FLUIR NO ES DEJARSE LLEVAR.

En ocasiones, para hacer de tu carácter algo robusto, tendrás que erosionar algunas rocas, éstas pueden venir en forma de:

▪️Momentos emocionalmente complicados.
▪️Aprender a decir no.
▪️ Decisiones alejadas de tu zona de confort.
▪️ Desarrollar nuevos hábitos a través de la disciplina.
▪️Dejar ir aquello que alguna vez amaste, pero que para ser quien quieres ser no te suma (personas, malos hábitos, creencias).
▪️Tener la mente abierta para escuchar opiniones diferentes a la tuya, y quizá cambiar la tuya.
▪️Perdonar a quien te hirió.
▪️Admitir que te equivocaste, pedir perdón.

Cuando Bruce Lee hablaba de ser como el agua en su famoso discurso, no lo hacía en un sentido de simplemente dejarse llevar y permanecer impasible ante todo lo que acontezca.

Ser como el agua no es dejarse llevar por la corriente.

Es desarrollar la capacidad de adaptarte, de mutar y fundirte con la naturaleza.

Pero también es la de influir en tu entorno ejerciendo una presión constante, la de construir nuevas realidades, de ser lo suficientemente fuerte para mantener una constancia que te permita abrirte paso ante prácticamente cualquier obstáculo.

Es aceptar que lo único constante es el cambio, como decía Heráclito de Efeso ninguna persona puede bañarse dos veces en el mismo río, ya que la segunda vez que lo haga ni el río será el mismo río, ni la persona será la misma persona.

Recuerda: la gota de agua perfora la roca, no por su fuerza, sino por su constancia.