Descubre millones de libros electrónicos, audiolibros y mucho más con una prueba gratuita

Solo $11.99/mes después de la prueba. Puedes cancelar en cualquier momento.

Stop: Sentimientos, noviazgo y sexo: Solo para atrevidos
Stop: Sentimientos, noviazgo y sexo: Solo para atrevidos
Stop: Sentimientos, noviazgo y sexo: Solo para atrevidos
Libro electrónico161 páginas2 horas

Stop: Sentimientos, noviazgo y sexo: Solo para atrevidos

Calificación: 5 de 5 estrellas

5/5

()

Leer la vista previa

Información de este libro electrónico

En realidad, puedes tener todo el conocimiento, todos los dones, toda la apariencia, toda la plata y toda la fuerza. Pero si no sabes qué hacer cuando tu corazón empieza a latir un poco más rápido por alguien, estás liquidado. Aprender a controlar tus sentimientos, cuidar tu corazón y manejar tu descontrolada sexualidad, sin dudas te convertirá en un genio atrevido. Y esa es la idea.
IdiomaEspañol
EditorialZondervan
Fecha de lanzamiento25 jun 2013
ISBN9780829778854
Stop: Sentimientos, noviazgo y sexo: Solo para atrevidos
Autor

Silvano Espindola

STOP.TV, INC es una organización sin ánimo de lucro, dedicada a la formación con valores éticos y de unión familiar a través de seminarios, programas de radio, televisión y medios impresos; por medio de los cuales se enseña a la sociedad a crecer con valores cristianos fundamentados, en lenguaje sencillo y con herramientas de aplicación inmediata y efectiva. El presidente es el Doctor Silvano Espíndola, junto a su esposa Patricia. Silvano es Licenciado, Máster y Doctor en Teología y ambos han cursado numerosos estudios cristianos en Argentina, Colombia y Estados Unidos. Ellos son consejeros familiares y poseen un reconocido ministerio de familia en el cual más de 1,000 parejas han sido aconsejadas personalmente y otras miles han sido bendecidas por su ministerio, que inc?

Relacionado con Stop

Libros electrónicos relacionados

Cristianismo para usted

Ver más

Artículos relacionados

Comentarios para Stop

Calificación: 5 de 5 estrellas
5/5

2 clasificaciones0 comentarios

¿Qué te pareció?

Toca para calificar

Los comentarios deben tener al menos 10 palabras

    Vista previa del libro

    Stop - Silvano Espindola

    CAPÍTULO 1

    SENTIMIENTOS— ¡AY, AY, AY!

    «Pero dichosos los ojos de ustedes porque ven, y sus oídos porque oyen. Porque les aseguro que muchos profetas y otros justos anhelaron ver lo que ustedes ven, pero no lo vieron; y oír lo que ustedes oyen, pero no lo oyeron».

    —Mateo 13:16–17

    El diccionario, al definir la palabra sentimiento, dice: «Es la parte afectiva del ser humano, por oposición a la razón».

    ¿Qué te sugiere esa definición?

    Que a los sentimientos no los puedes manejar a través de la razón, la inteligencia o el conocimiento. O sea, que tiene que ser con Dios, no hay otra forma.

    No puedes guardar tu corazón sin involucrar a Dios y su Palabra en el asunto.

    Puedes manejar todos los temas: teológicos, filosóficos, éticos, mundanos, científicos, matemáticos, administrativos y es posible que seas el más inteligente de la tierra, pero si no sabes qué hacer cuando tu corazoncito empieza a latir un poco más rápido por alguien, estás liquidado. Como siempre digo, estás Friquis Mortis, viejo.

    Anhelo ver una juventud inteligente, sabia, que esté más allá de si se peina con los pelos parados o estirados, si están pintados o cortados, o si se ponen aretes o no. No me importa, solo me interesa que tengan su corazón puro para Dios.

    Quiero ver a una juventud que cuide más su corazón que su pelo y su aspecto.

    Que entienda que Dios no le va a mirar las orejas ni el pelo sino el corazón, y que si allí todo está bien, con aretes, con gel, con rasta o sin ellos, Dios los va a bendecir igual.

    No le expongas tu corazón a nadie, presta mucha atención a lo que sigue y grábatelo en tu mente y tu corazón.

    No le expongas tu corazón a nadie que no esté dispues-to, de verdad, a dar su vida por ti… no vale la pena.

    Por eso te animo a que no te pierdas todo lo que viene y podrás marcar la diferencia en medio de un mundo que no sabe qué hacer con un corazón alborotado y enamorado.

    ¿Has estado enamorado alguna vez? ¿Y después se te pasó… y luego te volviste a enamorar… y más tarde te volviste a desenamorar?

    No te sientas mal si te ha pasado eso, creo que es algo que sucede con mucha frecuencia y a todos nos ocurre o nos ha ocurrido.

    ¿Crees que son malos o buenos esos sentimientos?

    El noventa y nueve por ciento de las personas declara con convicción que son buenos, y yo también lo creo así. Pero, después de analizar la vida de miles de jóvenes al trabajar con ellos, aconsejándolos y pastoreándolos, he llegado a los siguientes cuestionamientos:

    ¿Por qué algo que no es malo causa tanto daño?…

    ¿Tanto dolor?…

    ¿Tantos estragos?…

    ¿Tantas lágrimas?…

    ¿Tanta tristeza, tanta depresión?…

    ¿Y tantas muertes (suicidios, crímenes pasionales)?

    *¿Por qué algo bueno se puede volver tan peligroso?

    Para resolver todas estas interrogantes es necesario leer y entender 1 Corintios 13:8, donde se nos dice algo definitivo, que no podemos pasar por alto al analizar este candente tema de los sentimientos: «El amor jamás se extingue».

    Esto me cuestiona…

    ¿Qué sucede, quién está equivocado, Dios o lo que yo siento?

    ¿En quién confiar?

    Me he dado cuenta de que existen sentimientos falsos y sentimientos verdaderos.

    Los sentimientos falsos: tienen su origen y sus cimientos en los sentidos.

    Los verdaderos: tienen su origen en los sentidos, pero sus cimientos están en Dios y su palabra.

    Es obvio que la persona con la cual deseas mantener una relación romántica te tiene que gustar, tiene que llamarte la atención de alguna manera, su aspecto, su inteligencia, su corazón, su dinero (es un chiste), algo tiene que te atrae, y ese algo es captado de forma general por tus sentidos (casi siempre por la vista, a veces por el oído… espero que nunca sea por el tacto). A partir de ahí tienes que tomar una decisión acerca de qué rumbo le vas a dar a lo que estás sintiendo: si te vas detrás de tus sentidos y edificas sobre ellos, o si te vas detrás de tus sentidos y edificas sobre lo que Dios dice, no hay más.

    Solo puedo decirte que Patricia y yo elegimos obedecer lo que Dios dice, hoy tenemos cinco hijos y dieciocho años de casados, y parecemos novios que recién comienzan su relación y cada vez nos amamos más.

    Y también puedo decirte con la misma seguridad que cada vez que dejes viajar tu corazón detrás de lo que viste, oíste o tocaste, detrás de los impulsos de tus sentidos, sos candidato a: resultar herido, a vivir una fantasía con un trágico final, a terminar decepcionado, resentido y amargado. sos candidato fijo a sobrevivir cantando «la vida me engañó» y con la desafortunada decisión de no volver a confiar en nadie, de engañar antes de ser engañado, y de lastimar antes de ser lastimado.

    Permíteme compartir contigo cuatro puntos para exponerte por qué algo tan bueno se puede volver tan peligroso y dañino.

    1. Porque los jóvenes no saben manejar los sentimientos

    «Por sobre todas las cosas cuida tu corazón, porque de él mana la vida».

    (Proverbios 4:23)

    Estoy convencido que este es el consejo de Dios más desatendido por los solteros, sin importar la edad que tengan. Dios no te dice: «Cuida tu virginidad» o «Cuida tu apariencia» o «Cuida la cordura» o «Cuida el dinero»… Pierdes todo esto y mucho más en el momento en que desatiendes el consejo de Dios y expones tu corazón.

    Todo está perfecto hasta que el corazoncito empieza a latir más rápido de lo normal cuando cierta persona aparece, el entusiasmo, las ansias desbordan a la persona y comienza a sentir una necesidad irresistible de contárselo a sus mejores amigos.

    Si es mujer: su mejor amiga tendrá que revestirse de una paciencia sobrenatural para escuchar la misma historia cien mil veces, y si no termina enamorada ella también del mismo sujeto, está cerca.

    Si es hombre: su mejor amigo pasará un proceso similar, y en ambos casos estos amigos se transformarán en cómplices, en confidentes, y en cualquier momento en sospechosos (y si algo sale mal, quizás hasta en «culpables»).

    De todas maneras, serán espectadores de lujo de todo este episodio, lo cual es suficiente estímulo para soportar cualquier cosa que venga.

    Creo que ahí radica el primer gran error, como no saben qué hacer, lo mejor que se les ocurre es compartir la carga, compartir la responsabilidad. Sin embargo, no consideran el hecho de que al abrir sus bocas sus vidas emocionales y sentimentales quedan en otras manos, o mejor dicho en otras bocas, las cuales por lo general no pueden mantener guardado un secreto que merece conocerse.

    No sé si debo ser suspicaz pero lo seré, me parece que en el fondo anhelan que la otra persona se entere de que a ellos les gusta, algo que sin dudas va a pasar, porque aun cuando no hablen pareciera que tienen un letrero que lo afirma en la frente, se ponen colorados cuando esa persona les habla, les sudan las manos, se equivocan al hablar, tartamudean, no pueden dejar sus ojos quietos, miran hacia todos lados, terminan moviéndose como Steve Wonder cuando canta… y déjame decirte lo que va a suceder cuando la persona en cuestión se entere que te interesa y te atrae…

    Linda, inocente y soñadora jovencita o jovenzota: si el muchacho se entera de que te gusta, presta atención a lo que va a pasar: él se va a pavonear delante de ti, te mirará de reojo con miradita pícara, con una mirada matadora, al mejor estilo Enrique Iglesias. Y tú pensarás: «Ah, me miró, me parece que le gusto, qué afortunada soy». Hummm, demasiado inocente; él sabe que va a lo seguro, sabe que estás muerta por él, el juego de la muerte (tu muerte emocional y sentimental) ha comenzado. ¿Cuándo atacará? Él decidirá el momento, pero no será antes de ilusionarte, antes de jugar emocional y sentimentalmente contigo.

    Te lo digo como hombre, él no te perdonará, eres una presa fácil y terminará besándote y no sé que más. Muchas han sido usadas sexualmente y después cuando reclaman atención, tiempo, detalles y cariño las dejan tiradas revolcándose en su dolor, tristeza, resentimiento y en su posterior herida.

    ¿En realidad crees que eso es lo que Dios quiere para tu vida?

    Créeme que no. Dios te ama como nadie y anhela que de tu corazón solo fluya vida (y cuando dice vida quiere significar alegría, deleite, paz, amor), no amargura, dolor, ni odio.

    Apuesto, iluso y esperanzado jovencito o jovenzote: si ella se entera de que te gusta, presta atención a lo que va a pasar, aunque en este caso tengo que separar la respuesta en dos: antes y ahora.

    Antes: Hace algunos pocos años las mujeres eran diferentes a como son ahora, si no te correspondían, por lo general se sentían mal y les afloraba un sentimiento maternal que terminaba matándonos, ya que nos decían de frente lo mal que se sentían por no sentir lo mismo que nosotros y que mejor fuéramos buenos amigos o nos enamoráramos de fulana (la fea, que por supuesto a nosotros no nos interesaba ni nos gustaba para nada). Eso era igual a que te pusieran un jugoso bife de lomo delante, mientras te encontrabas muerto del hambre, babeándote, y que te dijeran: «Solo lo puedes mirarlo, olerlo, admirarlo… nada más» o «Por qué en su lugar no te comes este pedazo de carne común quemada». Tal cosa sí que era como decían algunos una muerte lenta.

    Uno quedaba devastado sentimentalmente, con el ánimo destruido, sintiéndose más feo que el jorobado de Notre Dame, o sea con la autoestima por el piso… pero sabiendo que podía contar con ella como una amiga o una segunda mamá. (¡Repugnante!).

    Ahora: Por desgracia, los tiempos han cambiado; antes las chicas tenían más dignidad, eran más difíciles, más nobles. Hoy se regalan, se lanzan de cabeza ante cualquiera, se besan con todos, se emborrachan a la par de los muchachos, se dejan manosear y se acuestan con todos los novios que tienen. Así que, muchacho, no te sorprendas si juegan con tus sentimientos y después te botan a la basura como si tus sentimientos no importaran para nada, mientras tu corazón herido se endurece y pierde la capacidad de amar. (¡Oigan chicas, Dios dice que ustedes son princesas, no locas y mucho menos prospectos de prostitutas! No son pedazos de carne para que cualquier gato venga y las use. Él las creó para ser consentidas, amadas, cuidadas, honradas, protegidas, respetadas, nunca olviden eso).

    En el versículo antes mencionado veíamos que Dios insta a cuidar el corazón por sobre todas las cosas, porque de él mana la vida, y a raíz de eso quiero tocar un tema que ustedes quizás no han experimentado (lo cual es mi deseo): sanidad interior.

    No saben la cantidad de adultos que vagan por esta tierra amargados, contaminando a sus familias, sus trabajos, sus barrios, sus iglesias, sus corazones; no destilan vida, alegría, paz, amor, bondad, sino dolor, tristeza, odio, venganza, quejas, resentimiento y sufrimiento. No aman, no son capaces de hacerlo.

    En algún momento de sus vidas expusieron sus corazones en lugar de guardarlos, prefirieron «morir por amor» (¡cuidado con esto, pues solo Jesucristo murió por amor!) a vivir con sus sentimientos reprimidos.

    —Entonces, Silvano, ¿Dios no quiere que yo me enamore? ¿Cómo me puedo enamorar sin entregarme sin reservas?

    —¿Quién dijo que tienes que entregarte sin reservas? Eso es en el matrimonio, no ahora cuando ni siquiera conoces a la otra persona.

    Lo que Dios quiere es que no suframos, que no nos lastimen ni lastimemos a nadie. Él desea que aprendas a amar, que aprendas a cuidar y guardar tu corazón; sus consejos son protectores, no prohibitivos, para que puedas amar de verdad en el momento apropiado. Ten en cuenta esto:

    ¿Disfrutas la vista previa?
    Página 1 de 1