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El Libro De Juan: Amor Eterno
El Libro De Juan: Amor Eterno
El Libro De Juan: Amor Eterno
Libro electrónico174 páginas2 horas

El Libro De Juan: Amor Eterno

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El Libro de Juan nos invita a encontrarnos con el corazón de Dios a través de su amado Hijo. La Palabra no es una colección de letras muertas; es la expresión viva de Dios: Jesucristo. El que vino en carne y sangre como hombre perfecto, y como la manifestación viva de la gloria de Dios. En estas páginas nos encontramos cos ese hermoso Cristo.


 


La Palabra vino con piel en calidad de Hombre perfecto y como la manifestación viva de la gloria de Dios. El Evangelio de Juan nos ayuda a encontrarnos con ese hermoso Cristo.


 


Este, además, es el evangelio para los que creen. Ya que revela a Jesucristo como la Luz del mundo, el Salvador, el Rey, el verdadero Ungido, el Pan de Vida, el Buen Pastor, el Cordero de Dios, el Gran Yo Soy y el verdadero Ungido. Aun cuando Mateo, Marcos y Lucas nos narran la historia de Jesús, Juan devela el misterio de Cristo. A través de este evangelio, sentimos a Jesús como un afectuoso perdonador, un tierno sanador y un intercessor compasivo.
IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento6 ago 2019
ISBN9781424559695
El Libro De Juan: Amor Eterno
Autor

Brian Simmons

DR. BRIAN SIMMONS is a passionate lover of God. After a dramatic conversion to Christ, Brian knew that God was calling him to go to the unreached people of the world and present the gospel of God’s grace to all who would listen. With his wife, Candice, and their three children, he spent eight years in the tropical rain forest of the Darien Province of Panama as a church planter, translator, and consultant. Having been trained in linguistics and Bible translation principles, Brian assisted in the Paya-Kuna New Testament translation project. After his ministry overseas, Brian was instrumental in planting a thriving church in New England (U.S.) and currently travels full time as a speaker and Bible teacher. He is the lead translator of The Passion Translation®.

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    El Libro De Juan - Brian Simmons

    JUAN

    Amor eterno

    La Expresión Viva

    1En el principioa la Expresión Vivab ya estaba ahí.

    La Expresión Viva estaba con Dios, aunque era plenamente Dios.c

    ²Estaban juntos, cara a cara,d en el principio.e

    ³Por medio de su inspiración creadora,

    esta Expresión Viva hizo todas las cosas,f

    ¡pues nada existe aparte de ella!

    ⁴La vida llegó a existirg gracias a ella,

    porque su vida es luz para toda la humanidad.h

    ⁵Y esta Expresión Viva es la Luz que irrumpe en la penumbra,i

    ¡la Luz que la oscuridad no puede atenuar!j

    ⁶Entonces apareció de repente un hombre que había sido enviado por Dios,

    un mensajero llamado Juan.k

    ⁷Vino para actuar como testigo, para señalar el camino a la Luz de la Vida,

    y para ayudar a todos a creer.

    ⁸Juan no era esa Luz, sino que vino a mostrar quién es.

    Pues él era tan solo un mensajero encargado de decir la verdad sobre la Luz.

    ⁹Porque la Luz de la Verdadl estaba a punto de entrar en el mundo

    y brillar sobre todos.m

    ¹⁰Entró en el mismo mundo que él creó,

    aunque el mundo no se dio cuenta.n

    ¹¹Vino al mismo pueblo que él creó,o

    a aquellos que deberían haberlo reconocido,

    pero no lo recibieron.

    ¹²Sin embargo, los que lo acogieron y se aferraron a su nombrep

    ¡recibieron autoridad para convertirse

    en los hijos de Dios!

    ¹³No nació por la unión de padres humanosq

    ni por medios naturales,r ni por deseo de un hombre,

    sino que nació de Dios.s

    ¹⁴Y así la Expresión Viva

    se hizo hombret ¡y vivió entre nosotros!u

    Y contemplamos el esplendor de su gloria,v

    la gloria del que es Uno y Únicow

    ¡que vino del Padre rebosante

    de tierna misericordiax y verdad!

    ¹⁵Juan enseñó la verdad sobre él

    cuando le anunció al pueblo:

    «¡Él es el Elegido! ¡Entréguenle sus corazones!

    Ya les dije que vendría después de mí,

    aunque está muy por encima de mí,

    pues él ya existía antes incluso de que yo naciera».y

    ¹⁶¡Y ahora de su plenitud nos llenamos!z

    ¡Y de él recibimos gracia acumulada sobre más gracia!aa

    ¹⁷Moisés nos dio la Ley, pero Jesús, el Ungido,

    nos revela la verdad envuelta en una tierna misericordia.

    ¹⁸Nadie ha contemplado jamás la plenitud del esplendor de Dios

    excepto el Hijo amado de una forma única,

    quien recibe el mayor aprecio del Padreab

    y está apegado a su corazón.

    ¡Ahora él nos ha reveladoac

    la plena explicación de quién es Dios en verdad!

    El ministerio de Juan el Bautista

    ¹⁹Algunos de los líderes judíosad enviaron un séquito de sacerdotes y sirvientes del temploae desde Jerusalén para interrogar a Juan. Le preguntaron: «¿Tú quién eres?».

    ²⁰Juan les respondió sin rodeos,af diciendo: «¡Yo no soy el Mesías!».

    ²¹«¿Entonces quién eres?—pregun-taron—. ¿Eres Elías?».

    «No», contestó Juan.

    Entonces le insistieron: «¿Eres tú el profeta que Moisés dijo que vendría, el que esperamos?».ag «No», contestó.

    ²²«¿Entonces quién eres? — exigieron—. Necesitamos una respuesta para los que nos enviaron. Cuéntanos algo sobre ti, ¡lo que sea!».

    ²³Así que Juan les respondió: «Yo estoy cumpliendo la profecía de Isaías: Soy una voz apremiante y estruendosa que grita en el desierto: despejen el camino y preparen sus corazones para la venida del Señor Yahvé».ah

    ²⁴Entonces algunos miembros de la secta religiosa conocida como los fariseosai inquirieron a Juan: ²⁵«¿Por qué bautizas a la gente si admites que no eres el Cristo, Elías ni el Profeta?».

    ²⁶–²⁷Juan les respondió: «Yo bautizo en este río, pero Aquel que ocupará mi lugar ha de recibir más honores que yo,aj aunque ni siquiera cuando esté en medio de ustedes lo reconocerán ni lo recibirán. ¡Yo no soy digno ni de agacharme ante él y desatarle las sandalias!». ²⁸Todo eso tuvo lugar en Betania,ak donde Juan estaba bautizando, en el punto del cruce del río Jordán.al

    El Cordero de Dios

    ²⁹Al día siguiente, Juan vio a Jesús que venía para que lo bautizara, y gritó: «¡Miren! ¡Aquí está! ¡El Cordero de Dios!am ¡Él quitaráan los pecados mundo!ao ³⁰¡Les dije que vendría un Poderosoap que es mucho más grande que yo, porque él ya existía mucho antes de que yo naciera! ³¹Mi bautismo era para preparar su manifestación a Israel, aunque yo todavía no lo conocía».

    ³²Entonces, cuando bautizó a Jesús, Juan pronunció estas palabras: «Veo al Espíritu de Dios aparecer como una paloma que desciende del reino celestial y se posa sobre él. ¡Y reposó sobre él desde ese momento en adelante!aq ³³Y, aunque todavía no lo había conocido, cuando fui comisionado para bautizar con agua, Dios me dijo estas palabras: Un día verás al Espíritu descender y permanecer sobre un hombre. Él será Aquel a quien he enviado a bautizar con el Espíritu Santo.ar ³⁴Y ahora he visto y discernido. Puedo decirles con seguridad que este hombre es el Hijo de Dios».as

    Los primeros seguidores de Jesús

    ³⁵–³⁶Al día siguiente, Juan estaba allí otra vez con dos de sus discípulos cuando Jesús pasó caminando junto a ellos. Juan, mirándolo fijamente, señaló a Jesús y dijo: «¡Miren! ¡Ahí está el Cordero de Dios!». ³⁷En cuanto lo oyeron los dos discípulos de Juan, al instante lo dejaron y comenzaron a seguir a Jesús a escasa distancia.

    ³⁸Entonces Jesús se giró y, al ver que lo seguían, les preguntó: «¿Qué quieren?».at Ellos respondieron: «Rabí (que significa señor maestroau), ¿dónde te alojas?».av ³⁹Respondió Jesús: «Vengan y véanlo ustedes mismos». Así que fueron con él y vieron dónde se alojaba y, como era ya a última hora la tarde, pasaron el resto del día con Jesús.

    ⁴⁰–⁴¹Uno de los dos discípulos que escuchó las palabras de Juan y comenzó a seguir a Jesús era un hombre llamado Andrés.aw Fue a buscar a su hermano Simón y le dijo: «Hemos encontrado al Ungido»ax (que, traducido, es el Cristo). ⁴²Entonces Andrés llevó a Simón para que lo conociera. Cuando Jesús vio al hermano de Andrés, le profetizó: «Tú eres Simón y tu padre se llama Juan.ay Pero de ahora en adelante te llamarán Cefas» (que significa Pedro la Roca).az

    Jesús llama a Felipe y a Natanael

    ⁴³Al día siguiente, Jesús decidió ir a la región de Galilea. Allí encontró a Felipe y le dijo: «Ven y sígueme» ⁴⁴(Felipe, Andrés y Pedro eran todos de la misma aldea de Betsaida).ba ⁴⁵Entonces Felipe fue a buscar a su amigo Natanaelbb y le dijo: «¡Lo hemos encontrado! ¡Hemos encontrado al que estábamos esperando! ¡Es Jesús, hijo de José de Nazaret, el Ungido! ¡Él es el que Moisés y los profetas profetizaron que vendría!».

    ⁴⁶Natanael se mofó: «¡Nazaret! ¿Qué de bueno podría salir de Nazaret?».bc Felipe le respondió: «¡Ven, vamos a averiguarlo!».

    ⁴⁷Cuando Jesús vio a Natanael que se acercaba, dijo: «Aquí viene un verdadero hijo de Israel, ¡un hombre honesto sin motivaciones ocultas!».

    ⁴⁸Natanael se quedó atónito y dijo: «Pero, si no me conoces, ¿cómo puedes saber nada de mí?».

    Jesús respondió: «Natanael, justo antes de que Felipe acudiera a tu encuentro, te vi sentado bajo la sombra de una higuera».bd

    ⁴⁹Natanael exclamó: «¡Maestro, tú eres verdaderamente el Hijo de Dios y el Rey de Israel!».

    ⁵⁰Jesus respondió: «¿Crees simplemente porque te dije que te vi sentado bajo una higuera? ¡Vas a vivir cosas aún más impresionantes! ⁵¹Te profetizo una verdad eterna:be ¡de ahora en adelantebf todos ustedes veránbg un cielo abierto y contemplarán al Hijo del Hombrebh como una escalera que llega hasta el cielobi y a los mensajeros de Dios subiendo y bajando sobrebj él!».

    a 1:1 La mayoría de los estudiosos consideran que los primeros dieciocho versículos de Juan son palabras de un antiguo himno o poema que los creyentes en Cristo del primer siglo apreciaban mucho.

    b 1:1 En el griego es el logos , que posee un trasfondo rico y variado tanto en la fi losofía griega como en el judaísmo. Los griegos consideraban el logos como el principio supremo del orden cósmico. El logos de Dios en el Antiguo Testamento es su poderosa expresión de sí mismo en la creación, la revelación y la redención. En el Nuevo Testamento tenemos esta nueva visión especial que Dios nos ha dado por medio de Juan, que indica la presencia de Dios mismo en carne. Algunos han traducido este término tan rico como «Palabra» o «Verbo». También podría traducirse como «Mensaje» o «Modelo». Jesucristo es la Palabra eterna, la Palabra creadora, y la Palabra hecha visible. Él es la expresión de Dios, mediante un cuerpo de carne, de todo lo que él es, contiene y revela. Así como nosotros nos expresamos con palabras, Dios se ha expresado perfectamente en Cristo.

    c 1:1 La Expresión Viva (Cristo) participaba plenamente de todos los atributos de la deidad que Dios Padre posee. La Expresión Viva existió eternamente como un individuo distinto pero el mismo en esencia, como uno con el Padre.

    d 1:2 La palabra griega que se usa aquí y el concepto hebreo que se transmite es el de estar ante el rostro de Dios. No existe una palabra hebrea para «presencia» (es decir, la «presencia» de Dios), solo la palabra rostro .

    e 1:2 Tanto Gn 1:1 como Jn 1:1–2 hablan de el principio . En Génesis es el principio del tiempo, pero Juan habla de la eternidad pasada, un principio anterior a la existencia del tiempo. La Expresión Viva es Cristo, que existía en la eternidad como parte de la Trinidad. No tuvo principio, al ser uno con el Padre.

    f 1:3 O «todas las cosas sucedieron por él y nada sucedió aparte de él». El arameo es: «todo estaba en su mano» (de poder). Véanse Sal 33:6; Is 44:24.

    g 1:4 El arameo dice: «En él estaban las vidas» (plural), no solo las múltiples vidas humanas, sino también la vida espiritual, la vida eterna y la vida en todas sus formas.

    h 1:4 Traducido del arameo, que también se puede traducir como «la chispa de la vida humana». Jesucristo trae la luz de la vida eterna y la plena revelación de Dios. El Evangelio de Juan se divide con facilidad en tres secciones: vida (caps. 1–7), luz (caps. 8–12) y amor (caps.

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