Descubre millones de libros electrónicos, audiolibros y mucho más con una prueba gratuita

Solo $11.99/mes después de la prueba. Puedes cancelar en cualquier momento.

La Revelacion del Senor Jesucristo
La Revelacion del Senor Jesucristo
La Revelacion del Senor Jesucristo
Libro electrónico449 páginas6 horas

La Revelacion del Senor Jesucristo

Calificación: 0 de 5 estrellas

()

Leer la vista previa

Información de este libro electrónico

El libro de Apocalipsis o la revelacion del Senor Jesucristo, no es solamente un libro de malas noticias, de juicios, epidemias, de grandes cataclismos cosmicos y de un futuro gobierno mundialmente tenebroso. Tambien es el mensaje del mas grande amor que pueda existir, el amor de Dios para salvar a la humanidad del terrible final que tendran que enfrentar todos aquellos que no quisieron creer en el Senor Jesucristo y prefirieron alejarse de el. Es un libro que vale la pena estudiar por la ubicacion que tiene justo al final de los evangelios y de las epistolas. Ademas, porque representa el ultimo acto para poder completar el evangelio del Senor Jesucristo y porque es el unico libro de la Biblia que habla del principio y del final de todos los tiempos.

IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento11 abr 2023
ISBN9781662495199
La Revelacion del Senor Jesucristo

Relacionado con La Revelacion del Senor Jesucristo

Libros electrónicos relacionados

Nueva era y espiritualidad para usted

Ver más

Artículos relacionados

Comentarios para La Revelacion del Senor Jesucristo

Calificación: 0 de 5 estrellas
0 calificaciones

0 clasificaciones0 comentarios

¿Qué te pareció?

Toca para calificar

Los comentarios deben tener al menos 10 palabras

    Vista previa del libro

    La Revelacion del Senor Jesucristo - Maria Martinez

    cover.jpg

    La Revelacion del Senor Jesucristo

    Maria Martinez

    Derechos de autor © 2023 María Martínez

    Todos los derechos reservados

    Primera Edición

    PAGE PUBLISHING

    Conneaut Lake, PA

    Primera publicación original de Page Publishing 2023

    ISBN 978-1-6624-9517-5 (Versión Impresa)

    ISBN 978-1-6624-9519-9 (Versión Electrónica)

    Libro impreso en Los Estados Unidos de América

    Tabla de contenido

    Contenido

    Lee y guardar las escrituras.

    ¿Por qué debería de estudiar este libro? Porque es la revelación del Señor Jesucristo, (Apocalipsis en griego significa revelación, descubrir o declarar algo que está oculto) En este libro se da a conocer al Señor Jesucristo en todo su esplendor, así como su autoridad, poder y función en el plan perfecto y maravilloso de salvación del Padre para su creación. Este libro también revela mucha información importante sobre los acontecimientos finales, la segunda venida de Cristo y su reinado milenial.

    Estudiar este libro de Apocalipsis ayuda a tener un mayor entendimiento sobre el Hijo de Dios resucitado y glorificado, así como su mensaje de amor y esperanza a lo largo de toda la historia de la tierra. Este libro trae un mensaje muy importante para todas las personas que han entregado su vida al Señor Jesucristo, a permanecer fieles a Él y a dar testimonio en cualquier circunstancia que se pueda presentar, aún en medio de persecuciones y pruebas.

    Estudio del libro de Apocalipsis

    Las 7 iglesias de Apocalipsis

    Sobre el Autor

    Contenido

    Lee y guardar las escrituras.

    ¿Por qué debería de estudiar este libro? Porque es la revelación del Señor Jesucristo, (Apocalipsis en griego significa revelación, descubrir o declarar algo que está oculto) En este libro se da a conocer al Señor Jesucristo en todo su esplendor, así como su autoridad, poder y función en el plan perfecto y maravilloso de salvación del Padre para su creación. Este libro también revela mucha información importante sobre los acontecimientos finales, la segunda venida de Cristo y su reinado milenial.

    Estudiar este libro de Apocalipsis ayuda a tener un mayor entendimiento sobre el Hijo de Dios resucitado y glorificado, así como su mensaje de amor y esperanza a lo largo de toda la historia de la tierra. Este libro trae un mensaje muy importante para todas las personas que han entregado su vida al Señor Jesucristo, a permanecer fieles a Él y a dar testimonio en cualquier circunstancia que se pueda presentar, aún en medio de persecuciones y pruebas.

    Estudio del libro de Apocalipsis

    Para muchos el libro de Apocalipsis es un libro de miedo, porque cada vez que hacen una película de Apocalipsis habla de destrucción, dolor y muerte. Además, dicen no entenderlo, sin embargo, el libro de Apocalipsis no se escribió para confundir a nadie, sino para aclarar dudas, para no tener miedo y para tener tranquilidad.

    Es cierto que es un libro simbólico, con un lenguaje que a veces no se entiende. Y es que fue escrito para que los inconversos no puedan recibir esta información y si la reciben no la puedan entender. En Hec 8, 30–31, nos habla al respecto: Que Felipe, oyó al eunuco, que leía el libro del profeta Isaías, y le preguntó: Pero ¿entiendes lo que lees?, (v31). Él le respondió: Y ¿cómo podré, si no hay quien me lo explique?. Y le rogó a Felipe que le explicara.

    Y es que la información que está en este libro, si llega a manos de los inconversos no la van a entender, simplemente porque quién se encarga de revelar la palabra, es el Espíritu Santo y la persona inconversa no tiene al Espíritu Santo porque, no ha confesado a Cristo Jesús como su único Señor y Salvador. Sin embargo, los creyentes, tienen la base, el funcionamiento bien puesto para poder entender la información que brinda la bendita palabra de Dios a través de la Biblia.

    La palabra Apocalipsis no significa destrucción, lo que significa es revelación. En el AT. Solamente había la esperanza de la revelación dada por Dios a los profetas. Hoy en día para completar la revelación es necesario unir el libro de Apocalipsis con el de Génesis, el primero con el último libro de la Biblia, para poder comprender el principio y el final de las cosas. En Génesis se crea la tierra y en Apocalipsis se termina. En Génesis el enemigo de Dios tiene éxito en su rebelión. En Apocalipsis fracasa totalmente su rebelión. En Génesis el sol, la luna y las estrellas eran para el beneficio de la tierra. Y en Apocalipsis serán los que harán juicio en contra de la tierra. En Génesis el sol debía gobernar el día, en Apocalipsis ya no será necesario.

    En Génesis entró el pecado a la tierra y en Apocalipsis se va el pecado de la tierra. En Génesis se presenta el dolor, la tristeza y el sufrimiento, en Apocalipsis se terminará toda la tristeza, el dolor y las lágrimas. En Génesis tenemos la boda de Adán y Eva, en el Apocalipsis celebraremos las bodas del Cordero, la unión de Cristo con la iglesia. En Génesis entra la muerte al mundo, en Apocalipsis la muerte será desterrada del mundo. En Génesis se entabla el juicio contra Satanás y en Apocalipsis se ejecuta el juicio contra Satanás y la tercera parte de los ángeles caídos. Entonces, comencemos nuestro recorrido por el último libro de la Biblia, el único libro profético del NT.

    Es interesante notar que el libro del profeta Malaquías es el último libro del AT. Y enlaza perfectamente con el libro del Apocalipsis. Porque el libro de Malaquías concluye diciéndoles a los judíos que estaban caídos y desalentados, que: Nacerá el sol de justicia, trayendo esperanza, fe y consuelo. Esta profecía final es de gran esperanza para una tierra maldecida por el pecado. Y el libro de Apocalipsis concluye mencionando la estrella resplandeciente de la mañana. Una clara esperanza, en el AT para el pueblo de Dios y en el NT para la Iglesia de Cristo.

    Primer tema: Lee y guardar las escrituras

    Leer y obedecer lo que está escrito en la Biblia es guardar en nuestro corazón la palabra de Dios para obedecerla. Al apóstol Juan se le ordenó que escribiera todas las cosas que había visto eso quiere decir, las cosas del pasado, las cosas que son, las del presente, relacionadas con la Iglesia. Y enseguida tendría que escribir las cosas que serán después de estas, las del futuro. Aquí tenemos a la persona de Cristo, en su esplendor glorioso, revelándose así mismo, como él sumó sacerdote que está a cargo de su Iglesia. En los evangelios el Señor se revela como manso, humilde y muriendo en una cruz. Sin embargo, en Apocalipsis, viene como el Rey de Reyes y Señor de Señores que regirá a las naciones con carácter de hierro, él que está en control de todo con autoridad y poder de tal manera que toda la tierra está aterrorizada. Siendo el tema principal de este libro la revelación del Señor Jesucristo, dirigiendo el programa de Dios. Las sagradas escrituras son Teo y Cristo–céntricas. Ya que están centradas en Dios y en Cristo, es necesario mantener siempre presente en nuestra mente que él tiene total control, autoridad y dominio sobre todas las cosas. Al profundizar en el libro de Apocalipsis nos podemos dar cuenta que está dividido en 3 partes:

    Capítulo 1. Las cosas que has visto. La visión de Jesús.

    Capítulo 2. Las cosas que son, la condición de las iglesias. (En donde Él va a hacer una especie de radiografía de cada una de ellas).

    Capítulo 3. Las cosas que serán. La victoria de Jesucristo cuando Dios toma el control de su creación, gobernando de nuevo. Y así es como llegamos al título de este libro de Apocalipsis.

    La revelación del señor Jesucristo

    Esta es la revelación que Dios le dio al Señor Jesucristo, para mostrarles a sus siervos por medio de su apóstol Juan, lo que sin lugar a duda tiene que suceder. (Apocalipsis 1, 1).

    La palabra Apocalipsis es una palabra griega que significa revelación. Y en ningún momento se usa en plural en este libro, porque solo hay una revelación, y es la del Señor Jesucristo. En el libro del profeta Daniel que está ubicado en el AT. Sé le dijo a Daniel que: debía de sellar el libro. Y al apóstol Juan en este libro se le dice que: No selle las palabras de profecía que se encuentran en este libro (Apocalipsis 22, 10). El Señor Jesucristo presentó su ministerio en Mat 13 y Mar 4, 11 con las parábolas, diciendo: a ustedes les es dado a saber el misterio del Reino de Dios; pero a los de afuera solamente por medio de parábolas. Ahora aquí, se corre la cortina y Cristo se muestra en toda su hermosura, poder y gloria. Porque, en los evangelios se nos revela solamente una parte de la divinidad del Señor Jesucristo. Sin embargo, en Apocalipsis se completa la información, que solamente puede ser comprendida si el Espíritu Santo es el maestro. En Jn 16, 13, dice: que él nos guiará hacia toda la verdad; de lo que ha de venir. Y en este libro el mismo Señor Jesucristo nos revela todos los secretos, para que podamos descubrir todas las falsas profecías".

    Es muy importante que todos aquellos que se denominan creyentes, estudien este libro con toda confianza, porque dice que: esta profecía ha sido dada para entender los misterios del Reino de Dios a sus siervos. Así lo hace saber en Apocalipsis 1, 1, que la declaró enviándola, por medio de su apóstol Juan. En 2 Pe 1, 20, el apóstol Pedro nos dio una regla muy importante para la correcta interpretación de la profecía. Al decir: entendiendo primero esto, que ninguna profecía de la escritura es de interpretación privada. Porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron guiados por el Espíritu Santo. De hecho, en el libro de Apocalipsis, cada símbolo en concreto es de algo real. Porque las cosas que Juan revela no son quimeras, etéreas o efímeras, sino el núcleo de objetos y hechos reales. Cuando Juan menciona estas cosas: que deben de suceder pronto, nos indica que es algo importante de resaltar.

    Por ejemplo, en Luc 18, 8 el Señor Jesús dice: les digo que pronto les haré justicia.

    ¿Qué es lo que el Señor quiere decir? Que cuando la justicia divina comience, será rápidamente. Esto no quiere decir, que él vendrá rápidamente, sino que cuando estás cosas comiencen a suceder, ocurrirán rápidamente. En Apocalipsis 1, 1. Nos está diciendo que: Jehová Dios le dio la revelación al Señor Jesucristo, el Señor a los ángeles y estos se la entregaron a Juan y de Juan a los ciervos. Así fue como llegó a usted. Y a mí, a través de la Biblia. Al avanzar en nuestro estudio de la palabra de Dios, va a ser necesario entender que los ángeles no están conectados con la era de la iglesia. El ángel que se menciona aquí es un mensajero celestial que nos hablará de las cosas futuras que Cristo va a hacer. Todos los temas tienen una proyección hacia el futuro, después de que la Iglesia sea arrebatada de la tierra al cielo. De modo que una vez que la Iglesia salga de la tierra, los ángeles tomarán nuevamente su lugar, según se vayan desarrollando las cosas.

    Juan, ha puesto por escrito toda la verdad de la palabra de Dios y de Jesucristo para dar testimonio de todas las cosas que ha visto (Ap 1,2).

    Aquí Juan está indicando que él también da testimonio de la palabra de Dios, como también del contenido de este libro. Cuando la palabra escrita nos revela a Jesucristo es precisamente porque Él es la palabra viva. Básicamente, Juan está diciendo, que es testigo de la manera en la que el Padre presentó al Hijo, como el principal personaje clave a través de sus ángeles, para darnos a conocer lo que Dios quiere. Al entrar en el v3. Se nos ofrece una triple bendición, de las 7 bienaventuranzas que contiene Apocalipsis.

    Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de esta profecía, y guarden las cosas en ella escritas; porque el tiempo está cerca (Ap 1,3).

    Note usted: Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de esta profecía. Aquí está diciendo que ¡Dios bendice a quienes lean este mensaje, tanto como a los que lo escuchen y obedezcan! Aquí le está hablando tanto al maestro como a toda la congregación, ambos deben no solo ser oidores de la palabra, sino también hacedores de ella. Esta es la triple bendición: leyendo, oyendo y guardando. Creo de verdad que todo aquel que pasa a través de las páginas de este libro recibe muchas promesas de bendiciones. El Ministerio del Señor Jesucristo comenzó en el día de Pentecostés. Al irnos adentrando en este impactante libro tendremos más claro el significado de todo lo que Cristo ha hecho, está haciendo y va a hacer, en el corazón que tiene sed de justicia y anhela conocer más del amor perfecto, que solamente se encuentra en el Señor Jesucristo que nos amó hasta la muerte, desde el principio y hasta el final de los tiempos. Tal como dice en Hebreos 13, 8 porque Él es el mismo de ayer, hoy, mañana y siempre. Solamente necesitamos darle la oportunidad a Dios, de que se revele a nuestra vida, para tener la experiencia más extraordinaria que jamás nos hemos imaginado que sucedería, ¡El amor perfecto de Dios! Qué precisamente es revelado en este libro de Apocalipsis. Que comienza diciendo: estando el apóstol Juan desterrado en la isla de Patmos, se le ordena que sea la pluma que Dios usará para dar a conocer lo que le dictó al Señor Jesucristo, para manifestar a sus siervos, las cosas que deberán de suceder pronto. ¿Qué significa eso? Que las cosas que están escritas en este libro ocurrirán rápidamente. A continuación, veremos el impactante saludo del Señor Jesucristo desde el cielo al Apóstol Juan en la tierra.

    Juan, a las 7 iglesias que están en Asia: Gracia y paz a ustedes, del que es, era y ha de venir, y de los 7 espíritus que están en el trono, (Ap 1,4)

    En esta primera sección del capítulo 1 versículo 4, vemos que, el saludo comienza con: gracia y paz. La palabra gracia viene de la palabra griega caris.

    Que significa un regalo gratuito, no merecido o, dicho de otra manera. La palabra gracia aquí está refiriéndose al favor de Dios, que a su vez significa: la fuerza necesaria en la vida de cada cristiano. Y la paz, el saludo "shalom, que se utiliza en hebreo. Significa la serenidad del creyente, ante las diferentes circunstancias de la vida. La gracia y la paz provienen de la Trinidad misma de Dios. Que es mencionada precisamente aquí cuando dice: del que es, del que era y del que ha de venir". Y los 7 espíritus están haciendo referencia al Espíritu Santo de Dios en su plenitud, enfatizando su eternidad.

    Antes de seguir. Quiero hablar del número 7. Aquí acabamos de leer las 7 iglesias y los 7 espíritus. Este número tiene significado religioso, la humanidad, les ha dado cierta reverencia a los números llegando así a la superstición. Pero aquí la palabra de Dios no dice que el número 7, siempre tiene que significar perfección, sino que algunas veces va a significar: completo o totalidad. En esta ocasión, cuando Dios utiliza el número 7 está hablando de algo que se ha completado. También en el AT. El número 7 era representativo de completo, relacionado con los pactos de Dios con Israel. Por ejemplo, el día de reposo, la circuncisión y la adoración, giran alrededor del séptimo día.

    El Señor ordenó a su pueblo caminar alrededor de Jericó 7 días y 7 veces para conquistar la ciudad, no con fuerza, sino con el poder de Dios. Naamán tuvo que sumergirse 7 veces en el río Jordán, para recibir sanidad de la lepra. José en Egipto, vivió 7 años de abundancia y 7 de hambruna. El rey Nabucodonosor estuvo enajenado mentalmente por 7 años. El NT tiene 7 bienaventuranzas. En la oración del Señor el Padre Nuestro, tiene 7 peticiones. En Mateo 13, Jesús relata 7 parábolas; también alimentó a la multitud con 7 panes y cuando fue crucificado mencionó 7 palabras. Entonces el número 7 que se menciona aquí en Apocalipsis, no está hablando de la perfección, sino de completar. Y es que existe una diferencia entre un término y otro. En aquel tiempo había cientos de iglesias, pero estas 7 fueron elegidas por el Señor con el propósito definido, de representar las características de todas las congregaciones de la provincia de Lidia, la zona de Nicea, algunas partes de Persia y una gran parte de Asia por la zona costera. También este versículo habla de gracia y de paz. Por lo que no debe haber ningún temor de estudiar este libro, porque se refiere a la gracia y la paz de Dios, del que es que era y que ha de venir. Lo que está diciendo es que: El Señor Jesucristo, murió por nosotros para perdón de nuestros pecados, fue el primero en resucitar y también es el que gobierna sobre todos los reyes de la tierra.

    Y de Jesucristo el testigo fiel, el primogénito de los muertos, y el soberano de los reyes de la tierra. Al que nos amó, y nos lavó de todos nuestros pecados con su sangre. (Apocalipsis 1, 5).

    Al Señor Jesucristo se le otorgan 7 títulos. En este versículo vemos los primeros cinco:

    El primero, es el testigo fiel. El Señor Jesucristo es el único testigo digno de confianza.

    El segundo, el primogénito de los muertos. Que en griego es "prototokos", está relacionado con su resurrección porque fue levantado de los muertos para no morir jamás, y porque él es el único que ha regresado de los muertos con un cuerpo glorificado.

    Tercero, él es el Rey soberano de todos los reyes de la tierra. Esto nos habla de Flp 2, 10–11. Donde dice que: ¡toda rodilla se doblará ante él! Y toda lengua confesará que Jesucristo es el Señor!.

    El cuarto, él es el que siempre nos ha amado. Enfatiza su actitud fiel de amor constante hacia los suyos, no solamente cuándo murió por nosotros en la cruz, sino también cuando resucitó y ascendió al cielo, él nos sigue amando hasta el día de hoy.

    El quinto, él es el que nos lavó de todo pecado, con su preciosa sangre. Ese es el supremo sacrificio de amor que pueda existir. En Lev 17, 11 dice: porque la vida de la carne está en la sangre, y yo se las he dado para hacer expiación sobre el altar por sus almas; y la misma sangre hará expiación de la persona. Él entregó su vida totalmente Emmanuel, (Dios con nosotros) es el título que aquí recibe el Señor Jesucristo. En 1 Pe 1, 18–19, dice: sabiendo que Dios los liberó de su vana forma de vida, que habían aprendido de sus antepasados. Y para liberarlos Dios no pagó oro ni plata, que son cosas materiales, él pagó con la preciosa sangre de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación. Por ello el Apóstol Pablo escribió en 1 Tim 2, 5. Para decirnos: porque hay un solo Dios y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre".

    Y nos hizo reyes y sacerdotes para Dios, su Padre; a él sea la gloria y el imperio por los siglos de los siglos. Amén. (Apocalipsis 1, 6).

    El sexto, es que: nos hizo reyes y sacerdotes para Dios su Padre. Col 1,13, dice que: Él nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al Reino de su hijo amado. Está hablando del unigénito Hijo de Dios. Y de que, a través de él, nosotros fuimos rescatados.

    De las tinieblas a su luz admirable. adoptados como hijos de Dios para ser reyes y sacerdotes para Dios el Padre.

    El séptimo título, es que Él es digno. Por ende a Él sea la gloria, la honra y el imperio por los siglos de los siglos. Esta frase enfatiza la eternidad de un inmenso amor, entregado incondicional e incomparablemente para siempre. Este versículo termina en un Amén. Jesucristo es el sí y el Amén. Él es el tema y el motivo principal de todas las cosas de este libro, en Col 1,16-17, dice: Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos o reinos, (es el territorio cuyos habitantes están sujetos al gobierno de un rey); dominios, (para los creyentes, es la dependencia plena y completa del Espíritu Santo); principados, (es la séptima categoría del coro celestial, compuesto por ángeles y arcángeles). Además de ser el tercer grupo jerárquico celestial, y Potestades, (son las entidades angelicales que forman parte de un conjunto lleno de virtudes, autoridad y dominio). Siendo el segundo de jerarquía angelical. Las Potestades permanecen en nuestro plano finito real y se encargan de mantener el equilibrio y el orden universal. Todo absolutamente fue creado por medio de él y para él. Todo esto, hace que el Señor Jesucristo sea digno de toda alabanza, gloria, honra y adoración. Cuán maravilloso son los pies de los que anuncian la paz y meditan en la bendita palabra de Dios.

    He aquí que viene en las nubes, y todo ojo le verá, y los que le traspasaron; y todos los linajes de la tierra harán lamentación por él. Sí, amén. (Apocalipsis 1, 7).

    He aquí que viene con las nubes

    Revela la venida física de Cristo. Y cuando Juan, escribió: y todo ojo le verá, está diciendo que se podrá apreciar visualmente. En Tes 4, 17, dice que: nosotros vamos a encontrarnos con el Señor en las nubes. Y ¿a qué se refiere con los que lo traspasaron? A la nación de Israel. Y en seguida también dice, y todos los linajes de la tierra harán lamentación por él. Es decir, todos los gentiles, se lamentarán por él. Expresarán, gran pena, llanto y dolor, esta será la reacción de todos aquellos que lo rechazaron.

    Sí, amén

    Significa que así será, porque Él es siempre fiel y constante en todo, no cambia su plan ni su forma de ser y si él dice que va a hacer algo, lo cumplirá. Porque cielo y tierra pasarán más su palabra no pasará. (Mateo 24, 35).

    Yo soy el Alfa y el Omega, el principio y el fin; dice el Señor, el que es y que era y ha de venir, el Todopoderoso. (Apocalipsis 1, 8).

    El alfa y el omega

    En el idioma hebreo significa la primera y la última letra del alfabeto, el principio y el fin, o sea todas las letras del alfabeto sirven para forman las palabras que constituyen todo un lenguaje. Y Jesucristo es llamado el verbo de Dios. Él es la revelación completa, la comunicación inteligente y comprensible de la palabra de Dios, que cubre el tiempo y toda la eternidad, él es el único que puso el principio y pondrá el fin a su programa en el mundo entero. A todo esto, se refiere el Señor Jesucristo cuando dice: yo soy el Alfa y el Omega.

    El principio y el fin

    Está expresión, abarca toda la eternidad. A la vez que está afirmando la deidad del Señor Jesucristo, tiempo presente, el Cristo crucificado tiempo pasado, en la primera venida del Salvador. Y Él ha de venir como el soberano de toda la tierra. Dice el Señor, el que es, él que era y él que ha de venir, el Todopoderoso. En Heb 13, 8. Dice que: Jesucristo nunca cambia: es el mismo de ayer, de hoy, de mañana y de siempre. Por eso no debemos de hacer caso a enseñanzas extrañas, que no tienen nada que ver con lo que Jesucristo nos enseñó. Este texto de Apocalipsis 1, 8 echa por tierra las ideas de mucha gente que dice que Jesucristo no es Dios ni Todopoderoso. Hay varias sectas que se han levantado entre ellas los testigos de Jehová y el henoteísmo, entre otros como las enseñanzas Marianas intentando desprestigiar y minimizar al Creador y Salvador nuestro, negando de alguna manera que Él es el Cristo glorificado. Por lo que creo necesario en este punto hacer un resumen de lo que hasta aquí hemos estudiado: yo soy el Alfa y el Omega, el principio y el fin, dice el Señor, el que es y que era y que ha de venir, el Todopoderoso".

    Aquí hay 2 puntos de vista los cuales vamos a analizar. Los que están en contra de Cristo alegan que Cristo era el protagonista hasta el versículo 7, luego en el versículo 8 se refiere al Padre, y después en el versículo 9 vuelve a hablar de Cristo. Sin embargo, el mismo versículo 8 nos da la respuesta. Para ello debemos analizar algunos términos empleados aquí. ¿Quién dice que es Él? Dice: yo soy el Alfa y el Omega, ¿y eso qué significa? Que él es, el que era y el que ha de venir. Sí, todas las respuestas a estas interrogantes apuntan a Jesús, entonces. No tenemos por qué inventarnos doctrinas raras. Así que veremos la primera respuesta sobre la expresión yo soy. Es común ver tanto en el AT como en el NT, ya sea al Padre como al Hijo usando la misma expresión de Yo soy, tal como le dijo Jehová Dios a Abraham: Yo soy, en Éxodo 3, 14. Y el Señor Jesús les dijo a unos judíos en Jn 8, 58: antes que Abraham fuese, yo soy. Y aquí en Apocalipsis se usa el griego ego eimi, que es la misma expresión atemporal para decir, Yo soy, usada por Jesús para referirse a sí mismo. Y en Apocalipsis 1, 17–18 dice: al verlo, caí a sus pies como muerto. Luego, él puso su mano derecha sobre mí y dijo: no tengas miedo. Yo soy el Primero y el Último. (v18): soy el que estuve muerto, pero ahora vive para siempre. Se refiere a que el Señor Jesucristo, es el primero y último, es la fuente de todas las cosas, el cumplimiento de las promesas dadas en la palabra de Dios, todas las profecías de todos los mandamientos". ¡Cuán grande es nuestro Salvador y Señor! En dos palabras, ¡El principio y fin!

    En Ap 1, 11–13, vemos que dice: yo soy el Alfa y el Omega, el primero y el último. Escribe en un libro lo que ves y envíalo a las 7 iglesias que están en Asia: A Éfeso, Esmirna, Pérgamo, Tiara, Sardis, Filadelfia y Laodicea. Me volví a ver la voz que hablaba conmigo. Y vi 7 candelabros de oro, y en medio de los 7 candeleros había uno semejante al Hijo del hombre, vestido de una ropa blanca que le llegaba hasta los pies, y tenía el pecho ceñido con un cinto de oro. Hay otra referencia en Apocalipsis 21, 6 donde es el Padre quien habla, y dice: ¡ya está hecho! Yo soy el Alfa y el Omega, el Principio y Fin. A todos los que tengan sed, se les permitirá beber del manantial del agua queda vida. Y también puede leer lo mismo en Apocalipsis 22, 12–13. El mismo Jesús se identifica como el Alfa y el Omega, el principio y el fin. Y además nos advierte ¡Estén alerta porque vengo pronto! Traeré conmigo la recompensa que cada uno merece. Yo soy el Alfa y el Omega, el Primero y el último, el Principio y el Fin. Quizá alguien quiera alegar diciendo que: En este pasaje no dice que el que está hablando sea Jesús. Pero más adelante en el v16, nos dice claramente yo. Jesús. Esto lo podemos evidenciar en Apocalipsis 1, 7. Donde dice que: Cristo va a venir en las nubes. Y que todos lo verán con sus propios ojos. Este requisito se puede aplicar para saber que Jesucristo es el Todopoderoso. Refiriéndose a Dios Padre y a Cristo Jesús. Por ejemplo: en Ose 13, 14 que se encuentra en el AT. Se nos dice que Jehová es el Redentor, pero en Apocalipsis 5, 9 en el NT. El Redentor es Cristo. Esto no quiere decir que uno no lo sea porque el otro lo es, la igualdad de la deidad hace que se compartan estos títulos, tal como lo menciona en Jn 10, 30–33. Que dice, yo y el Padre uno somos". Y en el capítulo 1, 8. Subraya la divinidad de Jesucristo como uno con Dios el Padre. Y ahora para finalizar este punto. El apóstol Juan en su visión apocalíptica, contempló a Jesucristo regresando a la tierra como:

    El Alfa y el Omega. Una figura que habla de su grandeza. 2) El Principio y Fin. Señalando su soberanía. 3) El que era y que ha de venir. El Todopoderoso (oh pantokrator), el que tiene el control de todo el universo. así lo registra en Apocalipsis 4, 8, Heb 1, 3 y Efe 6, 10 dice: por último, fortalézcanse en el Señor Jesucristo. Así completamos esta profunda reflexión. Para poder continuar con nuestro estudio de la revelación del Señor Jesucristo.

    Yo, Juan, su hermano en Cristo, que por anunciar el mensaje de Dios atravesó los mismos problemas y dificultades que ustedes han tenido. Pero con la fuerza que Dios da a los que pertenecen a su Reino, podemos soportar el sufrimiento que hay que pasar. Por anunciar, el mensaje de Dios y hablar de Cristo Jesús. Fui enviado a la isla de Patmos. (Apocalipsis 1, 9).

    El apóstol Juan estaba teniendo graves problemas, porque había sido exiliado a la isla de Patmos por Domiciano el emperador romano, porque Juan había sido muy activo tanto en la Iglesia de Éfeso, como en todas las demás que tenía a su cargo para supervisar. Estando en cautiverio por su lealtad para predicar la palabra y hablar del testimonio de Jesucristo. Debo aclarar que, aquí Juan no está hablando de la gran persecución que estaba cayendo sobre los creyentes. Sino que Juan está explicando la razón por la cual se encontraba exiliado en la Isla de Patmos. Su exilio se produjo entre los años 86 al 96 d. C. Patmos era una isla volcánica árida en la costa de Asia menor, que contaba con unos 16 kilómetros de largo por 10 kilómetros de ancho. Pero su aislamiento y privación se convirtieron en una antesala del cielo, al recibir las visiones de la gloria, el poder y la revelación del juicio establecido por Dios. En el siguiente versículo vamos a profundizar en algunos conceptos sobre la deslumbrante y hermosa visión que tuvo el apóstol Juan durante su exilio en la Isla de Patmos.

    Yo estaba en el Espíritu, el día del Señor, y oí detrás de mí una gran voz como de trompeta. (Apocalipsis 1, 10).

    El día del Señor

    El apóstol Juan estaba en el Espíritu, y escuchó una gran voz, como de trompeta. El día del Señor. ¿Qué significado tiene ese día del Señor? Esta expresión indica lo que nosotros llamamos el día domingo, el primer día de la semana, porque ese fue el día de la resurrección del Señor Jesucristo. Además, ese mismo día los discípulos se reunían para partir el pan y Pablo instruyó a los corintios que recogieran la colecta, el día del Señor, el primer día de la semana. Pues, Juan menciona que ese mismo día, vio a Cristo glorificado realizando la función del Gran Sumo Sacerdote, llevando a cabo su labor ante el altar de oro en el Lugar Santo. Y que Él como Sumo Sacerdote intercede por todos los que han decidido humillarse delante de su presencia, pidiéndole con humildad perdón por sus pecados. El Señor Jesucristo cumple con su promesa: que si confesamos nuestros pecados él es fiel y justo para perdonarnos.

    Juan nos describe cómo está vestido el Sumo Sacerdote en medio de los 7 candeleros de oro del tubérculo. Nuestro Señor Jesucristo es la luz del mundo.

    Este pasaje nos habla de la deidad de Cristo; y las lámparas de estos candeleros se refiere al Espíritu Santo, que el Señor prometió a sus discípulos que enviaría al mundo después de su asunción. Para consolar, acompañar, ayudar, recordar, guiar, enseñar y revelar las cosas celestiales, del Padre y que tomaría del Hijo para alumbrar nuestro entendimiento y así poder brillar en la oscuridad del mundo. Y el Señor Jesucristo en medio de los candelabros representa la purificación de su Iglesia para que su luz brille con mayor fuerza alrededor de todo el mundo. Juan al contemplar la escena, atónito y deslumbrado escuchó la voz del Señor como estruendo de muchas aguas.

    Cuando lo vi, caí como muerto a sus pies. Y él puso su diestra sobre mí, diciéndome: No temas; yo soy el primero y el último, (Apocalipsis.1, 17–18).

    (V18), y el que vive, y estuve muerto; más he aquí, que vivo por los siglos de los siglos. Amén. Y tengo las llaves de la muerte y del Hadez", (Ap 17,18).

    Muerto a sus pies

    Juan era el más joven de los apóstoles, el mismo que recostó su cabeza sobre el pecho del Señor Jesucristo durante la Santa Cena en el Aposento Alto. Juan tenía absoluta confianza en su Señor y maestro, era su amigo y compañero. En Jn 15, 14. Dice el Señor: ustedes son mis amigos si hacen lo que yo les he mandado. Juan al escuchar la voz potente del Señor Jesucristo, queda impactado por la impresión. Sin embargo, el Señor le dice: no temas.

    Es la expresión de la deidad de Cristo, dirigiéndose a la humanidad de Juan. Y le da 4 razones para no temer:

    Porque yo soy el primero y el último. En Sal 90, 2. Dice: Antes que nacieran los montes y se formara la tierra en el mundo, desde el principio hasta el fin, tú eres Dios.

    Está diciendo que no hay nadie antes de Él, y que no habrá nadie después de Él.

    Porque estoy vivo y estuve muerto. En Rom 8, 34. Dice: ¿quién es el que condenará? Cristo es el que murió; y el mismo que resucitó, y que está a la diestra de Dios, él es el que intercede por nosotros. Eso significa que los que creemos en el Señor Jesucristo, tenemos la oportunidad de arrepentirnos del pecado y nacer de nuevo. Es maravilloso saber que está vivo e intercede por nosotros. En 1 Jn

    ¿Disfrutas la vista previa?
    Página 1 de 1