¡Ooh Matrona!

Por Sarah Jane Butfield

'¡Ooh Matrona!' Es el primer libro de The Nomadic Nurse Series (Las series de la enfermera nómada). Cada libro de la serie te lleva a un viaje a través de especialidades médicas y ambientes que formaron parte de la carrera de enfermería de Sarah Jane. A lo largo de la serie, Sarah Jane usa su estilo de escritura honesta y entretenida para compartir ideas sobre sus pensamientos, reflexiones y los cambios en su vida personal y en sus circunstancias a medida que avanza en su carrera.

¡No estoy segura de lo que Florence Nightingale habría hecho con Sarah Jane! La historia comienza con una chica de campo de dieciséis años que, sin razón aparente en aquel momento, de repente decidió que quería ser enfermera.

Sarah Jane estaba entrando en la edad adulta sin ninguna trayectoria obvia a la vista. Había planeado un futuro tradicional, algunos dirían pasado de moda. Su visión era dejar la escuela, encontrar un trabajo en una tienda local, casarse y tener hijos. Entonces todo cambió, ya que se embarcó en un viaje que ayudaría a trazar su futuro al ofrecerle oportunidades en una variedad de lugares y entornos de atención médica. Descubre cómo Sarah Jane se ocupa de los nacimientos, las muertes y todo lo demás entre risas, lágrimas y humildad en este emotivo, a veces desgarrador, y magníficamente escrito libro de memorias.

• Idioma: Español
• Editorial: Rukia Publishing
• Fecha de lanzamiento: 30 ago 2017
• ISBN: 9781507173442

Vista previa del libro

¡Ooh Matrona!

Por

Sarah Jane Butfield

Libro 1 en Las Series de la Enfermera Nómada

Ganadora en el Read Freely Top 50 Mejores libros auto publicados que merece la pena leer 2015

&

Ganadora del Premio a la Excelencia Christoph Fischer 2015

Dedicatoria

Este libro está dedicado a las muchas personas que me inspiraron y me nutrieron a mí y a mi carrera durante mis años de formación como enfermera. Sin embargo, además me gustaría dedicarlo a los estudiantes de Enfermería y auxiliares de Enfermería por su contribución a la salud, en sus múltiples formas, en todo el mundo. La profesión de enfermería no es una isla y se necesita un esfuerzo de equipo para proporcionar sistemáticamente altos estándares de atención. A los educadores y mentores en las salas médicas de todas las especialidades, que desempeñan un papel tan vital en sentar las bases para la provisión de cuidados de enfermería de alta calidad para nuestras futuras generaciones. Y por último, pero de ninguna manera menos importante, para el personal auxiliar que apoya a todos los niveles de personal no sólo mediante el cumplimiento de sus funciones al más alto nivel, sino por ser los que hacer un esfuerzo adicional para ti. Por ejemplo, según mi experiencia, van a ser los que te traigan una taza de café cuando ya has trabajado ocho horas sin pausa oficial y todavía te quedan al menos cuatro horas para irte. O serán los que vengan en su ayuda cuando un paciente se pone violento o abusa de ti, mientras llega la ayuda.

Gracias a todos, os aprecio a todos.

A través de los años, un par de citas de enfermería se han convertido en memorables para mí y me gustaría compartirlas aquí por si alguien más puede verse reflejado en ellas:

A menudo inspiro a mis pacientes; más a menudo son ellos los que me inspiran a mí. Autor desconocido

Se les puede olvidar tu nombre, pero nunca olvidarán cómo les hiciste sentir. - Maya Angelou

Las enfermeras pueden no ser ángeles, pero son la mejor alternativa. Anónimo

Agradecimientos

En primer lugar, me gustaría agradecer enormemente a mi editor Martin Papworth. Un caballero honesto, amable y trabajador que ha mejorado mi trabajo y reputación como autora.

En segundo lugar, a Clair Victoria Butfield, mi hijastra y enfermera pediátrica recién titulad que amablemente contribuyó a este libro proporcionando una comparación entre la formación de enfermera en Essex 1983-1986 frente a 2012-2015.

También me gustaría reconocer y agradecer a las siguientes personas y grupos por ayudarme en mi viaje de escritura hasta la fecha y proporcionar el apoyo y el aliento que necesitaba para expandir mis memorias en una nueva dirección con esta nueva serie de memorias médicas y de enfermería. El hecho de saber que mis compañeros tienen fe en mi capacidad de escribir puede llevar a un autor por un camino muy largo.

Mis amigos de los medios sociales y colegas en medios de comunicación social Rukia Publishing, incluyendo los líderes, Nigel Butfield, Samantha Parker y Shontae Brewster.

http://www.rukiapublishing.com/

Al grupo de Facebook ‘We Love Memoirs’ y en especial a Julie Haigh por su aportación hacia el diseño de la portada de este libro y sus esfuerzos incesantes para apoyar a los autores WLM. Julie también proporciona una enorme fuente de ayuda y guía para mí y muchos de los autores de WLM en Goodreads, donde es muy apreciada.

https://www.facebook.com/groups/welovememoirs/

Al grupo de Facebook ‘Tom Winton Authors Helping Authors’, especialmente a Tom Winton y Mark Williams.

https://www.facebook.com/groups/495847367109155/

ASMSG - Author Social Media Support Group, a sus equipos de tweets y al inspirador Christoph Fischer.

https://www.facebook.com/groups/389343847782037/

Copyright

©2015 Sarah Jane Butfield ©2015 Clair Victoria Butfield – Capítulo 12 La enfermera estudiante se forma ahora.

Diseño de portada Nigel Butfield

Editor: Martin Papworth

Primera edición de e-book: Agosto 2015

El derecho moral del autor ha sido declarado. Todos los derechos reservados. Ninguna parte de este libro puede ser reproducida, almacenada en un sistema de recuperación o transmitida en cualquier forma o por cualquier medio, ya sea electrónico, mecánico, fotocopia, o cualquier otro, sin el permiso por escrito del autor y el editor.

Las personas y los acontecimientos retratados en este libro se escriben como se recuerdan, perciben y/o fueron experimentados por Sarah Jane Butfield. Sin embargo, algunos de los nombres y ubicaciones han sido cambiados por razones legales y de privacidad. El autor no se responsabiliza de la exactitud de los hechos narrados y por los diálogos que se fueron relatados por terceras personas, amigos cercanos o familiares.

Las fotografías incluidas en este libro incluyen algunas copias escaneadas recuperadas, ya que hemos perdido la mayor parte de nuestros originales en las inundaciones de Australia, por lo tanto, la calidad de la producción puede verse afectada. Otras fotografías se han obtenido y utilizado con el permiso de la familia y amigos, incluyendo Samantha Parker y Richard Klein.

Para los enlaces a todos los libros de Sarah Jane y para unirse a su lista de correo privado para suscriptores y tener primer acceso a preestrenos y a fotografías detrás de escena, visite el sitio web del autor Sarah Jane web de la autora

Dedicatoria

Agradecimientos

Copyright

Introducción

Capítulo uno: ¿Qué quieres ser cuando seas mayor?

Capítulo dos: Estudiante de Enfermería McDonald

Capítulo tres: Happy Hour Banana Banshee

Capítulo cuatro: ¡Cuidate las espaldas!

Capítulo cinco: Slip-slop-slap diversión de verano

Capítulo seis: Los autos locos y las caras tristes

Capítulo siete: ¿Realmente quieres ser enfermera?

Capítulo ocho: Altibajos de la feminidad revelada

Capítulo nueve: La mente importa

Capítulo diez: Travesuras quirúrgicas y trampas de miel

Capítulo once: Por designación real

Capítulo doce: La enfermera estudiante se forma ahora

Capítulo trece: Accidente y llamadas de emergencia

Capítulo catorce: La anatomía de convertirse en enfermera titulada

Capítulo quince: Introduzca enfermera de personal Parker

Glosario de términos médicos

Un paso atrás en el tiempo

Sobre la autora

Memorias de viaje por Sarah Jane Butfield

Otros libros de Sarah Jane Butfield

Vista preliminar de ¡De las cuñas a las Salas de Juntas!

¡Ooh Matrona!

Introducción

‘¡Ooh Matrona!’ es el primer libro de Las Series de la Enfermera Nómada que sirve como recopilación biográfica de historias, anécdotas y reflexiones de una variada carrera de enfermería en centros de salud en todo el Reino Unido y en varias partes de Australia.

Cada libro de esta serie representará un nuevo capítulo de enfermería o un episodio en mi carrera de enfermería, que espero que no sólo sea entretenido, sino que también pueda inspirar a los lectores a explorar todas las oportunidades, por oscuras que puedan parecer a primera vista.

Sarah Jane no tiene aspiraciones en cuanto a su carrera, lo único que quiere es salir del colegio, trabajar como cajera en Woolworths y casarse. De repente todo cambia y se encuentra llevando un uniforme de color rosa fluorescente y estudiando para entrar en la escuela de enfermería. ¿Qué inspiró este sorprendente cambio de dirección? ¿Qué pasa cuando se va de casa para vivir en una ciudad militar con una compañera de piso que es una fiestera empedernida? La gran pregunta es: ¿está realmente hecha para ser enfermera?

Vamos a empezar por el principio con Sarah Jane como una chica de campo de dieciséis años de edad, un poco anticuada, aunque con un malicioso sentido del humor, que de repente ¡decide que quiere ser enfermera!

Reseña del beta reader

Estas memorias de enfermera, divertidas y aún así conmovedoras, tienen el honesto estilo de escritura marca comercial de Sarah Jane, que brilla en cada historia que nos cuenta. Desde el comienzo de su formación como enfermera en Essex hace frente a situaciones felices, tristes y desgarradoras con sus pacientes. Nos ofrece la visión de una mujer joven sobre la realidad de entrar en el mundo de la Enfermería en la década de 1980. Unas memorias muy entretenidas y divulgativas, que fueron capaz de llevarme de las carcajadas a las lágrimas de empatía. S. Brewster.

¿Por qué se llama 'Ooh Matrona' y qué nos trae a la mente?

Los lectores de cierta edad probablemente recordarán el estilo de humor de las traviesas postales costeras de ‘Carry On’, la serie de películas de los años 60, 70 y 80. Las películas las protagonizaron algunos de los más grandes actores de comedia de todos los tiempos, tales como Kenneth Williams, Barbara Windsor, Norman Wisdom, Jim Dale, Frankie Howerd y Hattie Jacques, por nombrar sólo algunos. Crecí expuesta a estas películas ya que mi madre era una gran fan. Ella tenía una risa contagiosa maravillosa, un poco traviesa, por lo que este tipo de humor la entretenía. El amor y afición de mi madre por Hattie Jacques se originó a partir de estos humildes comienzos. Vio muchas veces todas las películas en las que Hattie aparecía, siendo sus favoritas ‘Carry On Matron’ y ‘Carry On Doctor’.

Había similitudes físicas entre mi madre y Hattie Jacques, pero mirando en retrospectiva y con un deje de tristeza me doy cuenta ahora de que había también muchas similitudes en sus personalidades y en las luchas personales a las que hicieron frente en sus relaciones, aumento y pérdida de peso.

Mi madre, dos de mis hermanas y yo.

De izquierda a derecha Susie, yo, mamá y Sally.

Mi madre en 1990

Uno de los momentos de mayor orgullo de mi vida fue el día que le dije a mi madre que había pasado mis exámenes finales y que por fin era una enfermera titulada, a pesar de que ella no veía por qué yo necesitaba una carrera, ya que tenía ‘un hombre agradable que cuidaba de mí’. Sin embargo, sabía que estaba orgullosa de mí y si estuviera viva hoy y hubiera sido testigo de los giros y vueltas de mi carrera de Enfermería de 28 años creo que se habría convertido en una de esas molestas vecinas que siempre hablan sobre el súper talento de su prole. Todo lo que he logrado en los últimos años se debe en parte a los sacrificios que hizo durante mi infancia, tanto a nivel físico como psicológico. Espero que ella sepa que esos sacrificios valieron la pena y que, como resultado he conseguido mantener a mis hijos lo largo de los años con la seguridad de tener una valiosa titulación de Enfermería.

Así que vamos a empezar por el principio con mis inocentes días en los que me convertí y viví la vida de estudiante de Enfermería en Colchester, Essex. Descubre cómo y por qué una chica de campo de dieciséis años de edad, un poco anticuada, pero con un travieso sentido del humor, de repente ¡decidió que quería ser enfermera!

Capítulo uno: ¿Qué quieres ser cuando seas mayor?

En 1981, según se acercaba el final de mis años de secundaria en Debenham, Suffolk, no tenía pensado hacer ninguna carrera. Sabía que iba a necesitar encontrar un puesto de trabajo de inmediato, ya que necesitábamos el dinero y quería que mi madre trabajara menos. Sin embargo, no pensaba en empezar una carrera, teniendo en cuenta hacia qué dirección y hacia dónde me llevaría en el futuro esa decisión. Como joven chica de campo que crece de manera típicamente tradicional, según algunos dirían con anticuados valores de familia inculcados por mi madre, siempre me había imaginado saliendo del colegio y trabajando como cajera en Woolworths o en una de las tiendas de la cercana ciudad de Ipswich. Finalmente, a esto le seguiría casarme y tener una familia propia a la que cuidar. Nunca se mencionó ni discutió nada acerca del hecho de que yo hiciera una carrera de cualquier tipo y, sin ningún modelo a seguir que ejemplificara un papel motivador sobre hacer una carrera que pudiera inspirar esa línea de pensamiento, no tenía ambiciones u objetivos profundamente arraigados, porque eso no era como mi vida estaba destinada a ser.

Vengo de una familia donde mi madre, que nos criaba sola, no por preferencia sino como resultado de una mala elección en cuanto a hombres, tenía tres trabajos en los días de poco o ningún apoyo de la seguridad social. Trabajaba por un lado como limpiadora, por otro, recogía fruta y hortalizas periódicamente, desplumaba pavos antes de Navidad en la granja local y también trabajaba como cuidadora a domicilio. Hacía todo esto para asegurarse de que tanto yo como mis tres hermanas siempre teníamos todo lo que necesitábamos. No teníamos una red familiar extensa que nos ayudara, aparte de mi Nan, que vivía en el pueblo de al lado, aunque tenía la movilidad reducida y utilizaba muletas debido a las úlceras crónicas de la pierna, pero le  encantaba tenerme allí para ver la lucha libre en la televisión con ella los sábados por la tarde.

A menos que no hubiera estado atenta, se hablaba poco de carreras en la escuela hasta que hacia el final del último año. Después de una de las primeras sesiones con el asesor pensé, ‘Hey, tal vez hay más ofertas que un trabajo en una tienda’. En una de las sesiones, un tutor de la Universidad de Suffolk nos dio una charla y repartió el folleto informativo para el próximo año. Pasé las páginas, ni siquiera segura de lo que estaba buscando. Fiel a mi anticuado estilo de vida, pensando en puestos de trabajo adecuados para las mujeres, me dirigí directamente a la sección de habilidades de secretaria de oficina. Eso fue antes de recordar las palabras de mi maestra de estudios de oficina, la Sra. Sibley, Te adaptarías mejor a organizar y hacer índices que a mecanografiar, así que no nos preocupemos por la velocidad de escritura y la prueba de precisión.

Algunas de mis amigas optaban por cursos de peluquería, pero yo siempre había sido un marimacho con poco interés en cualquier cosa de esa naturaleza y siempre feliz de mi peto con mi habitual estilo de pelo descuidado o con una cola de caballo.

Una definición de un marimacho es:

Una chica que se comporta de una manera que se percibe como el estereotipo de niño o masculino y / o una niña que actúa o se viste de forma masculina, y que le gustan las  actividades vigorosas al aire libre.

Cita en inglés http://www.thefreedictionary.com/tomboy

Y esto definitivamente se podía aplicar a mí, una chica nacida y criada en el campo.

Al dar la vuelta a la página vi una fotografía de un hombre mayor al que un estudiante de pre-enfermería que llevaba un uniforme de color rosa muy brillante, casi fluorescente, le ayudaba a ponerse los calcetines, en lo que parecía su propia casa. Algo se agitó en mi cerebro. No, no la idea del traje rosa. Inmediatamente, esta imagen me hizo pensar en mi Nan y sus úlceras en las piernas y cómo la enfermera del distrito la visitaba cada semana, a veces con un ayudante, para curarlas. También pensé en nuestro anciano vecino, el señor Forsyth, a quien visitaba un par de veces a la semana para aplicar o comprobar sus emplastes de maíz. No podía hacerlo por sí mismo debido a sus rodillas y caderas artríticas, o a sus heridas de guerra, como él las llamaba. Mi madre había hecho algunos trabajos como asistente del hogar así que quizás podría hacer algo similar después de completar este curso. Me gustaba la gente mayor, eran interesantes y siempre contaban grandes historias.

Este principio accidental y humilde es donde empezó todo, y así comenzó mi viaje de enfermera.

¿A que doy la talla con mi uniforme rosa de estudiante de pre-enfermería, el reloj de bolsillo y mi tarjeta de identificación?

En septiembre de 1981 empecé el curso de pre-enfermería en la Universidad de Suffolk