Fábulas para niños Una gran colección de fantásticas fábulas y cuentos de hadas. (Vol.19): Cuentos únicos, divertidos y relajantes para dormir que transmiten muchos valores e inspiran el amor por la lectura.

Por Historias maravillosas

Había una vez...

 

Duendes traviesos, dulces hadas y animales parlantes que vivían felices en el bosque. También había niños, príncipes y princesas, flores mágicas y brujas en escobas voladoras. H

• Idioma: Español
• Editorial: Historias Maravillosas
• Fecha de lanzamiento: 22 abr 2024
• ISBN: 9798869335050

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Fábulas para niños

Una gran colección de fantásticas fábulas y cuentos de hadas. (Vol.19)

Cuentos únicos, divertidos y relajantes para dormir que transmiten muchos valores e inspiran el amor por la lectura.

Historias maravillosas

Título: El viaje de la luna y el sol

Había una vez un mundo mágico en el que vivían dos criaturas extraordinarias: la Luna y el Sol. Luna era una bella diosa de la noche, con un manto de estrellas y una sonrisa brillante. El Sol, por otro lado, era un magnífico dios del día, con una corona de rayos solares y un corazón de fuego. Luna y Sol vivían en paz y armonía, pero un día decidieron hacer un viaje para explorar el mundo juntos.

Luna y Sole se prepararon para el viaje, empacando comida, agua y ropa de abrigo. Se saludaron calurosamente y emprendieron su camino. Atravesaron praderas, montañas y bosques y se encontraron con criaturas fantásticas como unicornios, dragones y hadas. Luna y Sole estaban felices de descubrir el mundo juntas y cada día traían nuevas aventuras.

Sin embargo, en cierto punto, el camino se hizo difícil. Luna y Sol se encontraron con un río impetuoso que no podían cruzar. Luna pidió ayuda a un anciano sabio que vivía cerca del río y este le dijo que la única solución era encontrar el puente plateado, una antigua construcción que cruzaba el río y que había sido creada por los magos del pasado.

La Luna y el Sol partieron en busca del puente plateado. Encontraron muchas dificultades y tuvieron que superar pruebas difíciles, pero al final encontraron el puente. Era precioso, con columnas de plata y cuerdas doradas que lo mantenían suspendido sobre el río. Luna y Sole cruzaron el puente sin problemas y reanudaron su viaje.

Continuaron viajando durante días, hasta que llegaron a una tierra desolada y árida. No había agua ni comida, y Luna y Sol estaban cansados y sedientos. Decidieron pedir ayuda a otra criatura mágica, un viejo dragón que vivía cerca. El dragón, sin embargo, estaba muy enojado y no quería ayudar a Luna y Sol. Les dijo que había tenido problemas con otros viajeros en el pasado y que no quería correr el riesgo de volver a ser herido.

Luna y Sole estaban muy tristes, pero no se dieron por vencidas. Decidieron hablar con el dragón e intentar convencerlo de que los ayudara. Hablaron con el dragón durante horas, mostrándole su amistad y respeto por las criaturas del mundo mágico. Finalmente, el dragón se dio cuenta de que la Luna y el Sol no eran como los demás viajeros y decidió ayudarlos. Los llevó a un manantial fresco y a un claro de hierba verde donde podían descansar y comer.

Moon y Sun estaban felices y agradecidos con el dragón. Continuaron su viaje, cruzando desiertos, océanos y cielos. Cada día traía nuevas sorpresas y nuevas aventuras. Al final, regresaron a casa, felices y cansados, pero con muchos buenos recuerdos para compartir con los demás habitantes del mundo mágico.

Así, Luna y Sole comprendieron que el viaje no solo había sido una aventura, sino también una oportunidad para aprender cosas nuevas y hacer nuevos amigos. Y decidieron que harían otro viaje juntas, aún más largo y hermoso.

Luna y Sun continuaron su viaje, cruzando paisajes increíbles y conociendo criaturas maravillosas. Una vez, se encontraron en un vasto desierto de arena dorada, donde el sol ardía con tanta fuerza que parecía que el suelo brillaba. Luna y Sol estaban agotados, pero no sabían cómo encontrar agua en ese árido desierto. Fue entonces cuando se encontraron con un grupo de camellos que se dirigían a un lejano oasis. Los camellos eran simpáticos y aceptaron llevar a la Luna y al Sol a cuestas hasta el oasis.

Al llegar al oasis, Luna y Sole se refrescaron en el agua fría y descansaron bajo la sombra de las palmeras. Allí conocieron a una tribu de nómadas que habían estado viviendo en ese oasis durante generaciones. Los nómadas eran amables y compartían su comida y cultura con ellos. Luna y Sole aprendieron muchas cosas interesantes sobre la vida de los nómadas y su habilidad como jinetes de camellos.

Luego Luna y Sol reanudaron su viaje, esta vez a bordo de una alfombra mágica que volaba por el cielo. La alfombra era mágica y se movía según sus pensamientos. Cruzaron nubes blancas y esponjosas y se encontraron con aves migratorias que volaban a países lejanos. Luna y Sol admiraron la belleza del mundo visto desde arriba y se dieron cuenta de lo vasto y maravilloso que era.

Continuaron su viaje, cruzando ríos, lagos y montañas. Un día, se encontraron frente a un bosque misterioso, donde las hojas de los árboles eran de un verde tan intenso que parecían fosforescentes. El bosque estaba habitado por criaturas extrañas y maravillosas, como mariposas gigantes y elfos del bosque.

Luna y Sun también conocieron a un hada que vivía en un castillo de cristal. El hada necesitó su ayuda para encontrar la varita mágica que había sido robada por un malvado mago. Luna y Sole no dudaron en ayudarla y junto a ella lucharon contra el mago y recuperaron la varita mágica.

Tras muchas otras aventuras, Luna y Sole llegaron por fin a su punto de partida. Estaban felices de volver a casa, pero al mismo tiempo tristes porque su viaje había terminado. Sin embargo, comprendieron que su viaje juntos había sido una experiencia única e inolvidable, que los había enriquecido con nuevos conocimientos y amistades.

Por eso, Luna y Sole decidieron organizar otro viaje juntas, aún más largo y aventurero, para descubrir aún más del mundo mágico. Y prometieron no olvidar nunca las maravillas que habían visto y las experiencias que habían vivido durante su viaje. Así pues, Luna y Sol continuaron explorando el mundo juntos, llevando su luz y magia allá donde fueran. Y su viaje se convirtió en legendario entre las criaturas del mundo mágico, inspirando a otros a descubrir la belleza y las maravillas del mundo que los rodeaba. Y así, la Luna y el Sol se convirtieron en una fuente de inspiración y esperanza para todos aquellos que necesitaban un poco de luz en sus vidas.

Título: El mágico reino de las mariposas

Había una vez un reino mágico donde vivían las mariposas. Estas criaturas eran especiales, porque no solo eran hermosas, sino que también tenían poderes mágicos. Podían volar, cambiar de color y transformarse en otras formas.