Descubre millones de libros electrónicos, audiolibros y mucho más con una prueba gratuita

Solo $11.99/mes después de la prueba. Puedes cancelar en cualquier momento.

Venecia de Cine
Venecia de Cine
Venecia de Cine
Libro electrónico319 páginas2 horas

Venecia de Cine

Calificación: 5 de 5 estrellas

5/5

()

Leer la vista previa

Información de este libro electrónico

Venecia es la ciudad más peculiar, misteriosa y romántica. Por eso ha sido escenario de multitud de películas. Txerra Cirbián rastrea los rodajes de las más importantes y también de algunas joyas desconocidas. Y de su mano conocemos cada canal, callejón, puente y plazoleta de ese territorio que tiene mucho que ver con las brumas y los enigmas, con el amor y también con la melancolía y los más inquietantes asesinatos. Con "Venecia de cine" viajamos mil veces a la ciudad de las góndolas y aprendemos cuáles son los lugares para una visita con glamour y también aquellos que los turistas ignoran.
IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento5 jul 2015
ISBN9788415563785
Venecia de Cine

Relacionado con Venecia de Cine

Libros electrónicos relacionados

Artes escénicas para usted

Ver más

Artículos relacionados

Categorías relacionadas

Comentarios para Venecia de Cine

Calificación: 5 de 5 estrellas
5/5

2 clasificaciones0 comentarios

¿Qué te pareció?

Toca para calificar

Los comentarios deben tener al menos 10 palabras

    Vista previa del libro

    Venecia de Cine - Txerra Cirbián

    Venecia de cine

    por Txerra Cirbián

    Sumario

    Presentación, por Xavier Moret

    Prólogo. Dos placeres

    Mapa de Venecia

    Películas

    El ladrón de Venecia

    Intriga en Venecia

    Senso

    Locuras de verano

    Venecia, la Luna y tú

    Intriga en Venecia

    Mujeres en Venecia

    Infancia, vocación y primeras experiencias de Giacomo Casanova, veneciano

    Anónimo veneciano

    Muerte en Venecia

    ¿Quién la ha visto morir?

    Amenaza en la sombra

    El viaje

    Pero... ¿quién mata a los grandes chefs?

    Psicosis en Venecia

    Solo negro

    Desde Rusia con amor / Moonraker

    Indiana Jones y la última cruzada

    El placer de los extraños

    Solo tú

    Todos dicen I love you

    Las alas de la paloma

    El talento de Mr. Ripley

    Pan y tulipanes

    Italiano para principiantes

    The italian job

    Deseando libertad

    El mercader de Venecia

    Casanova

    Casino Royale

    Retorno a Brideshead

    The tourist

    Imperdonables

    La pequeña Venecia (Shun Li y El Poeta)

    One chance Mi gran oportunidad: la verdadera historia de Paul Potts

    Effie Gray

    Filmografía veneciana

    Materiales consultados

    Agradecimientos

    Otra vez se presentaba a la vista la magnífica perspectiva, la deslumbradora composición de fantásticos edificios que la república mostraba a los ojos asombrados de los navegantes que llegaban a la ciudad; la graciosa magnificencia del Palacio y del Puente de los Suspiros, las columnas con santos y leones, la fachada pomposa del fantástico templo, la puerta y el gran reloj, y comprendió entonces que llegar por tierra a Venecia, bajando en la estación, era como entrar a un palacio por la escalera de servicio. Había que llegar, pues, en barco a la más inverosímil de las ciudades".

    Thomas Mann

    Muerte en Venecia

    Para Roser

    Presentación

    Venecia: el grandísimo escenario

    Venecia es una ciudad única, maravillosa, que parece vivir fuera del tiempo. Ya en 1786, en su Viaje a Italia, escribió Goethe: Se ha dicho y escrito tanto sobre Venecia que no me entretendré en las descripciones. Y Félix de Azúa sentenció muchos años después: Escribir sobre Venecia es tan fácil que resulta casi imposible.

    A pesar de todo, hay que seguir escribiendo de Venecia, aunque solo sea para reivindicar que estamos en la más literaria de todas las ciudades del mundo. Casi todo en Venecia invita a soñar, a sintonizar con una belleza tocada por la magia del agua y por una encantadora decadencia. Por otra parte, viajar a Venecia y recordar novelas famosas es casi automático; y desde hace unos años, asociar la ciudad de los canales con las películas que allí se filmaron es obligado.

    Desde la primera vez que llegué a Venecia tuve la impresión de que la ciudad era un grandísimo escenario que parecía estar esperando a que un director pronunciara la palabra mágica: ¡Acción!. Y por eso pienso que Txerra Cirbián ha escrito un libro muy necesario, un compañero de viaje imprescindible.

    Todavía hoy, cuando ya he perdido la cuenta de las veces que he viajado a Venecia, al pasear por la ciudad me parece ver por todas partes fragmentos de películas que el grandioso escenario consigue rescatar de la memoria: el protagonista de Muerte en Venecia perdiéndose por los callejones cercanos a la Fenice en busca del adolescente Tadzio, Indiana Jones forzando la aventura cerca de la basílica de San Marcos, Ripley encarnando la impostura…

    Nunca se sabe, al moverse por estos laberintos, escribe Joseph Brodsky, si se busca un objetivo o se corre detrás de uno mismo. Perderse por Venecia es, en cualquier caso, una de las experiencias más maravillosas. Es entonces cuando uno sueña con conectar con personajes como Casanova, Canaletto, Goldoni, lord Byron, Turner o el Corto Maltés; o cuando le parece estar protagonizando una de las muchas películas que Txerra Cirbián reúne en este libro que hará las delicias de los cinéfilos y de los que sienten pasión por Venecia.

    Xavier Moret

    Prólogo

    Dos placeres

    Este es un libro que bebe de dos placeres, el cine y los viajes. Y en este sentido, el viajero cinéfilo puede encontrar en su lectura un plus que la tradicional guía de viajes no le ofrece: los escenarios reales donde se rodaron un puñado de películas.

    Hay muchas ciudades de cine, y Europa ofrece unas cuantas, con Londres, París y Roma casi siempre al frente de la lista. Pero Venecia es única, quizá porque ha cambiado muy poco a lo largo de los siglos. La ausencia de tráfico rodado, el laberinto de canales, calles, callejones, plazoletas y plazas, separadas en un centenar de pequeñas islas unidas por pequeños puentes, las casas, palacios e iglesias son escenarios que el cine ha sabido aprovechar hábilmente para rodar producciones históricas, románticas, cómicas y también terroríficas.

    Para los cinéfilos, además, Venecia tiene un atractivo especial: a finales de agosto, cada año, acoge el festival de cine más antiguo del mundo: recordemos que la primera edición de la Mostra Internazionale d'Arte Cinematografica de Venezia se celebró en el año 1932, en la terraza del hotel Excelsior, en el Lido.

    Y para los millones de personas que la visitan, Venecia representa un destino mítico: el carnaval, las románticas lunas de miel, los canales, su arquitectura inmutable, el teatro de la Fenice, los innumerables museos y la no menos famosa Bienal de Arte, de la que surgió, de hecho, la Mostra cinematográfica como una exposición artística más, como antes señalaba.

    A la hora de ponerme a escribir, mis pacientes editores me sugirieron la inclusión de algunas películas. Por ejemplo, me hablaron con entusiasmo de Sombrero de copa, un clásico del cine musical de los años 1930 en el que Fred Astaire y Ginger Rogers bailan la inolvidable Cheek to cheek, aquella canción que empezaba así: "Heaven, I'm in heaven / and my heart beats so that I can hardly speak / and I seem to find the happiness I seek / when we're out together dancing cheek to cheek"¹ ²

    Maravillosa película, sí, pero filmada enteramente en estudio, al igual que algunas de las primeras cintas ambientadas en la ciudad de los canales, como El mercader de Venecia (1916), del inglés Walter West; o la extraña El hombre sin deseo (1923), del también británico Adrian Brunel. Al parecer fue ese mismo año de 1923 cuando el director alemán Peter Paul Felner rodó otra versión de El mercader de Venecia parcialmente in situ, como atestiguan algunas fotos de parte de los actores en el puente de Rialto, de una góndola con San Giorgio Maggiore de fondo y de una calle con un canal.

    Nada que ver con los decorados art déco que Van Nest Polglase creo para la ocasión, con unos puentes de opereta y unas góndolas que muy bien podrían ser las barcas de la atracción El Pequeño Mundo de los parque temáticos de Disney. Pero en su momento, ese director de arte fue nominado al Oscar, y seis años después lo fue por Ciudadano Kane. Palabras (cinéfilas) mayores.

    Por supuesto que si hubiera sido posible, Astaire y Rogers hubieran viajado y bailado en Venecia, pero los decorados de estudio estaban para eso, para que el frac del actor y el elegante vestido de la actriz estuvieran perfectamente iluminados y su baile destacara en pantalla. El puente veneciano, el agua del canal y las góndolas de cartón piedra eran lo de menos.

    Desde un punto de vista estrictamente histórico, la primera filmación real de la que se tiene noticia data del año 1896, cuando Alexandre Promio rodó una primera y primitiva peliculita del Gran Canal a bordo de una góndola. Pero, para abrir boca, no dejen de disfrutar con Venezia minore, un precioso documental rodado por Francesco Pasinetti en el año 1940. Se encuentra fácilmente en Internet y es de visión gratuita³. Es una pequeña maravilla que muestra la vida cotidiana en la ciudad antes de la Segunda Guerra Mundial. Lo que leerán a continuación se refiere a películas de ficción.

    De todas maneras, a la hora de poner un punto de inicio a este libro, he considerado oportuno que fuera a mediados del siglo pasado, después de la Segunda Guerra Mundial. Rebuscando en bibliotecas, hemerotecas e Internet, encontré dos títulos filmados en 1947 que incluyeron tan breves escenas en Venecia, que decidí desecharlas: Nunca huyas de mí (Escape me never) de Peter Godfrey, con Errol Flynn, Ida Lupino y Eleanor Parker; y Viviendo el pasado (The Lost Moment) de Martin Gabel, con Robert Cummings, Susan Hayward y Agnes Moorehead.

    Finalmente, decidí que el primer filme analizado en este libro fuera El ladrón de Venecia, rodado en 1950, y el primero que mejor supo aprovechar los escenarios naturales de la ciudad y, en especial, el interior de Palacio Ducal. La presencia al frente del reparto de Maria Montez, toda una estrella de la época, le dio aún mayor repercusión internacional.

    Decía antes que mis editores me habían sugerido varias películas, como Muerte en Venecia, de Luchino Visconti, imprescindible, sí, o El viaje, de Vittorio de Sica, que quizá sea menos importante dado que sus protagonistas se pasean por la ciudad solamente en su tramo final. También hay otras cintas menos famosas, pero en las que la ciudad italiana sí que es un personaje más. Otros títulos son mucho más populares, como algunos de James Bond, Indiana Jones y The tourist, con Angelina Jolie y Johnny Depp, así como un par de filmes de acción más.

    Este libro es una propuesta de itinerario para descubrir qué queda en la actualidad de los escenarios mostrados en las producciones más antiguas y que hay de realidad en las imágenes que muestran los filmes más actuales. No encontrará el lector descripciones de museos y monumentos, que probablemente llevará en otra guía más normal que esta. Pero si se anima a seguirla, seguro que encontrará el placer de descubrir una Venecia de película.

    Finalmente, una confesión personal: Locuras de verano es la película que más me ha influido a la hora de escribir este libro. En el año 1988, rodé un cortometraje en 35 milímetros titulado Quizá no sea demasiado tarde. Era una película falsamente romántica, de final desencantado, en cuyo inicio se incluían las imágenes de una película que su protagonista, el malogrado Jaume Sorribas, veía en un televisor. Ese filme era, precisamente, el de David Lean, hacia el minuto 93, cuando se acercaba el final. Después de un día precioso y haber estado sentados en la plaza de San Marcos, Katharine Hepburn le pide a Rossano Brazzi dar un último paseo por la ciudad y le anuncia que se marcha de Venecia, donde ha pasado los días más felices de su vida. Cada vez que viajo a la capital véneta, al marchar, sigo teniendo aún más ganas de volver.

    Espero que disfruten con este libro tanto como yo lo hecho al escribirlo.

    Mapa de Venecia

    Clique en G map para ver las localizaciones exactas de las películas en Google Map.

    El ladrón de Venecia

    FICHA DE LA PELÍCULA

    Título original: Il ladro di Venezia.

    Dirección: Jerry Thorpe.

    Guion: John Brahm, Salvatore Cabasino, Jesse Lasky Jr.

    Actores: Maria Montez, Paul Hubschmid, Massimo Serato, Faye Marlowe, Aldo Silvani, Gino Saltamerenda, Guido Celano, Umberto Sacripante, Camillo Pilotto, Nando Tamberlani, Liana Del Balzo, Paolo Stoppa.

    País: Italia / Alemania. Año: 1950. Duración: 109 minutos. Blanco y negro.

    DVD /BR: no existe.

    Fragmentos de la película: http://youtube/4x8GSXUnpwQ

    Localización: G map

    Maria Montez, cantinera / El Palacio Ducal

    El ladrón de Venecia fue la primera película rodada en Venecia después de la Segunda Guerra Mundial que incluyó en su metraje un porcentaje destacable de escenarios reales de la ciudad. La presencia en el elenco de Maria Montez, toda una estrella de la época, fue la mejor publicidad para una película que tuvo que afrontar un grave problema: iniciada por Giuseppe Barattolo –veterano productor de la época muda– para Venezia Films, su muerte en septiembre de 1949 provocó que la cinta tuviera que ser finalizada por Sparta Films.

    La idea original de este filme de capa y espada e intrigas fue del guionista inglés Michael Pertwee, transformada en libreto por el también guionista Jesse Lasky Jr., un colaborador habitual de Cecil B. DeMille que se pasaba varios meses al año en España, trabajando para producciones europeas, junto con el ayudante de dirección italiano Salvatore Cabasino y el propio director de la película, el alemán John Brahm.

    La trama seguía las luchas contra el malvado Scarpa, el Gran Inquisidor de la República de Venecia y usurpador del gobierno veneciano vía la eliminación de todos los opositores. El líder de la revuelta es el teniente Lorenzo Contarini, un oficial fiel al almirante Pisani, responsable de la armada que luchaba contra los turcos mientras Scarpa se hacía con el poder.

    Scarpa, además, pretende casarse con la hija del almirante para evitar la sublevación. El único lugar donde Contarini encuentra escondite es entre los ladrones de la ciudad, donde conoce a Tina, una guapa camarera interpretada por Montez. Con su ayuda logra liberar a algunos opositores políticos y armar a la población para preparar el levantamiento contra el tirano.

    Pese a que muchas de las escenas están rodadas en estudio, como las relativas a los combates marítimos, la Venecia real surge desde el primer momento en la bella fotografía en blanco y negro de Anchise Brizzi, un operador que colaboraría luego con Vittorio de Sica en El limpiabotas y con Orson Welles en Otelo: tras los títulos de crédito, superpuestos sobre un relieve con el león alado, un pregonero se dirige a la multitud congregada en la plaza de San Marcos para leerles el último edicto del inquisidor.

    A continuación, un personaje proveniente de la Porta della Carta asciende por la Scala del Giganti, en un picado que muestra el patio del Palacio Ducal con los dos pozos del siglo XVI al fondo. Un contrapicado muestra al personaje de espaldas, casi en lo alto de la conocida escalera, con las esculturas de Marte y Neptuno realizadas por Jacobo Sansovino. La misma escalinata, con un picado y otro contrapicado similar, se utilizó para filmar el final de la película, que no explicaremos en estas líneas por razones obvias.

    La figura oscura, ya en el primer piso, recorre la galería exterior con la balaustrada a la izquierda. El cambio de plano es evidente en el filme: se mantiene el contrapicado, pero más acentuado y ahora en forma de travelín que acompaña al personaje, medio en sombras, con el Campanile de San Marcos en segundo plano, destacando por detrás de los capiteles.

    La figura sigue caminando por el interior del palacio dando la espalda a la cámara y atraviesa diferentes estancias hasta un punto donde dos soldados le barran el paso: es la habitación del Dux que, enfermo, sella un mensaje para el almirante Pisani. Por primera vez, el personaje se gira y da la cara: es Scarpa.

    Un precioso tour de force cinematográfico inicial que demuestra la pericia del director de fotografía Anchise Brizzi para mostrar a los espectadores, sin que pareciera una simple visita turística, los artesonados de los techos de las diferentes salas, en especial las del Escrutinio, la del Gran Consejo y la del Consejo de los Diez, así como las pinturas que adornan sus paredes laterales. Una visita imprescindible para cualquier viajero que llegue a Venecia y en la que podrá descubrir la gama de colores que insinúa el blanco y negro de la película.

    En cuanto a otros escenarios naturales, destaca la famosa Ca d'Oro en el Gran Canal, que juega el papel del palacio de los Pisani y que permitía mostrar por primera vez a Francesca, la hija del almirante, interpretada por Faye Marlowe. Una góndola esperaba en el exterior dejando ver la preciosa fachada de gótico florido del edificio desde el agua y luego entrever la entrada desde el porche interior, en la planta baja, donde Francesca espera junto a su dama de compañía.

    Una de las más divertidas estampas la ofrece el filme cuando la galera del almirante regresa a la laguna tras combatir a los turcos. La noticia desata la alegría de los venecianos y ofrece la oportunidad de ver a numerosos figurantes lanzándose desde los puentes y muelles a las góndolas que llenan en gran número los canales para acudir a recibir al barco. De igual manera, la cómica huida de unos prisioneros permite ver las puertas del Arsenal, flanqueadas por las dos estatuas de los poderosos leones griegos de la entrada.

    En la película hay algunas escenas más en el Palacio Ducal real, como unas en la que, tras una ejecución entre las enormes columnas de la Piazzeta, Scarpa habla con un consejero en la galería que da al Bacino di San Marco, con el capitel del león alado al fondo del cuadro. Y es esa misma plazoleta la que también acoge los preparativos de boda entre Scarpa y Francesca y la revuelta popular contra esa ceremonia.

    Una embarcación con un ampuloso decorado y un trono incluido quedó amarrada al muelle del Bacino San Marco para acoger la lucha final entre el tirano y Contarini. Un apasionante y coreografiado duelo de espadas... de película, claro.

    Algunas curiosidades más

    Si bien la mayor parte de los interiores se realizaron en estudio, en especial el de la taberna donde trabaja Maria Montez, las escenas filmadas en el Palacio Ducal son en sus estancias auténticas. El director de fotografía Anchise Brizzi filmó los larguísimos contrapicados de las salas mediante cámaras sobre raíles de travelín y, en alguna de las estancias, sobre una dolly (plataforma rodante) con ruedas de goma para proteger los suelos de las mismas.

    Actualmente convertida en la Galería Giorgio Franchetti, la Ca d'Oro del Gran Canal fue construida en el siglo XV sobre los cimientos de un antiguo palacio para el procurador Marino Contarini, el mismo apellido que el del personaje protagonista del filme, Lorenzo Contarini. El barón Franchetti compró el palacio en 1894 y su colección de arte es la base del museo, abierto al público, que alberga el célebre cuadro de san Sebastián pintado por Andrea Mantegna.

    Intriga en Venecia

    FICHA DE LA PELÍCULA

    Título original: Venetian Bird.

    Dirección: Ralph Thomas.

    Guion: Victor Canning, a partir de su propia novela.

    Actores: Richard Todd, Eva Bartok, John Gregson, George Coulouris, Margot Grahame, Walter Rilla, John Bailey, Sid James.

    País: Reino Unido. Año: 1952. Duración: 95 minutos. Blanco y negro

    DVD: únicamente en inglés, a través de Amazon o Ebay.

    La película íntegra, en Youtube: http://youtu.be/MPoMXJGFRDI (una extraña copia en inglés con subtítulos en griego).

    Localización: G map

    Persecución por las azoteas / San Marcos y la Torre del Reloj

    Aunque esta Intriga en Venecia de 1952 coincida con otro título idéntico posterior en castellano del año 1967, del que escribo en un próximo capítulo, el original no deja dudas: Pájaro veneciano o The Assassin (en EE UU). Y tiene varias peculiaridades: realizada por la productora británica Rank (aquella que siempre empezaba sus filmes con un enorme gong), fue rodada en un precioso blanco y negro por el

    ¿Disfrutas la vista previa?
    Página 1 de 1