Sabemos cuáles son los remedios que nos hacen bien: un té, paños calientes, vapor…
Teniendo en cuenta que todo el mundo tiene su propio “remedio casero” una revista norteamericana de salud resolvió investigar cuáles de esos remedios eran los más efectivos, según la gente. Así les preguntó a 5.000 de sus lectores cuáles eran las mejores maneras de aliviar sus dolores, afecciones cotidianas y problemas de ánimo. Luego del estudio -que se realizó en 4 partes- se llegó a los siguientes porcentajes de efectividad:
DOLOR DE CABEZA (CEFALEAS)
Este frecuente malestar puede tener varias causas:
• Dolor de cabeza por causas serias subyacentes
• Dolor de cabeza por tensión
• Dolor de cabeza por causas diversas
• Migraña
DOLOR DE CABEZA POR CAUSAS SERIAS SUBYACENTES
Si tu dolor está acompañado de los siguientes síntomas, deberás ver sin falta al médico.
• Visión borrosa y dolor muy fuerte detrás de los ojos.
• Rigidez en el cuello.
• Si ocurrió luego de un golpe.
• Si te pasó luego de tomar un medicamento.
• Si tenés palpitaciones persistentes, si el dolor empeora al estar acostado y mejora al estar parado, si tenés una pérdida parcial de la visión o si tenés temperatura.
• Si el dolor comienza cuando girás la cabeza.
DOLOR DE CABEZA POR TENSION
Es una de las causas más comunes. A continuación te mostramos en tres pasos cómo controlarlas naturalmente.
PASO 1 RELAJACION
No es necesario destinar enormes cantidades de tiempo para cosechar los beneficios de la relajación. De hecho existe el relajamiento continuo. Este tipo de relajación incluso la practicamos en nuestra vida de todos los días al inspirar profundamente, desperezarnos y mirar por la ventana. Este es un buen método y es justo lo necesario y suficiente para evitar llegar al punto de desencadenar un dolor de cabeza. Si la molestia ya se hace sentir, echá mano al entrenamiento autogénico explicado en el libro y podrás controlar tu dolor de cabeza.
PASO 2 ENFOCÁ TU PROBLEMA
Por supuesto que consignar las fuentes de tensión es otro componente importante en el control del dolor. Se sabe que la ira, por ejemplo, es una emoción que aviva el fuego de la jaqueca. En un estudio con 139 pacientes con migraña se descubrió que quienes refrenaban su enojo
