El valor de una promesa, es realmente importante una relación, pues implica una serie de cosas que pueden reconstruir la confianza, tales como: Significa volver a creer. Nutre la motivación para perdonar. Traza nuevos caminos. Genera paz emocional. Crea un ambiente de reconciliación. Pero cuando vos decís “te lo prometo”, para luego olvidar o evadir tus responsabilidades, provocás que tus palabras no tengan peso, se pierde la fe en la relación, pues al no cumplir las promesas se dejan los temas sin resolver, lo que provoca ciclos de dolor que no sanan, pues si se falla en la promesa las heridas no cicatrizan. ¿Sos de los que decís te lo prometo? Pero al final no cumplís ¡Cuidado! Porque estas creando un ciclo de dolor. ¿Tu pareja no cumple? Por tanto, los temas no se resuelve, entonces estamos frente a un criterio objetivo para revisar si vale o no la pena estar en esta relación.