CRISTINA ORIA Un olfato fuera de serie
Cuando empezó a sonar el nombre de Cristina Oria en las reuniones de en Madrid, casi nadie había llegado a verla, pero se comentaba que había una chica jovencita en la capital que preparaba el mejor del país (con gelatina de Sauternes y pan de pasas) y, además, te lo hacía llegar a casa. Así empiezan las leyendas: muy pocas personas conocían su historia, pero el que probaba aquel repetía. Unos meses más tarde, Cristina ganó el premio Madrid Fusión 2011 y abrió su en la calle del Conde de Aranda, donde comenzó sirviendo desayunos y meriendas. Además de disfrutar del festín, el comensal podía comprar la vajilla en la que se le había servido la comida, así como cualquier para ayudarse a los fogones. Desde entonces hasta sus actuales tres restaurantes (al primero hay que sumarles los de Ortega y Gasset y Las Rozas Village, ambos en Madrid y todos con sus respectivasde lujo en España.
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