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Tejiendo viejas sensaciones
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Libro electrónico77 páginas37 minutos

Tejiendo viejas sensaciones

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Información de este libro electrónico

El presente libro es pensamientos y poesias sobre la espera y algunos pensamientos de una persona que medita en esa espera existencias viejas sensaciones escrita en poesia y pensamientos

IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento15 may 2024
ISBN9798224456215
Tejiendo viejas sensaciones

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    Tejiendo viejas sensaciones - FRANCISCO ANTONIO CAMACHO

    Tejiendo Viejas Sensaciones

    Francisco Antonio Camacho

    Ya paso el tiempo, si, este concepto describe el nacimiento y la muerte de las cosas. Nací como alegría de mis padres y hasta hoy, estoy mirando como lentamente se pone el sol y como muere este día, donde la oscuridad de la noche cubre el obrar del hombre, donde la gloria y el pecado de este, fue ocultada tantas e infinita veces que ya no me asombra.

    Parte de mi tiempo es una espera, como el guerrero que batió tantas batallas y colgando los motivos de la lucha tan solo espera el último camino por explorar.

    Los hijos ya partieron detrás de sus quimeras, cada uno en sus campos de batallas conquistando sus realizaciones.

    Vuelven de vez en cuando con sus polluelos, como quien visitan el lugar y origen de sus historias. Quedamos entre las oraciones del inicio y finalización de un día, viendo como nuestros cuerpos se apagan lentamente.

    Tan solo esperamos.

    LA ESPERA

    Uno no puede estar en nuestra existencia terrena en una total pasividad y aquel que lo hace seguro que tiene una vida vegetativa y aun así, en el vegetal hay movimiento.

    En el ser humano, en los animales para su propia existencia, hay apetitos que busca ser saciados y estos movilizan a buscar los objetos.

    En el mundo animal es el instinto, mientras que en el hombre cuando quiere algo para sí, lo piensa, lo planifica, ve los riesgos y lo que tiene que hacer para alcanzar lo que desea.

    El objeto deseado es la construcción mental, ahí nace la idea, los valores que en ella tiene, ahí nace el sueño y un gozo anticipado en la contemplación del objeto a alcanzar y ahí nace el movimiento y la espera.

    Puede estar haciendo otras cosas, pero no puede estar haciendo nada, relacionado con el objeto que espera, siempre hay un movimiento en la que me lleva hacia el objeto deseado, aunque la distancia en el tiempo objetivo y subjetivo, el espacio en la que se desarrolla el movimiento interior y exterior, todo ello conforma la espera.

    Saber esperar es un arte, porque el que espera sabe y tiene una seguridad interna, que lo que  espera, llegara.

    Ahí la espera se nutre de la fe. Si, la fe, aquel acto interior del ser humano en la que uno ya está viendo con anticipación de alguna manera, como quien mira través de un espejo, no la perfección sino una imagen interior de lo que quiere, de lo que vendrá y lo lanza como un proyecto a alcanzar en su propia existencia, otros lo pone en manos de Dios, de la Energía Universal, otros confiando en leyes de atracción creada por la mente misma, otros en la confianza de sí mismo a través de un voluntarioso y constante esfuerzo humano.

    La fe lo usamos en los aspectos más simple de la vida y lo tenemos internalizado. Subimos a taxi y le decimos al chofer, voy a calle San Luis al 4800, y nos sentamos tranquilos, confiados, de que llegaremos al lugar indicado. Trabajamos y estamos seguros de que al

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