Descubre millones de libros electrónicos, audiolibros y mucho más con una prueba gratuita

Solo $11.99/mes después de la prueba. Puedes cancelar en cualquier momento.

Discursos sobre (l)a pobreza: América Latina y/e países luso-africanos. Colaboración/colaboração Annina Clerici y/e Marília Mendes.
Discursos sobre (l)a pobreza: América Latina y/e países luso-africanos. Colaboración/colaboração Annina Clerici y/e Marília Mendes.
Discursos sobre (l)a pobreza: América Latina y/e países luso-africanos. Colaboración/colaboração Annina Clerici y/e Marília Mendes.
Libro electrónico643 páginas11 horas

Discursos sobre (l)a pobreza: América Latina y/e países luso-africanos. Colaboración/colaboração Annina Clerici y/e Marília Mendes.

Calificación: 0 de 5 estrellas

()

Leer la vista previa

Información de este libro electrónico

En las últimas décadas, paralelamente a la pauperización de vastos segmentos de la población mundial, se asiste a la multiplicación de "discursos sobre la pobreza". La ONU ha decretado una "década para la eliminación de la pobreza" (1997-2006). Numerosas instituciones vienen publicando informes sobre la pobreza y proponiendo medidas para combatirla. Diariamente, los mass media nos inundan con imágenes o discursos sobre situaciones de pobreza. En el debate sobre la pobreza intervienen también el cine independiente, la fotografía, las artes plásticas, la literatura y los testimonios populares. ¿En qué medida, los diferentes "discursos sobre la pobreza" contribuyen a agudizar nuestra percepción de la pobreza, a descubrir sus causas y a incentivar la lucha por su erradicación?
Nas últimas décadas, paralelamente à pauperização de vastos segmentos da população mundial, tem-se assistido à multiplicação de "discursos sobre a pobreza". A ONU decretou uma "década para a eliminação da pobreza" (1997-2006) e numerosas instituições tem vindo a publicar informações sobre a pobreza e a propor medidas para a combater. Todos os dias os mass media nos inundam com imagens ou discursos sobre situações de pobreza. Também o cinema independente, a fotografia, as artes plásticas, a literatura e os testemunhos populares intervêm no debate sobre a pobreza. Em que medida os diferentes "discursos sobre a pobreza" contribuem para aguçar a nossa percepção da pobreza, para descobrir as suas causas e incentivar a luta pela sua erradicação?
IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento1 jun 2014
ISBN9783865278166
Discursos sobre (l)a pobreza: América Latina y/e países luso-africanos. Colaboración/colaboração Annina Clerici y/e Marília Mendes.

Relacionado con Discursos sobre (l)a pobreza

Títulos en esta serie (45)

Ver más

Libros electrónicos relacionados

Crítica literaria para usted

Ver más

Artículos relacionados

Comentarios para Discursos sobre (l)a pobreza

Calificación: 0 de 5 estrellas
0 calificaciones

0 clasificaciones0 comentarios

¿Qué te pareció?

Toca para calificar

Los comentarios deben tener al menos 10 palabras

    Vista previa del libro

    Discursos sobre (l)a pobreza - Iberoamericana Editorial Vervuert

    DISCURSOS SOBRE (L)A POBREZA

    América Latina y/e países luso-africanos

    MARTÍN LIENHARD (coordinador)

    Colaboración/colaboração de

    ANNINA CLERICI Y/E MARÍLIA MENDES

    COLECCIÓN NEXOS Y DIFERENCIAS, N.º 17

    Colección nexos y diferencias

    Estudios culturales latinoamericanos

    Enfrentada a los desafíos de la globalización y a los acelerados procesos de transformación de sus sociedades, pero con una creativa capacidad de asimilación, sincretismo y mestizaje de la que sus múltiples expresiones artísticas son su mejor prueba, los estudios culturales sobre América Latina necesitan de renovadas aproximaciones críticas. Una renovación capaz de superar las tradicionales dicotomías con que se representan los paradigmas del continente: civilización-barbarie, campo-ciudad, centro-periferia y las más recientes que oponen norte-sur y el discurso hegemónico al subordinado.

    La realidad cultural latinoamericana más compleja, polimorfa, integrada por identidades múltiples en constante mutación e inevitablemente abiertas a los nuevos imaginarios planetarios y a los procesos interculturales que conllevan, invita a proponer nuevos espacios de mediación crítica. Espacios de mediación que, sin olvidar los nexos que histórica y culturalmente han unido las naciones entre sí, tengan en cuenta la diversidad que las diferencian y las que existen en el propio seno de sus sociedades multiculturales y de sus originales reductos identitarios, no siempre debidamente reconocidos y protegidos.

    La Colección nexos y diferencias se propone, a través de la publicación de estudios sobre los aspectos más polémicos y apasionantes de este ineludible debate, contribuir a la apertura de nuevas fronteras críticas en el campo de los estudios culturales latinoamericanos.

    DISCURSOS SOBRE (L)A POBREZA

    América Latina y/e países luso-africanos

    Martín Lienhard (coordinador)

    Colaboración/colaboração de

    Annina Clerici y/e Marília Mendes

    Iberoamericana • Vervuert • 2006

    Bibliographic information published by Die Deutsche Bibliothek

    Die Deutsche Bibliothek lists this publication in the Deutsche Nationalbibliografie; detailed bibliographic data are available on the Internet at <http://dnb.ddb.de>.

    Esta publicación se realizó con el apoyo

    de la Fundación Universitaria (Hochschulstiftung) del cantón de Zurich

    Esta publicação foi realizada com o apoio

    da Fundação Universitária (Hochschulstiftung) do cantão de Zurique

    Reservados todos los derechos

    © Iberoamericana, 2006

    Amor de Dios, 1 – E-28014 Madrid

    Tel.: +34 91 429 35 22

    Fax: +34 91 429 53 97

    info@iberoamericanalibros.com

    www.ibero-americana.net

    © Vervuert, 2006

    Wielandstrasse. 40 – D-60318 Frankfurt am Main

    Tel.: +49 69 597 46 17

    Fax: 49 69 597 87 43

    info@iberoamericanalibros.com

    www.ibero-americana.net

    ISBN 84-8489-249-2 (Iberoamericana)

    ISBN 3-86527-275-4 (Vervuert)

    e-ISBN 978-3-86527-816-6

    Depósito Legal:

    Foto de cubierta/fotografia da capa: Sérgio Santimano (Moçambique), Pemba. Da série Cabo Delgado: uma história fotográfica sobre África (1997)

    Cubierta: Marcelo Alfaro

    Impreso en España por

    The paper on which this book is printed meets the requirements of ISO 9706

    ÍNDICE

    Acerca de este libro/Sobre este livro

    Introducción

    Martin Lienhard. La pobreza: un escándalo

    LUCHA CONTRA LA POBREZA – LOS DISCURSOS INSTITUCIONALES

    LUTA CONTRA A POBREZA – OS DISCURSOS INSTITUCIONAIS

    Elena Lazos Chavero. La cultura de la pobreza: sentires para una transformación

    José Octávio Serra Van-Dúnem. Breve abordagem sobre fundos sociais. Um estudo de caso em Angola

    Jorge Montoya Romani. Percepción, intención y acción en la lucha contra la pobreza – una historia de tantos y tantos discursos

    Denise Oliveira e Silva, Ana Felisa Hurtado Guerrero, Luciano Medeiros de Toledo. Reflexos do singular na desigualdade social: os diversos sentidos da fome em quilombos da região norte, Brasil

    Silvia Giletti Benso. Un acercamiento a las mil caras de la pobreza y el papel del microcrédito

    Edna Maria dos Santos. Educação, pobreza e política no Brasil

    CONTEXTOS DE LA POBREZA

    CONTEXTOS DA POBREZA

    Sebastião Nascimento. Legislando sobre a pobreza e a desigualdade: o Ato Colonial e o Terceiro Império português (1930-1961)

    Omar Ribeiro Thomaz. Narrativas da precariedade: desigualdade e diversidade num contexto pós-colonial. Indianos hindus em Inhambane, Moçambique

    Núria Vilanova. Memoria y anonimato: representaciones discursivas de las muertas de Ciudad Juárez

    Riccardo Badini. Ayahuasca y resistencia indígena en la Amazonía peruana

    ICONOGRAFÍA DE LA POBREZA

    ICONOGRAFIA DA POBREZA

    Silvia Rivera Cusicanqui. Construcción de imágenes de indios y mujeres en la iconografía post-52: el miserabilismo en el Álbum de la Revolución (1954)

    Mario Handler. Imágenes y palabras – Posibilidades y límites del cine y el audiovisual. A partir de Aparte

    Martin Lienhard. Sérgio Santimano: O Moçambique dos «pobres» ou A escola da vida

    Sérgio Santimano. Focal

    LOS POBRES EN MOVIMIENTO

    OS POBRES EM MOVIMENTO

    Jesús Morales Bermúdez. La pobreza desde los pobres. Tres testimonios en un contexto

    Antonio García de León. De la revolución a la transición: la rebelión de Chiapas y los caminos de la democracia en México

    Xavier Albó. ¡Dichosos los pobres! ¡Ay de ustedes los ricos! Reflexión y praxis cristiana con los pobres en Latinoamérica

    Mario R. Loarca Pineda. No pretender el vano honor del mundo

    Corinne A. Pernet. Discursos desde la pobreza: mujeres chilenas en la época de los frentes populares

    Marc-Antoine Camp. O congado formalizado: organização jurídica de guardas do reinado na zona rural de Minas Gerais (Brasil)

    LA POBREZA DESDE LOS POBRES

    A POBREZA A PARTIR DOS POBRES

    José Carlos Sebe Bom Meihy. A fala da pobreza: Carolina Maria de Jesus

    Stephan Scheuzger. La subversividad del discurso de la pobreza. La polémica sobre el libro Los hijos de Sánchez de Oscar Lewis en México

    Maribel Parra Domínguez. ¿Para qué narrar la pobreza? Una reflexión sobre el testimonio

    LA POBREZA EN LA LITERATURA A POBREZA NA LITERATURA

    Carmen Lucia Tindó Ribeiro Secco. Resistência e desafios: literatura e reflexões sobre pobreza

    Antonio Melis. Los pobres de Dios: desde las crónicas andinas hasta la teología de la liberación

    Annina Clerici. La pobreza desde la oligarquía: Un mundo para Julius de Alfredo Bryce Echenique

    Marília Mendes. Pobreza feminina em contos moçambicanos: exclusão e resistência

    Roberto Francavilla. Flagelados do vento leste? Contra uma leitura sócio-económica da literatura caboverdiana

    Colaboradores de este volumen

    ACERCA DE ESTE LIBRO

    MARTÍN LIENHARD

    Desde hace unas tres décadas, paralelamente a la pauperización de vastos segmentos de la población mundial, se asiste a la multiplicación de los «discursos sobre la pobreza». Las Naciones Unidas han decretado una «década para la eliminación de la pobreza» (1997-2006). Instituciones como la propia ONU, el Banco Mundial, las agencias para el desarrollo y toda una larga serie de ONGs, iglesias, partidos políticos e instituciones universitarias publican, periódicamente, informes y estudios sobre la pobreza y proponen medidas para reducirla o erradicarla. Diariamente, los medios de comunicación masiva –en particular la prensa, la televisión y el cine comercial– nos inundan con imágenes o discursos sobre la pobreza. En el debate sobre la pobreza y la exclusión social intervienen también el cine independiente, la fotografía, las artes plásticas, la literatura y los testimonios populares. Ahora bien, ¿en qué medida se ofrece, a través de estos discursos, una idea adecuada de lo que significa e implica, en diferentes contextos, la pobreza? ¿Hasta qué punto se intenta o se logra una explicación convincente de sus causas? ¿Cuál es o podría ser, por fin, el posible aporte de estos discursos a la indispensable «guerra» contra la pobreza?

    A la discusión de tales preguntas se dedicó el simposio interdisciplinario Discursos sobre (l)a pobreza. América Latina y/e países luso-africanos, realizado bajo la coordinación del autor de estas líneas entre el 13 y el 18 de junio de 2004 en el Centro Stefano Franscini de Monte Verità, Ascona (Suiza). Este libro reúne ponencias y testimonios que se presentaron en ese evento. Procedentes de diversos países de América Latina, África, Norteamérica y Europa, sus autoras y autores representan todo un abanico de disciplinas científicas (antropología, historia, estudios literarios, musicología) y de prácticas artísticas (cine, fotografía, literatura). Varios de ellos participaron o están participando en programas de lucha contra la pobreza. Los textos incluidos en este libro versan, fundamentalmente, sobre los marcos constitucionales, políticos, sociales y étnicos que favorecen el surgimiento o la reproducción de situaciones de pobreza y exclusión social; las estrategias económicas, políticas e ideológicas de la lucha contra la pobreza (entre ellas la «opción por los pobres» de la teología de la liberación); la «antropología» y la «cultura» de la pobreza; la pobreza vista por los pobres; las maneras de enfocar la pobreza que se manifiestan en los medios de comunicación masiva (televisión, cine comercial, prensa) y en algunas prácticas artísticas (literatura, cine independiente, fotografía). En el simposio, el cineasta uruguayo Mario Handler proyectó su documental Aparte; aquí reproducimos su testimonio sobre el proyecto, la realización y la recepción de esta película. Sérgio Santimano, fotógrafo mozambiqueño, presentó un amplio testimonio fotográfico; incluimos aquí algunas de sus fotos. En el simposio participó también la Agrupación teatral de la Facultad de Letras de la Universidad de La Laguna (Canarias). Bajo la dirección de José Ramos, los jóvenes actores presentaron «Es que somos muy pobres», un espectáculo teatral basado en textos de Juan Rulfo, y «Cautivas» que explora la relación inmigraciónpobreza y está inspirado en textos de Cirilo Leal y la antropóloga marroquí Fátima Meneser.

    Este simposio fue el cuarto de una serie de encuentros interdisciplinarios dedicados a discutir la dinámica de los procesos de transformación social y cultural que vienen experimentando, a la hora de la globalización, las comunidades o colectividades «populares» de América Latina, el Caribe y el África de lengua oficial portuguesa. Las ponencias de los simposios de 1995, 1998 y 2001 se reunieron en los tres volúmenes presentados a continuación:

    Culturas marginadas y procesos de modernización en América Latina - Culturas marginalizadas e processos de modernização na América Latina, coord. por Martín Lienhard y Juan Rigoli. Genève: Société Suisse des Américanistes, 1996.

    La memoria popular y sus transformaciones/A memória popular e as suas transformações - América Latina y/e países luso-africanos, coord. por Martín Lienhard, colaboración de Gabriela Stöckli y Mari Serrano. Madrid: Iberoamericana/Frankfurt: Vervuert, 2000.

    Ritualidades latinoamericanas: un acercamiento interdisciplinario/Ritualidades latino-americanas: uma aproximação interdisciplinar, coord. por Martín Lienhard, colaboración de Gabriela Stöckli, Maria Conti, Marília Mendes y Annina Clerici. Madrid: Iberoamericana/Frankfurt: Vervuert, 2003.

    Patrocinado por el Centro Stefano Franscini (CSF) de la Escuela Politécnica Federal (ETH) de Zurich y apoyado por el Fondo Nacional Suizo para la Investigación Científica (FNSNF), el simposio de 2004 dedicado a los Discursos sobre (l)a pobreza contó con importantes contribuciones de la KFPE (Swiss Commission for Research Partnerships with Developing Countries), la Academia Suiza de Ciencias Humanas y Sociales (ASSH), la Fundación Universitaria (Hochschulstiftung) del cantón de Zurich, la Asociación Universitaria de Zurich (Zürcher Universitätsverein) y la Rectoría de la Universidad de Zurich. La COSUDE (Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperación) financió generosamente la participación de Sérgio Santimano y su exposición fotográfica Focal, dirigida por Bruno Z’Graggen. Claudia Lafranchi y Liliana Cantoreggi acompañaron atenta y amablemente la organización del evento en todas sus fases. A todas las instituciones y personas mencionadas van nuestros agradecimientos más sinceros.

    La publicación de este libro contó con el apoyo de la Fundación Universitaria (Hochschulstiftung) del cantón de Zurich. Nos complace mucho la excelente acogida que Klaus Dieter Vervuert y la editorial Iberoamericana brindaron, una vez más, a un proyecto nuestro. A Ariadna Allés (Iberoamericana) le agradecemos su atención constante y el gran cuidado que puso en la edición de este volumen.

    Sin la gran dedicación y el esfuerzo de mis colaboradoras Annina Clerici y Marília Mendes, la publicación de este libro colectivo –un trabajo exigente– hubiera sido imposible. A ellas van, pues, mis agradecimientos más cordiales.

    SOBRE ESTE LIVRO

    MARTÍN LIENHARD

    Desde há cerca de três décadas que se vem assistindo, paralelamente à pauperização de vastos segmentos da população mundial, a uma multiplicação de «discursos sobre a pobreza». As Nações Unidas decretaram uma «década para a eliminação da pobreza» (1997-2006). Instituições como a própria ONU, o Banco Mundial, as organizações de desenvolvimento e toda a vasta série de ONGs, igrejas, partidos políticos e instituições universitárias publicam periodicamente informações e estudos sobre a pobreza, e propõem medidas para a reduzir ou erradicar. Todos os dias os meios de comunicação de massa – em particular a imprensa, a televisão e o cinema comercial – nos inundam com imagens ou discursos sobre a pobreza. Também o cinema independente, a fotografia, as artes plásticas, a literatura e os testemunhos populares participam no debate sobre a pobreza e a exclusão social. Ora bem, em que medida se nos oferece, através destes discursos, uma ideia adequada daquilo que significa e implica, em diferentes contextos, a pobreza? Até que ponto se tenta ou se consegue obter uma explicação convincente das suas causas? Qual é ou poderia ser, por fim, a contribuição possível destes discursos para a indispensável «guerra» contra a pobreza?

    À discussão de tais questões se dedicou o simpósio interdisciplinar Discursos sobre (l)a pobreza. América Latina y/e países luso-africanos, realizado sob a coordenação do autor destas linhas de 13 a 18 de Junho de 2004 no Centro Stefano Franscini de Monte Verità, em Ascona (Suíça). Este livro reúne as comunicações e os testemunhos que foram apresentados nesse evento. Procedentes de diversos paises da América Latina, África, América do Norte e Europa, as suas autoras e os seus autores representam todo um leque de disciplinas científicas (antropologia, história, estudos literários, musicologia) e de práticas artísticas (cinema, fotografia, literatura). Vários deles participaram ou participam em programas de luta contra a pobreza. Os textos incluídos neste livro versam, fundamentalmente, sobre os marcos constitucionais, políticos, sociais e étnicos que favorecem o surgimento ou a reprodução de situações de pobreza e de exclusão social; as estratégias econômicas, políticas e ideológicas da luta contra a pobreza (entre elas a «opção pelos pobres» da teologia da libertação); a «antropologia» e a «cultura» da pobreza; a pobreza vista pelos pobres; as formas de focar a pobreza que se manifestam nos meios de comunicação de massas (televisão, cinema comercial, imprensa) e em algumas práticas artísticas (literatura, cinema independente, fotografia). No simpósio, o cineasta uruguaio Mario Handler projetou o seu documentário Aparte; reproduzimos aqui o seu testemunho sobre o projeto, a realização e a recepção deste filme. Sérgio Santimano, fotógrafo moçambicano, apresentou um amplo testemunho fotográfico; incluímos aqui uma seleção das suas fotografias. O Grupo teatral da Faculdade de Letras da Universidade de La Laguna (Canárias) também participou no simpósio. Sob a direção de José Ramos, os jovens atores apresentaram «Es que somos muy pobres», um espetáculo teatral baseado em textos de Juan Rulfo, e «Cautivas», que explora a relação imigração-pobreza e foi inspirado em textos de Cirilo Leal e da antropóloga marroquina Fátima Meneser.

    Este simpósio foi o quarto de uma série de encontros interdisciplinares dedicados a discutir a dinâmica dos processos de transformação social e cultural que vêm vivendo, na época da globalização, as comunidades ou coletividades «populares» da América Latina, do Caribe e da África de língua oficial portuguesa. As comunicações dos simpósios de 1995, 1998 e 2001 foram reunidas nos seguintes volumes:

    Culturas marginadas y procesos de modernización en América Latina - Culturas marginalizadas e processos de modernização na América Latina, coord. por Martín Lienhard y Juan Rigoli. Genève: Société Suisse des Américanistes, 1996.

    La memoria popular y sus transformaciones/A memória popular e as suas transformações - América Latina y/e países luso-africanos, coord. por Martín Lienhard, colaboración de Gabriela Stöckli y Mari Serrano. Madrid: Iberoamericana/Frankfurt: Vervuert, 2000.

    Ritualidades latinoamericanas: un acercamiento interdisciplinario/Ritualidades latino-americanas: uma aproximação interdisciplinar, coord. por Martín Lienhard, colaboración de Gabriela Stöckli, Maria Conti, Marília Mendes y Annina Clerici. Madrid: Iberoamericana/Frankfurt: Vervuert, 2003.

    Patrocinado pelo Centro Stefano Franscini (CSF) da Escola Politécnica Federal (ETH) de Zurique e apoiado pelo Fundo Nacional Suíço para a Investigação Científica (FNSNF), o simpósio de 2004 dedicado aos Discursos sobre (l)a pobreza contou com importantes contribuições da KFPE (Swiss Commission for Research Partnerships with Developing Countries), da Academia Suíça de Ciências Sociais e Humanas (ASSH), da Fundação Universitária (Hochschulstiftung) do cantão de Zurique, da Associação Universitária de Zurique (Zürcher Universitätsverein) e da Reitoria da Universidade de Zurique. A Direção para o Desenvolvimento e Cooperação da Suíça financiou generosamente a participação de Sérgio Santimano e a sua exposição fotográfica Focal, comissariada por Bruno Z’Graggen. Claudia Lafranchi e Liliana Cantoreggi acompanharam atenta e amavelmente a organização do evento em todas as suas fases. A todas as instituições e pessoas mencionadas vão os nossos mais sinceros agradecimentos.

    A publicação deste livro contou com o apoio da Fundação Universitária (Hochschulstiftung) do cantão de Zurique. Alegra-nos muito o excelente acolhimento com que Klaus Dieter Vervuert e a editora Iberoamericana brindaram, uma vez mais, um projecto nosso. A Ariadna Allés (Iberoamericana) agradecemos a grande atenção e o enorme cuidado que pôs na edição deste volume.

    Sem a grande dedicação e o esforço das minhas colaboradoras, Annina Clerici e Marília Mendes, a publicação deste livro colectivo – um trabalho exigente – teria sido impossível. Para elas vão, pois, os meus agradecimentos mais cordiais.

    INTRODUCCIÓN

    LA POBREZA: UN ESCÁNDALO

    MARTÍN LIENHARD

    Universität Zürich

    La pobreza es hambre. La pobreza es falta de techo bajo el cual resguardarse. La pobreza es estar enfermo y no poder ser atendido por un médico. La pobreza es no poder ir a la escuela y no saber leer. La pobreza es no tener trabajo, tener miedo al futuro y vivir día a día. La pobreza es perder a un hijo debido a enfermedades relacionadas con el agua impura. La pobreza es impotencia, falta de representación y libertad.

    PovertyNet, Grupo del Banco Mundial 2001

    A realidade desta miséria universal dividiu o mundo em dois grupos de seres humanos: o grupo dos que não comem e o grupo dos que não dormem. O grupo dos que não comem habita os países pobres e julga-se esmagado na sua miséria pela opressão econômica das grandes potências industrializadas. O grupo dos que não dormem habita as áreas mais ricas do mundo, mas não dormem pelo pavor que lhes infunde a revolta dos que não comem.

    Castro 1957

    ¿Cómo es posible que el género humano haya conseguido tal nivel de dominio y control de la naturaleza, incluida su propia constitución biológica, y que para más de un cuarto de la humanidad la simple sobrevivencia siga siendo un desafío cotidiano?

    Polet & Houtard 1999

    We have a dream: a world free of poverty…

    Inscripción en la sede del Banco Mundial en Washington

    … and thanks to the World Bank, it remains a dream…

    Complemento a la inscripción del Banco Mundial, sugerido por Polet & Houtard 1999

    Aunque las cifras difieran de una estadística a otra, nadie niega que la pobreza, bajo formas muy variables, afecta hoy en día, especialmente en América Latina, en África y en Asia, a un considerable porcentaje de la población mundial. Las Naciones Unidas han decretado una «década para la eliminación de la pobreza» (1997-2006). No extraña, en este contexto, la multiplicación de los «discursos sobre la pobreza». Diariamente, los medios de comunicación masiva –prensa, televisión, cine comercial– nos confrontan con imágenes y relatos acerca de situaciones de pobreza, de exclusión social, de miseria. Instituciones como la ONU y sus dependencias, el Banco Mundial, las universidades, las iglesias y los partidos políticos reafirman periódicamente la necesidad de combatir la pobreza. Si estas instituciones se pronuncian explícitamente sobre el problema de la pobreza y proponen estrategias o medidas concretas para reducirla o erradicarla, numerosos creadores artísticos (escritores, cineastas independientes, fotógrafos, pintores o dramaturgos) aluden, de manera menos previsible y más creativa, a los pobres y a la pobreza.

    Respecto a su naturaleza y sus objetivos, los diferentes «discursos sobre la pobreza» configuran un panorama muy heterogéneo. A grandes rasgos, las instituciones directamente implicadas en la lucha contra la pobreza –la ONU, el Banco Mundial, las agencias para el desarrollo, etc.– se distinguen ante todo por la elaboración de criterios para definir y medir la pobreza y por la implementación de proyectos para reducirla, pero se suelen mostrar poco interesadas en dilucidar –y denunciar– sus causas. Los partidos políticos progresistas, en cambio, se especializan en la denuncia de la que consideran la causa principal de la pobreza: la desigualdad social. Los sectores progresistas de las iglesias –en particular los grupos vinculados a la teología de la liberación– suelen combinar una denuncia de tipo «moral» con el trabajo de concientización de los «pobres». Las ciencias sociales se esfuerzan, mediante la investigación directa y la sistematización teórica de sus descubrimientos, por descubrir y describir la dinámica de los procesos económicos, políticos, sociales y culturales que provocan el surgimiento y la reproducción de situaciones de pobreza. También van surgiendo «discursos sobre la pobreza» entre las propias víctimas de la pobreza, pero casi siempre nos llegan bajo forma «filtrada», es decir, a través de intermediarios que pertenecen a instituciones o gremios como los que se acaban de mencionar; sólo de vez en cuando se nos ofrece la oportunidad de conocer directamente el punto de vista peculiar de los propios «pobres»¹. En cuanto a la literatura y las artes visuales, su intervención en el campo de los «discursos sobre la pobreza» suele resultar más indirecta; a no ser que opten por la mera denuncia, los artistas «comprometidos», en efecto, se esfuerzan ante todo por abrirle camino a una reflexión crítica independiente.

    La «pobreza» o la exclusión social no constituyen un fenómeno reciente. Aún en las sociedades más antiguas o tradicionales, se conocía –y se evocaba– la existencia de grupos o sectores «pobres». En todas las lenguas del mundo, en efecto, existieron y existen palabras para nombrar la «pobreza» o la exclusión social. Es fácil constatar, sin embargo, que el significado que se atribuye a esas palabras varía enormemente de una sociedad para otra, de un lugar para otro, de un tiempo para otro². Hoy en día, tanto para los poderosos como para quienes la sufren en carne propia, la pobreza, independientemente de las polémicas que hay en torno a su definición, sus causas y las medidas más adecuadas para erradicarla o, por lo menos, reducirla, constituye un problema de primera magnitud. Unos y otros coinciden en considerar que de su solución depende, en buena cuenta, el futuro de la humanidad. Ahora bien, ¿desde cuándo, desde dónde y cómo, la pobreza empezó a ser considerada como un problema que afecta las sociedades en su conjunto? Con el objetivo de dar un inicio de respuesta a estas preguntas, se propone, en las páginas que siguen, un recorrido por algunas formas –muy diversas– de «discurso sobre la pobreza» avant la lettre.

    La pobreza vista por los pobres

    ¿Po qué será,

    me pregunto yo,

    que casi todo lo negro

    tan pobre son

    como soy yo?

    Yo no lo sé.

    Ni yo ni Uté.

    «Yo no sé», poema de Adalberto Ortiz (Ecuador)

    ¡Y son como siempre los humildes, los descalzos, los desamparados, los pescadores, los que se juntan frente a la iniquidad hombro a hombro, y echan a volar, con sus alas de plata encendida, el Evangelio! ¡La verdad se revela mejor a los pobres y a los que padecen! ¡Un pedazo de pan y un vaso de agua no engañan nunca!

    José Martí, El Partido Liberal (México), 9 de febrero de 1887

    Debería prohibírseles soñar a los pobres…

    El personaje «Griselda», en la quinta escena del segundo cuadro del primer acto de Trescientos millones de Roberto Arlt, 1932

    En un famoso cuento del escritor mexicano Juan Rulfo (2001 [1953]), el río se lleva una vaca: el «capitalito» que debía asegurarle un futuro digno a la hija de unos campesinos pobres. El lector entiende que al perder su capital, la adolescente –siguiendo el «ejemplo» de sus hermanas mayores– se hará prostituta. El narrador del cuento, un niño ingenuo, se pregunta por qué las cosas suceden de esta manera. La única explicación que se le ocurre es la que consta en el título del cuento: «Es que somos muy pobres». Esta explicación, obviamente, no explica nada, pero incita sin duda al lector a hacerse otra pregunta: ¿por qué será que estos campesinos son tan pobres?

    En su cuento, Rulfo presenta a un grupo de «pobres» que todavía no han tomado conciencia de las causas de su pobreza y que parece, por eso mismo, incapaz de luchar contra ella. Su relato se destina sin duda a unos lectores-oyentes más o menos acomodados, capaces de entender lo que no logran explicarse el narrador y los demás personajes de la historia. Desde luego, los «pobres» que hablan en el cuento de Rulfo son seres ficticios y ficticio es también su discurso sobre la pobreza. ¿De qué manera los pobres de verdad se referían, antes del surgimiento de los actuales «discursos sobre la pobreza», a la pobreza? ¿En qué medida lograban identificar sus causas e imaginar alternativas a su situación? Para intentar dar respuesta a tales preguntas me apoyaré en dos textos que provienen de sendas tradiciones orales, respectivamente yoruba-lucumí (Cuba) y quechua (Perú). Aquí va el primero:

    Olofi tenía en mucha estima a Obi [‘coco’]³.

    Obi era justo y puro de corazón, modesto y sencillo como los justos. El corazón, Olofi [‘el padre eterno’] se lo hizo blanco; le hizo blancas las entrañas y la piel y lo elevó a gran altura.

    Pero Obi se envaneció en las alturas. A su servicio estaba Elegguá [‘dios guardián de las puertas’], criado también de Olofi.

    Un día Obi hizo fiesta y mandó invitar a sus amigos con Elegguá. Elegguá conocía a todos los amigos innumerables de Obi. Todo el mundo se consideraba amigo de Obi, y entre estos, junto a los grandes de la tierra, los Okboko [‘un personaje’], Olorogú [‘capitán’], ¡Tobi-Tobi! [‘grandísimo’], Onisese, Ogbeni [ogboni = ‘uno que sabe’], Ayiyebalogguo [‘jefe’], se contaban los pobres, los aíní [‘pobre, no tiene nada’], ochi [osí = ‘échese a la izquierda’], ebúregua [‘feo’], aímó [‘sucio, ignorante, estúpido’], alákisa [‘mal vestido, andrajoso’], alégbo … gente fea, miserable, sucia, llagada, pordiosera. Los feos, los deformes y los hermosos; los limpios y los sucios, todos querían a Obi.

    Elegguá había observado el cambio de Obi. Había sorprendido detalles de arrogancia y de orgullo que manchaban invisiblemente su inmaculada blancura, y en vez de invitar a los ricos exclusivamente, como era la intención de Obi, sólo invitó a los limosneros harapientos y mal olientes, hombres y mujeres defectuosos de fealdad repugnante.

    Cuando Obi, el día de su fiesta, contempló aquella turba fea y miserable de andrajosos y tullidos, les preguntó fuera de sí quién los había invitado.

    Respondieron que Elegguá, en nombre suyo. Obi los despidió, no sin haberlos reprendido duramente por haberse presentado ante él en aquel estado de suciedad y de abandono. Y así los miserables de la tierra se marcharon abochornados de casa de Obi, y Elegguá con ellos.

    Algún tiempo después de esto, Olofi envió a Elegguá a la tierra con un recado para Obi. Elegguá se negó a llevarlo y le contó la conducta inclemente del puro, del justo, del intachable, Obi.

    Olofi se disfrazó de mendigo y fue a buscarlo. Obi al ver a aquel okure [okurí = ‘podrido’] astroso que amenazaba contagiarlo con sus guiñapos hediondos le pidió que se alejase y lo increpó por no haberse bañado y vestido un achó [‘tela’] limpio antes de presentársele. Le volvió la espalda. Entonces Olofi sin fingir la voz, pronunció su nombre con indignación y Obi se volvió extrañado. Reconoció a Olofi y se arrojó a sus plantas.

    –Perdón.

    Y Olofi le dijo:

    –Obi, tu eres justo. Por eso te hice blanco el corazón y te di un cuerpo que era digno de tu corazón. Para castigar tu orgullo, aunque conservarás blancas las entrañas, bajarás de tus alturas para rodar y ensuciarte en la tierra.

    Y el castigo consistió en caer de la rama y rodar por el suelo… (Cabrera 1992: 399-400).

    Para los lucumíes, los cubanos de ascendencia yoruba, obi –u obí– es el coco. Recogida por la antropóloga cubana Lydia Cabrera, esta historia –un patakí– «explica» el color blanco de la pulpa del coco y las razones de la caída de los frutos maduros. Lo que aquí nos interesa en particular es la manera cómo el narrador –o la tradición oral en que se apoya– evoca la pobreza. En el universo de este cuento, la pobreza constituye, indudablemente, un fenómeno conocido y «normal». Hay personas ricas, hermosas y poderosas, y otras que no tuvieron suerte en el reparto de bellezas y riquezas. Poco menos que «goyescos», los pobres de este patakí se caracterizan menos por su indigencia material que por su apariencia repugnante: fealdad, deformidad, mal olor y suciedad. El narrador no parece cuestionar la desigualdad entre ricos y pobres ni interesarse en sus causas. Ni el propio Olofi, dios supremo de los lucumíes, se muestra preocupado por la existencia de los pobres. Si termina castigando a Obi obligándolo a «rodar por el suelo» es, en rigor, por no aceptar su actitud de arrogancia, de orgullo, de repugnancia y de desprecio hacia los pobres. No sólo para Olofi, también para el narrador del cuento ser «justo» consiste en enfrentar el espectáculo de la pobreza sin mostrar repugnancia y demostrando, de vez en cuando, cierta generosidad para con los pobres y los deformes.

    Este relato puede sorprender por su conformismo ideológico. No se descubren rastros, en él, de la combatividad social que demostraron a menudo los esclavos cubanos y sus descendientes, particularmente los lucumíes, creadores –o recreadores– de este cuento. ¿Será que las tradiciones orales no recogen la rebeldía de quienes las recrean y trasmiten? El texto que queremos discutir a continuación –un waynu quechua del Perú– muestra que las cosas no son tan sencillas. Los waynus representan el género más común de la poesía cantada en el área quechua. Su temática aparente es el amor y la ausencia, pero no faltan, en algunas piezas, alusiones a la pobreza. En un waynu de origen ayacuchano que recogí en Lima en los años 1990, el hablante poético –que no cabe confundir con la cantante, Isabel Asto– se identifica a sí mismo como pubri (‘pobre’). Como se verá, la manera cómo define y enfoca la «pobreza» se distingue radicalmente de la que acabamos de ver en el patakí cubano.

    En el patakí cubano, el narrador evocaba, aparentemente desde la perspectiva de alguien que no se considera pobre, el aspecto físico, exterior, de los «pobres». Aquí, en cambio, aquel que habla se califica a sí mismo de pubri, pero ¿a qué tipo de pobreza se estará refiriendo? Si seguimos la «historia» que narra, sus padres, después de engendrarlo en un lugar salvaje e inhóspito, lo abandonaron a la voracidad del tigre y del león. Estas fieras, curiosamente, no sólo no lo tocaron, sino que le endilgaron una especie de sermón: «cumple primero tu destino, paga primero tu pecado». La situación del hablante poético se caracteriza, ante todo, por la infinita soledad en que se encuentra, la falta absoluta de protección social. De hecho, pubri retoma aquí claramente la semántica de la palabra quechua waqcha o wakcha, traducida generalmente por «pobre», pero cuyo significado básico es «huérfano». Independientemente de su indigencia material, el yo que habla carece, ante todo, de la protección que suele ofrecer una comunidad humana. El concepto de la pobreza que se manifiesta aquí difiere radicalmente, pues, del que maneja el narrador del patakí cubano. Ser pobre no significa andar en harapos ni estar marcado por alguna deformidad, sino hallarse excluido de la comunidad. Lo que agrava la situación del yo es la sentencia tan dura que dictan el león y el tigre. ¿Quiénes son estas fieras? Su discurso se apoya, lingüísticamente, en dos préstamos del español que corresponden a dos nociones sin equivalente en el mundo andino tradicional: destino y pecado. Ambas aparecieron en la sierra quechua con la prédica católica. ¿Qué pecado, en efecto, se le puede atribuir a un huérfano que vive en la soledad más absoluta, a no ser el pecado original judeo-cristiano, o tal vez aquel que cometieron sus padres al engendrarlo? ¿Qué destino puede cumplir alguien que no tiene futuro alguno? Es evidente que las fieras, aquí, son portavoces de un discurso ajeno y enajenante que irrumpió con la dominación española. El hecho de que los padres del «huérfano» hayan engendrado a su hijo en medio del monte y los roquedales, es decir, fuera del espacio protector de la comunidad, alude sin duda a la desestructuración que viene sufriendo la sociedad andina desde la conquista. Ante la sentencia incomprensible de las fieras, el «pobre» pone el grito en el cielo, repitiendo a su manera la pregunta dirigida a un dios ausente que suele encontrarse en las oraciones quechuas más antiguas: ¿Maypi kanki? ¿Dónde estás? En este wayno, pues, la «pobreza» es más un sentimiento de abandono y de orfandad que la escasez de recursos materiales⁴.

    La pobreza en el discurso ilustrado

    Si doy de comer a los pobres, me llaman santo. Pero si pregunto por qué la gente es pobre, me llaman comunista.

    Hélder Câmara, obispo de Olinda, Recife (citado por Xavier Albó en este volumen)

    El cuento de Rulfo que comenté brevemente al comienzo se dirige, como ya se dijo, a unos lectores no-pobres; más concretamente, a un público lector que se mueve, en un principio, dentro de los parámetros del pensamiento ilustrado. Desde el siglo XVIII, los intelectuales –ilustrados por definición– empezaron a discutir el origen y las causas de la pobreza y, ante todo, a percibirla como un escándalo. En la carta n° 27 de la segunda parte de Julie ou La nouvelle Héloïse, la famosa novela epistolar de Jean-Jacques Rousseau (2002 [1761]), Julie le pregunta a su amante, Saint-Preux, que reside en París: «¿Por qué, en una ciudad tan rica, el pueblo común vive en tanta miseria?»⁵. A diferencia de lo que sucede en el patakí cubano, la coexistencia de ricos y pobres en el seno de la misma sociedad se formula aquí como una paradoja o, más exactamente, como un hecho escandaloso y moralmente inaceptable. Definidos por su indigencia material, los «pobres» son pobres porque otros, los «ricos», acaparan la mayor parte de la riqueza existente. Pocos años antes, el mismo Rousseau, al final de su Discours sur l’origine et les fondements de l’inégalité (1971 [1754]: 235), había afirmado que «[…] la ley de la naturaleza, comoquiera que la definamos […], no autoriza de ninguna manera que un puñado de gentes estén saturadas de superfluidades, mientras que la multitud hambrienta carece de lo necesario»⁶. Según Rousseau, pues, la distribución desigual de la riqueza no ofende sólo el sentimiento de justicia, sino que se opone a una ley inmutable e indiscutible: la de la naturaleza.

    Para Rousseau, el origen remoto de la desigualdad y, por ende, de la pobreza de las mayorías, es el reconocimiento, bajo forma de un «derecho civil», de la propiedad. A sus ojos, en efecto, la propiedad es consecuencia de un acto de usurpación⁷. El afán de acaparar riquezas a expensas de otros es también el motor de las empresas de conquista, que transformaron a pueblos enteros en masas hambrientas. En la tercera carta de la cuarta parte de Julie ou La nouvelle Héloïse, Saint-Preux, de regreso de una casi vuelta al mundo, le escribe a Julie: «En las orillas de México y del Perú, yo vi cómo los escasos y desafortunados habitantes, restos tristes de dos pueblos poderosos oprimidos por las cadenas, el oprobio y la miseria en medio de sus metales preciosos, le reprochaban al cielo llorando los tesoros que les había prodigado»⁸. Saint-Preux está aludiendo aquí a las consecuencias desastrosas que tuvo, para las poblaciones nativas, la sed de oro que animaba a los europeos en la conquista de América. Al suscitar la codicia de los «visitantes» europeos, el oro y la plata presentes en el subsuelo mexicano y peruano provocaron, en el contexto de la economía capitalista naciente, la ruina y la miseria de los antiguos dueños de tales tesoros. El consabido saqueo colonial se evoca aquí con una imagen tan nítida como patética.

    ¿Qué hacer? En la carta n° 27 de la segunda parte de la novela, Julie le indica a Saint-Preux, un intelectual, la actitud que debe adoptar ante el escándalo de la desigualdad y la pobreza. Es «en la choza del pobre», dice, «donde uno llega a entender a través de qué iniquidades secretas el poderoso y el rico le arrancan un resto de pan al oprimido del cual fingen compadecerse en público». Y agrega: «Si usted quiere ser hombre de verdad, aprenda a descender»⁹. Para entender el juego de los poderosos, hay que sumergirse en el mundo de «los de abajo», de las víctimas de la desigualdad. En términos modernos, lo que Julie le pide a su amante es su transformación en «intelectual comprometido».

    Alguien que realizó un «descenso» análogo al que Julie le encomienda a Saint-Preux es Friedrich Engels en la preparación de su famoso trabajo de 1845 sobre La situación de la clase trabajadora en Inglaterra (Die Lage der arbeitenden Klasse in England). En su prólogo en inglés, dirigido a las «clases trabajadoras de Gran Bretaña», el autor evoca su método de investigación:

    Viví un tiempo suficiente entre ustedes para saber algo de las circunstancias de su vida; dediqué a su conocimiento mi atención más seria; en la medida en que tuve la posibilidad de conseguirlos, estudié los diferentes documentos oficiales y no oficiales – pero no me contenté con esto, quería alcanzar más que un conocimiento abstracto del objeto, quería verlos a ustedes en sus habitaciones, observarlos en su vida cotidiana, conversar con ustedes sobre sus condiciones de vida y sus dolores, hacerme testigo de sus luchas contra el poder social y político de sus opresores. Lo que hice fue lo siguiente: renuncié a la sociedad, los banquetes, el oporto y el champán de la clase media y dediqué mis horas de ocio casi exclusivamente a compartir con obreros sencillos, me alegro y me enorgullezco de haber actuado de esa manera (Engels 1974: 229).

    Un alegato en el cual resuena una especie de voto de pobreza que Rousseau, de haber vivido todavía, hubiera sin duda aplaudido calurosamente.

    Al final de la misma obra, Engels (1974: 506) anuncia la inevitabilidad de la «guerra de los pobres contra los ricos». Aunque no se cumplió del todo, esta profecía del hermano espiritual de Marx no resultó tampoco descabellada: la historia europea y mundial de las últimas décadas del siglo XIX y la primera parte del siglo XX recuerda numerosos enfrentamientos –militares o no– que forman parte o se pueden atribuir a una guerra larvada entre los «pobres» y los «ricos». La historia del socialismo –o, más exactamente, la de los diferentes avatares del «socialismo»– es, en efecto, la historia de un combate contra la pobreza o, más exactamente, contra la que se considera como su causa fundamental: la desigualdad social.

    Imágenes de la pobreza

    Uno de los principales campos de batalla de esa «guerra de los pobres contra los ricos» fue, sin duda, el campo ideológico-cultural. En este terreno, una de las armas decisivas era la producción de imágenes de la pobreza o la miseria, tarea que iban a asumir los artistas «comprometidos».

    Las seis Imágenes de la miseria (Bilder vom Elend), dibujos al carbón de Käthe Kollwitz¹⁰, se publicaron entre 1909 y 1910 en la revista satírica Simplicissimus, cuyos lectores pertenecían, básicamente, a la burguesía liberal alemana. Sin referirse directamente a los dibujos de Kollwitz, Tolstoi afirmó que esta revista sería, para los historiadores de los siglos XXII ó XXIII, la fuente mejor no sólo para conocer el estado de la sociedad de aquel entonces, sino también para juzgar la exactitud de las demás fuentes (Traeger 1998: 6). En las imágenes sombrías de Kollwitz, las víctimas de la miseria están siempre en el centro y ocupan todo el espacio. La miseria que sufren no se muestra en sus aspectos particulares ni, menos aún, a través de detalles pintorescos. Es una miseria absoluta: una e indivisible. Por eso mismo, los dibujos no llevan títulos ni leyendas. A nadie se le ocurriría, ante estos dibujos, inventar criterios para «medir» la pobreza o crear programas para reducirla en un cincuenta por ciento. No se alude directamente a la riqueza excesiva de aquellos que hay que considerar responsables de esta miseria, pero otras páginas de la misma revista se encargaban de denunciar, satíricamente, la vida frívola de los grupos poderosos y adinerados.

    A lo largo de todo el siglo XX, grandes fotógrafos y reporteros produjeron millares de imágenes –documentales– de la pobreza. Es más: casi ninguno de los fotógrafos de renombre dejó de documentar, de alguna manera, la pobreza generada por el colonialismo, las guerras, la ocupación extranjera, la emigración o el industrialismo. Casi contemporáneo de Käthe Kollwitz, el fotógrafo norteamericano Lewis Hine inauguró, hacia 1910, la figura del fotógrafo «comprometido». A diferencia del «expresionismo» sombrío de Käthe Kollwitz, el «realismo» sobrio de Hine no apunta a la creación de imágenes de la miseria absoluta, sino que documenta, con gran precisión, las más diversas situaciones de pobreza en las ciudades, los tugurios, las fábricas, las minas y el campo. Sus personajes son niños huérfanos o trabajadores, obreros, negros, inmigrantes. Pese a la miseria que los atenaza, ellos conservan siempre, en las fotos de esos años, su «humanidad»¹¹. Hine no alcanzó la fama sino después de su muerte, básicamente gracias a la exposición The concerned photographer (1967 ss.), que reunía, además de sus propias fotos, las de un grupo de fotógrafos «comprometidos» más jóvenes: Werner Bischof, Robert Capa, Leonard Freed, David Seymour y Dan Weiner.

    Desde las primeras décadas del siglo XX, un medio que intervino con gran empuje en la producción de imágenes de la pobreza fue el cine, documental o de ficción. Ya en la época del cine mudo, no sólo Chaplin, el cine soviético o el expresionismo alemán, sino también muchos cineastas hollywoodenses construyeron buena parte de sus historias a partir de la experiencia –desempleo, hambre, marginación– de los sectores pobres o marginados. Un tratamiento cinematográfico particularmente impactante de la pobreza es el que se observa en Las Hurdes, el famoso medio metraje que realizó Luis Buñuel en 1932 en algunos pueblos de la zona de ese nombre, situada a unos 100 km al sur de Salamanca (España).

    ¿Disfrutas la vista previa?
    Página 1 de 1