro universo debe su existencia a un Ser infinitamente inteligente y poderoso.

    Se dice que Einstein, después de haber estudiado la desintegración atómica con el fin de apoyarse en ella para negar la existencia de Dios, al realizar el gran descubrimiento, se expresó diciendo: ¡En cada átomo veo a Dios!

    Un relato verbal de la vida real dice que, en la tarjeta de presentación de Louis Pasteur, decía lo siguiente:

    Profesor Doctor Louis Pasteur.

    Director General del Instituto de Investigaciones Científicas.

    Universidad Nacional de Francia.

    Un poco de ciencia nos aparta de Dios. Mucha, nos aproxima.

    Dr. Louis Pasteur.

    EL SER HUMANO Y SU ORIGEN

    Al tratar acerca de este tema será necesario hacer mención de dos actos creativos que son: creación del hombre y creación de la mujer.

    Creación del hombre: Acerca del origen del hombre, el relato bíblico dice sencillamente lo siguiente:

    Gn. 2: 7: Formó, pues, Jehová Dios al hombre del polvo de la tierra, y alentó en su nariz soplo de vida; y fue el hombre en alma viviente.

    Creación de la mujer: Acerca del origen de la mujer, la Santa Biblia se expresa en otros términos, diciendo:

    Gn. 2: 21-24: 21 "Y Jehová Dios hizo caer sueño sobre Adam, y se quedó dormido: entonces

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